jueves, 29 de mayo de 2014

BIBLIOGRAFÍA DE LAS POQUIANCHIS


Acomodando algunos de mis libros, encontré casi junta la bibliografía de la que hablé en la entrada de las poquianchis en San Juan del Río, hoy  la presento aquí,  además de que ya se ha agregado a la entrada mencionada. Si no la has leído o si ya la leíste y no te acuerdas, puedes hacer click en el enlace siguiente.
 
http://iztacchichimeca.blogspot.mx/2014/03/las-poquianchis-en-san-juan-del-rio.HTML


1.- Guión original de la película de Felipe Cazals de 1973. Este libro es raro pero lo encontré recientemente en una librería que está en Av. Juárez  arribita de la curva, posiblemente todavía estén ahí algunos ejemplares.





2.- Las Muertas, de Jorge  Ibargüengoitia. Ora sí que una novela de la vida real, únicamente los nombres fueron cambiados para proteger a los ¿inocentes? Esta edición es parte de unas obras completas del autor pero creo que todavía se puede hallar en stock en muchas librerías.




3.- Yo, la poquianchis, por Dios que sí fue. De Elisa Robledo, con base en entrevistas con una de las actoras principales del Drama. Este es muy raro de conseguir. Siendo periodista la autora, no se conforma solo con lo que le dicen y agrega una investigación personal, quizá lo más apegado a la realidad. Incluye muchas fotografías.








Continuo insistiendo en que la relación de las Poquianchis verdaderas con la  llamada "Casa de las Poquianchis" de San Juan del Río es incidental, limitada únicamente a que algunas de las trabajadoras de aquellas mujeres llegaron también a trabajar en San Juan del Río. Aunque en entrevista realizada por Armando Guerra en "El tiempo de Querétaro" Doña Irma Villa, dueña del antiguo centro Nocturno "La escondida" dice que la Señora Montes, propietaria del Río Rita que era el nombre comercial de la Casa de Cóporo" era hermana de las Poquianchis;  solo que fuera parentesco político.


Coloco las marcas de agua porque son fotografías de libros de mi propiedad.

domingo, 25 de mayo de 2014

La Plazuela de San Juan Bautista III imágenes antiguas

Como había prometido, presento a Ustedes imágenes de la evolución de la actual Plaza de los fundadores, lugar en que la leyenda sitúa la fundación de la ciudad.

Dado que hay muchas fotografías, se hará una recopilación de las antiguas, de las modernas y otra con detalles, aclarando que no hay imágenes de la época en que era camposanto, con su nivel original o bien cuando se hizo el primer "jardín".


La mayoría son parte de una serie que hace años se vendían como postales en un negocio, hoy desaparecido en la plaza Independencia, esquina con la de los Fundadores, creo que inicialmente costaban 5 pesos. Las exhibían en un aparador por número y así se pedían. En realidad eran fotografías tomadas por ellos de postales auténticas, fotografías antiguas tomadas de revistas y otras de actualidad, tomadas por ellos o algún otro fotógrafo. Eran de pésima calidad pero hasta la aparición de los calendarios de la CANACO, fueron el único testimonio gráfico de algunas de ellas. (hay otra serie de postales de venta por internet, incluyendo algunas de las que aquí presento, que sí están fechadas, pero he descubierto algunos errores de año, por lo que su datación no es confiable al 100%, por eso no las uso.)


La primera, (tengo dudas de cuál es la más antigua, esta o la siguiente) muestra varios elementos. Por el logotipo que tiene, de la Mexicana de Fotógrafos, fue tomada por el Sr. Layseca, en las primeras décadas del siglo XX.  El detalle aquí es la fuente de troncos que duró hasta la década de 1970. Pueden observarse también, las jardineras a ras de piso, tupidas de plantas y la calzada de baldosas que rodeaba el perímetro. 




Esta otra, de fecha cercana a la anterior, (por la altura de los árboles)  vemos que el  piso es casi todo de tierra, hay una fuente que no puede distinguirse si es la de troncos, muchos árboles, viejos y  nuevos.





Esta fotografía debe ser de mitad del siglo XX, también pueden observarse las jardineras a ras del suelo, gran cantidad de árboles, una de las farolas originales, las viejas bancas, las ventanas del quiosco cubiertas de publicidad y su escalera original. Se nota que el quiosco ya no está al nivel original, supongo que al derrumbar la barda atrial en la década de 1910, el material se utilizó para rellenar el espacio del jardín alineando el nivel con el de las calles circundantes.



En esta toma puede observarse el Jardín Madero, ya tiene partes de cemento, sobre todo un redondel circulando el quiosco, el árbol gigante, seguramente sobreviviente de la etapa de panteón no tardaría en ser talado. Todavía conserva las viejas bancas, pero las jardineras ya perdieron las plantas. A la derecha puede observarse el edificio de la Compañía Hidroeléctrica Queretana (hoy C.F.E.)



Esta imagen nos presenta el todavía Jardín Madero, en su última remodelación con tal nombre, se observa el quiosco en altura menor desde el nivel del piso de ese entonces. Ya habían sido talados muchos árboles  y quitado la fuente de troncos. El piso era de cemento y se habían quitado las antigua bancas.



Esta fotografía la encontré en Internet, no es de la serie de las "postales", puede observarse la reconstrucción de 1981. La excavación mostró  la altura real del quiosco, que no era "chaparrito" como hasta entonces se pensaba. Los trabajos llegaron hasta el nivel real de la antigua plazuela de San Juan Bautista y su panteón, de ahí que se hallaran restos óseos. A la izquierda de la mueblería se observa la ventana de la única casa antigua que sobrevive, ocupada en esas fechas por la familia Rodríguez Saro, construida a fines del siglo XIX  al derrumbarse el Curato Viejo, que ocupaba toda esa acera.



 Esta última nos muestra el resultado de la última remodelación, a partir de entonces se le conoce como Plaza de los fundadores. (también es de la serie de las "postales") la escalera ya es doble, los corredores en desnivel; el quiosco volvió a su altura original pero se abrieron algunas ventanas. 


viernes, 23 de mayo de 2014

El Madero de San Juan, la Plazuela de San Juan Bautista II

Nota: Debido a que la entrada  resultó muy extensa, tuve que recortarla en dos partes, quedando en la primera, la época antigua, y en la presente, la época moderna. agregándole datos que habían quedado al calce.


NUEVOS AIRES EN LA VIEJA PLAZA

Para la década de 1970 el perímetro de la plaza, ahora con el nombre de Jardín Madero, era el mismo del llamado simplemente "Jardín". Su piso era de vil cemento, alguna vez pulido, ya lucia completamente descascarado y agrietado. Tenía bancas imitación mármol cuyos respaldos sobre estructuras tubulares mostraban leyendas de las personas o negociaciones que las habían donado. Había también una fuente, imitando troncos talados, con el centro parecido a  un volcán con un surtidor  de agua que a veces goteaba,  se adornaba por anárquicas jardineras a ras de suelo. Su único atractivo, aparte del quiosco, eran las farolas de hierro fundido. Estando de moda los patines y siendo el único lugar del pueblo algo plano y liso, por las tardes, ingenuos patinadores intentaban acrobacias sobre la plancha. Rara vez lograron hilvanar más de diez metros, las grietas lo impedían. 
Por esos años sufrió una reparación mayor que resultó bastante mínima, solo comentaré que cambió las viejas bancas ya descritas por otras sumamente feas y se emparejó algo el terreno a base de “talar” la fuente de troncos, vía planchas de cemento, que de pasada cubrieron algunos espacios verdes.  Los patinadores fueron los únicos que disfrutaron efimeramente la remodelación. 

Del quiosco, cuya instalación final ocurrió a principios del siglo XX durante la administración municipal del Sr. Ricardo Monroy, pero había iniciado desde 1889, (17) podemos decir que muchos sobrevivientes del viejo San Juan lo recordamos más corto de como se ve hoy. Fue durante las obras realizadas para el 450 aniversario de la fundación que al remodelar el piso se vio que la pared de su base continuaba más de un metro por debajo. Había sido cubierto por sucesivas nivelaciones de la plaza en todo el siglo. Sus ahora ventanas que son las mismas que las actuales estaban entonces al ras del piso, tapiadas con tablas repletas de carteles encimados por décadas.
Ante ello, se decidió hacer los pasillos descendentes que hoy vemos para mostrar la totalidad del kiosco, esto ocurrió durante la administración de don Jorge Herbert. También se modificó la escalera, que era de descenso recto y único al frente, no bifurcado a los laterales como ahora. Siempre tuvo puerta, no sé para que la usaba el municipio o si ya no se abría. Al interior de las tablas de las ventanas se hallaron anuncios de principios de ese siglo.  (La altitud original de la plaza, es la del quiosco, es decir un metro debajo del actual, incluso, algunos documentos mencionan que la entrada al templo de San Juan Bautista era por una escalera, hoy solo existen un par de escalones)
Dado que la superficie  era  mayormente de cemento, los pocos árboles jóvenes que tenía  daban  un aspecto lastimoso,  por lo  que se  cortaron de  raíz, solo quedaron los más grandes, seguramente sobrevivientes de la etapa del panteón. Se plantaron nuevos y hasta uno pomposamente llamado de la amistad o de la paz al que nadie le hace caso, ni en el pueblo a la amistad ni en el mundo a la paz. Todavía en 1980, durante los trabajos aparecieron osamentas del viejo panteón, no tengo el dato exacto, apareció la noticia en el periódico local.  Dicen que donde estaba la cruz de la fundación es donde hoy está el monumento a los fundadores, también construido en 1981.

Siendo una zona céntrica y de paso entre las áreas comerciales, ha tenido infinidad de comercios y habitantes que ocuparían mucho espacio enumerar, solo nombraré algunos de los más notables:

En su acera norte, donde estaba la huerta de la casa cural, al dividirse y venderse fue ocupada por  la Compañía hidroeléctrica Queretana, hoy oficinas de Comisión Federal de Electricidad. En la esquina norte con Hidalgo, en la década de 1970 estaba un espacio derrumbado. Ahí, o en las cercanías se ubicaba en el siglo antepasado la plaza de gallos y después una pequeña plaza de Toros. En el espacio que por cierto era más alto, por tener todavía  material de derrumbe, se construyó un moderno edificio enrejado que fue una farmacia, hoy Zapatería. 

La acera oriente siempre estuvo ocupada por la iglesia y posteriormente se le agregó la lateral de la Academia, con entrada por Morelos.

La acera poniente, al derrumbarse el curato viejo también se dividió en lotes, tiene algunos edificios viejos pero no antiguos, son de fines del siglo XX, solo es digno de mencionar el que ocupa la zapatería, por sus arcos interiores.  Sin antigüedad, pero notoria es la casa de la Familia Salas, en ella en la trama de la película "Un sábado más" allá por 1985 vivía el personaje interpretado por Tatiana, compartiendo créditos con el entonces ni Pedro ni Pedrito Fernández, película que todavía se proyecta regularmente por Televisa.

En la acera Sur, en la esquina con 16 de septiembre sobrevive la paletería "la Regia" y su flotilla de paleteros ambulantes que desde los tiempos de empedrado del pueblo hasta el asfalto de la hoy ciudad, hacen su diario recorrido. Ya desaparecida, también estuvo ahí muchos años la tradicional Zapatería Zamora, en una casona que recuerdo antigua, pero sobretodo bonita. En su aparador, en los últimos años tenía, en gran formato, una fotografía del Jardín Madero de principio del Siglo XX.


Epílogo
Hoy, como desde hace casi cinco siglos, la gente acude a este Jardín, sus viejas glorias son opacadas cada sábado por las notas del danzón que magistralmente bailan los grupos de la tercera edad, y vinieron a sustituir las tradicionales serenatas que la Banda Municipal, interpretaba los domingos, a la salida de Misa desde el quiosco hasta la década de 1980 y queda en el recuerdo cuando la reina de la Feria era electa, previo recuento de votos,  en este lugar, en público de la gente. De los patinadores ni hablar, siguen intentándolo, ahora con patines de navaja, que son presa fácil del rugoso adoquín, igual, siguen sin avanzar siquiera algunos metros. 
  

17) Es la fecha dada por Ayala, pero los trabajos para el jardín estaban en proceso por lo menos desde un año antes. De la Torre, 1888, p. 47 dice que está formándose, por lo que puede ser la fecha del primer jardín en la hasta entonces Plazuela de San Juan Bautista.

jueves, 22 de mayo de 2014

Del panteón al Danzón, la Plazuela de San Juan Bautista parte I


La plazuela de San Juan Bautista.
El día de hoy presento a Ustedes algunos datos históricos del espacio público más antiguo de nuestra ciudad, hoy llamado Plaza de los Fundadores.

 EL ORIGEN

Este lugar, donde la leyenda ubica la fundación de la ciudad, por nombre más antiguo tuvo el de plaza del Sol Divino, (también así se llamó un tiempo la otra plaza) luego plazuela de San Juan Bautista. A fines del siglo XIX se le decía simplemente “el jardín”, el siguiente siglo lo tornó a Jardín Madero hasta que durante el 450 aniversario de la fundación, en 1981, se convirtió al actual.
Por razón de rodear el supuesto centro de la fundación, debiera tener edificios más antiguos o suntuosos ya que era costumbre y obligación de los españoles, autoridades o fundadores, por las ordenanzas existentes, construir a un costado del centro de sus fundos, la iglesia y al otro las casas de gobierno. Los espacios sobrantes se destinaban a fundadores, principales o los reservaba el rey. De acuerdo esas ordenanzas, en la acera poniente estarían  las  casas  de los indios principales del pueblo, de su gobierno, o la administración virreinal. Aquí no ocurrió, seguramente porque nunca hubo una fundación “ a la española”.
Llama la atención que solo estuvo o persistió la iglesia. Sin  datos  al respecto, parece que nunca  hubo edificios públicos en el contorno de la plaza, (1) cuyo perímetro original era menor que la actual. Quizá por estar alejada de la arteria con mayor movimiento y actividades que requerían actos de autoridad, es decir del Camino Real, allá se situó el centro político - administrativo. (En y junto al hoy Centro Histórico y Cultural, antigua cárcel, desde el siglo XVI, descrita ya como muy miserable y ruinosa, pero que debió tener algún espacio o edificio anexo de administración virreinal) También pudo ser que la pequeñez de la plaza del entonces pueblo de indios no permitiera un edificio de regular dimensión como se requirió después. La arquitectura antigua que sobrevive da poca constancia de ello, solo quedan tres casas dignas de mención, una de ellas soberbia al interior, con arcadas de cantera morena donde hoy funciona una zapatería moderna, (actual número 6) y otra donde estuvo la zapatería “Zamora”. Muy modernizadas estas y más el resto, es imposible ver detalles originales. Por ser calles primigenias suponemos que tuvieron milpas en la parte trasera, que luego serían huertas.
Lo que si existió al lado poniente, ocupando toda esa acera fue el llamado “Curato” donde vivían los sacerdotes adscritos. No he podido determinar sus dimensiones exactas, debió ser pequeño en un terreno amplio, se le menciona desde el siglo XVII, entre las calles de “la Amargura”  (hoy Matamoros) y “la Salitrera”, (hoy Abasolo) ocupando también partes del actual jardín y la acera norte. Podría ser que ahí estuvieran las originales casas de gobierno.
El hecho de que pronto los terrenos del centro tuvieran poco espacio para sembradíos  parece ser la  causa de no ser apreciados  por  los  indios y  hubiera lotes vacíos, que aprovecharon los españoles para habitar, (2) o bien los indios  poseedores originales habían muerto en las epidemias, (3) lo que permitía al rey su reasignación. Aún sin atenernos a la leyenda, es un hecho que este lugar fue el inicio formal de la población, dando una gran veta de material historiográfico desde el siglo XVI hasta nuestros días.

 
Con la construcción de la Parroquia en el siglo XVIII, las casas de los curas, es decir “el Curato”  se trasladó a la sección adjunta de la nueva iglesia, así que el antiguo edificio pasó a ser “ el Curato Viejo” dando nombre a la actual calle de 16 de septiembre ya que frente a él iniciaba. No tengo datos de cuando se mudaron al nuevo recinto, debió ser antes de 1820, ya que en un documento de ese año del AGN, el ayuntamiento solicita se le den esas casas, identificadas ya como el "Curato Viejo" para sus juntas o funciones, (4) cosa que efectivamente ocurrió y algún tiempo se llamaron “Casas  Municipales”, seguramente hasta el cambio a la actual presidencia municipal.
Durante el imperio de Maximiliano fueron cuartel, hasta enero de 1865, del ejército francés (5) mencionándose también que ese año, por un asunto de denuncia de propiedades  de  la iglesia para su adquisición,  Joaquín Espino Barros  tomó posesión de “la casa donde estaba el curato de San Juan del Río”, (6) que aclara haber tenido que reedificar por su “total deterioro”. (7)  Al término de la breve etapa imperial; año de 1869, se decidió derrumbar la parte antigua del curato convertida ya en casa Municipal, dividir el terreno en lotes y venderlo. Aunque Ayala dice que se derribaron estas casas en 1916, ya no aparecen en el plano de Ignacio Pérez, debe referirse a ruinas sobrantes de ellas.

 
El espacio entre las dos iglesias, hoy notaría parroquial, con el nuevo curato en la parte trasera y la sección conocida como  “la Academia” con entrada en Morelos, todas interconectadas, son de hechura posterior, sin referencia de fecha, seguramente aprovecharon elementos de edificaciones anteriores, todavía es posible adivinar en la pared de la Academia que da a Plaza de los fundadores, varios arcos tapiados dentro de los que están las ventanas neoclásicas actuales, (serían de fines del siglo XIX o principios del XX) arcos que eran acceso a alguna sección o dependencia de la iglesia.

Debe mencionarse que la plaza parece haber tenido una forma de trapecio y se  modificó la calle en su costado norte para casi cuadrarla. Desde la época colonial estaba rodeada en tres lados por  una  barda  atrial  de  la  que no hay datos, debió ser casi desde el inicio del pueblo, dado que en su interior funcionó el camposanto, que era sumamente pequeño, pues la población también lo era y compartido con el acceso a la iglesia. Por lo  que se  puede distinguir  en  una  fotografía de inicio del siglo XX, la barda era sólida,  con aplanado, es decir, sin reja ni arcos invertidos. Se prohibieron los enterramientos en la plaza y el interior de las iglesias en 1823,(8) aunque hay constancia de entierros posteriores en el lugar. No hay datos exactos de cuando se detuvieron realmente las inhumaciones ahí pero sería bien entrado el siglo XIX.
Suponemos que la fecha en que se quitó definitivamente el camposanto es la de su instalación como plaza pública, (9) es decir después de 1853 cuando inicia la remodelación del cementerio indio del Calvario que concluiría en el edificio del panteón de la Santa Veracruz, donde funciona el Museo de la Muerte. Durante cierto tiempo funcionó en ella el mercado dominical, que de siempre se había instalado en la plaza Principal. La placa del monumento en la plaza de los fundadores indica que el panteón estuvo ahí hasta 1854.

Se ignora porqué siendo la plaza más antigua, se hizo otra en contra esquina, se supone que por ser pequeña y ocupada desde tiempo remoto por el Cementerio y el Curato, no fue posible agrandarla, pudiera ser que la nueva sea la “parte pública” que mencionan los documentos del siglo XVI, donde debían permanecer los mercaderes. Además al quedar después las fachadas de las dos iglesias al sur, se necesitó un espacio frontal. Ignoro si en ese momento éste terreno ya existía despejado, baldío o huerta o se hizo derrumbando casas de una manzana original completa. Igualmente se ignora porque en esta plaza tampoco hubo edificios de gobierno. Se menciona que a fines del siglo XVIII durante las fiestas de la jura de Carlos IV, hubo  “... corridas  de  toros  que se  llevaron  a  cabo  en  la  Plaza Principal…“ (10)   refiriéndose a la actual independencia, no a la del camposanto.
Para 1821 coexistiendo ambas, el 29 de noviembre se jura la independencia nacional en la Plazuela de San Juan Bautista, la otra, desde entonces llamada Principal o Mayor (11)  estaba ocupada temporalmente por una plaza de toros provisional construida para la celebración por lo que a la vieja barda atrial se le cortó una sección para permitir el paso entre ambas de la gran cantidad de gente que acudió al evento. (12)
En la nueva, al parecer en ese momento un simple y llano espacio abierto, se colocó en 1865 la columna que después sería de la independencia. (En un inusitado giro del destino, ya que originalmente se iba a dedicar a honrar a la Emperatriz Carlota, y en vez del águila estaría un busto de la regia majestad) En 1869 se ubicaron temporalmente los comerciantes que desde entonces la ocupaban, en la plaza de San Juan Bautista para construir un jardín público (13) que poco tardó en volver a ser ocupado por ellos desvirtuando su propósito inicial; jardín “que servirá de ornato público y de solaz a las familias así como un aumento  de la higiene”. (14)  Según  de la Torre, el jardín no fue terminado al menos hasta 1888. (15) Los locatarios solo serían movidos de nuevo hasta 1963 al construirse el flamante mercado Reforma.

Entre 1917 y 1919 se derrumbó de manera definitiva la barda atrial de San Juan Bautista para dejar acceso libre frente a la fachada de la iglesia trazando la actual Hidalgo Norte, (16) continuando la antigua calle de los Infantes hasta la estación del ferrocarril, que carecía de acceso directo al centro.

Cuenta Ayala que aquí se encontraba una “Cruz de la fundación”, destruida en esa  remodelación. De la torre confirma que en 1888 sí estaba esa cruz en la plaza. La que menciona Ayala seguramente no era la de la fundación, o era ya una ruina, hubiera sido difícil que los curas permitieran su destrucción. Debió ser alguna de tiempo posterior indicando algo al respecto y más bien creo que se la “han de haber robado” como ocurrió con la imagen de la virgen de Guadalupe en el pozo de agua de Allende o recientemente otra imagen en la autonombrada “Gruta de San Juan Bautista”, en el río San Juan.


 1) a Administración, Casas Municipales o Consistoriales, si existieron alguna vez en esta plaza serían  pequeñas o no las hubo. Lo que podríamos conocer efectivamente como Casas Consistoriales o de gobierno español, estuvieron ubicadas, desde el siglo XVI en el actual edificio del Centro Histórico y cultural, en la avenida Juárez. Lo que es más probable, al ser inicialmente pueblo de indios, sería que ahí estuviera su casa de gobierno, con pretensiones arquitectónicas menores y por tanto posible de estar en esta plaza.
2) Alonso Pérez de Bocanegra, Dueño de la hacienda de Galindo, en 1593 solicita merced de un solar cerca de la iglesia. AGN. Instituciones coloniales. Real Audiencia. Tierras. Vol. 2719. Exp. 28. 5 fojas. Leonor Mejía, descendiente suya presentaba después títulos de propiedad, probablemente del mismo y edificaba una casa. AGN. Instituciones coloniales. Real Audiencia. Indios. Vol. 24. Exp. 4. Septiembre 28 de 1661. Foja 3 R. La invocación a la figura de la merced que se hace indica que, por cualquier motivo, el terreno carecía de dueño.

3) Relación Geográfica de Querétaro,  en Wright, 1989, op. cit. p. 137.  Se menciona que la población acababa de ser diezmada por la “pestilencia”

4) AGN. Instituciones Coloniales, Regio Patronato Indiano, Bienes Nacionales, Vol. 715, Expediente 12. 
5) Marta Eugenia García Ugarte, 1992, P. 224.

6) En Ayala, 1981, op. cit.  p. 192, se menciona como síndico del Ayuntamiento.

7) Ibid. p. 225.
8) Ayala, op. cit. p. 150.

9) Cano Romero, 1991,
10) Ayala, 1981, op. cit. p. 115.  Por la redacción resultan dos fechas  distintas, 1781 y 1791. La correcta es la segunda. Carlos IV  subió al trono en 1788.

11) Existe un pequeño impreso respecto a un discurso del ya mencionado Lic. Ignacio Reyes pronunciado en esta plaza denominándola así. Ver Discurso patriótico pronunciado por el Lic. Don Ignacio Reyes en la plaza mayor de la Villa de San Juan del río, en el 16 de setiembre de 1831. Querétaro, Imprenta de R. Escandón. s/a 10 p.
12) Cfr. Ayala, 1981, op. cit. p. 149.

13) Cfr. Luz Amelia   Armas B., Oliva Solís H. y Guadalupe Zárate Miguel,  en Cano Romero, 2003, op. cit.  Se dice que se construyeron jardineras y se sembraron árboles, lo que indica que hasta entonces era un espacio abierto y amplio pero paupérrimo. Incluso hubo la propuesta de que el jardín se hiciera en la Plazuela de San Juan bautista. Sombra de Arteaga No. 125,  15 de Julio de 1869. p.32

14) Idem, Sombra de Arteaga.

15) De la Torre, 1888, op. cit p. 49.

16) Cfr. Ayala, 1981, op. cit. p. 35

sábado, 17 de mayo de 2014

Historia de una fotografía

Las fotografías más antiguas de San Juan del Río

Hoy  presento la fotografía reconocible más antigua de San Juan del Río, haciendo mención de que fue publicada en la página vecina San Juan del Río en el tiempo, a quién se las proporcioné junto con algunos datos que anexaron, en los que ahora abundaré. Se titula, por estar escrito en ella “SAN JUAN DEL RIO, Calle principale”.


Fotografía del INAH, SAN JUAN DEL RÍO Calle principal. c. 1864.

LA HISTORIA DE ESA FOTOGRAFÍA

Su fecha de realización es cercana al  16 de Agosto de 1864, fue tomada durante el  viaje de cortesía que el emperador Maximiliano realizó apenas unos meses después de llegar al país y ser coronado.

Se desconoce el autor, pudo ser el que se conoce como fotógrafo de Maximiliano Françoise Aubert (aunque en realidad era un Free Lancer, es decir trabajaba por encargo, no exactamente que tuviera un puesto oficial) o alguno de los oficiales-fotógrafos que lo acompañaban. Aunque hay más candidatos. 

Habiendo sido el imperio, por su trágico final, un acontecimiento mundial, todos los documentos y fotografías relativos se publicaron hasta el cansancio en Europa, especialmente valiosos eran los álbumes de fotografías que se hicieron, aunque quienes los publicaban no siempre eran los autores de ellas, porque en varios hay algunas repetidas, lo que imposibilita conocer la autoría  real de cada una. La  toma más repetida es la de un cementerio en Arroyo Zarco, pero también he encontrado tres versiones de otra llamada “la casa India, San Juan del Río”. (Así está rotulada,  en español, en algunas, en otras en francés).
Fotografía tomada de Zárate, 2010. San Juan del Río, la casa India
Otra versión de "la casa india de San Juan del Río" con título en francés. "Hutte indieane"
Por ser una serie recién encontrada, las nueve fotografías que la componen, que obran en poder de la Coordinación Nacional de Monumentos históricos del INAH, se suponen son del mismo autor, hasta ahora desconocido, corresponden a las del primer viaje de Maximiliano al interior del país, según Guadalupe Zárate Miguel (1)

LA HISTORIA DE “ESTA” FOTOGRAFIA

En el año de 2012,  el Museo Regional de la ciudad de Querétaro presentaba una exposición temporal para conmemorar el 150 aniversario de la batalla de Puebla;  junto a objetos relativos había una serie de fotografías de diversos tamaños, entre las más pequeñas (supongo que son las nueve de la serie ya mencionada, supongo, porque estaban dos que nunca había visto de Arroyo Zarco, junto a otras ya conocidas y cuya secuencia va desde México hasta Querétaro) se encontraban dos de San Juan del Río: la casa India que ya conocía de tiempo atrás, aunque no sabía su fecha y otra que tardé cierto tiempo en reconocer aunque decía claramente; SAN JUAN DEL RIO Calle principale.

Una vez que pude identificar en ella a la mismísima Avenida Juárez y leer en sus placas que las dos eran de1864, pude darme cuenta que eran las fotografías más antiguas de mi ciudad y  procedí a  tomarla con  celular, por ello, la resolución es  baja. Las de la casa India todas salieron borrosas (estaban protegidas por un cristal y el flash que no pude quitarle) pero una de la calle principal salió bien, es la que presento aquí.  Al día siguiente, ya con una cámara de verdad, me dispuse a ir a Querétaro a tomar una foto mejor, incluso ya tenía permiso, concedido,  resulta que ya habían quitado la exposición. Así que me tuve que conformar con las que ya tenía.
 No se puede saber cuál fue tomada primero. La casa India, retrata una choza de aquellos tiempos, pero no tiene ningún referente que nos permita ubicarla, así que la otra podemos catalogarla como la fotografía reconocible más antigua de San Juan del Río.
Esta imagen no está en ninguno de los álbumes europeos. Hasta donde sé, era desconocida al menos en el estado de Querétaro, hasta que se dio a conocer en la página mencionada, ni historiadores,  cronistas o funcionarios habían hablado de ella, ni está en las muchas habidas en internet.


Fotografía del INAH. San Juan del Río, Calle principale, 1864.
DESCRIPCIÓN 

Fue tomada aproximadamente en la banqueta de la “esquina” de la que fue Casa del Dr. Rojas (hoy hay un Montepío)  en Av. Juárez 26 Poniente, justo donde la calle hace una curva.
Puede observarse que se está empedrando la calle y que hasta entonces era de tierra, parece que habían terminado un tramo y las rayas que se observan, tal vez de cal, serian el que continuaba. A diferencia de lo que se dice del resto del pueblo en esas fechas, aquí casi no hay árboles, apenas unos cuantos, muy incipientes.

El templo de Santo Domingo, a la derecha, se nota muy diferente: La cruz superior de la portada todavía tenía un cubo como base, que hoy ya no tiene. Se ve claramente que todavía conservaba el pórtico de entrada al atrio, completo, almenado y la barda que lo rodeaba, alta, no la balaustrada baja que hoy tiene. A su lado, el Convento, con almenas sobre la fachada,  en ese tiempo todavía tenía funciones religiosas, la presidencia municipal tardaría unos años en instalarse ahí.
Al fondo se puede observar el portal de lo que entonces era un Mesón que duró en funciones hasta el siglo XX, luego fue la empacadora el Tepeyac, Escuela secundaria, Salón de baile, Maquiladora Canon y hoy en desuso. Solo hacer notar que todavía tenía los pilares de los arcos en forma recta, aún no se le hacían las columnas “salomónicas” que hoy se ven. Casi a su lado, a la derecha, una casa que conserva igualita la fachada (solo eso, el resto es estacionamiento)

Cerro de la Campanas 1867, en las piedras de la cruz a la derecha, el monograma de Maximiliano

Es de notarse que todas las construcciones tienen botaguas para desalojar el agua de lluvia de los techos directamente a la calle.

El comercio ambulante parece no ser cosa nueva, se ven varios cajones que supongo son de comercio, uno al terminar el portal, otro afuera del atrio, y uno más al terminar lo que hoy sería el jardín del Arte

En las ventanas de la primera casa a la izquierda, se observan sobre la parte superior del enrejado, unos adornos con el monograma de Maximiliano, seguramente muchas casas de la ciudad las tenían por la visita del emperador. Trágicamente un adorno similar se colocó en el cerro de las Campanas para señalar el lugar donde fue fusilado. (No aseguro, pero creo que en su visita el Emperador se alojó en las casa frente a esta, donde hoy son los patios coloniales)

La fotografía en sí no tiene ninguna firma que identifique al autor, excepto lo que parece ser  una   E  S. ó  un 2 3 volteado.


Fotografía personal, época actual, intento de una imposible comparativa por los árboles y autos.
 EPILOGO

Buscada y rebuscada en Internet esta fotografía con mejor resolución o por lo menos una mejor en los distintos sitios de venta de fotografía antiguas, no la he encontrado, llegando a pensar que la única que existe es la que tiene el INAH. Habrá que buscarle por ahí, mientras tanto, sigo compartiendo la única, no muy bien tomada, que hay. Ojalá cuando aparezca la original, también sea compartida.

 (1)    ZÁRATE MIGUEL, GUADALUPE
La propia mirada. Fotografías de indios queretanos

Signos Históricos, núm. 23, enero-junio, 2010, pp. 134-161
Universidad Autónoma Metropolitana - Iztapalapa

Distrito Federal, México

viernes, 9 de mayo de 2014

El tragadero en gráficas

Continuando con el tema del popular sitio, presento a Ustedes fotografías que enmarcan lo redactado, aclaro que son de contexto, por lo que solo daré algunos detalles. Más adelante publicaré la historia de los edificios aquí mencionados  (la cárcel, el Santuario del Sacromonte, las Casas Consistoriales, el camino Real, etc.) e información abundante.

Fotografía 1 personal, época actual: El Centro Histórico y Cultural,  antigua cárcel, ubicada en el mismo lugar desde el siglo XVI,  a su lado debieron estar las casas Consistoriales o de administración virreinal, de las que no se tienen mayores datos pero deben haber ocupado el resto de la cuadra hasta Allende. El edificio actual conserva partes antiguas pero es producto de varias remodelaciones al original, siempre con esa función.




Fotografía 2 Personal: Época actual, Originalmente la cárcel llegaba hasta la equina de Reforma. Ahí estaba un portal de unos 10 metros de largo, se le conocía como portal de la comandancia, pero no era antiguo. Sin saberse en qué condiciones, para inicios del siglo XX, era parte del mesón en que se convirtió gran parte de la cuadra, con entrada cerca de la esquina con Allende. Estuvieron aquí por años, las oficinas de la policía Judicial, de ahí el nombre. Fue derrumbado en la década de 1970, al intentar hacer una calle. Aún se notan en la pared, restos del portal, la calle no funcionó y siguió siendo una acera ancha.




Fotografía 3 personal  el pozo de Guadalupe, al final de la calle de Allende, antes de su remodelación, ya sin la viga ni la cruz pero con rejas y un pretil debajo. (y menos hondo)




Fotografía 4 personal, las últimas edificaciones de la ciudad hace unos 50 años, al final de Allende y Galeana, junto al pozo, casi llegando al Río. A la izquierda el Molino, (para esas fechas era una huerta, pero mucho antes funcionó en la casa un molino de harina) a la derecha el antiguo Rastro. (ambos edificios no son tan antiguos, el molino de finales del siglo XIX, el rastro, del XX)




Fotografía 5 personal. El Sabino Quemado, a su derecha desfogaban y desfogan al río todas las aguas procedentes del Calvario, que después de la Plazuela bajaban por Allende.




Fotografía 6  Antigua (tomada de los calendarios de la CANACO, crédito a quien corresponda)
debe ser de después de 1910, los edificios, exactamente después de la cárcel, ya como casas particulares o parte del mesón, antiguos edificios consistoriales, donde se registraban todos los viajeros, y el ganado que pasaba por ahí, en razón de ello la calle era muy ancha en esa sección, a la vera del camino Real, pero con espacio suficiente para los hatos de ganado (sobre todo ovejas) que debían pasar por tal lugar para legalizar su viaje. Al final de la cuadra, esquina con Allende se observa en dos pisos el Mesón, una cuadra más adelante, el portal de Reyes.



Fotografía 7 Antigua  (tomada de los calendarios de la CANACO, crédito a quien corresponda)
La foto debe ser de aproximadamente 1930 se observa el portal después llamado de la Comandancia y la extensión original de la llamada "plazuela del Sacromonte" que tras dos ampliaciones se convirtió en el actual Jardín de la Familia. La cárcel se distingue por el asta en su parte superior, en la amplia acera se instalarían un par de décadas después los puestos del original "Tragadero".



Fotografía 8 Antigua  (tomada de los calendarios de la CANACO, crédito a quien corresponda)
La foto debe ser de aproximadamente 1930  se observa el edificio del Mesón, en la esquina de Allende, y el amplio espacio frente a él, que sería después ocupado por los autobuses económicos y la acera por los puestos de comida.



Fotografía 9 Antigua, tomada de los calendarios de la CANACO, es de 1966 por la fecha esta debe ser de don José Velázquez)

La plazuela del Sacromonte conserva su tamaño original (creo que en esa fecha ya estaba ahí el monumento a la bandera) y la amplitud de la calle estaba ocupada por los autobuses económicos y probablemente también los otros. El mesón seguía pero ya muy deteriorado, en su esquina con Allende tenía al Bar Jalisco. Los puestos no tardarían en ubicarse,  en casi toda la extensión de la primer cuadra de allende, en la lateral del Mesón.




La siguiente serie de fotografías procede de la página de Don Gustavo Nieto Ramírez, tomadas casi todas en la única noche que se necesitó para desmantelar el Tragadero en el año de 1977, durante su gestión como Presidente municipal (1976-1979). También tomé de ahí algunos datos del desalojo.



Comentar que en ellas se ve ya una parte del moderno Hotel en funcionamiento y otra por lo menos en obra negra,  (conservaba entonces el patio y corrales del mesón y sobre todo, la barda trasera, espectacular por su altura, la más grande del antiguo pueblo, por eso creo que toda la cuadra fueron los edificios de gobierno colonial) En esa esquina estaba el bar "Jalisco", en la de enfrente, "la Cucaracha"



Se nota también que los puestos ocupaban toda la extensión de la calle, y que todas las instalaciones estaban techadas.



En dos de ellas se observa al Presidente supervisando las tareas, una debe ser con la líder de los locatarios, Doña Toña, quizá es aquí cuando dijo la frase que sirvió de epitafio al Tragadero "Ya me chingó, presidente".




La última, debe ser al día siguiente, el Presidente y uno de sus ayudantes, observan la calle despejada.(¡y con automóviles!)




Finalmente, fotografías personales, modernas.




La calle, en la actualidad, casi cuarenta años después de haberla despejado don Gustavo, no hay mucha ganancia, lo que ocupaban los puestos hoy está ocupado por automóviles, lo que ocupaban los autobuses hoy está casi permanentemente por ¡puestos! (¿algún karma local?)



Parte final de la cuadra, la actual entrada de autos del hotel era la entrada a los corrales del Mesón, hasta ahí llegaban los puestos de comida, adelante había dos más de frutas y semillas. Al fondo, bajo los techos de teja, se observa la plaza que sustituyó a la fachada de la huerta de la Viña, donde pasaba el canal de la acequia, de ahí el nombre antiguo: "calle del Canal".




Espero les haya gustado, les recuerdo que pueden hacer comentarios a favor o en contra, correcciones o lo que guste, es fácil, en el espacio inferior de cada entrada está la sección correspondiente. Saludos a los visitantes de Alemania, a ver si se comunican, para saber de ellos y poder complacerlos con algunos temas, aclarando una vez más que no tengo toda la historia del pueblo, pero sí suficiente información para detallar muchos temas, por cuestiones de trabajo no puedo publicar más seguido pero prometo ser constante.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Pase Usted: El Tragadero de San Juan del Río.


La actual calle Ignacio Allende se llamó antiguamente de varias formas; partiendo de Av. Juárez, su primer cuadra era la calle "del Canal "por ser la primera donde se veía la acequia viniendo del centro, la sección siguiente se llamó calle de la Viña, por estar frente a la barda de esa huerta. Al terminar esta y hasta el río se conocía como calle de los Aguadores por ser ahí transitar estos con sus cántaros o botes desde el río o el pozo de Guadalupe. También se llamó a su primer tramo calle de las Tamboras.

En ella termina la meseta del pueblo e inicia el descenso al río. Originalmente un arroyo venía del cerro del Calvario, pasando por Fernando de Tapia y la plazuela Guadalupe Victoria, al unirse con Allende iniciaba el declive que terminaba hasta el río, luego de pasar por el pozo de Guadalupe y el cruce con la Calle Galeana, desfogando junto al Sabino Quemado, exactamente al terminar las últimas construcciones del pueblo; el Rastro y el Molino.
Sirvan estos antecedentes para ubicar un folclórico lugar de nuestro viejo pueblo; el Tragadero (no, no es una mala palabra, hubo un lugar así llamado)

Para ello también debemos ubicar históricamente a una sección de la acera sur de la Av. Juárez, situada entre las calles de Reforma (antigua de los Leñadores) y la citada Allende; donde hoy se ubica el Centro Histórico y Cultural, edificio que fue casi desde la fundación del pueblo, la cárcel local y al parecer, tuvo a su lado, las Casas Consistoriales, es decir de gobierno virreinal. En razón de ello, era el sitio donde acudían inicialmente los viajeros, a  registrar su carga y documentos y se revisaban los hatos de ganado. No he podido ubicar el tamaño original de este edificio pero debió ser muy grande, quizá todo el resto de la cuadra. En razón de esas actividades, la calle era muy ancha en ese tramo.

Con la construcción del Camino Real a su vera, el tráfico aumentó  y siempre fue el sitio de llegada al pueblo de todos los que transitaban por él.

En algún momento del siglo XIX, las Casas Consistoriales desaparecieron (no así la cárcel) y sus funciones se distribuyeron en otros edificios, pero quedó la costumbre a los viajeros de detenerse ahí y seguramente siempre hubo puestos de comida, para proveerlos.
Con la llegada del ferrocarril, durante algunas décadas del siglo pasado, el lugar bajó en importancia comercial  ya que muchos de los vendedores “ambulantes” de comida se trasladaron hacia allá.

Esto cambió en la década de 1940. El trazo de la carretera Panamericana pasó por la ya para entonces Av. Juárez frente a la vieja cárcel (que  seguía en el mismo lugar, como lo había sido desde casi cuatro siglos antes) tomando desde la Curva, el viejo trazo del camino Real, trayendo un nuevo flujo de viajeros, en autos particulares y autobuses de línea, que tuvieron diversos paraderos desde las calles 16 de Septiembre hasta 2 de abril.

Ni tardos ni perezosos, tal como lo hicieron siglos antes, los habitantes, ante la necesidad de alimento de los viajeros, se instalaron en los alrededores. Para los de cierto nivel económico, hubo restaurantes, casi todos en la acera norte, (excepto el Layseca, atrás del Santuario) y en la acera sur, puestos populares para quienes descendían de los autobuses económicos, instalados desde afuera  de lo que hoy es moderno hotel, casi hasta el edificio de la cárcel; ofrecían comida diversa en puestos de madera, y solo con unas cuantas mesas, sillas y anafre u hornilla.  Esta pequeña zona fue el original “TRAGADERO“, duró varias décadas. (me dicen que en ese lugar expendían originalmente dos de nuestras legendarias vendedoras de tacos dorados, “Doña Cleofas” como dueña y “Doña Mary” como ayudante, que luego se instalaron sendos locales, una se fue a 27 de septiembre, la otra se independizó en la calle Reforma, hoy en 2 de Abril)

Con la construcción de la Autopista, en 1957, el transito disminuyó progresivamente y  algunas líneas dejaron de tener  paraderos exclusivos, concentrándose con las líneas económicas  en una “terminal” común en la acera sur ( la mitad del hoy jardín de la familia, afuera del Mesón, hoy moderno Hotel).
En un inconcluso proyecto modernizador, un día el ayuntamiento decidió que esa acera era demasiado ancha y se proyectó abrir una calle paralela a la avenida Juárez para aliviar su tráfico (luego se dieron cuenta que para calle quedó angosta y que el tráfico en Juárez no era tan abundante, por lo que se convirtió en la actual banqueta ancha, de Reforma hasta Allende, previa demolición del portal de la Comandancia. Para entonces los puestos habían sido reubicados en la calle de Allende, casi sin circulación de automóviles, ni locales de comercio, por tanto ocuparon todo lo largo y ancho de la cuadra inicial. Donde se hicieron famosos y donde su popular nombre se institucionalizó en el recuerdo de los sanjuanenses. Estamos hablando ya de la década de 1970.

 El nombre de este comedero popular o parián fue siempre “el Tragadero”, por un anuncio de neón con esa leyenda que tenía uno de los locales y era lo primero que detectaba la vista en la penumbra del lugar (sí tenían luz eléctrica, pero por el amontonamiento de estructuras de los techos de lámina no había buena iluminación). Aunque no se conciba hoy, no eran simples puestos, sino verdaderos locales completos con construcciones sólidas en los que se cocinaba, lavaba y se tenía mesas, sillas y mostradores para atender al público, es decir en toda forma, pero en plena calle, de lado a lado. Solo se podía circular a pie, por la banqueta poniente, la otra, la ocupaban como patio de servicio. La mayoría eran fondas populares; tacos dorados, enchiladas, pambazos, gordas, quesadillas y los nutritivos huevos cocidos etc. También estaba el puesto de carnitas del popular  “Puleyo“, solo al final, casi para llegar a G. Victoria había dos puestos de frutas, verduras y semillas, estos sí solo de estructura y paredes de lámina. (Dice Gustavo Nieto  Ramírez que fueron en total 12 puestos)
La entrada era por la banqueta poniente, y desde el fondo, tras las mesas y el mostrador, las cocineras lanzaban a los viajeros o transeúntes su grito de guerra: (de venta en este caso)  PASE USTED, TENEMOS ...
Lo que hoy es el hotel era una vieja casona, de dos pisos donde había funcionado años atrás el mesón de Don Pepe de la Torre, oficialmente llamado “la Luz”, rebautizado popularmente “de los burros”, uno de los últimos en funciones como tal, casi en ruinas, tenía varios locales comerciales en las accesorias del frente, entre ellas, en la esquina de Allende, el Bar “Jalisco”. Poco antes de desaparecer el Tragadero se derribó completamente, levantándose el moderno edificio y los arcos laterales que se ven actualmente con locales comerciales donde, inicialmente, lo que hoy es un negocio de telas fue el entonces flamante y hoy desparecido banco Serfin. (A donde la gente, si necesitaba un servicio bancario iba a verlos)

Los locales bajo los modernos arcos cobijaron muchos rubros, entre ellos el primer (y creo único) “Delicatessen” del pueblo. Después, por 1985 el primer local que hacia copias fotostáticas a precios accesibles, negocio que persiste en la acera de enfrente, ahora con la competencia de negocios similares en servicio y precio. Se recuerda especialmente porque en esa época muchos estudiantes al no haber libros de texto, recurrían al nuevo truco de las fotocopias que por lo numerosas hubiera sido difícil adquirir a los precios que las daban las copiadoras  “de marca” que apenas unos  cinco años antes habían llegado a la ciudad.

En la otra esquina con la Avenida Juárez, para estar acorde con la nomenclatura, existía el popular bar “la Cucaracha”, no sé si en alusión a la clientela o al estado en que salían, mismo que al desinstalar el Tragadero se modernizó llamándose pomposamente  “El León Dorado”  que sin embargo, ya no duró mucho, se cerró por 1990, estuvo también una funeraria y  un restaurante de comida rápida. (1)  

Un poco más al sur de la calle, en el patio de una casa junto a la Viña, había un manantial, ignoro si de escurrimientos de la acequia o de las Peñitas, pero era agua limpia. Cuando se “iba” el agua entubada la gente acudía a pedirla en cubetas, eran tiempos en que el vital líquido no se negaba a nadie (menos se le vendía embotellada) y los dueños la proporcionaban sin costo a todo aquel que la solicitaba.

Casi llegando al río, junto a la casona del Molino está la fuente de aguadores o Pozo de Santa María de Guadalupe, su pequeño espacio, entremetido en las fachadas, se dice fue donado por sus propietarios, la familia Guerrero, para uso del pueblo, ignoro si fue antes un manantial natural, tenía aproximadamente 5 metros de profundidad, con una viga en la parte superior para descolgar los cántaros o cubos. Al frente ostentaba un nicho con imagen de la virgen de Guadalupe que después desapareció, igual que una cruz sobre la esfera de piedra. Su adorno era revestimiento de estuco. Tenía una inscripción en la parte superior que decía “foso de María Stma de Guadalupe año de 186...” (2) 
Muchos años después de dejar de ser funcional, seguía teniendo agua pero muy sucia y comenzó a acumular basura. Aunque no recuerdo que haya resultado algún ahogado, hace unos 20 años el municipio decidió no dar paso al refrán, colocando una reja al frente, además se remozó y pintó todo lo posible mostrando un magnífico aspecto. Estando en el completo abandono, solo visitado a veces por el tranvía turístico, en 2010 se volvió a remozar, modificando en algo su forma original.

Volviendo a la historia del Tragadero, un buen día, en el trienio 1976-1979, el gobierno municipal, decidió  desaparecerlo. Tras varios intentos formales de desalojo rechazados por los locatarios, una mala noche, se apersonaron en la Av. Juárez camiones de limpia al servicio del municipio, dos soldadores y los presos de la cárcel chica desarmaron y cargaron con todos y cada uno de los puestos, los locatarios por la sorpresa (funcionaban día y noche, pero no todos) ni pío dijeron. (bueno, en palabras de el Presidente municipal, Gustavo Nieto Ramírez, la líder sí dijo “ya me chingó, presidente” pero eso fue todo) Acabó así el legendario sitio, donde parroquianos y transeúntes, habitantes y fuereños  comían y bebían la vida, vida tranquila de un pueblo que comenzaba a ser ciudad y ya no los requería.

El detalle surrealista de esa madrugada, a tono con el lugar fue que el desalojo estuvo amenizado de principio a fin por el acordeonero local Justino Arriaga, "el dedos de oro", no he podido averiguar el repertorio que interpretó.
Viviendo apenas a una cuadra de ahí, no estuve presente, fue muy de noche, (de 2:00 a 5:00 A.M., Según don Gustavo) la mañana siguiente, fui testigo de lo que semejaba un paisaje lunar. Solo quedaba lo construido con cemento, mostradores, paredes, “drenajes” etc. Y una vez más, desde Av. Juárez, se podía ver, al frente de la Viña, el canal de la acequia (bueno, en realidad ya no se veía, había sido entubado años atrás)

Algunos de los desalojados fueron a dar al entonces tianguis del mercado Reforma (la parte donde hoy está el estacionamiento subterráneo, entonces sin techo y solo a nivel de piso) otros se instalaron en el por aquellos días deshabitado Boulevard Hidalgo, camino a la nueva “Central Camionera” (en realidad un tejaban de láminas construido junto al arroyo Cano) algunos persistieron ahí algún tiempo, otros abrieron locales en casas, y un par de ellos, como el ave fénix, hoy expenden en los puestos nocturnos del jardín Independencia.

 1) Estaba en los números 12 y 14, propiedad alguna vez de Saturnino Osornio. En una especie de celosía sobre la puerta están las iniciales s-o. Ver Cano Romero, 1991, p.102.

2) Ibid.  p. 78

Las fotos se las debo para mañana, espero les haya gustado,  dejo para más adelante temas adyacentes;  la entonces  nueva central Camionera, la actual y la historia del Bulevard Hidalgo. Todas a manera de crónica ya que no hay muchos datos de dueños de casas, planos, estilos arquitectónicos, etc. Es un defecto de nuestra ciudad, la escasez de datos históricos escritos, quisiera poder escribir con todos esos agregados como magistralmente  lo hace mi patrón Don Javier Lara Bayón en su Blog de Aculco, pero no se puede, hago lo mejor que está en mis manos, recurrir a mis recuerdos, los de mi familia y en este caso, de los familiares de las víctimas.