martes, 25 de noviembre de 2014

Inscripciones en las iglesias (actualización)


Inscripciones en las iglesias de San Juan  del Río, Qro. (actualización)


 Por un error involuntario no publique en la entrada correspondiente la inscripción más obvia en la Parroquia de San Juan Bautista, apenas me di cuenta, hoy subsano el error.

  

Se encuentra en la entrada principal de esta iglesia, también conocida como “Templo del sagrado Corazón” o " de los naturales". 

Está en la piedra clave del arco de la portada que da a la Plaza de los fundadores.

Los signos superiores son monogramas. El primero significa

IHS= Jesús hijo del señor

MAR= María (parece que el epigrafista juntó unas letras, pero si se observa son todas las que componen la palabra María, unidas en un solo signo)  al que retocó la inscripción le faltó  retocar el circulo de la i donde se juntan la A y la R.

 El resto, es la fecha:
MA ° 30 de 1716

AÑOS

Que quiere decir  Mayo 30 de 1716 AÑOS

(la MA es otro anagrama, si se observa, tiene todas las letras de MAYO y otra vez, al que retocó la inscripción se le pasó marcar la pequeña letra o delante de la A)

 Por esta fecha, insisto en que no es cierto lo que se dice, que este templo se derrumbó completamente mientras se hacía la otra iglesia contigua. Lo que marca esta entrada, 1716 y la que da a la plaza independencia que dice 1731 solo deben referirse a una reconstrucción de las entradas, no a una construcción completamente nueva. Ningún documento sustenta que el pueblo se haya quedado sin parroquia durante ese tiempo. Incluso, los pocos que hay indican que los constructores de la nueva iglesia se reunían, campanadas de por medio, en la vieja iglesia.

En este lugar, antigua Plaza de San Juan Bautista,  se había construido la primera iglesia del pueblo en el siglo XVI, que si fue derrumbada completamente en el siglo XVII,para la construcción de una nueva más amplia, que solo fue remodelada en el siglo XVIII.

Nunca se quedaron los indios sin iglesia, fueron los españoles los que promovieron la construcción de la nueva, actual santuario de Guadalupe, o la Parroquia y solo cuando estuvieron las dos, se dio la segregación racial, una para los indios y otra para los españoles.

La iglesia  de San Juan Bautista nunca fue exclusiva para españoles, fue de los indios y mixta, la Parroquia, actual Santuario Diocesano de Guadalupe sí fue exclusiva de españoles durante casi un siglo que duró la distinción racial.  (Por decreto, desde 1821, ya no había castas, todos eran iguales )

 Ofrezco disculpas por el error, esta inscripción es muy accesible, solo levantar la vista al pasar por la iglesia nos permite verla.

 Como todas las actualizaciones, anexo este contenido también en la entrada original.

 Se puede ver más de estos temas en este mismo espacio en los enlaces siguientes:
Inscripciones en las iglesias

inscripciones 2

Inscripciones 3

viernes, 21 de noviembre de 2014

iglesia coloniales: Fechas


Construcción de las iglesias

Presento hoy la cronología de las iglesias coloniales en San Juan del Río, para cumplir con mi encomienda de ayudar a los niños y no tan niños a sus tareas, aclaro que de los primeros años no hay documentos que confirmen muchos de los datos que por tradición se han creído desde siempre.

 Primera capilla en la fecha mítica de la fundación.   24 de junio de 1531, a las dos de la tarde.

Aunque ningún documento sustenta que nuestra ciudad haya sido fundada en tal fecha, consignamos lo que dice la leyenda:
En tal día, se hizo misa en un "llanito" (se supone que en el hoy centro de la ciudad, único terreno plano de los alrededores) la celebración debió ser al aire libre, porque hasta después de concluida, a las dos de la tarde se trazaron las primeras calles alrededor y se fabricó una enramada en donde se ubicó la iglesia. Acompañaba a San Luis Montañez, el Padre Juan Bautista, es de suponer que sería quien oficiara.

 Lo anterior repito, es una leyenda, tomada de dos documentos que no coinciden en año, el primero es la “Relación de San Luis Montañez”, que indica que la fundación ocurrió el 24 de Junio, pero en el imposible 1502. El segundo documento es la crónica de Beaumont, del siglo XVIII que es el primero que da el año de 1531.  (ver:  Porqué la leyenda no, en este mismo blog)

 Sin datos de la verdadera fecha de la fundación de la ciudad “a la española” queda como materia pendiente de igual manera la de la construcción de la primera capilla.

 Primera capilla: Cerca de 1557.




Siendo en algún año cercano cuando establece de manera formal un pueblo de indios, debió ser entonces cuando se levanta el primer recinto religioso, seguramente consistente en una enramada. Su ubicación indudable fue en el terreno que hoy ocupa la parroquia de San Juan Bautista, en la Plaza de los fundadores. Siendo la mayor parte de los habitantes provenientes de Jilotepec. Ayala indica, sin confirmación directa, que el primer clérigo beneficiado fue el Bachiller Miguel Izquierdo. (Tomó el dato de una lista de clérigos de la provincia de Jilotepec, específicamente en Tula estaba adscrito por esos años dicho sacerdote y se supone hacia visitas a los pueblos de la comarca. Es muy posible, pero faltaría revisar un documento específico para afirmar que en esas visitas estaba incluido San Juan del Río) Debió irse ampliando con materiales más duraderos en el transcurso de los años.

 Primera iglesia de cal y canto. Cerca de 1580


Por documentos relativos, se sabe que para esas fechas ya existía, en el mismo espacio que la anterior, una iglesia construida con materiales duraderos, ignorándose la fecha de su construcción. De  ella, incluso se tienen algunas imágenes, es extrañamente muy parecida a la actual. Por ser San Juan del Río un pueblo de Indios, era exclusiva para ellos, no tanto por cuestiones raciales, sino porque casi no había españoles entre los habitantes permanentes. Se sabe que en su interior fue enterrado el conquistador de San Luis Potosí,  Miguel Caldera en 1597 y  en 1598 su cura Párroco asignado (ahora sí, perfectamente documentado) fue el Bachiller Miguel izquierdo.  Esta iglesia fue reconstruida  al parecer cerca de 1600 y duraría en tal estado más de un siglo. No se sabe su advocación original ni su santo patrono, obviaría decir que fue San Juan Bautista, pero no se tiene seguridad. Tuvo desde esos años anexo el panteón (actual Plaza de los fundadores) y además se permitían los enterramientos al interior del templo.


El Calvario  finales del siglo XVI

Por su enclave en la parte alta de la ciudad, parece haber sido una simple capilla de Indios,  detrás de la cual había un panteón exclusivo para ellos. Hay constancia de su existencia a fines de ese siglo, con el nombre de “capilla del  Calvario” por ser desde entonces el punto culminante de la procesión de semana Santa. Se ignora su nombre original, solo persistió el de “La iglesia del Calvario”, fue remozada precisamente para esa función, pero el panteón de indios siguió funcionando hasta el siglo XIX, por dicha razón y por encontrarse en el barrio de los Indios, es la única iglesia del pueblo donde no hubo enterramientos a su interior. Por ser siempre capilla, no tuvo advocación, solo los signos relativos a la crucifixión. Nunca tuvo párroco Asignado. A mediados del siglo XIX, el viejo panteón anexo es sustituido por uno  neoclásico, el de la Santa Veracruz, (con lo que la capilla cambió también a ese nombre) irónicamente ahora para última morada de los más acaudalados del pueblo.  Los indios ya no existían como corporación y lentamente se iban extinguiendo como raza, aún en este lugar, que era uno de sus bastiones, desde antes de la fundación del pueblo. Se localiza en la calle dos de abril, antigua de la Santa Veracruz.

Iglesia del Convento y hospital de San Juan de Dios.  1672
imagen tomada de google maps

Construido a orilla del río, para el auxilio y atención a los viajeros, gracias a aportes de particulares y bajo el patronato del Rey que lo  cedió a la orden religiosa de los Juaninos.

Los fundadores fueron  Fray Juan Bautista como superior del convento, el sacerdote  Fray pedro de San Nicolás, y los hermanos fray Baltazar de Aguilar y Fray Juan Vicente, Además de un cirujano.

Su advocación fue siempre a San Juan de Dios, (no confundir con San Juan Bautista) funcionó con altibajos como iglesia, hospital y convento hasta las leyes de Reforma, posteriormente, continuo como hospital civil durante casi un siglo, adaptando las instalaciones religiosas y el anexo, donde hoy funciona la escuela de Bellas artes de la UAQ.  Se ubica en Avenida Juárez Poniente

 Iglesia del  Beaterio de Hermanas terceras de San Francisco  1683



imagen tomada de google maps
Este espacio religioso fue una fundación local, en terrenos de la familia Flores de Frías- Pérez de Tapia, cuyos integrantes descendían de los más antiguos pobladores del pueblo que se conocían por entonces. Algunas de las hijas del patriarca Don Juan, se inclinaron por el servicio religioso y fundaron en terrenos de su herencia, con apoyo económico de sus familiares lo que se llamó el Beaterio de hermanas terceras de San Francisco, este "lugar de beatas” nuevo, sustituyó a otro que debió de estar en un lugar cercano y se llamó Nuestra señora de los Dolores de Niñas educandas, atendido por religiosas y dedicado a la enseñanza. (Digo que no es el mismo, porque el terreno donado por las hermanas flores era hasta entonces un baldío) Con una reconstrucción mayor, el convento y su iglesia continúan prestando servicio hasta en la actualidad, a pesar de algunas interrupciones por las leyes de Reforma, la Revolución y la Guerra Cristera. La escuela dejó de funcionar a inicios del siglo XX.

Del primer Beaterio, su primer ministro fue el Bachiller Don Simón Nuñez Bala.
Del actual, su auspiciador se dice fue Fray Margil de Jesús y  Josefa, Isabel, Ana y Beatriz Flores las hermanas fundadoras. El ministro era el Bachiller Nicolás de Espínola.

Su patrona es la Virgen de los Dolores.  Se encuentra en Avenida Juárez Poniente.


Nota: Otro sitio religioso del que no se cuenta con datos pero que debió ser muy antiguo, es el ubicado en el Cerro de la Cruz, no me refiero al templo que hoy se ve junto a la pirámide, que es muy reciente, pero al sur del cerro hay un par de construcciones que parecen haber sido capillas. Debe recordarse que este lugar, a pesar de estar en ruinas ya a la llegada de los españoles, tenía habitantes que lo utilizaban como centro ceremonial, por lo que considero que es difícil que los españoles no construyeran por lo menos una capilla cercana, en el único lugar con ocupación continua de los alrededores desde hace 3,000 años, lugar donde cualesquiera que haya sido el año, se encontraron las dos culturas. (Encima de la pirámide está una ermita, conserva una inscripción de 1679, de la mayordomía de la Santa Cruz, fiesta muy antigua, pero no era para celebración de misa. ( por cierto sustituye a otra cruz más antigua de la que después les hablaré)


fotografías personales

Continuará…

miércoles, 12 de noviembre de 2014

3 de Ayala 3


3 de Ayala 3


El pasado domingo (9-11-2014) este blog completó un total de 4000 visitas. Siendo su intención original y presente la difusión de la historia del municipio de San Juan del Río, Qro. México, no queda más que agradecer a quienes una o muchas veces se han interesado en los temas que se han tocado en las hasta hoy 58 entradas.

Decía hace poco más de un año, que trataría de dar una visión fresca a nuestra historia, aquella que nadie escribió hasta 1971, con la aparición del libro del Dr. Rafael Ayala, quien con la visión de su tiempo nos dejó una gran base de información perfectamente estructurada que siento que es necesario enriquecer. No es posible ya hacer una obra que al menos se le equipare pero sí se puede complementar y en algunos casos, corregir, eso es lo que intento en este espacio, no solo repetir lo que escribió.

Ya había comentado que siendo niño, en la desaparecida biblioteca de la calle Mariano Jiménez, recibí de manos de la Srita. Ángeles un ejemplar de ese libro para un trabajo escolar, fue el primer libro de historia que leí.

Años después tuve oportunidad de conseguir prestado de un amigo, Héctor Muñoz González, un ejemplar de la segunda edición, que es el que me ha acompañado desde siempre, más de 20 años,  que he leído una y mil veces, encontrando siempre ya un dato escondido, un tema interesante, un detalle olvidado, un nombre familiar. Ese libro fue la motivación para, en un esfuerzo a veces frustrante, tratar de  reunir toda la bibliografía posible, aunque no es mucha, respecto a San Juan del Río en particular y en general del estado de Querétaro, teniendo en el trayecto, la fortuna de conseguir las tres ediciones del libro, que son las que hoy les presento, en orden cronológico.


Primera edición, 1971.

Corría el año de 1972 cuando el pueblo de San Juan del Río, hasta entonces carente de una historia escrita, a pesar de sus más de cuatrocientos años de fundado, recibe como regalo de uno de sus hijos, un sencillo libro, con apenas poco más de doscientas páginas, pero producto de un esfuerzo de más de 20 años de investigación en todos los archivos y bibliotecas, públicos y privados a los que había acceso en aquellos tiempos.

Rafael Ayala Echavarri se llamaba el autor, Sanjuanero de más de tres generaciones, a quien el destino y su familia habían llevado desde joven a la ciudad de México. Pocos de los nuevos habitantes lo conocían ya. Había hecho una gran carrera en la odontología como práctica profesional y docente en la capital de la República, pero a la par, casi en secreto, había emprendido una tarea monumental que le ocupó casi la tercera parte de su vida: armar desde la nada la hasta entonces desconocida, por olvidada y enterrada historia de San Juan del Río, al que tantas veces había vuelto, con motivo o sin él, por el solo gusto de recorrer sus calles, de saludar a su gente, a sus contemporáneos, aunque cada vez encontraba menos.

En los días postreros de su vida, quizá sintiendo que el aliento no le alcanzaría para más, no quiso que la muerte le privara de dejar su preciado legado en el lugar que lo había visto nacer y apenas un par de años después lo vería morir, por lo que apresuró la edición de todos los apuntes recolectados hasta entonces en un  libro.

Con algunos ejemplares bajo el brazo, llegó de nueva cuenta al pueblo, bien sabía que sería una de las últimas veces que lo haría,  tenía que ser ahora. Admiró una vez más la vieja avenida Juárez,  y encaminó sus pasos a la calle Mariano Jiménez, quizá al atravesar el Jardín del Santuario recordó que apenas meses antes había recorrido ese mismo trayecto, para la instalación (otra vez) de una  biblioteca pública que el mismo había promovido y hoy se inauguraba, en un anexo de la Escuela Mártir de Chihuahua –la vieja Pestalozzi, debió haber pensado. Al llegar frente a ella sonrió, el gran letrero de la fachada tenía un error, decía “Biblioteca pública Lic. Juan Wenceslao Barquera” - le faltó el Sánchez, dijo en voz alta, sin notarlo, llamando la atención de sus acompañantes que no supieron de qué hablaba.

Lentamente traspasó los dos altos escalones ingresando a la única sala de la Biblioteca, el local olía a viejo, lo que le pareció maravilloso. Lentamente sus cansados brazos se deshicieron de la carga, que depositó  amorosamente en las viejas mesas, lustrosas por la pintura de aceite que las recubría.

Pudieron entonces los presentes ver la portada de los libros, sobre un fondo amarillo, rezaban:

RAFAEL AYALA ECHAVARRI
SAN JUAN DEL RIO
GEOGRAFIA E HISTORIA
MEXICO D.F.
 
1971

En color rojo, ostentaba un grabado, desconocido para todos los presentes – Se parece al puente de piedra,  dijeron algunos. Efectivamente dijo orgulloso Ayala, es un escudo que tomé de un documento expedido la aduana instalada aquí en la época colonial y comenzó, como era su costumbre, a dictar una cátedra fugaz y contundente de viejos hechos, de nombres desconocidos, de hazañas olvidadas y  de los  vetustos edificios cercanos. En pocos minutos, ante un silencio respetuoso, los importantes funcionarios que lo acompañaban desaparecieron de la vista de los presentes, su figura se agigantó, algunos cerraron los ojos, los que los mantuvieron abiertos quedaron prendados de esa voz, que mágicamente los hizo recorrer el barroco, el clásico y el neoclásico, pasó rápidamente del mito a la leyenda y de ahí a documentos y las biografías. Siglos en segundo y segundos que parecían siglos. Quienes no lo conocían quedaron boquiabiertos, los que  sabían quién era, solo asentían, estaban frente a quien más había estudiado el pasado de San Juan del Río, no era un hombre, era la historia viva de su pueblo y en el día narrado,  en esos humildes ejemplares, devolvió como donación, en el único local que los merecía, el pasado ignorado de un pueblo, que lo había perdido en los más de cuatro siglos transcurridos, quizá desde que, apenas a trecientos metros de ahí, un indio de la nación otomí lo declaró fundado en nombre de Dios del Cielo y de la Tierra.  La misión estaba cumplida.

A tiempo recordó que era la inauguración de esa biblioteca  y  volvió a la cátedra, ahora recitando de memoria, los datos biográficos del Lic. Wenceslao Sánchez de la Barquera. Era el jueves 21 de junio de 1972, tras las salutaciones de rigor, salió en silencio de la biblioteca, ahora podría descansar un poco de la historia y del tiempo. Al pasar por el Santuario el campanero lo reconoció. –Don Rafael, encontré en la sacristía una pintura vieja.  Sus ojos recobraron la luz, -Vamos a verla, dijo resignado… Nueve meses después, su tierra reclamó los restos de este preclaro hombre.

 El libro consta de 209 páginas, presentado por Juan José Ruano Montes, con una introducción del propio autor. La dedicatoria es a su esposa.

Impreso en la ciudad de México por Editorial Luz,

Consta de  11 capítulos, redactado en una especie de crónica, quizá por lo difícil de escribir académicamente una obra que tuvo que iniciar desde cero, dato por dato, en la que según sus palabras, el haber enumerado las fuentes de referencia le hubiera implicado un volumen mayor que el escrito.
Es quizá, lo único que puede reprochársele, ya que muchos de sus datos no sabemos dónde los encontró y por tanto no han podido ser revisados para buscar mayor información, quizá algo que se haya escapado u  omitido en la redacción.

Solo el primer capítulo se refiere a Geografía, a partir de ahí, aborda la historia, desde los tiempos prehispánicos, hasta el siglo XX. Tiene una omisión, no aborda los temas de la revolución de 1910, la guerra cristera y el tiempo que le tocó vivir, nunca explicó porqué, suponemos que le faltó tiempo y decidió publicar lo que tenía completo en ese momento.

Al final presenta una serie de 36 láminas con dibujos, mapas y documentos, algunos muy conocidos, otros jamás se han vuelto a ver, hay quien comenta que estaban todos en su biblioteca particular. No hay datos de cuantos ejemplares se editaron, pero muchos de ellos se distribuyeron en bibliotecas públicas de toda la república.
El ejemplar que poseo, lo obtuve hace pocos meses, en trueque con un amigo, después de buscarlo por varios años. Tuvo que ser sometido a una reparación mayor por el estado en que se encontraba, maltratado y ajado, como deben estar los libros que se han leído muchas veces, tras 43 años de vida.


Segunda edición, 1981.

Edición de Manuel Ayala Valenzuela (hijo de don Rafael) con el patrocinio del Instituto Cultural Domeq en la Imprenta Aldina de México D.F.  Esta edición es quizá la más conocida porque se vendió a nivel local y creo que se distribuyeron de manera gratuita muchos de los 1000 ejemplares de la edición.
Mantuvo en la solapa la presentación de Juan José Ruano Montes, de la edición original y en interiores el prólogo de la primera edición, de don Rafael. El de la segunda es de su hijo. La solapa posterior conservó la lista de obras impresas del autor. 

Tiene el defecto de que siendo el mismo texto de la primera edición, se le agregaron gran cantidad de datos, supongo que por Manuel Ayala, para esa fecha don Rafael ya había muerto, quiero suponer que dejó algunos apuntes sueltos y son los datos anexados.

Las fotografías de las páginas finales son las mismas de la primera edición, pero al ser copias directas del impreso, la calidad de la mayoría es mala.

Este libro es el que he tenido durante mucho tiempo, conservándolo tal como me lo prestaron, forrado en plástico escolar, espero algún día devolverlo, como debe ser.

Hace algunos años conseguí por 140 pesos, otro ejemplar de la misma edición 1981.

Tercera edición, 2006.

Editado conjuntamente por el Gobierno del Estado de Querétaro, y la presidencia municipal de San Juan del Río, con patrocinio de  KCM en los talleres del Archivo Histórico del Estado. Es una edición bien cuidada, con portada de diseño. Contiene la obra original de 1971, más los agregados de la segunda edición y, lo más importante, notas de pie de página, escritas por personal del Archivo Histórico Municipal, que se tomaron el esfuerzo de cotejar fechas y señalar algunas incorrectas, así como notas aclaratorias que indudablemente enriquecen la obra. Como esta edición no tiene solapa, la presentación original de Ruano Montes se colocó en la contraportada y en interiores tiene otras del Gobernador del estado, La presidenta Municipal y los prólogos de las ediciones anteriores, el específico de esta edición es de la investigadora Martha Eugenia García Ugarte, muy bien estructurado.
Presenta  las mismas fotografías de las ediciones anteriores,  con  baja calidad pero agrega algunas más, esas sí de buena definición.

Creo que la iniciativa de esta edición fue del recordado Juan José Ugalde, entonces encargado de Desarrollo Cultural del municipio, personalmente él me vendió el libro recién editado, en la Casa de la Cultura. (Creo que hasta ese momento no había vendido ninguno, porque me miró extrañado, y peor cuando le dije que quería dos ejemplares) El precio en ese momento era de $150.00  creo que todavía quedan algunos de los 5000  ejemplares a la venta en el Centro Histórico y Cultural en la Av. Juárez. Siendo el libro que todo sanjuanense debe tener y que todavía está disponible, dense una vuelta a comprarlo, no sé el precio actual, pero no debe ser caro. No pierdan la oportunidad de tener en casa una verdadera biblia de historia local.

EPÍLOGO

Contra lo que se cree, los libros de Rafael Ayala son pocos, en realidad, lo que él hacía era una abundante publicación de artículos sueltos o documentos antiguos completos, en revistas,  periódicos y conferencias. Cuando alguno le parecía importante o le era solicitado, editaba lo que se llama sobretiros, es decir la publicación de las páginas en una pequeña edición encuadernada, que repartía en bibliotecas y con amigos. 

Nota: el relato de la donación de libros a la biblioteca es una recreación personal.

sábado, 8 de noviembre de 2014

EL PUENTE DE LA HISTORIA Y SUS INSCRIPCIONES


Las inscripciones del puente de la historia


Nuestro puente; de Piedra, nacional, de la Venta y hoy de la Historia, fue en su época una obra de dimensiones impresionantes tanto en diseño como en utilidad, por lo que fue muy celebrado. Creo que no tuvo por entonces un nombre oficial, su referencia más antigua es “la puente de San Juan del Río”  de 1720,  por su mismo constructor, Don Pedro de Arrieta.


Contuvo muchas inscripciones, colocadas de acuerdo al avance de la obra. Rafael Ayala en su Geografía e historia, de 1971, nos menciona un total de nueve, 8 originales y una moderna. Como el libro es ampliamente conocido en San Juan, no presento las que él consigna, sino un recuento hecho al menos 50 años antes, por Frías. Son las mismas, pero este último autor señala partes que Ayala ya no alcanzó a leer por el desgaste del tiempo. Por 1928 las crónicas mencionan al puente a punto de derrumbarse, por lo que fue sometido a una reparación. Incluso cerca de 1940, al trazarse sobre él la carretera Panamericana, tuvo que ser ampliado en su lado norte para permitir el paso de autobuses y camiones.
Hoy, algunas de las inscripciones son, ya no digamos legibles, ni siquiera localizables, pero  extrañamente, la mayoría se ha conservado, a pesar de haber transcurrido más de  trescientos años de su colocación. Desafortunadamente, la belleza estética de la cantera morena no está respaldada por una resistencia a los elementos y es víctima de una erosión natural irreversible que se ha llevado consigo algunos de los valiosos escritos.
Presento en versión 2014 algunas que se ven en la actualidad y lo que decían según Frías, entre 1910 y 1928. (Porque ya menciona la inscripción moderna de 1910 y su obra se publicó en 1928) excepto en algunos errores visibles, que corrigió Ayala.
Aclaro que como en el español moderno, anteriormente se utilizaban abreviaturas, pero no se señalaban siempre con un punto como ahora, sino con otros convencionalismos como diéresis, apostrofes o tamaños menores de letras, que son difíciles  de escribir  aquí exactos. Para su escritura en la actualidad se copian las letras o signos y se le colocan puntos, aunque el original no los tenga o bien se "desenlazan" es decir se escribe la palabra completa que corresponde. En muchas inscripciones antiguas se utilizaron abreviaturas para optimizar el espacio. Las palabras a abreviar eran convencionales, pero cada epigrafista elegía otras, a su juicio o espacio disponible. Casi todas las del puente de la Historia son entendibles. Por si acaso, al final coloco un glosario de las que pudieran confundirse.


1.- En la parte central del puente, del lado sur dice:

Esta Puente se comenso el dia 9 de

febrero de 1710 años Goberdo. el EXmo. S.r

Duq. De Aburquerq. Y se acabo el dia

23 de Enero de 1711 años Gober.° el Ex.mo

S.r duq. de Linares dhos. S.res EX.mos. protegieron

esta obra a costa de difer.tes  bienecho

res q.nes. piden los encomienden a Dios.
(Esta inscripción debió ser la última en colocarse, sería la que hoy conocemos la de “inauguración” de la obra, nos aclara que hubo dos virreyes durante la construcción y que esta, a diferencia de lo que se supone, no fue con fondos públicos, fue costeada por bienhechores, es decir aportaciones voluntarias de particulares, con la condición de que los encomienden a Dios, lo que era una práctica común en las obras públicas durante el virreinato)

2.- Arriba de la anterior hubo una placa de mármol, la única moderna, que  decía:

PUENTE NACIONAL

2° CENTENARIO DE SU CONSTRUCCION Y

1° DE LA INDEPENDENCIA

1810-SEPTIEMBRE 16- 1910

Obsequio del Sr. Alvaro Loyola.
3.- La placa de mármol anterior desapareció hace muchos años,  hoy  tiene otra  muy reciente, en cantera morena que dice:

PUENTE DE LA

VENTA

CONSTRUIDO

9  FEBERERO

1710

ARQUITECTO

DON PEDRO

DE ARRIETA.



(Creo que fue colocada  durante los festejos del 300 aniversario del puente,  en 2010)
_________________________________________________________________________________


 4.- Detrás de las anteriores, al lado que da al río esta otra:

GoVer.do las espa

ñas la Catholica

Mag.tad

del Rei Ntro. S.r

D.n Phelipe V. (Q.D.G.)

Año de 1711.


(Es decir la construcción fue durante el reinado de  la católica majestad de Felipe V)


5.- Había otras, del lado sureste, que no son visibles fácilmente o desaparecieron.

Administro esta obra el M.R.P.F.r

Miguel Ortis de Villa Real Prior

del ConVento de Señor Santo

domingo d este Pueblo 1710 a.s

 6.- otra;

A 9 de Febrero de 1710. Años

Se enpeso la fabrica de esta obra.
_________________________________________________________________________________
 7.- Una más, al inicio, lado izquierdo viniendo del centro. 

…….los desta Obra…….pu

so ………………………………

Po. de domensa.n ……

……….Bo. de ………

……….. . deste pueblo q.n

prestola hasta

que se concluio

siendo algún dia

que consigan libres a

nuestr.s  BienEchor

res Dios de penas.


(Se consigna a Don Pedro de Domenzain, creo que la abreviatura completa que antecede a su nombre diría  Pbo.  Es decir el Presbítero o cura del pueblo, o simplemente “Becino” ¿Qué prestaría?  Se mencionan otra vez a los bienhechores, a los que ojalá un día Dios los consiga libres de penas.
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8.- La siguiente menciona el nombre del arquitecto constructor, aunque Frías se equivocó, Ayala lo consigna correctamente, obviamente sabía  quién era, no así Frías, que solo pudo leer  Fhoneta, en lugar de Arrieta.

Acabó los simientos

de la Puente y dispu

so la fabrica Don

Po. de Arrieta B. de Q.o

A deB.n de Apango y

Su distrito q.n

prosiguiola hasta

que se concluio.

Extrañamente parece que dice que era Bo. (vecino )  de Querétaro.   (Q.o)

No sé que tenga que ver Apango, es apellido y lugar, pero no he hallado su relación. 

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9.- Otra, es la  que tiene más diferencias entre las consignadas por Frías y Ayala.



 Frías:

…..3 de Oct…..

……… desta O

bra Jso.n  Sidez de Zevilla

Bezino de

Este Pueblo

…………………….

……………………..

Fran.o de Acis org.o

Ministro Fundador

del Santo Ofisio en

este pueblo de San

Juan del Río.


Ayala:


…..Siendo ……………..

…………de se

vallos a costa de Dn.

Franco. De Bocanegra

Alguacil Maior del

Santo Oficio en

este  pueblo de San

Juan del río y su Juriso.



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10.- La más extraña, pero que no está inscrita sino pintada, está debajo de uno de los arcos, solo se distinguen algunas letras (ceñ) , probablemente esa parte de los arcos estaba policromada.


Faltan  algunas, prometo buscarlas con más detenimiento y presentárselas en este espacio, o sus restos, no creo que se hayan ido, solo la erosión las pudo haber desaparecido, las más pequeñas estarían  en los remates de las cuatro esquinas.





Además,  creo que debió haber otra o en las borradas ya que tendría que aparecer el nombre del Gobernador de los Indios y la autoridad española, como se acostumbraba en todas las obras de la colonia.

Glosario de algunas abreviaturas

Goberdo. = Gobernando

Ex.mo. = Excelentisímo

S.r  = Sr

M.R.P.F.r = Muy Reverendo Padre Franciscano

Q.D.G. = Que Dios Guarde

Juriso. = Jurisdicción

Mag.tad = Majestad

q.n = quien

a.s = años

 Todas las fotografías son personales, especialmente difícil de tomar fue la primera, por el flujo de vehículos, a pesar de tener unos conos de protección, que se habían colocado en esos días por la sospecha de que el puente podía caerse.   

Continuará…