Como se habrán dado cuenta quienes frecuentan este blog, es
recurrente mi queja por la escasa bibliografía sobre la historia de San Juan
del Río. He dado cuenta a través de varias entradas de lo difícil que es
encontrar datos sobre los hechos de nuestro pasado. Ello se debe a que por
alguna razón, casi no hubo escritores de historia en la ciudad en todos sus
siglos de existencia. Por ello, además de las escasas obras formales, solo es
posible basarse en fuentes indirectas para intentar reconstruir algunos hechos
o etapas de la ciudad.
También he sostenido que a partir de la publicación de la
obra de don Rafael Ayala en 1971, por la contundencia que tuvo el hecho de
hacer aparecer casi de la nada, una historia completa sobre nuestra
ciudad, ya casi nadie intentó escribir al respecto.
Entre los objetivos de este blog, está dar a conocer los a
veces aislados intentos de los igualmente esporádicos escritores que contaron
de nuestro pasado, en futuras entradas intentaré reseñar todas las obras que al
respecto se han publicado, como un reconocimiento, a lo mejor tardío, en
algunos casos póstumo, a esos a veces desconocidos escritores que en unas
cuantas líneas o en obras completas, nos
legaron la visión de su tiempo y sus hechos. Por lo pronto, como inicio,
comparto a Ustedes un detalle que a lo mejor para la mayoría ha pasado
desapercibido: hay un extraño resurgimiento de la Historia Sanjuanense, extraño porque no se ha
dado a partir de un proyecto común, extraño porque se ha dado casi
exclusivamente a partir de esfuerzos particulares y aislados pero da pie a la
siguiente entrada:
El extraño retorno de
la historia Sanjuanense
Por mi afición a leer y coleccionar libros de historia de
Querétaro, (no habiendo de San Juan) ya me había dado cuenta, sobre todo en las
obras editadas por diversas dependencias gubernamentales, que los datos
relativos a San Juan del Río iban en aumento, esto en razón de que cada vez son
más los profesionales que hurgan en los diversos archivos de la capital, sobre
todo el Histórico del estado, datos aislados, pero que poco a poco han ido
conformando un nuevo corpus documental, valioso para aquellos que de manera si
no profesional, si por lo menos constante, hacemos uso de ellos.
A partir de la presente década, aparecen nada menos que 6 libros
exclusivos enteramente de la historia local, lo que constituye el máximo récord
en todos los tiempos, nunca se han conjuntado tantos en tan poco espacio, cinco años, lo que nos da un promedio de más de uno por año, cantidad
risible en otros lugares, en el caso nuestro, abundante.
Aclarando que estando todos en la biblioteca personal,
personalmente los he leído y por tanto, me siento en condiciones de recomendar
todos, aunque existe otro problema para quienes quieren adquirirlo: tampoco hay
un lugar o dependencia apropiado para su venta, son ediciones particulares o
muy escasas, sin embargo, para un caza libros como su servidor, con un poco de
esfuerzo se pueden obtener.
Aquí un pequeño esbozo
de las seis recientes obras de historia local, que dan inicio a un, esperamos permanente, resurgimiento. Presento
de todos sus datos técnicos, una breve reseña y lo que a mi juicio es lo más
importante del contenido.
Aunque fue editado en el 2009, este libro apareció en
librerías por allá del 2011, por ser de carácter técnico, casi no tuvo difusión
y por lo mismo es muy difícil de conseguir.
Se centra en diversos estudios arqueológicos realizados por
el autor en el barrio y cerro de la Cruz, en la década pasada, concentrados en
un volumen de 132 páginas, que incluye debates técnicos entre colegas.
Sin tomar en cuenta lo puramente técnico, el autor hace
un acercamiento a las prácticas funerarias en el lugar, durante todas sus
etapas. Por haber realizado muchas entrevistas con los habitantes, aparecen
esporádicamente importantes datos de la historia reciente del lugar.
A mi entender, lo más valioso del libro es la reconstrucción
que hace de las habitaciones comunes, debajo y al poniente del cerro de la Cruz, donde se
dieron de manera secundaria algunos de los últimos entierros. Aunque no lo
menciona, es probable que la edificación que él reconstruye virtualmente, se
trate del puesto defensivo que en la localidad instalaron los aztecas en el
siglo XVI, aprovechando los restos de habitaciones de otras épocas. Igual,
opino, que ese pequeño sitio, fue el llamado Iztacchichimeca, de su nombre original
no hay registros.
Este libro forma parte de una serie sobre diversos temas de la historia del estado, llamada “Tiempo y Región” este es el volumen cuatro, cuyo contenido exclusivo, a diferencia de los otros, que son compilaciones, es únicamente dedicado al tema de la zona arqueológica del Rosario. En 358 páginas los autores Juan Carlos Saint CharleS Zetina, Carlos Viramontes y Fiorella Fenoglio nos marcan todos los aspectos de la para muchos desconocida zona arqueológica del poniente del municipio, solo rivalizada por el Barrio de la Cruz y la hoy acuática de la Estancia.
Dado que esta serie era auspiciada por el Municipio de
Querétaro, durante las ceremonias de presentación se regalaban al público y los
restantes igualmente en las oficinas municipales, no hay posibilidad de
adquirirla ya.
Aunque el sitio ya había sido estudiado desde 1958, y siempre
hubo el conocimiento de que había restos arqueológicos monumentales, poca importancia se le dio, hasta que una
lluvia en 2009 dejó al descubierto un fragmento de pintura mural. Es entonces que se
hicieron esfuerzos para que un par de años después se explorara el sitio,
resultando ser un asentamiento teotihuacano, el único plenamente documentado
fuera del valle de México, en el que hay pintura mural fuera de la metrópoli.
El sitio fue publicitado mucho a nivel local y no tardó en ser rebautizado como
“Teotihuajuan”. Recientemente se consolidaron los muros que contienen los
murales y su nombre oficial es “el lugar de los cuchillos curvos”.
El libro es un compendio de todo lo relativo al
sitio, sus etapas, su material, su lítica, sus murales, y los artefactos
encontrados durante la exploración. Aunque es técnico, no se crea que es
aburrido, ya que se complementa con fotografías, esquemas,
reconstrucciones.
A nivel personal considero como importante todo el cúmulo de
información que se da sobre el sitio gracias a que, a pesar de que no lo
parecía, en el amontonamiento de piedras que incluso llegó a considerarse
natural y conocido como “la cueva del diablo” se guardaron restos de todas sus
etapas de construcción y las evidencias de sus habitantes.
Si logran conseguirlo, no dejen de leer "el Muro de los
Grafitos", para que vean que la práctica de pintarrajear paredes no es tan moderna
como se cree.
Sitios Históricos y monumentos antiguos de San Juan del Río,
un acercamiento a los documentos del
Archivo Histórico Municipal.
María del Mar Santana Calderón.
Técnicamente no es un libro, sino una recopilación de fichas
de importantes documentos contenidos en el Archivo Histórico Municipal.
Presentado en 2012.
Su formato pequeño lo hace muy manejable, en 108 páginas, la
autora nos presenta la relación entre los monumentos históricos y algunos
documentos relativos.
Aunque la esencia del libro son los documentos, la selección
que de ellos se presenta, hace amena la lectura, con algunas observaciones. En algunos
casos, el contenido nos corrige algunas creencias infundadas sobre nuestra historia,
que de tan repetidas pensamos que fueron reales.
La autora, encargada del Archivo Histórico municipal, agrega
al final algunas de las fantásticas fotografías antiguas que en tal acervo se
conservan, algunas inéditas y el número de registro del INAH como monumento,
de los edificios mencionados en el texto.
El libro todavía hace poco estaba a la venta en las
oficinas del archivo, por un módico precio, podrán adquirirlo, y de pasada obtener la firma de la autora.
A pesar del kilométrico título que contiene la portada: San
Juan del Río, Crónicas del Pueblo que perdimos, La acequia del Pueblo, serie
arqueología de barrio, Vol. 1, el de arriba es el nombre legal con el que fue
registrado.
Dado que es de mi autoría, no haré juicios sobre él,
corresponde a los lectores hacerlos. Es una edición particular, producto de una
investigación de más de 7 años, escrito como una meta personal. Solo comentaré
que trata sobre la historia, recorrido y vestigios del canal de riego que desde
el siglo XVI determinó la fisonomía de nuestra actual ciudad, incluyendo datos
relacionados con ella durante más de cuatro siglos. Incluye además un apartado
sobre datos novedosos de la fundación, los antiguos nombres y habitantes.
Si no lo has hecho, puedes leer una sinopsis del contenido
dando clic en el siguiente enlace:
presentacion-de-un-libro-mio
El libro fue
obsequiado en la presentación del mismo, a todos los asistentes, no fue editado
para venta comercial, solo guardo algunos ejemplares para intercambio por otros
libros relativos. Puede consultarse en el Archivo Histórico Municipal y la
Biblioteca, en el edificio del Centro Histórico y cultural.
Sin ningún conocimiento o noticia, del autor ni de este libro, me lo encontré el presente año, en la biblioteca del Archivo Histórico Municipal. Es una edición particular, pero parece que el autor tiene familiares en dicha comunidad, con quien se puede adquirir. (investigaré y les informo)
De acuerdo a los datos de la solapa, el autor, J. Luz Chávez
Araujo, originario de la comunidad de la Estancia, pero dedicado a actividades
técnico agropecuarias, como docente e investigador en distintas partes de la
república, en algún momento se decidió a publicar datos sobre su terruño que
acumuló durante muchos años.
De tal manera, se nos presenta, en un fresco estilo, la
descripción en todos los aspectos de este lugar, incluyendo desde la geografía,
la historia, los usos y costumbres de un lugar, que en el paso de un siglo se
transformó de una próspera hacienda, a la actual pujante comunidad, donde aún
pervive el recuerdo del último patrón, Manuel J. Campos.
Por ser originario del lugar, fueron de fácil acceso a él,
datos de los viejos habitantes, entretejiendo una ágil narración.
Por la importancia de una obra completa, dedicada a una de
las comunidades más significativas en nuestra historia y en la actualidad, creo que el
libro merece una presentación de manera pública en nuestra ciudad. La riqueza
de los testimonios que presenta no es fácil de compilar, tomando en cuenta que
abarcan más de un siglo. Ignoro si el autor la hizo en otro lugar. Solo es una
sugerencia.
El Valle de San Juan del Río, Un palimpsesto arqueológico.
Para mayores datos sobre este libro ver la anterior entrada, dando clic en el
siguiente enlace. el-palimpsesto-de-san-juan-del-rio
Nos lleva, a través de distintos textos, primero a la
conceptualización del espacio, donde
miles de años antes se dieron las correrías de los cazadores y recolectores
nómadas, que después se establecerían de manera sedentaria aprovechando lo
benigno del clima y la geografía del valle.
A diferencia de otros textos científicos, este por ser de
divulgación, es de lectura ligera ya que los autores procuraron un lenguaje
entendible para todos, conocedores o no del tema. Y va acompañado, por una gran
cantidad de fotografías, descriptivas y de fondo, mapas, esquemas, tablas etc.
Así, de la mano o en este caso de la pluma de los
colaboradores, vemos lugares y objetos que solo conocíamos
de oídas, o en fotografías de mala calidad en periódicos, por tales
características y la magnífica resolución gráfica, vemos hasta el mínimo
detalle de los murales del Rosario, de las navajas de obsidiana, de las
figurillas Chupícuaro y mucho más.
La intención, es darnos a conocer que en nuestro suelo
subsisten, entremezclados, restos de la
actividad humana de muchas culturas, luego de la reseña de los primeros
asentamientos, pequeños por naturaleza, nos llevan a las civilizaciones
monumentales, como lo fueron el Cerro de la Cruz y el Rosario, a cuya caída,
los centros ceremoniales se abandonan, sin que por ello decline la actividad
humana en la zona, solo se fragmentó el poder, pero nunca dejó de existir, como
nos muestran la cerámica y los
petrograbados del epiclásico. Mención especial, merece un tema: los entierros ceremoniales
en el cerro de la Cruz, cuando ya estaba abandonado como centro ceremonial, entierros de infantes, en
un intento por sacralizar como suyo, un espacio que ya había sido sagrado por y
para otros.
La temporalidad de los estudios llega hasta el post clásico
tardío, con la igualmente tardía incursión azteca a lo que después sería
nuestra ciudad, proseguida, apenas unas décadas después, por los españoles y
sus auxiliares otomíes, que a través de su idioma y su cultura, formaron la
última capa del monumental palimpesto, que es el valle circundante, donde hoy nos asentamos y en el que, con un
poco de cuidado podemos leer, a través de vestigios, lo que nos dejaron los
cazadores recolectores, la cultura chupícuaro, los hombres de Cuicuilco, los
Teotihuacanos, los Toltecas, Mexicas, otomíes, mestizos, y tantas y más capas,
la última, la que estamos formando todos aquellos que vivimos, sufrimos y
queremos a esta ciudad.
BONUS TRACK
Aunque no es de historia, también apareció en pasadas fechas,
otro libro, que se incluye aquí porque refiere, a la obra de un artista, que
aún en vida, ya es histórico, el pintor sanjuanense Restituto Rodríguez.
El libro, correctamente titulado Restituto Rodríguez,
Surrealista, nos presenta, sobre todo en fotografías, una completa retrospectiva
del internacional artista plástico.
Este libro todavía estaba a la venta hace poco en la capital
del estado, por su volumen y ser gráficos de calidad, en colores y papel, este sí es caro, pero supongo que por lo
mismo todavía se puede conseguir.
Concluyo, con la reflexión. ¿Se mantendrá este auge de
publicaciones históricas? Ojalá sí.
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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD__________________________________________________________________
Como idea para las nuevas autoridades culturales del municipio, ojalá se pueda hacer, en las mismas condiciones, una retrospectiva, de otro de los grandes pintores locales: Armando Otero, sobre todo referente a sus pinturas de lugares históricos, tal como los recuerda del pasado. Más ideas: que sean fotografías comparativas, por un lado la pintura y por otro la imagen actual.
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Dado que hace meses no me he presentado en las oficinas del Centro
Histórico, desconozco si la Lic. Marimar continua al frente del Archivo, prometo este viernes
que mi trabajo me da una tregua, asistir al lugar y comentar si los servicios
que ofrecía y que he hecho públicos en este espacio continúan. El fin de semana
daré noticias frescas, así cómo del libro de la Estancia.
Supongo que habrán
notado que en la última semana se ha mencionado muchas veces en todos los
medios impresos, radiales y televisivos, tanto a nivel local como nacional el
nombre de San Juan del Río. ¿Qué lo irán a hacer Pueblo Mágico?
Ora sí que resulta que de tanta mención se hizo realidad por
unos días aquello de.
San Juan del río,
Capital del Mundo,Ombligo del universo….