martes, 29 de marzo de 2016

La dignificación de la Memoria Municipal de San Juan del Río.


La dignificación de la Memoria Municipal de San Juan del Río.

El nuevo recinto

No hay explicación de cómo pudo sobrevivir. Ya en estas páginas he comentado que por su privilegiada ubicación, el pueblo de San Juan del Río fue paso obligado de los viajeros, tanto de, como rumbo a la capital del país. De igual manera lo fue para las tropas beligerantes, invasoras, pronunciadas y sublevadas,  animadas por todas las ideologías, fueran liberales, conservadoras, oficiales, insurgentes, imperialistas  o revolucionarias.

Aunque durante el transcurso de los siglos la actual ciudad fue ocupada innumerables veces por los diversos ejércitos, en realidad, al interior de la misma, casi no se dieron hechos de armas. Las ocupaciones fueron casi siempre en términos negociados, lo que evitó el vandalismo que en muchas ocasiones generaba la destrucción de los edificios de gobierno y por consiguiente la documentación que sobre diversos ramos  resguardaban. Por esa razón, parece ser que el corpus documental generado en la ciudad siempre se mantuvo unido en los diversos momentos históricos.

De las etapas iniciales del poblado, seguramente la poca documentación producida se integró a las alcaldías de las que fue dependiente, primero Jilotepec, luego Jilotepec-Huichapan y posteriormente la de Querétaro.
Al parecer los documentos que hoy conforman el Archivo histórico municipal comenzaron a agruparse a partir de la conformación de la figuras políticas y administrativas locales de la Subdelegación, el distrito y la Prefectura, es decir desde el siglo XVIII, cuando se adquiere autonomía de gestión y los actos de autoridad son directos.

Desde esa fecha, los legajos de documentación diversa comenzaron a aumentar y siguieron los destinos de los diversos edificios donde se estableció la autoridad municipal, esto es desde, la subdelegación (en el edificio que hoy llamamos Centro Histórico y Cultural) las Casas Municipales (ubicadas en el llamado  Curato Viejo, actual acera Poniente de la Plaza de los fundadores)  para llegar finalmente a la sede que lo contuvo durante más de un siglo, la actual Presidencia Municipal, antiguo Convento de Santo Domingo.

Quienes conocieron las instalaciones de la Presidencia antes de la década de los ochentas del siglo pasado, recordarán que en diversos lugares se almacenaban las cajas que contenían la vieja documentación, supongo que los más antiguos sí estaban resguardados, pero muchos otros no merecían tal cuidado. Supongo igual, que ante la facilidad, se sustrajeron muchos documentos para fines diversos y nunca fueron devueltos.

Integrados con archivos de épocas más recientes, los viejos papeles llegaron a ser tantos, que al construirse el Centro cultural y de Convenciones (CECUCO) y ante un malogrado intento de trasladar hacia aquel edificio las oficinas de la Presidencia municipal, resultó que lo único que se quedó ahí fue el archivo municipal. Creo que también de esa época data la denominación que actualmente tiene: Archivo histórico Municipal y su clasificación en fondos.
Lo que no hicieron los vaivenes sociales, al parecer lo hizo el descuido. Dado que nunca tuvo un tratamiento especial, es seguro que muchos documentos se fueron desintegrando o disgregando, además de las normales pérdidas. Nunca sabremos qué o cuánto se perdió, porque no existía siquiera un catálogo de su contenido.

No tengo referencia directa, pero se dice que durante su estancia en el CECUCO, sufrió del mismo descuido, incluso, que fue dañado en parte por el agua a través de goteras y encharcamientos.

Justo es hacer un reconocimiento a personas como Beatriz Coellar Quiroz y Juan José Ugalde (QEPD) que dándose cuenta de la riqueza de un acervo tal, a través de acciones durante su etapa como servidores públicos lo rescataron del olvido y el ninguneo. A partir de entonces, se destina un local especial para su depósito, y un funcionario especialmente dedicado a su clasificación, resguardo y conservación. Es así, como, tras un par de siglos, regresa a un local donde ya había estado antes, la antigua prefectura, remozada para actividades con el nombre de “Centro Histórico y Cultural”. En dicho edificio, se le destinó una de las antiguas celdas comunales de la vieja cárcel, un encargado y lo principal, se tiene un control sobre los valiosos documentos y fondos.

A la par, igualmente por iniciativa de los mencionados, se empezó a integrar al mismo archivo lo que hoy es la colección de fotografías antiguas de la ciudad, agregando gran cantidad de ellas existentes en archivos particulares, a las pocas que contenían los documentos oficiales antiguos. En el local mencionado, permaneció durante los últimos años la memoria de nuestro pueblo, por primera vez integrada como tal. 
Por la importancia del legado contenido en las vetustas paredes, es común encontrar en ella a investigadores, personas buscando datos de familiares, alumnos de escuela, y caso raro, comúnmente se encuentra en dicho lugar, a los pocos que de una u otra manera, nos interesamos en el pasado de nuestra ciudad.

El acceso. Escaleras de esas que a gusto subir.

Con la llegada de la presente administración y la ocupación del remozado edificio del Portal del Diezmo, tuvo la suerte el Archivo Histórico Municipal de que le correspondiera ser ubicado dentro de él.

No estoy seguro, pero parece que el nuevo local es de los completamente nuevos dentro del Portal, creo que antes de la remodelación ni siquiera conservaba las paredes completas, menos su techo. Hoy la transformación es asombrosa.
En esta nueva ubicación, un espacio más amplio, ventilado y con agradable ambientación, reposa por fin, de manera digna, lo que considero es nuestra verdadera Memoria Histórica Local.ahora bajo resguardo de la Lic. María del Mar Santana Calderón.

Los viejos elementos, perfectamente integrados.

Además de lo puramente local, la dependencia cuenta con una pequeña biblioteca de temas de historia local y del Estado y una colección de revistas.
La imponente viguería
Entre las novedades que trajo el traslado, me encontré con la sorpresa que ha iniciado el trabajo de escaneo de los documentos, labor titánica por la cantidad de fojas que lo componen. Ojalá que pronto se pueda contar con una página electrónica para su acceso.  Como gran defecto de los archivos mexicanos, salvo honrosas excepciones, casi no se tiene acceso a ellos vía internet, a diferencia de loas grandes archivos y bibliotecas del mundo, que desde hace ya más de una década, han integrado sus acervos al acceso público dentro de diversos proyectos, como “La biblioteca Digital Mundial” y “La Memoria del Mundo”. (de donde tomo la idea para el título de esta entrada). En caso diametralmente opuesto, está el Archivo Histórico del estado de Querétaro, otro valiosísimo acervo, al que solo tienen acceso unos cuántos. Cuando se tiene tal cantidad de documentos, solo el acceso masivo permite conocer su contenido, entre más ojos estén sobre un documento, más posibilidades hay de reconstruir lo que desconocemos de nuestra historia, tanto remota como reciente. En fin, ojalá se pueda a futuro, por lo pronto, solo es un deseo personal, pero es un gran avance el que se estén digitalizando los documentos, por la facilidad para su consulta y manejo, aunque sea solo al interior del local.

Creo que entre más se pueda consultar el archivo, habrá más posibilidades de publicar investigaciones y aumentar la raquítica bibliografía histórica Sanjuanense.

Material bibliográfico.

Como todo buen archivo, el nuestro tiene varios faltantes importantes:

No se tienen documentos relativos a la fundación. Creo que la última vez que se habla de los “Títulos”  del pueblo fue cuando se enviaron al entonces presidente Venustiano Carranza, como prueba en uno de los frecuentes pleitos con el estado de México por la titularidad del agua del río. (Aunque sigo insistiendo en que no eran documentos fundacionales del pueblo, sino solo una serie de Mercedes Reales por los terrenos otorgados a los indios de Jilotepec) Después de eso no hay referencia de ellos, parece que nunca volvieron a la ciudad.

Los fondos
El viejo tragaluz
Tampoco están los archivos de la antigua República de Indios, tal vez igual de importantes en contenido y cantidad. Con la desaparición de esa figura, nunca se supo a donde fueron a dar.


El pasado mes de noviembre se publicitó una convocatoria llamada “San Juan del Río, la memoria de su gente” para que se compartiera a través de la dirección de Cultura, lo relativo al pasado de nuestra ciudad, sobre todo documentos, publicaciones etc. Parece que, por experiencias anteriores no se ha recibido mucho material, pero ojalá y a través de dicha iniciativa, algún día vuelvan algunos de los documentos perdidos del archivo, o aparezcan por ejemplo, los apuntes del Dr. Ruiz Olloqui, o cualquier otro material valioso. Creo que es cuestión de paciencia o de esperanza.
El proceso de escaneo
No se crea que es un lugar restringido, está abierto a todo el público para actividades de consulta e investigación. El único defecto que le veo es que solo tiene una mesa de trabajo. Y ojalá que estén a buen resguardo las banderas antiguas, el busto de don Rafael Ayala y los vestigios hallados en las paredes de la antigua cárcel, que ya no llegaron al nuevo local.

No se les olvide visitarlo, en horario de 8:30 a 15:30 hrs. La amable Lic. Marimar los atenderá, y tendrán oportunidad de platicar con ella. Creo que todavía quedan a la venta ahí algunos de los libros que ya se han reseñado aquí.

 
La Memoria local, perfectamente ilustrada.
Todas las fotografías son personales, excepto la final, de la Dirección de Cultura y Turismo Municipal.

jueves, 24 de marzo de 2016

Semana Santa, ayer y hoy (Actualización con imágenes)

Semana Santa, un ritual virreinal.


Fotografía personal. Detalle del Señor de la columna en la Parroquia de San Juan Bautista.
Es bien sabido que la cuestión religiosa fue determinante para las costumbres y la vida cotidiana en el México virreinal. San Juan del Río no fue la excepción, durante dicha época había un sinnúmero de actos litúrgicos que implicaban la participación de casi todos los habitantes, quienes de una u otra manera, establecieron varias tradiciones, algunas de las cuales desgraciadamente se han perdido o diluyendo en el trajín que significa la vida en nuestros días.
Presento a Ustedes una especie de relación de dichos eventos tomados de varios documentos y textos, de diversas fechas, ubicadas a principios del siglo XIX, algunos años apenas antes de la independencia nacional.

Cabe mencionar, que aunque en la actualidad los actos principales se circunscriben al fin de semana mayor, anteriormente implicaban muchos días anteriores.
Es difícil saber desde cuando se iniciaron los actos que a continuación se detallan, pero al menos la representación de las tres caídas se realizaba desde el siglo XVI, es de suponerse que iniciaba en la capilla primitiva, antecedente de la actual parroquia de San Juan Bautista (“el Templo”) igualmente el recorrido, por las actuales calles Guerrero, Mariano Jiménez y dos de abril, para terminar en la capilla del Calvario. La procesión solo implicaba a los indios, con la dirección de sacerdotes españoles y criollos. Con la construcción de otros templos y conventos, las ceremonias los implicaron. Asimismo, la filiación étnica de los habitantes fue cambiando, a los originarios se agregaron españoles y mestizos.
De tal manera, para inicios del siglo XIX, aún bajo la dominación española, ya se tenía conformado un ceremonial que implicaba la participación de todos los templos del pueblo.
La actividad iniciaba la semana anterior al domingo de ramos cuando, no sé porque razón, se llevaba a la capilla del Calvario una de las imágenes de Cristo, “subió mi amo al Calvario” dicen la crónica.
Posteriormente, el viernes de Dolores, se adornaban los altares de todas las iglesias, con un entramado al que se le llamaba “Monumento” implicando colores y símbolos alusivos a la fecha. En nuestra ciudad, esta costumbre casi ha desaparecido, he conocido algunos de esos “monumentos” en otras ciudades, consisten en cubrir el altar con largas telas y adornarlos con cirios y figuras elaboradas con cera en pétalos. Aquí, solo se conserva la costumbre en el altar lateral de Santo Domingo, aunque ya muy estilizado.
Fotografía personal. Adorno especial en la capilla del Rosario de la iglesia de Santo Domingo.
En la parte baja de los “Monumentos" se colocaba el llamado “Altar de Dolores” que implicaba adornos especiales, relativos a los dolores de la virgen María. Entre los elementos que llevaba este altar, destacaban pequeñas macetas, con brotes tiernos de trigo. Este adorno requería que se pusiera en algún recipiente a germinar las semillas desde semanas antes, con la particularidad de que se tenía que conservar en algún lugar oculto a la luz solar, de manera que llegado el día que se había que colocar, se sacaba y el trigo, en lugar de verde, tenía un color amarillo.
Con los mismos elementos, en muchas casas de la ciudad se levantaban altares de Dolores, significando esos domicilios un lugar de visita para familiares y amigos, implicando la participación en diversos rezos. Estos altares ya han desaparecido en los domicilios de la ciudad, algunos de los templos los conservan, los trigos amarillos igualmente, solo algunas veces en el Beaterio los he visto, aunque de un color verde.
Sin prohibición para los actos religiosos públicos, a partir del domingo de ramos, se iniciaban procesiones diarias, las más de las veces presididas, por las  autoridades civiles, e implicaban la participación de los indios y “los de razón” es decir mestizos o españoles, organizados por los mayordomos de las fiestas religiosas, cargo por entonces muy honorario.
Para no revolver, las procesiones de indios iniciaban en la Iglesia de “naturales” y las de los de “razón” en la otra.
Entre las procesiones de las "gentes de razón", estaban las organizadas por las cofradías, que eran asociaciones de laicos, que por alguna promesa u obligación participaban en trabajos y económicamente, para organizar ciertos ceremoniales religiosos.  Sus integrantes recibían algunas prebendas la mayoría simbólicas. La afiliación era por afinidad, ya sea por culto a algún santo, o a una fecha. En san Juan del Río hubo varías de esas cofradías, incluso una de “naturales”, algunas manejaban fuertes recursos económicos  que eran utilizados en sus fechas conmemorativas o en la celebración de la semana Mayor. Aunque ya no es exactamente una cofradía, la actual organización del “Santo entierro”, cuya imagen y culto recorre algunos de los antiguos barrios de la ciudad, sería lo más parecido.
Cuando los miembros de las cofradías disminuían, los sobrevivientes así como su patrimonio se integraban a alguna otra, a su elección, para la fecha que estamos relatando, las al menos ocho que hubo, ya habían desaparecido. Solo existía la muy poderosa cofradía “de Ánimas” tan pudiente que podía organizar procesiones durante varios días de la semana mayor.
No se crea que solo era ir caminando a algún templo y ya. Lo que se realizaba era lo que antiguamente se llamaba “función” es decir una ceremonia especial, que implicaba la limpieza y adorno de los templos en su interior y exterior, la provisión de cirios y veladoras y su “iluminación”, es decir dotar de algún modo de lámparas que dieran luz al templo, casi siempre eran de aceite.
Las procesiones de los indios eran más sencillas, pero implicaban a muchos asistentes, todavía les eran permitidas sus danzas medio paganas. Un dato que obtuve es que el domingo de ramos, tras la resurrección, tenían su función de “pica y danza”.
En el templo de llegada o recepción de las procesiones se hacía una misa solemne. Desde mediados del siglo XIX, la misma iglesia, prohibió a los indios sus profanas danzas, las leyes de reforma desaparecieron las pocas cofradías religiosas y al cambio de siglo el culto público se fue reduciendo, de manera tal que ya casi no hay procesiones excepto en los días mayores.

El martes Santo, se llevaba a cabo un ceremonial llamado “el Aposentillo”, consistente en  el rezo del rosario y ciertas ceremonias a una imagen de cristo, que se supone que para este día ya se encontraba preso y se le brindan ciertas atenciones y actos. En el documento revisado menciona el acto, no el ritual. Tomo en qué consiste del Lic. Francisco pájaro, quien menciona haberlo visto escrito en un documento de 1835, indicando que al menos desde esa fecha se lleva a cabo. Apoyo su afirmación, aumentando su temporalidad por lo menos a unos 20 años antes. Este ceremonial se ha conservado en nuestra ciudad y se efectúa en el Beaterio.
Fotografía personal. La visita de las siete casa, ritual del Jueves Santo.
El jueves Santo, además de la procesiones ya detalladas, de manera particular, los habitantes asistían a visitar los “7 altares” o las “siete casas” Esta visita consistía en acudir a los diversos templos de la ciudad y rezar ciertas oraciones. Simboliza el día en que Jesús en Jerusalén visitó varias casas solicitando permiso para cenar con sus discípulos. Este recorrido continua efectuándose en nuestra ciudad, incluso, con la desaparición de las procesiones, se ha aumentado “en solitario”. En cada templo que se visita, por una limosna se obsequia un pan miniatura, una crucesita de palma o un ramo de manzanilla, en Santo Domingo dan además monedas benditas. (Extrañamente la ciudad completó siete templos en la época colonial, los menciono con su nombre popular: Jesusito, San Juan de Dios, el Beaterio, Santo domingo, el Calvario, el Santuario y  la Parroquia -el Templo cierra este día, supongo que antes no) No hay un orden de visita, cada feligrés o grupo inicia según le acomode a su ubicación.
Fotografía personal.  Una de las cruces que indican  las estaciones del Viacrucis.
Durante el viernes santo, se realiza la representación del viacrucis, creo que ese no ha cambiado casi nada, se conserva en la actualidad un ritual de siglos. Parece que nunca se ha hecho representación con actores, siempre ha sido con imágenes de bulto.  El recorrido es el mismo y está señalado por cruces  de cantera en las paredes para indicar las estaciones. Incluso, creo que la mayoría de las imágenes que se utilizan en la actualidad, son las mismas de las fechas relatadas, se han conservado por lo menos durante dos siglos. Durante todo el año permanecen en la Parroquia de San Juan Bautista y este día se aprestan para el recorrido y los diversos momentos de la pasión.
-El Cristo Nazareno de las tres caídas.  (el que hace el recorrido)


Fotografía personal. El Cristo Nazareno de las tres caídas,  en la Parroquia de San Juan Bautista.

-El Señor de la columna.  (Cuando es azotado)
Fotografía personal. El Señor de la columna en la Parroquia de San Juan Bautista.

- El Señor del despojo. (cuando se despoja de su divinidad para morir en la cruz, esto se simboliza, despojándolo de la túnica)

Fotografía personal. El señor del despojo, en su ubicación permanente, en la parroquia de San Juan Bautista y  ya transformado, en la capilla del Calvario..


-El Señor del Santo entierro. (cuando  ha muerto y yace en su tumba)

Fotografía personal.  El señor del Santo entierro en la Parroquia de San Juan Bautista.

En la época antigua, no sé sí ahora, en todos los templos de la ciudad se realizaban, en los diversos momentos de la pasión, misas especiales, incluyendo un sermón alusivo.
Así, los sacerdotes de aquel tiempo preparaban:
El sermón del prendimiento.
El sermón de Soledad.
El sermón del descendimiento.
Fotografía personal. Imagen del Santo entierro, perteneciente a los antiguos barrios de San Juan del Río.
Otra cosa que creo que ya no se hace, es la costumbre de pasar la noche en la capilla del Calvario, para “velar a nuestro señor”.
El sábado de gloria,  se oficiaba otra misa solemne y se trasladaban las imágenes a su ubicación general.  Concluía con el llamado “Repique de Gloria” que todavía se realiza.
En la historia reciente, estaba prohibido todo acto festivo como ruido o música, el ayuno era muy practicado, hoy en muchos lugares se hace todo lo contrario.
Igualmente, cuando era niño, el día sábado nos armábamos de cubetas y globos y a cierta hora del día se nos permitía mojarnos en la calle. Posteriormente la familia salía de paseo al río. Hoy ya es imposible, casi no hay ni agua ni río.
La semana Mayor terminaba y también lo hace hoy con la llamada misa de resurrección el día domingo.
Fotografía personal.  El altar de los símbolos de la pasión en la Parroquia de San Juan Bautista.
Como siempre lo hago en estos temas, pido disculpas anticipadas por alguna mención incorrecta de la liturgia, es sin intención. Igualmente, no hay afán peyorativo al nombrar la palabra indio, así se consignan en las antiguas crónicas y así se llamaban ellos mismos. El otro sentido de la palabra es muy posterior.

Para mayor información sobre temas relacionados con estas fechas en nuestra ciudad dar click en los siguientes enlaces:

los-cristos-de-la-pasion

los-simbolos-de-la-pasion-en-san-juan

las-estaciones-del-viacrucis-en-san
_________________________________________________

De igual manera, aunque este es un blog laico,  es casi imposible separar la historia virreinal de los aspectos religiosos.  Abordo estos temas por su carga histórica.
 __________________________________________________________________________

 Anoto esta entrada como actualización ya que originalmente no había podido ilustrarla con las fotografías, lo que ya pude hacer.

miércoles, 16 de marzo de 2016

La explosión demográfica 3 (actualización ) con naturaleza muerta.

 LA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA 3

ACTUALIZACIÓN 16 DE MARZO DE 2016.

Para los que leyeron esta entrada desde ayer, una disculpa por no incluir la fotografía  relatada. Por alguna razón la plataforma no permitía dimensionar las imágenes y solo aparecía en tamaño pequeño. Hoy subsano la cuestión.


La imagen de portada era (y ya hoy es)  esta fotografía de Google Earth 2016, de la mancha urbana. Lo impensable, ya abarca desde el cerro de la Venta hasta Cerro Gordo y de Lomo de Toro hasta San Pedro Aguacatlán.



La imagen relatada, era la siguiente


1970 - 2016




Y aprovechando el espacio, alguno comentarios más:

La comparativa del Bulevar Hidalgo, artería creada de la nada en 1969, según para atraer de la autopista a los viajeros que pasaban entre México y Querétaro dado que al establecerse esa vía rápida en el año de 1957, disminuyó grandemente el tráfico por el centro de la ciudad, afectando notablemente al comercio que en la siempre principal Av. Juárez se había consolidado durante décadas.

 
El esfuerzo fue en vano, aunque conocí esa artería pocos años después de su construcción, estaba desolada, los vehículos no circulaban por ningún sentido.
No sé cómo se logró convencer a los propietarios de las huertas por las que atravesó para que cedieran su terreno, ya que implicó partir en dos sus propiedades:

La huerta Grande, ya casi no tenía producción frutícola, y se destinaba más a cultivo de alfalfa para mantener un hato lechero. Un par de años antes, la familia Layseca, sus dueños, había donado gran parte de ella para la construcción del Seminario Javeriano  y solo quedó en el lado oriente, calle de por medio, un terreno bardeado en forma cuadrilonga, donde decían que habían sido muchos años antes unas caballerizas, hoy es el Wings Army.

La huerta del Molino, que había sido muy productiva, para esos años estaba semi abandonada,  había tenido un último intento de producción unos años antes, con la plantación de más de una hectárea de durazno, que no dió el resultado esperado.
Hoy, es la zona al oriente del B. Hidalgo, donde se ubica el fraccionamiento el Molino. Al poniente solo quedó un baldío y la troje (con entrada en Galeana)  lo que fue mucho tiempo la PGR. 

La Huerta de la viña, la más afectada, y que se mantenía en producción aún. Al poniente solo quedó su casa de campo. La mayoría de frutales al oriente aún persistieron unos años.
Al tener libre acceso a las huertas, los pocos árboles frutales fueron presa fácil de la rapiña.  Recuerdo que en el Molino había unos de zarzamora (les decíamos moras) que eran exquisitas y de gran tamaño. Estaban en donde hoy es la callecita de la escalera a Cóporo. También recuerdo en esta huerta, el único árbol de granadas chinas, donde hoy es el centro Telcell.

En la viña había muchos más árboles, pero de fácil acceso solo estaban unas granadas donde hoy es Salinas y Rocha y un peral donde está Banorte.


Aunque el Bulevar fue inaugurado en 1969, y tuvo algunas construcciones aisladas, solo diez años después, cuando el municipio, siempre previsor, instaló  en ella un tejaban que decían era la central camionera de la ciudad, fue que su actividad constructiva se disparó y no se ha detenido hasta la fecha, es decir que en menos de cuarenta años, la gran extensión de la artería se llenó de comercios y se vació de vegetación, hoy todavía dan la última batalla los carrizos del arroyo Cano..


De los movimientos migratorios que llegaron al pueblo, debo mencionar que muchos de ellos fueron gente emprendedora en el comercio, que trajeron nuevos giros y revolucionaron la actividad comercial, hasta entonces limitada al movimiento en el mercado Reforma y sus alrededores, unas cuantas mueblerías y algunas misceláneas. El verdadero auge y variedad de comercio y servicios de todo tipo del que hoy disfrutamos en la ciudad, fue promovido por los entonces recién llegados.
Un detalle extraño, de la comparación de fotografías es que en la de 1970, el cauce del río se ve completamente desolado y en la de 2016, hay gran cantidad de árboles. Paradójicamente es consecuencia de la falta de corriente. Anteriormente, las frecuentes crecidas del río arrastraban gran cantidad de piedras, que impedían el crecimiento de árboles en el cauce. Hoy, la falta permite que crezcan, el terreno húmedo lo favorece.
  
EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD
_________________________________________________________________
Otra disculpa, creo que el asunto era la explosión demográfica pero terminé hablando de frutas. Todo es Historia. No iba a desaprovechar una entrada.
 _______________________________________________________________
La fotografía aérea de 1970 del DETENAL es muy conocida. se ha publicado en varios libros y páginas de Internet. Por cosas del destino, yo tengo una de ellas, no copia, sino 100% original, en una resolución que permite ver detalles como los que les he presentado en esta serie de la Explosión Demográfica. Por ser una fecha moderna, pero en la que el pueblo todavía conservaba la traza antigua, me es muy útil para observar detalles de la historia reciente.
_______________________________________________________________________
Una súplica:
 No me lo van a creer pero ya había relatado que el historiador Jesús Mendoza había sacado el Volumen XVIII de su serie Historia.
Ahora resulta que ya salió hasta el XIX.  No tendría nada de particular, es un autor muy prolífico, el problemas es que el volumen XVII es el del Portal del diezmo y es hora de que todavía no sale. Como ya me estoy resignando.



_________________________

martes, 15 de marzo de 2016

LA EXPLOSION DEMOGRÁFICA EN SAN JUAN DEL RIO 3 (final no muy duradero)


A mediados de la década de 1980, el gobierno municipal, poco a poco fue paliando el crecimiento, según ellos, porque solo se veía la apertura de nuevas vías. Los que por siglos fueron caminos, tornaron  en carreteras, calles o avenidas. Basten algunos ejemplos:
Imagen de Google Earth 2016  La gran ciudad

 El camino al Sitio y Cerro Gordo, de pronto se convirtió en la ancha Av. Río Moctezuma.
Álvaro Obregón que era el angosto camino a San Isidro, se amplió a una transitada avenida.

El viejo camino Real a México, antes de Tierra Adentro, se convirtió en parte de la Kimberly Clark  y  el resto en la hoy Av. Tecnológico. (No es exactamente el mismo trayecto,  pero sería lo más cercano)


 La nueva Hégira
Parecía que el crecimiento poblacional y por ende de la ciudad, se había estabilizado, pero ni los viejos ni los nuevos sanjuanenses esperaban lo que se venía, que la ciudad entrara de nueva cuenta en un crecimiento acelerado que desde entonces no se ha detenido, materializado en que cada nueva unidad habitacional, por más lejana que parezca, de inmediato es ocupada.

El primero de esos eventos, fue ampliamente publicitado, otra vez por la televisión. Se trató de una política del gobierno federal consistente en la descentralización de empresas y servicios públicos de la capital del país hacia la “Provincia”, política que en nuestra ciudad se tradujo en la llegada de un respetable número de empleados federales, que sin embargo, fueron absorbidos rápidamente por la ciudad de San Juan del Río, que una vez más, reordenaba sus límites, esta vez bastante alejados, con la esperanza de que fueran permanentes. Otra vez fueron traspasados por el segundo evento, esta vez natural:

En septiembre de 1985, un terremoto de magnitudes nunca vistas en la ciudad de México, obligó al gobierno a acelerar la campaña de descentralización, hasta entonces tibia. Además por cuenta propia, muchos capitalinos emprendieron la migración hacia lugares menos movidos. Por su cercanía con la urbe que dejaban, nuestro estado fue de los preferidos para la casi obligatoria Hégira, sobre todo los municipios del Centro, Corregidora y obviamente,  San Juan del Río.
 A la vista de los que ya estábamos aquí , en un abrir y cerrar de ojos, este último hecho se tradujo emblemáticamente en que la abandonada colonia de la UFERE, el último reducto de la ciudad, hasta entonces semipoblada de pronto se llenó de habitantes y aparecieron los polos de vivienda de El Pedregoso y COMEVI-INDECO. (Esta última hasta con la posterior bendición de Salinas de Gortari)

NUEVAS FRONTERAS VOLÁTILES
Una vez más las fronteras simbólicas serían traspasadas por los fraccionadores:  Atrás de Guadalupe de las Peñas, apareció el Rodeo. En un flash fotográfico, casi todas las milpas alrededor de la comunidad de San Isidro, fueron ocupadas por viviendas,  la construcción atravesó todos los puentes, el de fierro, el de piedra, el de la Autopista y el del Canal de Santa Clara. Nunca más el río sería límite.

Por el rumbo de la carretera a Amealco, en un lugar tan desolado, que por nombre antiguo tenía el de “Cuasinada” (Casi nada)  apareció la Colonia Vista Hermosa.
Hasta los burdeles le entraron al frenesí, el Foco Rojo se trasladó a San Isidro y la Escondida, convertida en Zafiro, fue a dar precisamente a Vista Hermosa.
Quisiera seguir enumerando la aparición de nuevos asentamientos, pero creo que ya sería repetitivo. Solo doy algunos casos significativos:

El Boulevard Hidalgo, trazado en 1969 sobre las últimas huertas emblemáticas san juanenses: la Viña, el Molino y la Huerta Grande, inició sin ninguna construcción en toda su extensión, excepto la vieja casa de campo de la Viña, y un potrero bardeado de la Huerta Grande. La primer entrada que se abrió fue la del seminario Javeriano, para que sus estudiantes ya no se fueran al centro por la orilla del río.  No estoy seguro si la primera construcción fue la clínica del seguro o un lote de automóviles llamado Maguesa junto al Arroyo Cano, espero no equivocarme, pero luego llegó la central camionera, la Volkswagen, Montoya Automotriz, El Bol San Juan, las mueblerías, los funerales etc. el caso es que desde entonces, casi cincuenta años después no ha habido día en que no haya una construcción en dicho Boulevard . Ya solo queda un baldío frente al Seguro.
Otro caso es la comunidad de Rancho de En medio, llamada así por ser el único sitio intermedio entre dos propiedades del Mayorazgo de la Llave: Cerro Gordo y San Cayetano. Hace años que ya no está en medio, la ciudad lo envolvió, y ni siquiera es ya el extremo oriente de la ciudad, la línea de casas ya traspasó Cerro Gordo y amenaza con llegar al Sitio. Hoy sería el rancho enmedio, pero de la ciudad.

Mejor ya no sigo, esto ejemplifica el refrán. Ya en 1985 éramos muchos y parió la abuela, y parece que fue parto múltiple.
Desde siempre, se han dado a conocer los resultados de los censos gubernamentales. En nuestra ciudad se aceptaban con resignación frente al bárbaro crecimiento de habitantes. La dependencia encargada de ellos es el INEGI, (Por cierto, una de las  primeras dependencias gubernamentales descentralizadas por completo, hacia Aguascalientes casi desde que se llama así, coincidentemente en las mismas fechas del crecimiento de San Juan) que goza en la ciudad de una falta de confianza, nadie cree en sus cifras, que son las siguientes, ciertas o no, ejemplifican el tema de esta serie de tres entradas.

 NUEVOS DATOS DUROS 
  • 1960 Ciudad, 11 177 hab; Municipio, 39 450 hab. (VIII Censo General de Población).
  • 1970 Ciudad, 15 422 hab; Municipio, 53 899 hab. (IX Censo General de Población).
  • 1980 Municipio, 81 820 hab. (X Censo General de Población y Vivienda).
  • 1990: Ciudad, 61 652 hab; Municipio, 126 555 hab. (XI Censo General de Población y Vivienda).
  • 1995: Ciudad, 84 532 hab; Municipio, 154 922 hab. (I Conteo de Población y Vivienda).
  • 2000: Ciudad, 99 483 hab; Municipio, 179 668 hab. (XII Censo de Población y Vivienda).
  • 2005: Ciudad, 120 984 hab; Municipio, 208 462 hab. (II Conteo de Población y Vivienda).

2010: Ciudad, 148 897 hab; Municipio, 241 692 hab. (prel. XIII Censo de Población y Vivienda

UNA NUEVA ESPERANZA
La ciudad ha crecido casi 10 veces en 50 años, habiendo sido testigo un servidor de casi todo ello, en un momento me preguntaba a dónde nos llevará dicha expansión. Confieso que hasta hace poco estaba en la incertidumbre, afortunadamente hace unos meses leí por ahí que ya vamos a ser parte de la “segunda zona metropolitana” y entonces me tranquilicé ya que tal iniciativa vendrá a resolver todas las cuestiones relacionadas ¿Será?

Y por cierto, ya casi nadie tiene agua caliente y el viejo potrero de la Huerta grande (la única sección de esta que quedó al oriente del B. Hidalgo) hoy es el Wings Army. Cosas de la modernidad.
Esta vez casi no presento imágenes, solo esta comparativa del B. Hidalgo en 1970 y en 2016, que ilustra el dramático crecimiento de una arteria, de la nada, cero construcciones, a la actualidad. Está orientada  con el norte abajo, en su inicio en la calle de Allende (en el mero hotel Jalisco) hasta la actual clínica del Seguro Social. Juzguen Ustedes.

Fotografía de 1970, del DETENAL (Dirección de Estudios del territorio Nacional) hoy absorbido por el INEGI (Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática)  en contraste con la imagen de Google Earth de 2016. 
 B. Hidalgo 1970- 2016

ACTUALIZACIÓN 16 DE MARZO DE 2016.

Para los que leyeron  la entrada desde ayer, una disculpa por no incluir la fotografía  relatada. Por alguna razón la plataforma no permitía dimensionar las imágenes y solo aparecía en tamaño pequeño. Hoy subsano la cuestión.