domingo, 21 de agosto de 2016

El nocturno a un Sanjuanense

El nocturno a un Sanjuanense

Manuel Domínguez
Solo la exactitud de aquella teoría que postula que los opuestos se atraen puede explicar el hecho de que dos personalidades tan disímbolas hayan podido coincidir y cultivado una amistad que trascendió sus vidas.

Así, lo reflexionaba el Doctor Miguel Domínguez Quintanar el aciago 6 de diciembre del año de 1873, cuando presa de la incertidumbre subía la escalera que le conducía al segundo patio de la Escuela de Medicina de la capital de la República, donde se desempeñaba como docente, para cerciorarse de la fatal noticia  que le habían enterado minutos antes.

Todo lo que temía en los instantes previos a trasponer la puerta, se confirmó al abrirla. Adentro se encontraba el cadáver  de un querido discípulo y a la vez poeta, Manuel acuña. Debió resultarle un dilema cuál de sus deberes debía prevalecer, el de Médico, para hacerle una revisión o el de amigo, para leer la carta póstuma que el bardo dejó.
Sin embargo, no titubeó, primero realizó la auscultación del cuerpo y luego tomó la misiva, precisamente dirigida a él, en la que el alma atormentada del poeta, le solicitaba que evitara que se le practicara la autopsia y extendiera una disculpa al director de la Escuela.

Había temido un listado de encargos incumplibles, no fue así, lo que en ella se le pedía era fácil de realizar, aliviado, empezó a recordar a cómo conoció al estudiante un par de años atrás. Le llamó la atención desde el primer momento por ser diametralmente opuesto en carácter, personalidad, temperamento y creencias a lo que fue él cuando tenía su edad. Ese recuerdo le trajo otros y pronto se halló repasando su propia vida, tratando de encontrar en ella algún detalle que lo uniera con Acuña.

Biografía

Manuel Domínguez Quintanar, nació en Querétaro, el 5 de Agosto de 1830. Sus padres fueron el General Juan Domínguez y Gálvez e Ignacia Quintanar.
Ignacia pertenecía a una encumbrada familia cuya casa se encontraba en la entonces calle del Curato, barrio de San Miguel, en San Juan del Río. Lugar que concentró desde décadas antes y casi durante todo ese siglo a las familias de mayor poderío económico del entonces pequeño pueblo. (Era sobrina del General José Luis Quintanar, de todas las confianzas de Agustín de Iturbide)

Fotografía Personal. La casa de la Familia Domínguez Quintanar, luego de Manuel y su esposa. Muy remodelada.
Por la profesión de su padre, militar y político de altos vuelos, incluso  a nivel nacional, la familia debía viajar con él a los distintos lugares donde era comisionado, hasta que por los vaivenes de la política, (el General quedó desprotegido por una vieja enemistad con Santa Anna quien lo remitió a puestos menores) decidió por el retiro y se asentó de manera definitiva en San Juan del Río.

Por ser de familia acomodada, cuando llegó el tiempo de ello, no tuvo impedimento para trasladarse a la ciudad de México donde estudió Medicina, recibiéndose en 1854. De inicio decidió ejercer su profesión sin el apoyo familiar, lo que lo llevó a distintos lugares de la república, con poco éxito. Pobre, fracasado y falto del amor familiar, regresó a San Juan del Río, tomando el ofrecimiento de don Guadalupe Perrusquía, otro médico con el que su madre se había casado tras enviudar del General, quien le ofreció compartir su clientela.

La decisión le fue favorable, la clientela llegó y además, a través de la familia, el joven médico calzó como guante en la élite que componían sus vecinos, de tal manera, que a pocos años, inició además una carrera política que le llevaría muy lejos, profesional y geográficamente hablando.  Sus vecinos de la calle del Curato, eran nada menos que los descendientes de Don Esteban Díaz González, Don Agustín Ruiz Olloqui, los Uribe, los Perrusquía, los Berruecos y demás, casi todos entrelazados, además de la clase social, por los matrimonios.

No fue difícil que algunos años después de su llegada, tanto Manuel como su hermano Ángel, comenzaran a ocupar puestos políticos locales. Les ayudaba la posición económica y su familia, pero sobre todo el hecho de ser personas preparadas. En una ciudad que apenas una década atrás había dejado de ser Villa pocos tenían ese privilegio.
Tampoco lo fue, dada la posición de los habitantes de la calle, ya para entonces llamada “De don Esteban”, que ante la disyuntiva nacional que se presentó en la década de 1850 de decidirse entre los dos partidos resultantes de las leyes de Reforma, optaron por el conservador, y siendo autoridades locales, también la ciudad lo fue.

Una cosa llevó a otra. Al arribo de Maximiliano, auspiciado por los conservadores,  se declararon imperialistas. Y para que no quedara duda, Manuel, como Prefecto Político, apoyado por familiares y vecinos tomó acciones para granjearse a las graciosas majestades, entre ellas, la erigir una columna en la plaza principal, para colocar un busto de la Emperatriz Carlota (que ella misma sugirió se dedicara mejor a la Independencia, y así nació un año después la columna que hoy vemos en el centro de nuestra ciudad) declarándola además Patrona y especial protectora de San Juan del Río. También se dio la propuesta de celebrar como día nacional el 7 de junio, aniversario de la emperatriz y ofrecerle un cetro de oro.

Durante la Visita de 1864 de Maximiliano a San Juan del Río, Domínguez declaró el día como fiesta nacional,  hizo liberar a los presos de condenas leves y organizó  todas las fiestas habidas y por haber ante tan fausto acontecimiento, incluso, al venir Maximiliano sin Carlota, en el baile de honor, fue la hermana del Prefecto, Paz Domínguez, quien bailó con él. (Carlota nunca estuvo en San Juan del Río,  todos los ofrecimientos y honores que se le hicieron y su gentil declinación fueron a distancia, vía carta)

La situación para los imperialistas sanjuanenses en la época fue de jauja, pero solo duró  un suspiro, al cabo de apenas tres años, Maximiliano regresó a San Juan, esta vez en circunstancias adversas, rumbo a Querétaro, en un viaje del que no retornaría con vida. La suerte de espaldas que portaba no impidió que los habitantes de la vieja calle le reiteraran su apoyo, y aún más, en marzo de 1867, ya en la ciudad de Querétaro tuvo entre su ejército a tres “sanjuanenses”, los tres sobrevivirían  a la derrota, no así el emperador. Ellos eran:

Celestino Díaz Domínguez, nieto de Don Esteban, nombrado abogado del Imperio, nacido en San Juan pero refugiado en la ciudad de Querétaro desde antes del Sitio. Al no ser militar pudo salvarse. Se dedicó a la política, el periodismo y el comercio en esa ciudad, no volvió  a  San Juan.

Agustín Ruiz Olloqui: Médico radicado y casado en San Juan. En 1867, hallándose refugiado en Querétaro fue nombrado Director del Hospital de sangre durante el Sitio. El 12 de mayo de 1867, de manos Maximiliano recibió la condecoración de Caballero de la Orden de Guadalupe. No tuvo mucho tiempo para lucirla, apenas tres días después cayó la ciudad en poder del ejército liberal. Se salvó  por su profesión y el hecho de haber atendido por igual a los heridos de ambos bandos, en el Hospital. Pudo en poco tiempo regresar a San Juan del Río.

Manuel Domínguez Quintanar. En 1867 disfrutaba de su familia, ( apenas el año anterior se había casado con Adelaida Girón) posición y profesión en su casa del no. 6 de la Calle de Don Esteban cuando Maximiliano lo nombró Prefecto político de la ciudad de Querétaro durante los meses que duró el Sitio de ella. Al ser derrotados, se salvó de ser fusilado gracias a su comportamiento humanitario con los prisioneros liberales, quienes abogaron ante Escobedo para que lo perdonara, con la condición que regresara su pueblo y entregase los archivos de la Prefectura a quien se nombrara en ese puesto.

El perdón solo fue momentáneo y al aparecer su nombre entre los candidatos a ser fusilados se refugió en la Ciudad de México, donde se presentó ante el ministro de Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada, de quien obtuvo el perdón definitivo, consistente en una prisión domiciliaria en la capital. Lugar donde en sus años iniciales sufrió penurias económicas que provocaron varias veces la separación con su familia. La situación se estabilizó cuando empezó a hacerse de una clientela como médico particular y obtener el  puesto de Prefecto de la Escuela Nacional de Medicina en 1870 además de algunas cátedras en el mismo lugar. No volvió a radicar en San Juan, su vieja calle había cambiado otra vez de nombre, ahora se llamaba Iturbide.

Es en esa época, cuando conoce a Manuel Acuña, un poeta nacido en 1849 en Saltillo Coahuila, donde vivió sus primeros años, para trasladarse  en 1865 a la Ciudad de México ingresando al Colegio de San Ildefonso de donde pasó  a la Escuela Nacional de Medicina en 1868.
Manuel Acuña, el malogrado poeta.
Era muy joven, cuando en 1869, a la par de sus estudios inició una carrera como dramaturgo y poeta, en esta última a pesar de su corta producción logró consolidarse como destacado representante del Romanticismo, aquella corriente que buscaba redimir a la humanidad  por medio entre otras cosas del arte, la enseñanza y la ciencia. Publicó su obra en muchas revistas y periódico de la capital. Miembro y fundador de muchas sociedades literarias, fue muy conocido por sus contemporáneos y supo de las mieles del éxito a temprana edad.

Sin embargo, a la par de su éxito literario, su vida personal fue diametralmente opuesta. Era revolucionario y contestatario, protestaba por todo y le amargaba enormemente no obtener los resultados de sus luchas. En el terreno sentimental fue igual, romántico hasta el tuétano, se hizo de una musa real pero inalcanzable, Rosario de Peña y Llorente, su “santa prometida” a quien idolatró en sus sueños pero quien lo rechazó en la realidad, haciéndole perder la cabeza y la vida.

Este hecho, recibido por una personalidad impulsiva y balbuceante y una naturaleza enfermiza determino su destino. Decidió despreciar la gloria que sus escritos le auguraban. No deseando una vida privada del amor anhelado, toma por propia voluntad el destino fatal de los héroes románticos: Morir joven y por un ideal. Su suicidio ocurrió el 6 de diciembre de 1873.

El Doctor Domínguez nunca pudo encontrar las razones que le acercaron a aquel joven impulsivo, ateo, liberal y ¿Cómo pudieron compaginar esos rasgos caóticos con los de un hombre maduro, conservador, profundamente católico  y mesurado en sus acciones ¿Sería por llamarse igual?.
Mortificado por no haber podido impedir que un grupo de médicos de la misma escuela le practicaran la autopsia, asistió al sepelio en el Campo Florido, no pudo dejar de recordar la tormentosa fascinación que la muerte ejercía en el poeta y le llevó a escribir un poema que trágicamente  calzaba al fúnebre momento. 

ANTE UN CADAVER
¡Y bien! aqui estás ya... sobre la plancha
donde el gran horizonte de la ciencia
la extensión de sus límites ensancha.

Los años pasaron, el médico fue envejeciendo, continuó con sus cátedras y volvió a su otra pasión, la política, fue Diputado al congreso de la Unión, senador y Regidor del ayuntamiento de la capital, correspondiéndose el honor en 1878 de ser  orador del acto oficial del 16 de septiembre.
Publicó varias obras entre las que destaca el capitán fantasma, Leyendas Históricas y Fátima. Murió en México el 15 de Marzo de 1910.

El Doctor Manuel Domínguez Quintanar 
Al unísono, la obra de Acuña se revaloró. El poema que dedicó a la imposible mujer, rebautizado ya como “El nocturno a Rosario” se convirtió en el emblema del amor trágico y elevó a Rosario de la Peña, “Rosario la de Acuña” a la categoría de musa por excelencia de las letras mexicanas. Sus restos estuvieron en la Rotonda de los Hombres Ilustres antes de ser trasladados a Saltillo en 1917.

Rosario, "la de Acuña"
De la amistad entre el Médico y el poeta que no llegó a serlo, se conserva un soneto que le dedicó..
  A MI QUERIDO AMIGO Y MAESTRO MANUEL DOMÍNGUEZ

Sabiendo, como sé, que en esta vida
 Todo es llanto, tristeza y amargura,
 Y que no hay ni siquiera una criatura
 Que no lamente una ilusión perdida.

 Sabiendo que la dicha apetecida
 Es la sombra y no más de una impostura,
 Y que la sola aspiración segura
 Es la que al sueño eterno nos convida:

 Mi voz no puede levantar su acento
 Para desearte, á más de los que tienes,
 Otros años de lucha y sufrimiento;

 Pero mi voz te da sus parabienes,
 Porque sé que hasta el último momento
 Brillará la honradez sobre tus sienes.

Manuel Acuña
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Aunque el poema lo tenía desde hace varios años no se había dado la oportunidad de redactarla una entrada.La circunstancia la dio el estar trabajando en algunas biografías. Creo que esta es la mejor manera de entrelazarlo con la historia local. .Aclaro que todos los datos son reales y comprobables. Obviamente solo hice la recreación literaria de los pensamientos del Dr. Domínguez. Hoy su calle se llama 16 de Septiembre, en el centro  de San Juan del Río.___________________________________________

martes, 9 de agosto de 2016

Toponimia antigua de San Juan del Río

Toponimia antigua de San Juan del Río


La Toponimia es la disciplina que se encarga de estudiar el significado de los nombres de lugares.

Dada nuestra vasta herencia indígena, en México se tienen innumerables lugares que provienen de las igualmente muchas lenguas que antiguamente se hablaron en nuestro territorio.

Creo que respecto a los nombres indígenas de lugares, en San Juan del Río, no se ha hecho un estudio particular, solo menciones aisladas en diversos textos.

Hoy intentaré iniciar un listado de los significados de los pocos nombres indígenas que aún persisten en nuestro municipio, es decir los que todavía se utilizan comúnmente.

Ya se ha expuesto en este espacio, que los grupos étnicos que poblaron lo que después fue San Juan del Río fueron los llamados por los cronistas de la época  como chichimecos, (aunque en realidad eran pames) otomíes, mexicas e incidentalmente tarascos.

Con excepción del pame, del resto de las lenguas, increíblemente en la actualidad podemos todavía encontrar algunos ejemplos, demasiado pocos para un lugar en el que al menos durante cuatro siglos, la población mayoritaria fue indígena.

A veces hay variaciones, ya que  en muchos casos al ser lenguas vivas, van evolucionando sus modismos, fonética.  Así que a veces incluso a un hablante de esas lenguas le cuesta reconocer  el significado de un lugar nombrado en el mismo idioma pero en la variante antigua, que a veces ya no corresponde con la actual. Esto se da sobre todo en el otomí, que viniendo de un antiguo tronco común, terminó con variantes importantes. Así, un hablante del otomí del Valle del Mezquital, en Hidalgo, con esfuerzos logrará comunicase con un colega de Amealco, o ambos con otro de Tolimán.

A lo anterior debe aunarse que los antiguos idiomas no tenían alfabeto escrito, las palabras que hoy conocemos son como las oían y escribían los primeros españoles. Aquí está otra de las dificultades, los viejos escribanos, no siempre plasmaban del mismo modo la misma palabra.

Otra de las explicaciones para que haya tan pocos nombres de lugares en idioma indígena, se explica por el hecho de que solo en lo que hoy es el  Centro Histórico era terreno otomí, todo el espacio circundante pertenecía a las estancias, sitios de ganado y después haciendas, propiedad de españoles, si tuvieron originalmente nombre indígena, lo perdieron tempranamente por esa circunstancia. Casi todas las comunidades actuales del municipio se formaron a partir de la repartición de las tierras de las haciendas en la época post revolucionaria, cuando ya los indígenas puros habían trocado en mestizos y el otomí estaba en decadencia.

El pequeño listado que presento, no lo encontré en una sola fuente, un par de lugares fueron lo único que encontré directamente en libros, los demás los obtuve luego de revisar muchísimas crónicas antiguas y varias gramáticas, otomíes sobre todo. El náhuatl, no da tanto trabajo.

NÁHUATL

A la llegada de los españoles, a lo que hoy es nuestro municipio, territorio, aunque los habitantes eran de diversas etnias, por el dominio azteca ejercido sobre ellos, debían manejar como lengua dominante el náhuatl, así,  todos los lugares  fueron nombrados en ella. Por el impacto de la conquista y la llegada de más otomíes, los nombres se sustituyeron a la otra lengua. Solo he encontrado uno indudablemente en náhutl.

Chintepec: Antigua hacienda  perteneciente hoy al Municipio de Pedro Escobedo, también fue estación del ferrocarril central. El nombre original fue MICHINTEPEC  que significa CERRO DE LOS PESCADOS. Se llamó así porque hubo anteriormente un pequeño cerro en medio de una laguna (lo que hoy es la comunidad  sanjuanense de Laguna de Lourdes) donde seguramente hubo peces. La laguna ya no existe, sus terrenos se ocuparon para viñedos y hoy para rosales.

San Antonio Zatlauco: Es una pequeña comunidad del sur del municipio, en Díaz, 1969, dice que es otomí y significa  PUEBLO EN LUGAR ARENOSO, aunque tengo mis dudas, ya que la terminación “co” siempre indica lugar en Náhuatl. En caso de estar en este último idioma significaría LUGAR DE PRIMAVERA. No encontré la palabra ni raíces parecidas en las gramáticas otomíes.

TARASCO O PURÉPECHA:

Aunque esta etnia no fue dominante en nuestro territorio ni en la época prehispánica, ni al inicio de la colonia, por la cercanía del antiguo territorio del imperio tarasco, seguramente hubo migraciones individuales o familiares  de las poblaciones contiguas. (El imperio tarasco terminaba en lugares tan cercanos como Acámbaro y Apaseo,  Guanajuato).  Alguno de los hablantes de ese idioma le dio nombre al siguiente lugar.

CÓPORO. Es la actual calle Melchor Ocampo, aunque casi todos le dicen Cóporo, que es el nombre antiguo. Significa en la mencionada lengua: JUNTO AL CAMINO GRANDE.  Este lugar, a lo mejor no como calle, sino como camino, probablemente es prehispánico y quizá de los pocos lugares habitados a la llegada de los españoles. Sería anterior incluso al antiguo camino Real, que se trazó por la actual Av. Juárez, de ahí su nombre, dado por alguno de los mencionados migrantes. Sobrevivió hasta la actualidad, aunque pocos conocen su significado.
 
OTOMÍ
Con el establecimiento en fecha imprecisa, pero cercana a la década de 1550 del pueblo de Indios de San Juan del Río, se pobló además de la escasa población local, con migrantes provenientes de Jilotepec. Lo mismo ocurrió con Tolimán y Amealco. Las viejas crónicas no dicen si específicamente de Jilotepec o de alguna parte de su territorio, porque extrañamente, dicen los pocos que han estudiado el caso, que el otomí hablado en Querétaro se parece más al hablado en el valle del Mezquital en  Hidalgo, que al del estado de México. No se puede saber si ese fue el caso de San Juan, por no haber ya hablantes autóctonos.

BANTHI: Comunidad del Oriente norte del municipio cercana a la hacienda de la Llave, significa MEZQUITAL.

VISTHA: comunidad cercana a la Llave, significa NOPALERA O CORRAL


GUINGO: El cerro más alto del municipio, significa literalmente LA CASA DE LAS NUBES, aunque el sentido estricto seguramente se refiere a su altura. Lo anoto como se escribe actualmente, aunque antes se escribía XINGO, y se debería pronunciar SHINGÓ, seguramente por eso se le fue cambiando a  guingó, que no se oye tan feo.

XIDO. Ya solo algunos habitantes mayores del barrio del espíritu Santo se refieren a él con su nombre el antiguo, que significa  literalmente  PIEDRA AMARILLA, en estricto TEPETATE.

XAJAY: Ex hacienda del Nororiente. Significa LUGAR CENAGOSO, es decir HÚMEDO. Originalmente la extensión de la hacienda tenía una parte en Querétaro y otra en Hidalgo, donde existen algunas pequeñas lagunas que hoy represadas, le dieron su nombre.

MÉDO: Son unos terrenos cercanos a Santa Rosa Xajay, parte de la antigua hacienda, significa TIERRA DURA O PIEDRA  DURA.

ESPAÑOL
Extrañamente, hay varios lugares del municipio que aunque están en español, su origen es muy antiguo, casi todos desde el siglo XVI.

LA MERCED: Es una  zona de milpas junto a la presa de la Llave, el nombre refiere a una Merced de tierras  de las varias que se les dieron a  Juan Jaramillo o sus familiares y que derivarían en la formación de la hacienda.

EL SITIO: Famosa comunidad del Oriente del municipio, colindante con el estado de Hidalgo. Su nombre deriva de un SITIO DE GANADO concedido en el viejo camino Real a Zacatecas, probablemente a don Gaspar de Morán, en la estancia que tenía, junto a Tlaxcalilla, Hgo.,  a fines de ese siglo.
Pintura del siglo XVI, el círculo superior marca la Estancia de Morán, al que se le otorgó un SITIO de ganado cercano. El círculo inferior marca un  "SITIO" no es el mencionado, se incluye con propósitos de ilustrar el uso del nombre, fueron muchos sitios similares otorgados en ese siglo, solo sobrevivió el relatado en el texto.

LA VALLA: Comunidad del norte del municipio. La hacienda de la Llave originalmente se extendía a lo que hoy es la Fuente, Tequisquiapan. En algún momento, por alguna operación legal, esa parte cambió de propietario, convirtiéndose en otra hacienda. Para delimitar las propiedades se puso entre ellas una valla, es decir una cerca, ubicada donde hoy está el poblado.

SANTA BARBARA LA CUEVA: aunque algunos dicen que el nombre le viene de una cueva en la orilla del cercano río, en realidad no es así.
La propiedad original, en el siglo XVI, le fue otorgada a un funcionario virreinal de apellido de la Cueva, que después se transformó en hacienda. Siglos después, por una propietaria de nombre  Bárbara,  obtuvo su nombre actual. Respecto a la cueva del río, es muy reciente, del siglo pasado, y no es natural, es un túnel artificial excavado.  

EL CAZADERO
En los llanos entre los estados de Querétaro y México en el siglo XVI el virrey en turno, efectuó, invitado por los dirigentes de Jilotepec, una gran cacería, es decir un “Cazadero”.


Mapa del siglo XIX,  incluye el Cazadero, aquí nombrado "Llano del Cazador"
LA ESTANCIA:
Comunidad moderna ubicada a orilla de la autopista México –Querétaro, trazada en terrenos de  lo que fue la antigua hacienda,  hoy bajo las aguas de la presa Constitución de 1917. Desde el siglo XVI, estaba ahí una estancia, que era un tipo de propiedad colonial con alguna labor específica, en este caso era una estancia agrícola. por su extensión se llamó siempre  “LA ESTANCIA GRANDE”.

LAS  IMPOSIBLES
Galindo y la Estancia Grande, mapa del siglo XIX
DESOCUA: Es un arroyo al sur del municipio, afluente del río San Juan, no he podido averiguar su significado, por la primer raíz sé que es otomí, en cuanto sepa se los informo.

GALINDO: Nombre original del siglo XVI, refiriéndose al río, dio nombre a la hacienda, pero no he podido averiguar si proviene de algún nombre indígena o lo más probable, que sea un apellido español.

ERRORES.

Aunque algunos dicen que el cerro de la Venta, antiguamente se llamó cerro del Texco, ya he dicho que fue un error del escribano y no hay significado en ningún idioma. Además ese nombre ni se usó antes ni ahora, así que lo dejamos para otra entrada.
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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD.
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Creo que el contenido de este estudio casi nadie lo sabe, porque nunca se ha publicado nada parecido. 
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En estos días hay pocos visitantes, seguramente por las vacaciones, a ver si mejora con el regreso a clases.

Como no escribí en estos días no pude invitarlos a la conferencia de hoy en el Portal del Diezmo, titulada LAS DOS VISTAS DEL EMPERADOR A LA CIUDAD, referente a las efectuadas por Maximiliano. Seguramente estuvo interesante, si fueron me la platican luego, pero les juro que no fueron dos, sino tres visitas. Si no me creen, asistan a la siguiente, el jueves 18 a las 7.00 llamada  EL CADÁVER DEL EMPERADOR Y SUS DESASTRES, y a menos que haya pasado por algún antiguo libramiento y por ahí llegó a San Sebas,  me darán la razón, fueron tres. No falten, entrada libre.
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viernes, 5 de agosto de 2016

Presidentes Municipales de San Juan del Río

Presidentes Municipales de San Juan del Río


Como tiene algo de tiempo que no pongo información que ayude a las tareas de niños , hoy presento la cronología de Presidentes municipales.

Aclaro que el listado lo realicé con base en las cuatro fuentes que tengo disponibles, las cuales presentan algunas inconsistencias en cuanto a nombres y fechas, sobre todo en los inicios de esta figura pública.

ANTECEDENTES
Desde sus inicios, en el siglo XVI, el estatus político y geográfico de nuestra ciudad ha sufrido diversos cambios y por lo mismo, las autoridades que le han gobernado, también han tenido diversas denominaciones y funciones.

El primer estatus de la zona que hoy ocupa nuestro municipio, fue como parte de las tierras otorgadas en encomienda a  Juan Jaramillo, en alguna fecha entre 1526 y 1530 correspondiendo a él, por no haber otra figura disponible, el honor de ser la primer persona que detentó una autoridad a nivel local, inicialmente solo se refería a la zona, por no haber pueblo “a la española” en donde ejercerla. 
 
Años adelante, según algunos documentos, en algún lugar hoy no determinado, cercano a la actual ciudad, se levantó un presidio, denominado “Frontera Chichimeca” cuyo mando militar estuvo a cargo de Luis de Velasco, quien después sería Virrey de la Nueva España. Detentaba autoridad militar. Hubo algunas variantes de esta figura, como el llamado “Justicia de los chichimecas” que abarcaba una gran zona, poco determinada geográficamente.

Al establecerse el pueblo en su actual ubicación, siendo parte ya de la Encomienda de Jilotepec, la autoridad civil de era detentada por las de ese lugar. Cabe mencionar que específicamente en el pueblo, fungía entonces el Juez de Registros, encargado de regular el paso de ganado por el incipiente Camino Real. Al mismo tiempo existía la llamada República de Indios de Jilotepec, que impartía justicia solo a los indígenas de su demarcación, incluidos los de San Juan del Río.

 Algún tiempo en el siglo XVI,  la autoridad civil de Jilotepec, en lo que se refiere a Justicia, se trasladó a Huichapan y San Juan del río siguió dependiendo de ella hasta la creación de la Alcaldía Mayor de Querétaro, en 1578, a cuya Jurisdicción quedó adscrito San Juan del Río, aunque en muchos aspectos, siguieron dependiendo de Jilotepec.

En algún momento del siglo XVII, seguramente por el aumento de población indígena, se estableció la República de Indios de San Juan del Río, figura que encabezada por un gobernador y varios ayudantes, regía los actos de los mismos a nivel civil e incluso judicial. Esta figura perduró hasta la Independencia nacional.

Las autoridades para los españoles del pueblo tuvieron varias denominaciones en el transcurso del virreinato, pero en general fueron dos: El subdelegado, para los asuntos civiles y el teniente, para los militares. En teoría, siempre fue superior la civil, pero dependiendo de la situación política, podía estar supeditado a la militar.

A finales de la colonia, el cuerpo de gobierno municipal, cambió a una junta de gobierno, integrada por varios notables de la ciudad, encabezada por un alcalde, pero la autoridad, ya civil puramente, correspondía a todo el conjunto. En los vaivenes que siguieron a la Independencia  nacional, por más de medio siglo, este cuerpo tuvo varias denominaciones y funciones, terminando a fines del siglo XIX y principios del XX, en la autoridad “municipal” concentrada en un funcionario llamado Prefecto Político.

Con la institucionalización del Municipio, en la carta magna, a partir de 1917, el gobierno local está integrado por el presidente municipal y el cuerpo de regidores.
Fotografía Personal. Detalle del interior de la Presidencia Municipal. Antiguo Convento de Santo Domingo. Sede de la autoridad Municipal desde el siglo XIX.

CRONOLOGÍA
Desde esos años, podemos establecer el listado de Presidentes municipales.
Dado que a pesar de la Constitución hubo algunos años después de 1917, de inestabilidad en todo el país, supongo que por eso hay inconsistencias en los listados, ya que dependiendo de la facción que llegaba, seguramente ponían a sus allegados, y al llegar otra, eran depuestos y colocados los suyos.

Para no errar, doy los distintos listados que tengo y la fecha que marcan como periodo para cada uno, según cada fuente, así como algún comentario pertinente.

FUENTE: Los municipios de Querétaro, Secretaría de Gobernación y gobierno del Estado, 1987.

Luis Prieto                          1917
Capitán Garcés                  1917-1918
Enrique Herrera                 1918-1919
Norberto Borboya (sic)       1919
Severino Ayala                   1919-1921
Ricardo Monroy                  1921-1923
Próspero Martínez             1923- 1925
J. Guadalupe Ramírez       1925- 1927
Saturnino Osornio              1927
José Z. serrano                  1928
José Martínez                     1929
José C. González               1929- 1931
Fidencio Osornio                1931-1933
Teófilo Gómez                    1933-1935
Palemón Ríos                    1935- 1936
Francisco Kraus                 1936 –1937
Alvaro Tejeida                    1937 – 1938
Francisco Kraus                 1939

COMENTARIO: Por la duración en años de los aquí nombrados, supongo que algunos son los impuestos por las facciones nacionales en conflicto, otra posible explicación de las discrepancias entre los listados puede ser que algunos solicitaran licencia por cualquier motivo y por eso duraran menos de los dos años de periodo legal. También puede ser que los interinos que los sustituyeron estén aquí nombrado. (En el libro no se aclara cuales son en periodo completo o interinato) Es evidente el error ortográfico en Norberto Borbolla.


FUENTE:   ENCICLOPEDIA DE LOS MUNICIPIOS  www.inafed.gob.mx/work/enciclopedia/EMM22queretaro/municipios/22016a.html

 Nombre
Periodo
Partido
Político
C. Severiano Ayala
1916-1917

C. J. Norberto Borbolla
1917-1919

C. R. José Martínez Sánchez
1920

C. Antonio Montes
1920

C. Mariano Loyola
1920

C. Antonio García Rebollo
1920

Teniente Coronel Ricardo Olvera
1920-1921

C. Manuel C. Romero
1921

C. Ricardo L. Monroy
1921-1923

C. Próspero Martínez
1924-1925

C. J. Guadalupe Ramírez
1925

C. Saturnino Osornio
1925-1927

C. Isauro Trejo
1927

C. Ildefonso de la Peña
1928

C. José García Rebollo
1928

C. José Z. Serrano
1928

C. José C. González
1928-1929

C. José Martínez
1929

C. José Bárcena
1929

C. Andrés Hoyo
1929

C. Salvador Gómez
1929

C. Guillermo López Real
1929

C. Fidencio Osornio
1930-1932

C. Teófilo Gómez C.
1932-1933

C. Fidencio Osornio
1933

C. Palemón Ríos
1933-1936

C. Francisco Kraus
1936

C. Rodolfo Monroy
1937

C. Álvaro Tejeda
1937-1939

C. Luis G. Pinal
1939

C. Pablo Olivares
1939


COMENTARIO: Aunque casi todos los nombres son iguales, hay diferencias en las fechas de gobierno. Ignoro cómo fue la transición del anterior sistema al nuevo, porque se consigna aquí desde 1916, puede ser que ya estuviera en funciones y continuó hasta 1917. En esta lista consignan por primera vez, el partido político al que pertenece el funcionario Roberto Licea, del  PRM, antecedente del PRI. Supongo que los que gobernaron desde 1929, pertenecían al otro antecedente priísta, el PNR, creado por Calles.
De este sitio, procede el que con algunos errores está en la enciclopedia virtual WIKIPEDIA.

FUENTE: Municipio de San Juan del Río. José Velázquez. 1997

Albino Ugalde                    1915
Severino Ayala                  1916
Luis Prieto                         1917
Capitán Garcés                 1917-1918
Enrique Herrera                1918-1919
Norberto Borboya (sic)     1919
Severino Ayala                 1919-1921
Ricardo Monroy                1921-1923
Próspero Martínez            1923- 1925
J. Guadalupe Ramírez     1925- 1927
Saturnino Osornio            1927
José Z. serrano                1928
José Martínez                  1929
José C. González            1929- 1931
Fidencio Osornio             1931-1933
Teófilo Gómez                  1933-1935
Palemón Ríos                  1935- 1936
Francisco Kraus              1936 –1937
Alvaro Tejeida                  1937 – 1938
Francisco Kraus               1939
Miguel Bueno                   1939- 1940
Roberto Licea                   1941
José Alegría Mejía            1941-1943
Isauro P. Vázquez            1943 – 1944

COMENTARIO: Este listado parece haber sido elaborado combinando las dos fuentes anteriores, por lo que sería el más completo, incluso consigna un nombre más temprano: Albino Ugalde, en 1915. Por la fecha en que apareció, termina su cronología en 1993. No consigna partido.

LOS DOCUMENTADOS
El listado que viene a continuación, inicia desde Miguel Bueno,  a partir de ahí, es el mismo en las fuentes consultadas. Son los sin duda correctos en nombre y periodo. Tomo el formato de la Enciclopedia de los Municipios agregando los recientes dos interinos.

Nombre
Periodo
Partido
Político
C. Miguel Bueno
1939-1940

C. Roberto Licea
1940-1941
PRM
C. José Alegría
1941-1943
PRM
C. Isauro P. Vázquez
1944

C. J. Santos Sinecio
1944-1945
PRM
C. Gabriel Herrera Cabrera
1945

C. Juan B. González
1946

C. Víctor Corchado
1946-1949
PRI
C. Teofilo Gómez Centeno
1950-1951
PRI
C. Jesús Machuca Dorantes
1952

C. Francisco Cabrera Pedraza
1953-1954
PRI
C. Felipe Cardoso Flores
1954

C. José Ayala Guillén
1955

C. Salvador Gómez Centeno
1955-1958
PRI
C. J. José García Rebollo
1958

C. Jesús Uribe y Uribe
1958-1961
PRI
C. Ernesto Callejas Pacheco
1961-1964
PRI
Lic. Manuel Suárez Muñoz
1964-1967
PRI
C. Raúl Olvera Aróstegui
1967-1970
PRI
Lic. Enrique Burgos García
1970-1973
PRI
C. Gilberto Ugalde Campos
1973-1976
PRI
C. María Dolores Paz Rico (interino)
1976

Ing. Gustavo Nieto Ramírez
1976-1979
PRI
C. Jorge Herbert Pérez
1979-1982
PRI
Ing. Leopoldo Peralta Navarrete
1982-1985
PRI
Lic. Federico Gómez Vázquez
1985-1988
PRI
Antrop. Jaime Nieto Ramírez
1988-1991
PRI
C. Jesús Salvador Olvera Pérez
1991-1994
PAN
C.P. Francisco Erick Layseca Coéllar
1994-1997
PAN
Ing. Gilberto Ariel Cecilio Ortega Mejía 
1997-2000
PAN
Ing. Atilano Inzunza Inzunza
2000-2003
PAN
Lic. Ma. de los Ángeles Jacaranda López Salas
2003-2006 
PRI
José Luis Gutiérrez Legorreta (interino)
2006
PRI
Jorge Rivadeneyra Díaz
2006-2009
PAN
Ing. Ricardo Morales Alegría (interino)
2009
PAN
Gustavo Nieto Chávez
2009-2012
PRI
Fabián Pineda Morales
2012-2015
CCPQ
Guillermo Vega Guerrero
2015-2018
PAN
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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD
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Espero les sirva a los alumnos para sus tareas.
Sería este el primer intento. Dadas las inconsistencias en los nombres iniciales, en cuanto consiga algún documento que compruebe alguno lo iré consignando, esperen actualizaciones.   
Creo que el o los lectores en Rusia siguen muy activos en el Blog, incluso en el mes superan las visitas locales. Un saludo.
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Repito la invitación a hacer comentarios, adiciones o correcciones a lo que aquí escribo. Al finalizar cada entrada, en la parte que dice comentarios o no hay comentarios, hacer clic. Contesto a todos.
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SECCIÓN COMERCIAL 
Este periódico se editaba en la década de 1970, como filial del Diario de Querétaro, con noticias regionales.

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