sábado, 24 de agosto de 2013

SAN JUAN DEL RIO PREHISPÁNICO II

Dado que la entrada anterior fue muy visitada, (ahora sí, sin caza blogs) presento un artículo similar, como podrán darse cuenta al leerlo, éste sí está completamente referenciado ya que es parte de un libro de próxima publicación y protegido por el derecho de autor, aclaro esto por si alguien requiere utilizarlo deberá dar el crédito.  Así, solemnemente declaro ante la comunidad bloguera que el artículo es de mi autoría y se comparte como primicia de la obra. (Antecedentes de la fundación de San Juan del río, Hernández Peña José Luis, 2013, y los datos del blog)
 

Antecedentes de la fundación de san Juan del Río

Por ser la antigüedad máxima para los huesos encontrados por Cyntia Irwin en 1960 en la cueva 8 del cerro de San Nicolás, Tequisquiapan, se puede ubicar que el ser humano se encontraba ya en el estado de Querétaro aproximadamente en el año 2300 a. C. Y aunque no existe un estudio específico de los grupos que desde esos remotos tiempos han ocupado el territorio de lo que hoy es San Juan del Río, es posible, de diversas publicaciones independientes pendientes desprender la siguiente cronología, aunque solo se ha explorado una parte mínima y de ella todavía menos se ha publicado:
 En lo que parece ser la primera exploración relatada, aunque no propiamente arqueológica, en noviembre de 1827, una  Comisión de límites, a su paso por  San Juan del Río informa: “Al N.O. del pueblo, y del otro lado del río, visitamos un cerrito, que encontramos formado de pórfido, también de base de piedra pez. Encontramos un solo fragmento de obsidiana; pero no habiendo hallado otros dudamos que el criadero de esta sustancia esté en dicho punto” (1)
En 1872 Mariano Bárcena, Director Sustituto para la Práctica de Mineralogía y Geología de la Escuela Especial de Ingenieros, como resultado de un recorrido por el estado, elabora una memoria con una descripción de la Sierra Gorda, en temas de su especialidad y en un apartado, en cuanto a vestigios menciona “a inmediaciones de San Juan del Río, y principalmente en las ruinas de San Sebastián  hay  muchos coesillos semejantes  a los anteriores, y que también contienen ídolos de esmaragdita y otros objetos curiosos”. (2) (se refiere a San Sebastián de Las Barrancas)
En 1939 se elaboró el Atlas Arqueológico, obra de alcance nacional por parte del INAH, reportando gran cantidad de sitios en el estado, en San Juan del Río, de manera muy escueta menciona que hay “sepulcros, esculturas aisladas. Cerámica.” (3)
 Específicamente para el municipio, el primer arqueólogo en trabajo formal fue Roberto Gallegos, quien hizo excavaciones en la hacienda de la Estancia en 1958, llegando por referencias orales hasta la hoy más conocida zona Arqueológica de El Rosario. (El resto de lo que exploró yace hoy bajo la Presa Constitución de 1917).
Enrique Nalda, arqueólogo, trabaja en 1975 en el barrio de la Cruz, confirmando la existencia de etapas constructivas anteriores bajo el montón de piedras que para entonces era la pirámide principal y hace además un reconocimiento general del valle. Señala en su tesis un total de 118 sitios con evidencias diversas de ocupación humana, fechando el más antiguo en 500 A. c. que corresponde a la etapa de los cazadores- recolectores o bien con los primeros centros sedentarios.
Desde entonces se inició una serie de esporádicas investigaciones en la zona y a partir de 1986 de manera continua en el barrio y cerro de la Cruz, (4) incluyendo una inconclusa pero ilustrativa reconstrucción de una de las etapas finales de la pirámide de la cima, que concluyó con la exposición y posterior  re enterramiento de otros elementos de la plaza. Cabe destacar además las recientes exploraciones hechas en 1995 por Enríquez en El Rosario (Donde se preservó el único ejemplo de pintura mural asociada a un edificio prehispánico en el estado) (5) y las Peñitas.
Es de entenderse que la facilidad para la pesca, caza y recolección en un clima más benigno y  estable que  el actual con  el río como centro,  favoreció el auge poblacional  en  los  abrigos  rocosos de las cañadas y posteriormente, la aparición  de los primeros asentamientos agrícolas que derivaron en el establecimiento de aldeas y pequeños recintos urbanos o ceremoniales en las partes planas adyacentes o bien en algún sitio en las alturas con algún significado religioso o astronómico.
De distintas etapas, los sitios con restos de ocupación humana sin arquitectura visible son: laderas del cerro de la Cruz, parte final de las Peñitas, las escuelas Rafael Ayala y ex Preparatoria San Juan, la colonia Fátima, Guadalupe de las Peñas y abrigos rocosos en las Peñas del río, además de una cueva con pinturas rupestres a orilla del río en la cañada de San José. En Rafael Ayala (6) se menciona también a “la Curva” y  la colonia de los “Paracaidistas” (7)  (Hoy Benito Juárez) sin aclarar a que se refiere, probablemente restos hallados casualmente, ya que carece de los datos técnicos como en los otros lugares que detalla.
En el terreno donde hoy está el Mercado Juárez hubo muchos restos superficiales, que por los arroyos llegaban hasta la calle de 5 de mayo. Personalmente encontré navajas de obsidiana, tepalcates y “caritas” de barro en todos esos lugares, lo cual era común hasta hace unos 30 años, también vi figuras más grandes encontradas en construcciones, en las Peñitas y cuevas del río y los restos encontrados en las dos escuelas mencionadas, exhibidos en sus respectivas direcciones y consistentes en figuras de cuerpo entero de aproximadamente 25 cm e incluso cráneos.
La mayor colección de dichos objetos, propiedad de particulares, se reunió para una exhibición temporal en una casona de la calle  de 16 de  septiembre durante la feria de  1976, que sería  la punta de lanza para  la  posterior  instalación del Museo de la Santa Veracruz en 1981, que al tematizarse luego como “De la Muerte” fueron a dar parcialmente al breve pero completo “Iztacchichimecapan” del Centro Histórico y Cultural de la ciudad, quedando en él solo algunos objetos relacionados o como simple referencia.
Un importante vestigio de este tipo fue un marcador solar ubicado en la parte central de las Peñitas, dado a conocer por Porfirio Díaz Oviedo en los años noventa del siglo pasado (8) cubierto después, en un claro ejemplo de arqueología al revés, -común en el municipio- para hacer un mirador y emparejar una calle en la que casi nadie circula por no haber quedado pareja. (Por cierto, exactamente frente a éste, en el Cerro de la Cruz hay otro marcador, por si alguien quiere hacer otro mirador)
Ya en nuestra era, alrededor del valle y en el mismo inició la construcción  de centros ceremoniales con arquitectura visible y en algunos casos, monumental; pirámides, cuisillos y plazas. Los principales son: Cerro de la Cruz, El Rosario, la Magdalena, la Estancia, Santa Rita y San Sebastián de las Barrancas (aunque hay restos en casi toda la extensión del municipio, no explorados formalmente, muchos quizá con construcciones sepultadas). Todos influidos sucesivamente  en mayor o menor medida por las culturas Chupícuaro de Guanajuato, Teotihuacana, Tolteca y Azteca.
El colapso de cada civilización dominante, por la pérdida del control administrativo, significaba el abandono de los centros ceremoniales, periféricos o menores como es el caso de los existentes en la zona, situación que se repitió hasta el fin del período post-clásico cuando declina la construcción monumental, aunque la gente continuó su vida cotidiana  en aldeas y cañadas del río, a la vera de los antiguos edificios  que  poco a  poco fueron cubiertos por los elementos naturales y en algunos casos por el olvido.
Casi todos los espacios ceremoniales conocidos en el municipio, además de varias fases de ocupación, tienen la particularidad de nunca estar en un lugar relativamente plano; o es sobre una barranca o en ladera de un cerro, la excepción es el barrio de la Cruz, abajo y al oeste del cerro, donde sí existieron plazas y zonas de habitación, aunque no se trata de alguna construcción monumental, sino viviendas comunes. La razón de esos emplazamientos no es clara, pudiera parecer que se construían ahí para facilitar la defensa, pero sin elementos constructivos que pudieran servir para ello como bardas altas o entrada estratégicamente defendible, además, situarlos en partes altas obraría un efecto contrario, los hacía completamente visibles.
Por su ubicación en la frontera de Mesoamérica, entendida esta, dadas las circunstancias de los habitantes, no como acotamiento físico y estático sino cultural, y por lo mismo fluctuante, la región fue paso obligado y a veces asiento temporal de tribus chichimecas del norte, estableciéndose una relación entre éstos y los pobladores sedentarios que debió ser cambiante, con etapas de paz y confrontación alternadas.
A partir del postclásico, durante el imperio azteca, la región estuvo ubicada en los imprecisos confines septentrionales del reino otomí con cabecera en Jilotepec, mismo que fue conquistado de manera definitiva en 1487 por el emperador Ahuizotl anexándose desde entonces y hasta la caída ante los españoles, a los dominios de la Triple Alianza. (Siendo vecinos ambos reinos, desde tiempos remotos habían tenido una historia de confrontaciones aisladas, casi siempre con resultado favorable a los primeros, aunque el dominio ejercido hasta entonces había sido intermitente)
Por ser la ruta del norte la menos importante para el comercio y la guerra para el imperio azteca,(el tráfico de personas, mercancías y relaciones se daba por Michoacán, Jalisco y Colima al oeste, y por la Huasteca y Veracruz por el este) la región de San Juan del Río ni siquiera mereció  ser invadida ni tuvo el mérito de que se fundara un poblado, lo máximo que llegó a ser fue un baluarte defensivo contra los tarascos, habitado por unos cuantos aztecas, otomíes y chichimecos, al que llamaron Iztacchicchimeca, que es lo que había en la época de la conquista. Al pequeño asentamiento formado sobre las Ruinas del Centro ceremonial del Cerro de la Cruz llegaron después de la caída de Tenochtitlán, algunos cuantos otomíes de Jilotepec y lugares vecinos para escapar del pago de tributo a los encomenderos, siendo así, este lugar el primer antecedente de la hoy ciudad San Juan del Río en la época colonial.
José Luis Hernández Peña
 Referencias
 1) La comisión, a cargo de Manuel Mier y Terán se dirigía a reconocer la frontera con Texas. El cerro referido es del de la Venta. Específicamente el  Barrio de la Cruz fue visitado antes por el embajador estadounidense Joel R. Poinsett, en 1822, aunque sólo para admirar desde ahí la vista del valle. Ver Fernando Díaz Ramírez Dieciséis relaciones de Querétaro. Siglos XVII-XVIII Y XIX y una relación del siglo XX . Querétaro, Ediciones Culturales del Gobierno del Estado, 1977 pp. 165 y 166.
2) Mariano Bárcena, en Margarita Velasco Mireles, La Sierra Gorda: Documentos para su historia vol. II, México, INAH, 1996, p. 216.
3) Ibid.  p. 298.
4) Respecto a esta zona arqueológica existe un completo trabajo de Juan Carlos Saint Charles y Miguel Arguelles “Cerro de la Cruz. Persistencia de un centro ceremonial ” en  Ana María crespo y Rosalba Brambila, Querétaro Prehispánico, México, INAH, 1991.
5) Cfr. Juan Carlos Saint Charles, et al, “La Arqueología en Querétaro El reto ante un nuevo milenio”, en Guadalupe Zárate Miguel, Cinco miradas. Memoria del Primer encuentro de Estudios queretanos. Balance y perspectivas, México, Centro INAH Querétaro, 2005. pp. 131 a 159. En 2009 el sitio fue re-redescubierto por una lluvia y en atención al estilo observado en las pinturas no tardó en ser bautizado como “Teotihuajuan.” Oficialmente  ahora se llama “el lugar de los cuchillos curvos” Aunque apenas se ha explorado uno de los edificios, resultó ser el único asentamiento teotihuacano (o sea un lugar no con influencia teotihuacana sino hecho por teotihuacanos y habitado por teotihuacanos, no fuera del valle de México
6) Cfr. Rafael Ayala Echávarri, San Juan del Río, Geografía e Historia 2ª. Edición, México, Manuel Ayala Valenzuela, 1981, pp. 21 a 24. Dato agregado a esta edición, tomado sin cita de Cuauhtémoc Chávez Trejo, Vestigios arqueológicos de las culturas indígenas en San Juan del Río, Qro. San Juan del Río, Escuela Preparatoria de San Juan del Río, 1976, en Presentación. 
7) También agregado a la 2ª edición. No se si sea un error, no hay restos  documentados en dicha colonia.  Sí los hubo en la cercana colonia Fátima, a orilla de la vía, sin construcciones visibles, al parecer parte del asentamiento ubicado en las Peñitas hoy cubierto por la escuela “Rafael Ayala”, perfectamente identificado aunque no estudiado formalmente. La fecha que da Chávez es cerca al inicio de construcción moderna en ambas colonias.
8) Ver Gregorio Rangel Otero, “Marcador Solar Prehispánico descubierto en San Juan del Río”, en Margarita Velasco Mireles et al, Testimonios para la Historia. San Juan del Río, Qro. Sin d.e. 1993, compilación de artículos de diversos autores relativos al municipio, originalmente publicados en  la revista “Querétaro”  del  Gobierno del Estado, al carecer de datos se citan los del artículo inicial. pp. 77- 83.
 

miércoles, 21 de agosto de 2013

San Juan del Río Prehispánico

ANTES DE LOS TIEMPOS

No existe un estudio especifico ni detallado de las culturas que habitaron en lo que hoy es la ciudad de San Juan del Río y sus alrededores en la época prehispánica. Tradicionalmente se nos ha dicho que tenemos una raíz otomí, pero esta parece ser la más tardía, sin querer hacerlo ahora, se mencionarán de forma somera los lugares donde se han encontrado restos prehispánicos con o sin arquitectura visible. Es solo es un listado, posteriormente se irá ampliando  en lo posible cada uno de los sitios mencionados, algunos conocidos por publicaciones, otros por tradición oral y varios de ellos por observaciones personales ya que conocí  San Juan del Río cuando era una ciudad pequeña, no la hoy cubierta por el asfalto y el concreto. En mi niñez, en la década de 1970, era posible ir a ciertos lugares cercanos a buscar "caritas", navajas y flechas y darse el lujo de encontrarlos.



Las estrellas indican los lugares mencionados aquí. Mapa INEGI





























Menciono aquí los lugares más conocidos y algunos que les sorprenderán. Por obvias razones en el centro del pueblo nunca encontré nada, dado que la mayoría de casas que hoy vemos y les decimos coloniales, en realidad tienen al menos tres reconstrucciones o reedificaciones en el transcurso de casi quinientos años. Si hubo algo en el centro está sepultado bajo todos sus cimientos.

Lugares con arquitectura visible y no visible

El cerro de la Cruz: Por su emplazamiento sobre la altura del valle, fue el sitio perfecto para la erección desde 500 años antes de Cristo del primer centro ceremonial, con influencia de la cultura Chupícuro de Guanajuato. Más de 2000 años de ocupación casi continua le hacen tener vestigios de todo tipo:
Una pirámide principal, con al menos tres ampliaciones, desde una  simple plataforma hasta un edificio de 15 metros de altura y otros secundarios. Todo un centro ceremonial en una plaza artificial que hoy es la cima del cerro, lugar donde se han hallado entierros, cerámica, objetos suntuarios, petroglifos y todos los vestigios habidos y por haber, de todas las culturas dominantes del altiplano, incluso hay restos aztecas.

En la parte colindante con la autopista parece que hubo otros elementos, pero el cerro fue recortado unos 15 metros, su final era redondeado, no recto como se ve hoy.

Barrio de la Cruz: En la parte baja del cerro, al poniente se han encontrado (hoy bajo el moderno asentamiento) restos de plazas y entierros en ellas, de construcciones, cerámica de todos tamaños, navajas de obsidiana etc.  Al parecer esta era la zona habitacional y arriba el centro ceremonial. Al oriente, en la ladera colindante con el río no había construcciones pero se han hallado entierros con sus ofrendas, cerámica de todos tamaños y navajas.

Zona entre el Barrio de la Cruz y el Barreno: cuando el paso era libre entre el Pasoancho y la "hacienda", rumbo al barrio de la Cruz, una vez pasado el  empedrado, el camino de tierra tenía muchos restos de tepalcates y obsidiana. Cerca de la casa principal alguna vez se hallaron restos humanos, un entierro prehispánico, debe haber más, hay que recordar que es un solo asentamiento, hoy separado por la autopista, pero en la antigüedad no fue así.

Orillas del río: Solo tengo noticias de que en la parte trasera de la Huerta Grande hace unos 30 años, en una pequeña cueva se hallaron unas figuras humanas en barro de unos 30 centímetros, no tengo más datos. Durante la construcción de la Escuela preparatoria se localizaron algunos objetos de cerámica y restos humanos.

Peñas del río: En ambos lados,  desde Lomo de toro hasta la Magdalena. (Este sitio tiene arquitectura prehispánica visible, aunque muy deteriorada, debió ser contemporáneo en alguna época, del de la Cruz) Casi todo el trayecto del río tiene (o tenia) restos de ocupación humana en los abrigos rocosos, solo había que localizar una pequeña oquedad y en su suelo se podían hallar tepalcates y navajas,  estos lugares no tienen ningún elemento constructivo, deben ser de la época de cazadores recolectores, actividad que hacían a las orillas del rio. El vestigio más importante en esta zona sería la cueva de los petroglifos, no estudiada formalmente pero que contiene gran cantidad de pinturas en sus paredes. En la parte alta de estas peñas solo había navajas. En su inicio, en Lomo de toro era frecuente hallar navajas de obsidiana, caritas y tepalcates, se dice que algunas de las cuevas de este barrio tenían restos prehispánicos, aunque no vi ninguno, a la única a la que entré se ocupaba como corral de borregos y no se podía excavar.

Las Peñitas: Al final de la calle Melchor Ocampo se encontraban varias "cuevitas", ya fueron arrasadas, eran muy pequeñas y casi circulares, desconozco su uso pero alrededor de ellas había abundantes restos de tepalcates y navajas de obsidiana. Más adelante, junto a la autopista había un bordo donde se podían encontrar frecuentemente navajas de obsidiana completas, puntas de flecha y "caritas" de barro.
Del otro lado de la autopista, junto a Guadalupe de las Peñas  y especialmente donde hoy está Mac Donald´s había los mismos restos.  La parte media de las Peñitas estaba en su parte baja muy modificada ya que de ahí se extrajo cantera para la construcción por lo que no tenía restos visibles. Supe que en algunas de las casas en el inicio de Melchor Ocampo se hallaron ollas, metates y caritas de barro pero nunca los vi físicamente.

Personalmente al fondo de una de esas casas, en un corral encontré un par de sellos de barro, de niño los doné al museo que se iba a hacer. Nunca los volví a ver, igual que mi colección de caritas, algunas excepcionales y navajas de obsidiana de todos tamaños y puntas de flecha del mismo material.

Escuela Rafael Ayala: Conocí el lugar antes de su construcción y aunque vago el recuerdo creo que había algunos montículos ya muy deshechos. Al construirse la escuela se hallaron gran cantidad de objetos, sobre todo figurillas estilo Chupícuaro, iguales a algunas del cerro de la cruz, por lo que supongo debió ser el mismo asentamiento, varias de las "caritas" perdidas las obtuve en ese lugar, así como muchos tepalcates, los restos más grandes. Si no mal recuerdo hasta cráneos se guardaban en la dirección. No estudié en esa escuela pero me contaban que el recreo era dedicado por los alumnos para remover tierra y algunos obtenían bastantes caritas. Muchos años después, al construirse un auditorio al fondo de la escuela, se localizaron restos de construcciones, que hicieron parar la obra y luego se enterraron de nueva cuenta, creo que no fueron estudiados.

A unos doscientos metros de la escuela, en la orilla de las peñitas había un "marcador astronómico": consistía en un circulo de orificios hechos en la roca viva, cuyo uso real se desconoce, parece que se utilizaba para alinear construcciones o como una forma de medir los días. Desapareció ya que a alguien se le ocurrió emparejar el lugar para hacer un mirador y fue sepultado bajo concreto y empedrado.

Volviendo a la escuela, del otro lado de la vía del ferrocarril en las orillas de la colonia  Fátima, vi figuras completas de barro, sin poder precisar su cultura. Rafael Ayala dice que también se encontraron restos en la colonia Juárez y en "la Curva" pero no da más datos. Personalmente también encontré navajas y tepalcates en el terreno donde hoy está el Mercado Juárez.  El lugar más lejano donde encontré una carita de barro fue en la Prolongación 5 de mayo, afuera donde hoy es la Escuela Normal, que en mi niñez era un arroyo, a pesar de ya tener casas construidas en las orillas.

EL VIEJO SAN JUAN

Así, sin poderlo precisar exactamente, podemos aventurar que el antiguo asentamiento de San Juan del Río, semiurbano porque solo en dos lugares hay restos de edificios, debió ser una franja alargada que iba desde el barrio de la cruz, Guadalupe de las Peñas, Lomo de toro, las peñitas, colonias Juárez, Fátima y el mercado Juárez. El lugar debió tener su esplendor en el periodo clásico pero fue abandonado, solo quedaron pequeños asentamientos aldeanos y para la llegada de los españoles era zona de dominio chichimeca. No confundir este antiguo asentamiento con el mal llamado Iztacchichimecapam, que al parecer era solamente un puesto de frontera azteca que se asentó en la parte baja del cerro de la Cruz, algunos años antes de la llegada de los españoles, aprovechando el abandonado centro ceremonial, habitado también por  algunos otomís y chichimecas.
Fotografia personal. Puntas de flecha  colección Doña Li.

 










LA COLECCIÓN

Un detalle curioso es que entre todos los restos, todavía después de la conquista española, se seguían haciendo las figuritas de barro con las viejas técnicas, como se verá en el "angelito" claramente de facciones europeas que me fue mostrado en una colección particular. Además recuerdo que un compañero mío, Alejandro Suárez, que vivía en la avenida Juárez, delante de la vía del tren, cuando su casa era una de las únicas tres que tenía la "avenida" en ese lado, me mostró una virgen de Guadalupe de unos cinco centímetros, fabricada en barro, que se confundía entre las muchas "caritas" de su colección por ser del mismo material e igual técnica.

La fotografías que ilustran esta entrada pertenecen a una persona mayor, que encontró estos restos durante su edad adulta en distintos lugares, en recorridos superficiales, cabe hacer mención que casi no tiene navajas bifaciales de obsidiana, que eran las que más había cuando yo era niño  pero sí muchas puntas de flecha del mismo material y no tiene "caritas" o figuras estilo chupícuaro, (por ser las más antiguas, éstas solo se hallaban excavando y obviamente una señora no lo iba a andar haciendo ) tampoco parece que le llamen la atención los tepalcates, solo tiene uno. A su edad dice que sigue recorriendo a pie lugares pero que ya casi no encuentra nada. No tengo autorización para dar su nombre, solo la llamaré "Doña Lí".



Fotografía personal "el angelito" y otra carita de la colección de doña Li.

domingo, 18 de agosto de 2013

Plano del pueblo fortificado

Fotografía de Wrigth del plano original, 1984.

 Cartografía colonial:
 Fue común en los primeros años de la época virreinal la elaboración de planos o mapas que constituyeron la cartografía inicial y única durante casi un siglo, del territorio recién conquistado. Se refieren siempre a pequeñas porciones de terreno, entendible esto por desconocerse amplias zonas, aún dentro de lo ya conquistado.
Presentan la característica de ser más pictóricos que cartográficos, (y así se les nombra: “pinturas”, en los escritos a los que generalmente acompañan) debido principalmente al hecho de ser territorios pisados por primera vez por europeos, incorporan elementos de los códices prehispánicos; dibujos y hasta glifos propiamente dichos, casi siempre en perspectiva frontal aunque abarcan áreas que se verían mejor en vista superior, rara vez coinciden completamente con la realidad, sobre todo en extensión y dimensiones. La localización de los terrenos que amparan o solicitan es aproximada, apenas un trazo rectangular o cuadrado. No tienen autor, las firmas que los acompañan son de los solicitantes o de la autoridad que les daba legalidad.
Esta característica se debía a que cuando el rey debía otorgar una merced (permiso para uso de la tierra), se procedía emitiendo un documento acompañado de la “pintura” es decir, el dibujo del lugar realizado por algún artista al servicio de la autoridad local, que acudía al lugar acotándolo con referencias naturales como arroyos o cerros y comúnmente simples árboles o piedras, así como la distancia en leguas entre lugares o señales. La forzada unión de elementos en el espacio disponible daba lugar a errores. Por alguna razón los pintores eran indígenas o usaban las técnicas de los tlacuilos precortesianos, aprendidas directamente o de segunda mano en alguno de los establecimientos educativos que ya existían en México, lo que se evidencia en los gráficos producidos. Ejemplo notable es el plano de San Juan del Río que a continuación se presenta.

El pueblo ¿Fortificado?

Aunque parece no ser el más antiguo, sí es el más famoso y emblemático de los planos de San Juan del Río durante la temprana época virreinal. Guardado por siglos en el Archivo General de la Nación, fue dado a conocer por Ayala en su obra "San Juan del Río, Geografía e Historia" de 1971 a través de un dibujo tomado del original nombrándolo "Pueblo Fortificado" fechándolo en 1592.
Fue elaborado como parte de una solicitud de caballerías (tierras) por Pedro de Quesada, el nieto de la malinche, quien por esas fechas era dueño de una parte de la encomienda de Jilotepec, que había sido de Juan Jaramillo, su abuelo materno. Dado que la encomienda le significaba tener indios a su servicio, pero no tierras, solicita al Virrey le conceda algunas. La solicitud tiene fecha de 1590 que parece ser la correcta según Wrigth (1994) no la de Ayala.
 Actualmente, en la sala Iztacchichimecapam del Centro Histórico de nuestra ciudad hay una artística ampliación del plano, copiada del dibujo de Ayala, ambos presentan leves diferencias con el original, al no ser copias fieles.

 

El plano o "pintura" abarca la totalidad del pequeño pueblo de ese entonces, lo que lo hace tan representativo de su tiempo. No tiene autor pero fue certificado por Fernando de Mojica, autoridad local. Elaborado en papel común, a colores con medidas de 30x 42.7
 
Se observan claramente los siguientes elementos:( los entrecomillados son lo escrito textual en el plano )


Ampliación artística del dibujo de Ayala, 1981 en el museo Iztacchichimecapam

1.- “la cerca del pueblo”  rodeando  todo el perímetro. No era, como supone Ayala, para fortificación bélica sino para evitar que el ganado de las estancias de españoles de los alrededores entrara. Cabe mencionar que al interior de la barda, en esencia el hoy centro de la ciudad, era todo propiedad de los indios. Basándose en la leyenda de la fundación Ayala y otros autores relacionan esta barda con el trazo hecho San Luis Montañez en 1531, no corresponden, suponiendo que la leyenda fuera cierta, el perímetro marcado por Montañez solo consistió en las esquinas del fundo cruces de Sabino, no una barda completa. La Relación de Querétaro en 1582 la describe la barda real como "muy baja" y debió  ser construida hacia 1550. Hoy no queda ningún resto de ella, su trayecto aproximado hoy sería de Guadalupe de las Peñas, la actual carretera a Tequisquiapan hasta San Isidro, cruzando el río, el Barrio del espíritu Santo, Canal de Santa Clara, hacia el cerro de la Venta, rodearlo por atrás y  regresar otra vez cruzando el río a Lomo de toro y Guadalupe de las Peñas.
2.- "el cerro del texco" (este nombre fue un error del escribano, en entradas posteriores explicaré porqué) dibujado con el glifo Tepetl = cerro; representa al actual cerro de la Venta, con un indio detrás de él.
3.- "el río grande"  Dibujado con el glifo atl en sucesión para indicar corriente, es el río San Juan, atraviesa todo el pueblo de indios, desde Lomo de Toro hasta San Isidro.
4 y 5.- "la una cavalleria" y "la otra cavalleria"  dos terrenos cuadrangulares que estarían ubicadas aproximadamente en lo que hoy es Casa Blanca una y la otra cerca del Canal de Santa Clara. Son las tierras pedidas por Quesada. Cada caballería equivale a cerca de 48,000 metros cuadrados.
6.- "sanjuan del Río" Es la única iglesia entonces en el pueblo, actual de San Juan Bautista.
7.- "estos son cues" otra vez el glifo tepetl, en pequeño, la palabra cués es la castellanización en plural de cú que era el nombre dado a los templos prehispánicos. aquí se refieren a los montículos del barrio y cerro de la Cruz.
8.- "la acequia que ba por el pueblo" trazo del canal de riego de los indios, desde Guadalupe de las Peñas, atravesaba todo el pueblo y volvía al río cerca de San Isidro (9)
10.- "la benta que se pide" dibujada con el glifo calli = casa  Al parecer Quesada también pedía permiso para establecer una venta, es decir un mesón para viajeros al otro lado del río, en esos tiempos ya existía concedido el permiso a otra persona para una venta casi en el mismo lugar, pero al lado izquierdo del camino, ignoro si no se le dio el permiso, o si luego desapareció  alguna o se fusionaron y si el camino es el mismo que la actual carretera, pero de la existencia de uno de estos establecimientos a su falda viene el nombre del Cerro de la Venta y de la hacienda que existió donde hoy es el moderno Hotel.
11.- Un rectángulo nos indica un terreno que después sería Guadalupe de las Peñas, que entre otros nombres tuvo el de "Guadalupe del Rincón" precisamente por estar en una esquina de la barda.
12.- "la benta de lucas de lara" apenas afuera de la cerca. Otro calli; Lucas de Lara y Cervantes era para entonces administrador de las propiedades de la familia Cervantes, constituidas en el mayorazgo de la Llave, formado por la segunda esposa (la primera fue la Malinche) de Juan Jaramillo. Esta venta parece ser lo que después fue la Hacienda de San Cayetano, que hasta la década de 1960 existía en la hoy carretera a Tequisquiapan, junto a la empresa Kimberly Clark, construida sobre el bordo de la Hacienda.
13.-  El dibujo de la huella de pies descalzos, como en los códices prehispánicos, indica un camino que atraviesa el pueblo de oriente a poniente, un camino real, sin dudar, la actual Avenida Juárez.
14.- Entre otros caminos al interior de la barda podríamos aventurar que algunos serían las actuales calles de Aquiles Serdán (la inclinada) y otra, Morelos pero es difícil asegurar.
15.- El glifo Milpa, está en varios lugares, aquí parece indicar el Barrio del Espíritu Santo hay varias casas en todo el plano.
 16.- "ba cierta y berdadera esta pintura fdo.de mojica" sin ser el autor, la autoridad certificaba que correspondía a la realidad y que la adjudicación no afectara a terceros.
Al centro y arriba hay otro canal de agua, pero no está iluminado de azul, no se si sería un error del dibujante. Estaría aproximadamente en la moderna Av. Paso de Guzmán.

Fuentes consultadas
Ayala, 1981
Basaldúa Hernández 2001
Wright, 1989 y 1994
Mireles, 1993

martes, 13 de agosto de 2013

SAN JUAN DEL RÍO EN 1531


RECREACIÓN  PERSONAL SAN JUAN DEL RÍO EN 1531


Dibujo digital, personal.

 Conformación aproximada del contorno del lugar de fundación. La  perspectiva se modificó para abarcar todos los elementos  a tratar. Se aumentó la altura de las Peñitas para visualizarlas, la proporción de distancias es exacta ya que la imagen se derivó de una fotografía aérea. ( La fecha es aproximada, más correcto sería; a la llegada de los españoles)

 
1.- Peñas del Río, actualmente no tienen esa forma ya que en el extremo final se excavó un banco de cantera, en su ladera se ubicó desde el siglo XIX la presa Lomo de Toro.

2.- Barrio de la Cruz, probablemente con plaza y construcciones completas aunque en ruinas. Hoy sin la forma redondeada, se cortaron aproximadamente  15 m. para el trazo  de la autopista.

3.- Lugar donde se construyó la hacienda Guadalupe de las Peñas.

4.- Las Peñitas, entonces más visibles que hoy. La construcción del terraplén del camino en la parte baja cubrió aproximadamente 8 m. de su base. Además se explotaron  en ellas 2 bancos de cantera

5.- Lugar donde hoy está la central de autobuses.

6.-  El arroyo Cano, siempre seco, excepto en la parte más honda, detrás de la antigua central de autobuses.

7.- Sección de las Peñitas donde se construyó el panteón de la Santa Veracruz.

8.- Arroyo que descendía de las Peñitas, hoy calle Fernando de Tapia, hacia  Guadalupe Victoria y Allende, desembocando al río.

9.- Sección del río que se modificó con la construcción del  viejo dique, la corriente llegaba al B. Hidalgo y el fraccionamiento la Viña.

10.- Meseta donde se fundó el pueblo, originalmente con desnivel más pronunciado, la urbanización suavizó las pendientes.

11.- Actual Plaza de los fundadores.

12.- Sección del Río donde se construyó el puente de la Historia, en ese entonces la desembocadura de uno de los muchos arroyos.

13.- Isla que existía en el río. al disminuir la corriente desapareció  integrándose a terreno firme. Iniciaba en el Paso Ancho (la parte más ancha del río) y terminaba  antes del puente de la historia.

14.- Actual calle de Palacio, final del terreno plano, inicia con mayor inclinación la cuesta del Pedregoso.

15.- Arroyo que descendía de la meseta, actuales calles de Aldama y Matamoros y desembocaba cerca del actual Paso de Guzmán

16.- Sección de la Av. Juárez, entonces un arroyo que desembocaba al río cerca de  de la calle San Luis Montañéz.

17.-Otra sección de la avenida Juárez, arroyo que desembocaba en el Pasoancho del río.

18.- Ultima sección visible de las peñitas, actualmente simuladas como pared de la escuela Mártir de Chihuahua, en la calle  Reforma.

19.- Cerro del Pedregoso.

sábado, 10 de agosto de 2013

Geopolítica histórica de San Juan del Río, Qro. Datos duros


Fotografia personal:  Ampliación artística en el Museo Iztacchicimecapan , de la reproducción hecha por Ayala del plano de 1592 (ó 1590), original en el AGN, sin autor pero certificado por Fernando de Mojica, la autoridad española.
Datos duros
A continuación se enumeran  las fechas más significativas de  San Juan del Río, aclarando que las previas a la primer mitad del siglo XVI son aproximadas. En algunos casos por haber varias, no se citan las fuentes, por extensión, pero se hará en desgloses posteriores.


2300 aC Primeros indicios humanos en la zona, cazadores recolectores nómadas.

500 aC  Frontera  nor-central de Mesoámérica. Asentamientos agrícolas en el valle. Primera etapa constructiva del Cerro de la Cruz. Posible influencia de Chupícuaro.


500 aC -900 dC Inicia ocupación continua del Cerro de la Cruz. Influencia teotihuacana.


1100- 1200 dC  Última etapa constructiva del Cerro de la Cruz.


1200 dC Abandono de centros ceremoniales de la región por los grupos agrícolas sedentarios por la contracción de la frontera mesoamericana.


1400 dC Parte septentrional del señorío de Jilotepec.


1440 Anexión de la zona al imperio azteca. Frontera contra los tarascos.


Al menos desde 1510 poblado otomí- chichimeca en el Iztacchichimeca.


1523-6. Parte de la encomienda de Jilotepec de Juan Jaramillo el Viejo.


1531 Fecha mítica de la fundación.


1536 -1540 Probable establecimiento del poblado por las autoridades españolas..


Al menos desde 1565, asentamiento como parte de la Provincia de Jilotepec.


1541 Primera merced de tierras documentada, otorgada a Ruy González en Ystaquechichimeca. Aunque hubo una anterior en Tequisquiapan. Comienza la propiedad privada.


Década de 1540  Trazo del  primer camino Real, atravesando el lugar.


1557 – 1558  Se le da categoría de pueblo. Probable paso de San Luis Montañez y de fundación formal o de congregación.


1561 Construcción del primer puente atravesando el Río San Juan.


1578  Se divide la encomienda de Jaramillo en dos alcaldías Mayores Jilotepec y Querétaro. San Juan del Río y Querétaro son los dos pueblos principales de la nueva.


1585 Se forma el Mayorazgo de la Llave.


1592 Pueblo de San Juan del Río, fortificado e irrigado (ver plano del encabezado)

1793 Subdelegación de Querétaro. Con jurisdicción sobre Amealco,  Tequisquiapan y Arroyo seco (Pedro Escobedo)


1814 Primer Ayuntamiento propio, derivado de la Constitución de Cádiz.


1821 Primer Ayuntamiento de la época independiente.


1825  Se le nombra Distrito, segregándose Amealco que también adquiere esa categoría.


1830 Se concede título de Villa a San Juan del Río.

1847 El gobierno del Estado otorgó al Distrito de San Juan del Río el título de Ciudad.

1904 Se segrega Pedro Escobedo al convertirse en Municipio.

1929 San Juan del Río adquirió la categoría de Municipio.

1939 Se segrega definitivamente Tequisquiapan. 
Como puede observarse las fechas correspondientes al asentamiento son difusas, no puede asegurarse el año, solo que a la llegada de los españoles existía un pequeño núcleo  establecido por lo menos 20 años antes. La fundación española y la categoría que se le dio inicialmente no están documentadas. En entradas posteriores trataré de aclarar un poco esta etapa, solo puedo afirmar que la  supuesta fundación en 1531 no es sostenida en ningún documento de la época.

jueves, 8 de agosto de 2013

San Juan del Río, Qro. La leyenda de la fundación


San Juan del Río, Qro. La leyenda de la fundación

 (artículo crítico)


Fotografía Personal: Pirámide del centro ceremonial del barrio de la Cruz, abandonado ya a la llegada de los españoles
Según la tradición popular, poco después de consumar Hernán Cortés la conquista de Tenochtitlán en 1521, algunos otomíes de Jilotepec, huyendo de la guerra se establecieron a las orillas del río San Juan. El grupo era liderado por  Mexitzin, o Mexici, supuestamente traducido como “mexicano” o “Poquito”´, (en realidad el nombre es más complejo, se abundará en entradas posteriores) luego bautizado como Juan y quedándole el anterior nombre como apellido.

Igualmente se dice que una  avanzada conquistadora indígena había conquistado y fundado, para la corona española, los cercanos pueblos de Acámbaro (1526) y Huimilpan, (1529) por medio de un numeroso ejército al mando del cacique otomí Nicolás de San Luis Montañez. Ambos personajes pacíficamente habrían pactado para la fundación de un pueblo y así, desde Jilotepec, el ejército llegó al paraje donde estaba asentado Mexici.(el lugar exacto no se especifica, por lo que no se conoce, se habla de un río caudaloso, sabinos, ojos de agua y un cerro rodeado de peñas, en imprecisos terrenos al sur de la ciudad, aunque siempre se ha supuesto que fue en la zona cercana a Guadalupe de las Peñas)

Y así, el 24 de junio de 153, se fundó el poblado, se dice que en la hoy plaza de los Fundadores, trazándose las primeras calles alrededor de una plaza, levantando capilla, presidio y troneras defensivas, se firmó al final el acta de fundación. Acompañaban a Montañez, según diversos escritos, el fraile Juan Bautista, los caciques indígenas Miguel de Bocanegra, Martín Arco y Flecha Moctezuma, Pedro Martín Toro, Valerio de la Cruz, Alonso de Granada y otros más, incluso algunos españoles. Partiendo un mes después el multitudinario ejército para fundar Querétaro. (1)


Muchos detalles, sobre todo la fecha que la tradición marca y se han creído tal cual desde siempre, deben tomarse con reserva, pues proceden de una de las llamadas “Relaciones de  Méritos de Nicolás de San Luis Montañez”,(2)   siendo estas  una serie de escritos confeccionados intercalando a discreción tanto información de manuscritos, posiblemente originales, fórmulas  jurídicas  de autoridades coloniales y tradiciones orales   del   grupo  otomí,   en redacción  única a manera  de recuento de hazañas, posiblemente por  descendientes  del o los protagonistas para presentarlos a las autoridades virreinales y obtener algún privilegio a inicio del siglo XVIII. Así, no se descarta que modificaran algunos  datos en su beneficio, específicamente lo referente a las supuestas fundaciones o conquistas efectuadas  por él.

Por otro lado, dice Wright, los escritos coloniales otomíes conocidos presentan la particularidad de tener entremezclados aún, como era costumbre de los pueblos prehispánicos, sus mitos religiosos con hechos reales, situación que los hace poco confiables como fuente histórica, dado que es muy difícil separar los dos ámbitos.

Según Ayala, en el documento que retoma para su relato de la fundación se menciona que con los fundadores venía “la Malinche”, dato dudoso ya que murió en 1530 o 1531. Lo real es que hasta su muerte fue esposa de Juan Jaramillo “El Viejo”, quien recibió la encomienda de Jilotepec a la que perteneció la zona de San Juan, quien al enviudar y casado en segundas nupcias, inició lo que sería después la Llave (para entonces y hasta muchos años adelante, solo parte del latifundio, sitio de ganado o estancia agrícola, no el casco que se dice erróneamente construyó para su primera esposa; para la época el lugar era parte  marginal  de  la encomienda y si difícilmente su detentador visitaba la cabecera -Jilotepec- menos vivirían en tan remoto sitio). También es leyenda el dato de su entierro en la hacienda, el casco se construyó muchos años después y ni siquiera es el actual, que data de fines del siglo XIX, después de demolerse por completo el anterior, del que sólo quedó un escudo. 

Leída y releída la Relación, sí alude a alguien llamado “Mallinzzi” cuyos datos por un lado la relacionan con la “Malinche” histórica, descrita fantásticamente, otros la alejan de inmediato. No se entiende qué hacía en el lugar y el momento, qué papel jugaba, nada queda claro, más que la presencia. Todo indica que se incluye alguien de quien los autores solo tenían referencia vaga, para dar alguna legitimidad  y temporalidad al documento.
Al parecer, según las últimas investigaciones, la historia real de la fundación de nuestra ciudad no fue el sencillo vini, vidi, vinci, sino que tuvo ciertos “asegunes” que se detallarán en entradas posteriores. 
1) Cfr. Rafael Ayala Echávarri, San Juan del Río, Geografía e Historia 2ª. Edición, México, Manuel Ayala Valenzuela, 1981. pp.  26 a 36.

 

2) Cfr. David Charles Wight Carr, Querétaro en el siglo XVI. Fuentes documentales primarias, Querétaro, Secretaría de Cultura y bienestar social  del gobierno del estado, 1989, p. 28. Dice que Ayala se basó en una copia de 1717 hecha por Fray José Díez en el convento de la Cruz, de un manuscrito hoy perdido. La copia manuscrita está actualmente en Roma y Ayala trabajó con una copia fotográfica que le proporcionó Eulalia Guzmán. Ver la crónica completa de la fundación de San Juan del Río y Querétaro en Rafael Ayala Echávarri, “Conquista de Querétaro” Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, México, 1948. Tomo LXVI, Nos. 1 Y 2. 


  
Las imágenes siguientes ilustran los lugares probables del asentamiento indígena a la llegada de los españoles, es la zona entre el cerro de la Venta, barrio de la Cruz, las Peñitas y Guadalupe de las Peñas, aclarando que al margen de si la leyenda y los personajes descritos son reales, había desde años atrás un pequeño asentamiento indígena en la zona, persistente de uno mayor de la época clásica.


Fotografía personal: Las Peñitas, vistas desde el cerro de la Cruz, zona probable del asentamiento indígena a la llegada de los españoles

Fotografía personal: El cerro de la Venta desde el barrio de la Cruz
 

Fotografía personal: Guadalupe de las Peñas visto desde el barrio de la Cruz.