martes, 25 de marzo de 2014

LAS POQUIANCHIS EN SAN JUAN DEL RIO


 LAS POQUIANCHIS EN SAN JUAN DEL RIO, HISTORIA DE UN MITO 
    
Descansemos un poco de la historia y pasemos al terreno de la crónica:

Prácticamente desconocida por el público, la historia de las casas de citas en nuestra ciudad está nutrida solo por la tradición oral, obviamente propalada por quienes a ellas asistían. Supongo que siempre hubo en el pueblo quienes se dedicaran a la antigua profesión, pero de la ejercida al interior de locales solo he escuchado que a mediados del siglo pasado existía uno en la Casa Colorada de la Estación del Ferrocarril  y por los años 70s y 80s,  algunas casas particulares clandestinas en las calles de Allende y Morelos, aunque nunca he podido saber su ubicación exacta. (Estos datos también los consigna Jaime Nieto, pero igual, no da ubicación)
Fotografía personal: Fachada

Intermedio de los anteriores, en la década de 1940 abre sus puertas un local de manera pública, a vistas de todo mundo, en la entonces alejadísima calle de Cóporo (hoy Melchor Ocampo)  con servicio de salón de baile, bar, damas de compañía y "dormitorios".
Cándidamente las madres de familia de entonces  trataban siempre de alejar a niños y jóvenes de semejantes lugares, inventando mitos hoy motivo de risa pero que en aquellos años eran creíbles. Recuerdo vagamente que en la Casa Colorada se decía que vivía... el ¡Vampiro!  También decían que en la calle de Cóporo  salía... ¡La llorona! Yo que viví cerca de esta última, nunca la vi ni oí y por tanto me siento en condición de darles a conocer la presente crónica, ya fue publicada en  “San Juan del Río en el Tiempo” pero como fue segmentada, no se entiende totalmente, aquí se las presento completa, de la autoría de un servidor:

En el viejo barrio del Calvario, en la todavía más vieja calle de Cóporo, antes  Camino Real al Rodeo, subsisten, tal vez desde la época colonial, varias descuidadas y ruinosas casas, sin el menor atractivo. La más famosa de todas, aunque sin el mínimo valor arquitectónico, que lo es hoy por su historia y antes por su contenido, es una enorme construcción de medianos del siglo pasado, que se hizo aprovechando elementos de unas más antiguas a las que se adosaron nuevas secciones. Aún existe, marcada con el número 36  y fue conocida popularmente hasta la década de 1970 como “el Burro” o “el Treinta”, por la numeración de entonces. El nombre  “Río Rita, que supongo que era el oficial casi no era usado.
Hoy es simple y falsamente llamada “Casa de las Poquianchis” (1)  y la fama, que le viene de aquel entonces  se debía a que en ella vivían y trabajaban mujeres jóvenes (cuidado, en ese tiempo no había maquiladoras) que se decían eran de mala nota (tampoco se dedicaban a la música) es decir eran “carne  de  placer  y foco  de  infección  pública”, razón de que en un lugar,  entonces tan  marginal del pueblo se haya invertido en una construcción tan grande y costosa. Ahí, para evitar visitas indeseables, dado que no tiene huerta y si alguna vez la tuvo se le quitó, fue la única casa colindante entonces con la acequia de riego, que tenía barda trasera, para separarla de esta, (obviamente ellas no regaban) barda que para más seguridad se hizo doble, a ambos lados del canal y muy alta, de tal manera que la encajonaba totalmente. Aún persiste la vieja casa completa. Si el morbo lo llama, puede usted ir al balcón del panteón de la Santa Veracruz y justo bajo él, podrá observar estos detalles a plenitud, corroborando lo que aquí se dice. Si acaso siente que tal sentimiento lo domina plenamente, puede asomarse a la casa con pretexto de que busca rentar algún cuarto y entrar, ya que actualmente es una vecindad dividida en varias secciones: Inmediatamente después de la puerta de acceso hay un amplio recibidor que conduce al patio central, no muy grande pero rodeado de  habitaciones.

La administración  presentaba  espectáculos  musicales y de  baile ciertos  días de la semana, conocidos como “la variedad” en el gran salón, pero generalmente el ambiente lo daba una sinfonola. Al fondo y laterales hay más habitaciones y patios, suficiente para albergar bastantes personas durante el día, que era la población permanente y a la flotante, mucho más numerosa que se apersonaba por las noches.
Me dicen que llegaron a haber señoras instaladas en la entrada de la calle, es decir en la Plazuela Guadalupe Victoria, vigilando que sus maridos no fueran a la casa aquella y efectivamente, nadie pasaba por ahí, pero el local siempre estaba lleno, los lúbricos parroquianos daban la vuelta por la parte de arriba (calles de Pino y Panamericana, entonces desoladas) y bajaban por el callejón detrás del panteón, otros más recatados daban vuelta casi hasta Guadalupe de las Peñas. 
Cuentan a don Jaime Nieto (2) que de la casa salían por las tardes a partir plaza las damiselas, dándose una vuelta por la avenida Juárez (de ahí el conocido refrán de la que no enseña no vende) y regresar seguramente a preparar las herramientas de trabajo para el tercer turno.  El horario era, ahora  sí que del crepúsculo al amanecer.

Alrededor de la casa habían creado una pequeña microeconomía, al ser un barrio pobre y ellas las únicas que disponían de efectivo, no faltaron vecinos que aprovecharan  los empleos  indirectos  que  generaban: el  aseo del local,  cuidar a los hijos, sirvientas, lavanderas, etc. A pesar de su profesión, la mayoría de ellas eran personas bien vistas por todos. (Hoy esto es de lo más normal, pero considérese que hablamos de hace 50 años) De las dueñas o administradoras se dice alguna relación tenían con las tristemente célebres y famosas Poquianchis  y al ocurrir la detención de éstas en 1964 también declinó este negocio, aprovechando las autoridades municipales para trasladar el giro a un local ubicado allá por la Estación.(aunque bajo otra administración)

En la poco a poco decadente casona quedaron viviendo algunas de las trabajadoras originales y durante años siguieron habitándola las damas de esa profesión que por azares del destino llegaban al pueblo, además de estudiantes pobres, migrantes nacionales e internacionales, etc. Hoy en día, cada vez más abandonada, la vieja vecindad languidece, alguna vez se habló de una remodelación con fines turísticos ...
Fotografía personal: la casa
Jamás en mi niñez escuché todas las historias que hoy se cuentan: que espantan, que se siente mala vibra, que se oyen en las noches gritos de niños o sonidos macabros, etc. Seguramente los únicos gritos que se escuchaban era cuando el encargado iban a cobrar la renta, lo demás son inventos modernos, también es una vil mentira la historia que cuentan los del Taxivan de Leyendas; que el cura que vivía en el la capilla del Calvario tenía un túnel que desde lo alto de la peña, iba a dar al burdel. (Nunca vivió un cura en dicho iglesia, que no tiene ni tuvo casa cural)
Falsa también es la creencia que la película "las Poquianchis" de Cazals se grabó en la casa de Cóporo, la única referencia a San Juan del Río en la película es un letrero de la carretera, con el nombre del entonces pueblo, que se ve un par de segundos.
Después de su caída, vinieron a sustituir el giro el Foco Rojo, (en dos locales) la Escondida, el Zafiro  y algunos más, semi-clandestinos, todos arrasados, no por la Liga de la Decencia, sí por el temor al VIH, luego vinieron la modernidad y los Tables. Algunos de los parroquianos de aquellos ayeres todavía tienen gratos recuerdos (literalmente hablando) de los locales aquí mencionados.
Fotografia Personal: vista superior de la casa
 

1) “La maldiciencia así las bautizó” En 1964 en el rancho del Ángel, Municipio de San Francisco del Rincón, Gto., donde funcionaba un burdel propiedad de las Hermanas Delfina, María de Jesús y Eva González, se descubrió que estas asesinaban a sus empleadas cuando intentaban escapar, se rebelaban o resultaban embarazadas por los clientes. Se hallaron varios cuerpos enterrados. El escándalo fue mayúsculo, más si tomamos en cuenta que el largo juicio fue cubierto de principio a fin por el culto semanario ALARMA! Que las inmortalizó como las “Poquianchis” llegando sus ventas a la escalofriante cifra de 2 millones de ejemplares semanales. La relación de porque se le llamó “Casa de las Poquianchis” al burdel de Cóporo no la he podido encontrar, se menciona como dueñas del local a las González, que algunas de sus trabajadoras llegaron aquí antes y después del escándalo, etc. Todo sin base comprobable, lo que parece ser cierto fue  que siendo tratantes de blancas, vendieron mujeres para trabajar aquí. Cualquier coincidencia con el Clan Trevi - Andrade no es pura semejanza. Se hizo una multipremiada película en 1976 del director  Felipe Cazals  llamada “Las Poquianchis” de donde provienen las negritas del texto y los  libros  “Las Muertas” en 1978 de Jorge Ibargüengoitia y el casi autobiográfico “Yo, la  poquianchi, por Dios que así fue” de Elisa Robledo. Casi todas las González tuvieron un final trágico.
2) Nieto, 2000, op. cit. pp. 109 y 110. Testimonio de Restituto Rodríguez Camacho
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ACTUALIZACIÓN  29 DE MAYO DE 2014
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BIBLIOGRAFÍA DE LAS POQUIANCHIS

 
Acomodando algunos de mis libros, encontré casi junta la bibliografía de la que hablé en la entrada de las Poquianchis en San Juan del Río, hoy se los presento aquí

1.- Guión original de la película de Felipe Cazals de 1973. Este libro es raro, lo encontré en una librería que está en Av. Juárez  arribita de la Curva, posiblemente todavía estén ahí algunos ejemplares.







2.- Las Muertas, de Jorge  Ibargüengoitia.  Ora sí que la novela de la vida real, únicamente los nombres fueron cambiados para proteger a los... ¿inocentes? Esta edición es parte de unas obras completas pero creo que todavía se puede hallar en stock en muchas librerías.




3.- Yo, la poquianchis, por Dios que así fue. De Elisa Robledo, con base en entrevistas con una de las actoras principales del drama. Es difícil de conseguir. Siendo la autora periodista, no se conforma solo con lo que le dicen y agrega una investigación personal, quizá lo más apegado a la realidad. Incluye muchas fotografías.








Continuo insistiendo en que la relación de las Poquianchis verdaderas con la llamada "Casa de las Poquianchis"  de San Juan del Río es incidental, limitada únicamente a que algunas de las trabajadoras de aquellas mujeres llegaron también a trabajar en San Juan del Río, sea por voluntad propia o a través de las redes de tratantes de blancas. Aunque en entrevista realizada por Armando Guerra en "El tiempo de Querétaro" a Doña Irma Villa, dueña del antiguo centro Nocturno "La escondida" ella afirma que la Señora Montes, propietaria del Río Rita, que era el nombre comercial de la casa de Cóporo, fue hermana de las Poquianchis;  solo que fuera parentesco político porque Doña María montes ya andaba administrando negocios de ese tipo cuando las poquianchis todavía eran niñas.
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AVISO: Si deseas conocer algo más del tema, no te pierdas algunos datos más en este mismo blog. Da clic en la siguiente liga:

Las Poquianchis Reloaded





martes, 18 de marzo de 2014

EL ESCUDO DE ARMAS DE SAN JUAN DEL RIO, QRO.


SAN JUAN DEL RÍO  ¿ EL ESCUDO DE ARMAS?  DE LA CIUDAD.

Se ha creído tradicionalmente que nuestra ciudad tuvo, en la época virreinal un escudo de armas concedido  por el rey de España, lo cual no es verdad. Nos dice Don Rafael Ayala (San Juan del Río Geografía e Historia, 1971, pag. 113) que el dato fue propalado erróneamente por Luis Velasco en su  Geografía y Estadística del estado de Querétaro, del año de 1891, quien  en la página 74 describe incluso el escudo.

 “Por ser curioso, diré que el antiguo Escudo de Armas, concedido por el Gobierno Español , consistía en un puente de cinco arcos sobre un río, en el que descansaba un águila sobre un nopal.”

 El mismo Ayala  aclara que no a todas las ciudades y pueblos de la Nueva España se les concedió escudo nobiliario o de armas y piensa que la confusión se debió  a que se tomó como tal  el escudo que traían las tornaguías.

Diré que Rafael Ayala, producto de sus investigaciones  localizó (no dice dónde) una tornaguía, que era en esencia, un documento elaborado en la oficina de alcabalas (impuestos) del gobierno virreinal, donde revisaban todo cargamento que pasaba por la ciudad y de acuerdo a lo encontrado, se llenaba el formulario ya impreso con los detalles de las mercancías y el costo a pagar, esto para que no le cobraran cada vez en cada aduana. El documento que dio a conocer es del año de 1785 y  se llenó para amparar unas arrobas de jabón que José Benites de esta ciudad llevaba al Real del Doctor,  para entregar a Don Andrés de Terán.  En su parte superior, el documento tiene un dibujo con un óvalo en el que se ve un puente con cinco arcos sobre un río y sobre el puente el escudo de armas de la monarquía española y la leyenda “SAN JUAN DEL RÍO”

IMAGEN DE LA TORNAGUIA TOMADO DE AYALA, 1981
EL "ESCUDO" DE LA TORNAGUIA TOMADO DE LA PORTADA DEL LIBRO DE RAFAEL AYALA.
Obviamente no es el escudo descrito por  Velasco,  este dice que hay un águila y un nopal sobre el puente, además es un óvalo, no un escudo en su forma.

Creo que el documento presentado por Ayala no fue conocido públicamente, después de su elaboración en 1785, en ninguna época hasta que él lo difundió en 1971. Estuvo en algún archivo particular u oficial, muy resguardado ya que  no hay ninguna noticia de él o alguno similar, en los casi 200 años que transcurrieron.

Así, es dudoso que Velasco lo haya confundido, primero porque es difícil que haya visto el documento y segundo porque no tiene el águila y el nopal.

Considero que Velasco lo que hizo para integrar su obra, que abarca toda la república mexicana, se auxilió de otros libros para su elaboración, personalmente, los datos que da sobre San Juan del Río y el escudo los he leído casi íntegros en otros dos autores (de la Torre y Camacho  en 1888) pero ellos sí mencionan que la fuente donde tomaron sus datos fue un  distinguido sanjuanense, el Dr. Agustín Ruíz Olloqui, quien  fue uno de nuestros primeros historiadores, aunque no escribió libros de ello, son legendarios sus apuntes (nunca los he visto reunidos, solo he hallado fragmentos y como referencia) de la historia local. Por su importancia política, seguramente tuvo acceso a muchos documentos hoy perdidos para siempre.

Fue él quien dio a conocer a los tres autores la historia del escudo, Pero si está demostrado que nunca hubo un escudo tal como lo describen los autores foráneos, ¿De dónde lo sacó?  No hay información en ningún lado. (Ni Ayala, ni Velasco ni los otros autores presentan imagen del supuesto escudo, hoy como primicia de este blog, les mostraré la imagen de donde creo que don Agustín tomó la idea, o a lo mejor el mismo mandó hacer el grabado, tomando el puente de la tornaguía, quitando el escudo español y colocando el águila y el nopal, símbolo del México Independiente)

La imagen está en la lápida del nicho del panteón de la Santa Veracruz que contiene los restos de doña  Rafaela Díaz, una gran benefactora de la ciudad: Rafaela Díaz Torres, hija de don Esteban Díaz González y doña Ramona Torres. Nació el día 4 de agosto de 1829 en esta ciudad y muy joven murió el 4 de enero de 1860, se ignora donde fue enterrada originalmente, sin embargo, como prueba de su importancia en lo personal y de los beneficios otorgados al  pueblo, sus restos mortales reposan desde 1869 en la tumba nº 1 del  panteón de  la santa Veracruz, que aún se puede ver. Sus restos fueron trasladados por el Ayuntamiento y se le concedió el honor de tener el único ejemplar conocido de esta especie de escudo de la ciudad adornándolo. Nunca se casó, sobrevivió a su padre, y en posesión de cuantiosa fortuna, se dedicó a obras pías, entre las que destaca la donación en  $10,800.00  para el hospital.

Casualmente (o no tanto) doña Rafaela fue tía política de Don Agustín Ruiz Olloqui, aquí sí está el águila en un nopal, encima del puente. (Solo tiene tres arcos pero eso es pecata minuta. Elaboró la lápida por un tal G. Magos)


FOTOGRAFIA PERSONAL; EL "ESCUDO"

Después de ello hubo varios intentos por tener un escudo representativo de la ciudad o el municipio (se los presentare en otra entrega, para no hacer más extensa la presente)  todos con un lugar común, el puente.

Finalmente les diré que en el año de 1985, por iniciativa  del H. Ayuntamiento encabezado por el Ingeniero Leopoldo Peralta Navarrete, se hizo la convocatoria para dotar de un escudo de armas a la ciudad, se reunió a los interesados en “la Academia” donde se dieron a conocer las bases. Aunque se dice que hubo numerosa participación, estando yo presente como mirón diré que eran muy pocos los interesados.
EL DISEÑO GANADOR, DE HECTOR ROJAS,  NO  TENGO REFERENCIA,  SACADA DE UNA REVISTA
El ganador fue el pintor Héctor Rojas López, quien fue duramente criticado  obviamente por los que perdieron, que porque no seguía las reglas de la heráldica, que era muy esquemático, que no reflejaba nuestra historia etc, etc. Creo que cualquiera que hubiera ganado hubiera recibido las mismas críticas, en lo personal me gusta, sobre todo en sus colores originales, porque años después con la alternancia partidista, se dieron cuenta que era muy tricolor y lo hicieron monocromático, y así lo han mantenido, aunque ya hubo de nuevo gobiernos tricolores, hoy creo que todo es verde olivo, me fue muy difícil encontrar una imagen aceptable de él, se las debo, cuando la encuentre se las pongo.   


IMAGEN TOMADA DE WIKIPEDIA


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ACTUALIZACIÓN 14 DE AGOSTO DE 2014
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ESCUDO ORIGINAL MONOCROMÁTICO, EN VELÁZQUEZ 1997, EL QUE PUBLIQUE ANTERIORMENTE ERA DE UNA REVISTA PERO LO HABÍAN COPIADO DE AHÍ.

Recalco que el actual no es un escudo heráldico, real, de armas, genealógico  o cualquier otro símbolo antiguo.

Fue establecido a través de un concurso convocado en el año de 1985 durante el Gobierno Municipal del Ing. Leopoldo Peralta Navarrete, por el cronista de la ciudad, el Sr. J. Guadalupe Velázquez.

Dado que no es un escudo antiguo no tiene ningún significado heráldico, ya que este tipo de ornamentos seguía reglas precisas en las cuales todos los elementos, incluida su posición, tamaño, forma y división de sus campos  ( los espacios al interior), la disposición de los adornos que contenía, el tamaño, su exterior, su encabezado, incluso los colores tenían un significado y un valor predeterminados, en el caso de nuestra ciudad, no se siguieron esas reglas, así que no tienen significado, lo que hizo el pintor Héctor Raúl Rojas López es un diseño gráfico,  que es lo que correspondía de acuerdo a la época.

Recuerdo que ese fue uno de los argumentos que esgrimieron en su tiempo, algunos de los otros concursantes: “que no seguía las reglas de la heráldica”, solo puedo decir que dichas reglas solo eran válidas, al disponer de ellas el emisor es decir el Rey. Lo que en tiempos modernos se busca es un diseño gráfico que contenga elementos de significado para la población o ciudad, que sea agradable a la vista y si se parece a un escudo mejor.

Igualmente, por no ser escudo antiguo, la interpretación de su forma y elementos no puede hacerse observando tales reglas,  y está a la completa libertad del autor o quien lo vea, hacer su descripción. A continuación les presento  lo que pudiéramos llamar su significado, siempre a juicio del que lo escribe.

“Este diseño tiene la forma tradicional de escudo, con la parte superior horizontal que baja en dos paralelas que se juntan en la parte inferior. La figura está dividida en dos partes. En el campo superior se encuentra la imagen del Santo Patrono San Juan Bautista representado en medio cuerpo, luego simbolizando el devenir histórico está  el puente de cinco arcos; la parte inferior  se divide en dos campos: en  el de la izquierda se encuentra la rodela otomí y en el de la derecha el escudo de España” (Santana,  2011.  Lo tomó de Velázquez, 1997)
INTENTO DE ESCUDO, 1965 ANUARIO DE LA FERIA

“Se compone de un blasón tradicional acompañado de un par de cenefas que descienden desde la parte superior y se unen en la parte central inferior. El blasón se divide en tres secciones representativas del municipio de la siguiente forma: en el medio superior, se ubica la imagen del Santo Patrono San Juan Bautista, erguido sobre el "Puente de la Historia" representando la fundación y la evangelización del pueblo. 

El medio inferior, se divide a su vez en dos partes que representan el momento previo a la evangelización: el lado izquierdo se ubica la rodela otomí, que simboliza nuestras raíces prehispánicas; el lado derecho da espacio al escudo español, como significado de quienes fundan la ciudad. En la parte baja del blasón se ubica un gallardete que lleva inscrito el nombre del municipio.” (INAFED, 2015)

 “La forma tradicional de escudo, con la parte superior horizontal bajando en dos paralelas  que se juntan en la parte inferior, dividiendo la figura en dos partes y dejando en un campo superior en donde la imagen del Santo Patrono San Juan Bautista en medio cuerpo toma base en el puente de La Historia de cinco arcos; la parte inferior  se divide en dos campos:  quedando en el de la izquierda, la rodela otomí  sobre fondo verde y en el lado  derecho el escudo de España, adornan este escudo orlas modernistas que lo enmarcan a los lados.”  (Velázquez, 1994)

 Y así, cada quien puede hacer su interpretación. En lo personal, sí  creo que los símbolos que contiene representan el pasado, le faltó alguno moderno pero en general creo que es estético y cumple su función de representatividad.




FOTOGRAFIA DE GOOGLE 2014, EL ESCUDO TALADO.

En la esquina de Hidalgo y Av. Juárez existía en una Jardinera una representación en cantera del escudo, obvio, no antiguo,  hace un par de meses fue retirada, no se si ya la reintegraron.
ESCUDO ACTUAL, ESTILIZADO, EN EL CENTRO HISTORICO Y CULTURAL
 Sigo sin encontrar la imagen original,  a colores con buena definición, algún día lo hallaré, estoy seguro de tenerlo. mientras tanto les presento  estos dos,  uno viejo y  variantes del actual.


Nota: Aclaro que sé los detalles porque un maestro mío participó en el concurso y lo acompañe a la reunión previa, la entrega y la presentación de resultados, no puedo repetir sus  palabras textuales que dijo cuando perdió.
Como en todas las actualizaciones, se remiten a la entrada original.

jueves, 13 de marzo de 2014

las iglesias del centro segunda parte


SAN JUAN DEL RÍO: IGLESIAS DEL CENTRO  segunda parte
(DATOS DUROS)

Continua la segunda y última parte de la historia del conjunto parroquial del centro de la ciudad, incluyendo algo de las plaza, aunque  éstas serán relatadas en una entrada especial.  Inicio cuando ya están construidos los dos templos



 
San Juan Bautista y parroquia de Guadalupe:

…Para 1743, continuaban esos espacios, pero con el aumento en el número de españoles, la separación racial ya era total; el conjunto... “se compone de una muy decente  y  bien  fabricada  iglesia parroquial  en que se administra a los españoles los santos sacramentos, a cuyas expensas y especialmente de un bienhechor, pocos años ha se dedicó e independiente de esta hay otra iglesia que sirve de parroquia  para los naturales, administradas una y otra por un cura colado por su majestad,  sacerdote seclar... “(201) y   tres  auxiliares  “…muy versados en el  idioma Otomí… ” (202)   que era el común hablado por la feligresía

Esta iglesia en tiempos antiguos tenía, en la hoy plaza  de los Fundadores, las casas habitación de los curas, es decir el curato. Con la construcción de la parroquia, se trasladó a la sección adjunta de la nueva iglesia, así que el antiguo pasó a ser “ el curato viejo” dando nombre a la actual calle de 16 de septiembre ya que frente a él iniciaba. No tengo datos de cuando se mudaron al nuevo recinto, debió ser antes de 1820, ya que en un documento de ese año del AGN, el ayuntamiento solicita se le den esas casas, identificadas, el curato viejo para sus juntas o funciones, (203)  cosa que efectivamente ocurrió y algún tiempo se llamaron “casas  municipales”, seguramente hasta el cambio a la actual presidencia municipal.

Durante el imperio de Maximiliano fueron cuartel, hasta enero de 1865,  del ejército francés (204) mencionándose también que ese año, por un asunto de denuncia de propiedades  de  la iglesia para su adquisición,  Joaquín Espino Barros  tomó posesión de “la casa donde estaba el curato de San Juan del Río”, (205)  que aclara haber tenido que reedificar por su “total deterioro”. (206)  Al término de la breve etapa imperial; en 1869, se decidió derrumbar la parte antigua del curato convertida ya en casa Municipal, dividir el terreno en lotes y venderlo, proponiendo lo mismo para las rejas de sus  ventanas donadas por la señorita Díaz. (207) Aunque Ayala dice que se derribaron estas casas en 1916, ya no aparecen en el plano de Ignacio Pérez, debe referirse a sus ruinas.

El espacio entre las dos iglesias, hoy Notaría Parroquial, el nuevo curato en la parte trasera y la sección conocida como  “La Academia” con entrada en Morelos, todas interconectadas, son de hechura posterior, aunque sin referencia de año. Seguramente aprovecharon elementos de edificaciones anteriores, todavía es posible adivinar en la pared de la Academia que da a Hidalgo, varios arcos tapiados con barda dentro de los que se construyeron las ventanas neoclásicas (serían de fines del siglo XIX o principios del XX) que hoy vemos. Es de suponerse que los arcos daban acceso a alguna sección o dependencia de la iglesia.

También debe mencionarse que la plaza parece haber tenido una forma de trapecio, y se  modificó su antiguo lado norte para cuadrarla. Desde la época colonial estaba rodeada  por  una  barda  atrial  de  la  que no se tienen mayores datos, debió ser casi desde los inicios del pueblo, dado que en su interior funcionó el camposanto, que debió ser sumamente pequeño, pues la población también lo era, y compartido con el acceso a la iglesia, aunque también se podía enterrar al interior de las iglesias.  Por lo  que se  puede distinguir  en  una  fotografía de inicio del siglo XX, desde el jardín Independencia, la barda era sólida,  con aplanado, es decir, sin reja ni arcos invertidos  en lo  alto como muchas de  ese  tipo. Hubo panteón además en  el espacio entre las dos iglesias, en el Calvario, (aún antes del de la Santa Veracruz, hasta entonces exclusivo de los indios) en san Juan de Dios y en el Beaterio. Al derrumbar parte del curato viejo en 1869, se  cuadro la plaza y  se pidió vender los   lotes  resultantes. (208)   El panteón  junto  al  río data  de  cerca de 1840 (de alguien fallecido en una fecha cercana aún se conserva una tumba. Se prohibieron los enterramientos en la plaza y el interior de las iglesias en 1823, (209) aunque hay constancia de entierros en fecha posterior en el lugar. No hay dato exacto de cuando se detuvieron realmente las inhumaciones ahí pero sería bien entrado el siglo XIX. Todavía fue enterrado en el pequeño panteón existente en el espacio entre las dos iglesias Don Juan Domínguez en 1847, (210) sus restos se trasladarían luego al de la Santa Veracruz.

Suponemos que la fecha en que se quitó definitivamente el camposanto es la de su instalación como plaza pública, (211) es decir después de 1853 cuando inicia la remodelación del panteón indio del Calvario que concluirían en el edificio del hoy panteón de la Santa Veracruz, donde funciona el Museo de la Muerte. Parece que durante cierto tiempo funcionó en ella el mercado municipal, que de siempre se había instalado en la plaza principal. La placa del monumento en la plaza de los fundadores indica que el panteón municipal estuvo ahí hasta 1854.
 
201) Mina Ramírez Montes, Querétaro en 1743. Informe Presentado al Rey por el corregidor Esteban Gómez de Acosta. México, Gobierno del Estado de Querétaro, Archivo Histórico del Estado. 1997, p.  170. El bienhechor fue Marcos Mancilla, como reza la placa de cantera que aún puede verse. Dice Ayala que costeó la terminación de la obra, que iniciada desde 1693, había parado varias veces por falta de fondos.
202) Llama la atención que pese a la división, el cura era solo uno, con auxiliares encargados de administrar servicios a los indios en su idioma, algunos muy diestros en el idioma otomí, según dice  el documento. Y lo eran, al grado que uno de ellos, Luis de Neve y Molina, entonces bachiller, quien fue en fecha comprendida entre 1736 y 1753, auxiliar del párroco de San Juan del río (Cfr.  Mendoza, 2006, op. cit. p. 28) años después, como Doctor y catedrático en el arzobispado de México, con la experiencia ganada en el antiguo puesto, publicó una de las primeras gramáticas de otomí, base de muchos estudios posteriores sobre dicho idioma, incluido su amplio vocabulario. Ver Luis Neve y Molina, Reglas de orthographia, diccionario y arte del idioma othomí, breve instrucción para los principiantes,  México, Imprenta de la bibliotheca mexicana, 1767.
203) AGN. Instituciones Coloniales, Regio Patronato Indiano, Bienes Nacionales, Vol. 715, Expediente 12. 
204) Marta Eugenia García Ugarte, Hacendados y Rancheros queretanos (1780 – 1920), México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 1992, P. 224.
205) Idem.  En Ayala, 1981, op. cit.  p. 192, se menciona como sindico del Ayuntamiento.
206) Ibid. p. 225.
207)  Cfr. Luz Amelia   Armas B., Oliva Solís H. y Guadalupe Zárate Miguel “ Región de los valles y zona sur” en Cano Romero Yolanda, Catalogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles Estado de Querétaro, México. Gobierno del Estado de Querétaro- INAH-CONACULTA, 2003.  Disco Compacto 2. Se Refiere a Rafaela Díaz. Datos tomados por las Autoras de La Sombra de  Arteaga. Debieron ser muy suntuosas dichas puertas o ventanas ya que en números de 1867 a 1870  se hace constante recuento de sus peripecias, desde que se quitaron, se confiscaron, se trasladaron y al final  se vendieron.
208) Idem.
209) Ayala, op. cit. p. 150.
210) Cano Sordo, 1999, op. cit.
 
les debo muchas fotos de las iglesias para mañana, de todos los tiempos.

martes, 4 de marzo de 2014

INSCRIPCIONES EN LAS IGLESIAS III


INSCRIPCIONES EN LAS IGLESIAS III


Concluyo por ahora el  tema de las inscripciones  en las iglesias con las tres últimas existentes y otra que estuvo y no he localizado.

La primera, es de la parte lateral de la Parroquia de Guadalupe,  simplemente dice  AÑO DE 93, es de las no detectadas por Ayala por lo ya dicho, seguramente se refiere al año de 1693.  Noten que  dentro de la Ñ trazan la A y agregan un apostrofe para la 0, igual ocurre con la E, trazada dentro de la “D” ¿cuestión de economía o de espacio?
 


Para finalizar con la Parroquia, sin comentarios y hasta sin marca de página, la más nueva, en la fachada frontal.

Fotografia personal
 (a la izquierda, abajo de esta misma fotografía debajo del botaguas se ve la siguiente inscripción, esta corresponde  ya al Templo de San Juan Bautista)

 Dice así:

 
oysab

adoo3

dotubr

1683

     °

    a
Fotografía personal


 

 
Y quiere decir

Hoy sábado 3

 de octubre, 1683


acabó.

 
Finalmente diré que en este mismo templo, en la fachada que da a la Plaza de los fundadores, al lado norte existe un espacio formado por bloques de cantera, pareciera ser que era otra torre, y sí lo iba a ser, pero por razones desconocidas pasó los siglos inconclusa, incluso se derrumbó, (lo que hoy vemos es la reconstrucción)  esto debió ser después de 1925 porque en ese año, dice Valentín F. Frías, había  una inscripción ubicada en el corredor vista al norte en la casa cural, (no se refiere al curato viejo, ya inexistente entonces sino a la hoy "Academia") en el muro de la torre inconclusa junto a la fachada de la iglesia, que decía (o dice, no se si aún esté, oculta)  “CORRIENDO EL AÑO DE 1606. PRINCIPIÓ ESTA TORRE SIENDO CURA Y JUEZ ECLESIASTICO EL PRESBITERO JUAN ALONZO Y GOBERNADOR DE LA REPUBLICA EL SEÑOR DON SANTIAGO LORIA A EXPENSAS DE DON JOSEPH ALVAREZ“. (Transcripción modernizada mía) de ser cierta la fecha, nos confirmaría que la demolición no fue hasta los cimientos, aprovecharon espacios anteriores y da los nombres de sacerdote, gobernador de los indios hasta hoy desconocidos  y posible bienhechor.

Pero no se sí es error de Frías y confundió la fecha, sí hubo un Juan Alonso como Teniente y alcalde mayor de Querétaro a inicio del siglo XVII. Ver Juan Ricardo Jiménez Gómez El sistema Judicial en Querétaro. 1531 – 1872. México, Miguel Ángel Porrúa, 1999. P. 605 y 606. Pero también ya dijimos  hay en un contrafuerte de la parroquia una inscripción que dice “josph alvarez de cristo” pero con fecha 1689 y hubo un cura Juan Alonso pero en 1805. Ver Mendoza, 2006. Solo queda de la torre el espacio de cantera al lado de la portada.  Dice también Frías que nunca fue acabada.

Con esto termino el tema por ahora, si les pareció interesante, acepto comentarios, aunque con que lean me doy por bien servido y no se olviden de recomendar lo mismo a sus conocidos,  continuaré con temas parecidos y similares según permitan mis ocupaciones.