martes, 27 de septiembre de 2016

La cruz arbórea de la Ermita del barrio del Calvario


La cruz arbórea de la Ermita del barrio del Calvario


La otra cruz arbórea

Anteriormente me había referido y dado detalles de la majestuosa cruz de troncos del cerro de la Cruz y su peculiar historia.

(Ver aquí:  La cruz arbórea )

En aquel momento hice la relación entre ese estilo del símbolo cristiano, las llamadas cruces arbóreas, con la encontrada por Santa Helena, es decir aquella donde fue crucificado Jesucristo y que a decir de sus contemporáneos, era un tronco al que le habían cortado las ramas. Por su significado, se le conoció como la cruz verdadera o la vera Cruz.

La ubicada en el cerro de la Cruz, por su tamaño, sería la más imponente de ese tipo, pero existen algunas más diseminadas en la ciudad.

Hoy presento a Ustedes, la Cruz Arbórea de la Ermita.

La Ermita es un pequeño edificio religioso ubicado en la acera oriente de la calle 2 de abril entre Fernando de Tapia y Mariano Jiménez. Por tradición oral, en el barrio donde se encuentra, las personas mayores indicaban que era parte de una serie que marcaba los límites del viejo pueblo, ya que antes, decían, en ese lugar, terminaba el pueblo. En lo personal, creo que la tradición oral entremezcló algunos conceptos que trataré de aclarar, esto en el entendido de que como muchos aspectos de nuestro pasado, se carece de la documentación respectiva.

Lo que vemos actualmente, es una ermita construida para marcar una de las estaciones del Víacrucis de semana santa, lo que se confirma con el cuadro que preside lo que sería el altar. Por su tipo de construcción y materiales, es del siglo XIX.
Por su estado actual, más bien parece un humilladero, es decir una construcción precisamente pequeña, para hacer que la gente bajara la vista para hacer sus oraciones, aunque originalmente no lo era tanto.

Tomando en cuenta la tradición oral, que indica que señalaba un límite, se pudiera inferir que en ese lugar se ubicó en los primeros años de la ciudad, lo que se llama “Cruz de marcaje”, es decir, un elemento religioso que indicaba el límite de un asentamiento indígena.

Por lo que he podido saber, casi exactamente en este lugar estaba el inicio original del barrio antiguo barrio del calvario, por lo cual ahí se habría colocado la señal del asentamiento.  Entre el camino Real y la ermita, solo había un territorio desolado y lleno de rocas, no atractivo en su momento para asentamientos humanos. La poca población de este barrio, indígenas, se asentaba en las partes altas del mismo, es decir al sur de la misma calle dos de abril y en los alrededores de la Capilla del Calvario.

Modificado del Plano de Ignacio Pérez, el barrio del Calvario o pueblo Nuevo
Modificado de Google 2015, elementos aquí mencionados, incluida la zona llamada "Pueblo Nuevo"
El terreno erial mencionado, básicamente las dos aceras de las dos cuadras de la calle Mariano Jiménez,  que estaban formadas con cantera, al paso de los años, por la utilización de ese material en las construcciones de la población  fue suavizándose y en el siglo XVIII, con el aumento demográfico, los indígenas lo ocuparon también para viviendas. Este asentamiento se llamó “Pueblo Nuevo” y se integró al barrio adyacente, que desde entonces ostentó los dos nombres: “Pueblo Nuevo o el Calvario”.

Seguramente para proteger la cruz de marcaje, entre las nuevas construcciones, se instauró una capilla de Indios, estas eran auspiciadas por algún personaje con recursos, para el uso de su familia y los vecinos. Generalmente sus fiestas eran sostenidas por un legado económico, dejado por otro bienhechor. Al paso de los años, al diluirse el legado, la fiesta era sostenida por los vecinos y beneficiados o se perdía para siempre.

Se tienen noticias que el Víacrucis de Semana Santa se efectúa por esta calle desde el siglo XVI, por lo cual la existencia de la primigenia cruz de marcaje y la capilla de Indios posterior determinó que se les tuviera por seña para determinar aquí una de las estaciones del recorrido, como ocurre hasta nuestros días.

Diluidas las familias indígenas y los posibles legados, la capilla persistió como espacio público y seguramente por estar muy deteriorada, se efectuó en ella una remodelación o reconstrucción, resultando lo que desde entonces se le llamó “la Ermita”  que es casi lo que vemos en la actualidad.
Fachada completa de la ermita. Fotografía personal.

Ignoro si aún tiene una dedicación o festividad especial, recuerdo vagamente que de niños nos llevaban algunos días a rezar ahí. Pero nadie se acuerda porqué.

Ya he relatado que todo el barrio, incluidas las calles Reforma, Mariano Jiménez, Pino Suárez, 2 de abril, el callejón de la Santa Veracruz  e increíblemente, el terreno ocupado por el Centro Histórico y Cultural, están edificados sobre la continuación de “las Peñitas” es decir, sobre un banco de cantera  morena, oculto hoy por el asfalto y el empedrado, pero que determinó la forma caprichosa de las calles y los hoy extraños altibajos de sus fachadas, entradas y banquetas.

La ermita, igual que sus construcciones vecinas se edificó a una altura de aproximadamente un metro sobre el nivel de la calle, sobre la cantera viva.

Actualmente su tamaño minúsculo, nos hace confundirla con un humilladero, pero resulta que lo que hoy vemos es un acomodo reciente, a fines de la década de 1960, al realizar el municipio, la urbanización de la calle donde se encuentra y las aledañas, edificó las altas banquetas que le caracterizan, cortando y quitando las aristas de cantera que por todos lados tenía.
Fotografía de José Velázquez. Tomada del libro San Juan del río 500 años. La ermita en su tamaño original, solo le faltaba el pequeño atrio

Fotografía personal, la misma calle, la misma toma... media ermita.

La ermita en esos mismos años, llegaba casi a mitad de la calle, por lo que el municipio, siempre previsor, decidió que algún día iba a estorbar y decidió sin más, ¡Recortarla!  Y así, su fachada terminó más o menos dos metros atrás. La altura a la que estaba se conservó, pero anteriormente, tenía una escalerita de acceso, que también estorbaba y fue eliminada.

Modificado de fotografía aérea de 1970 del DETENAL, en rojo, la Ermita ya recortada.
Curiosamente, me dicen mis padres, que vivieron en esa década en la calle, alrededor de la fachada y encerrando la escalera de acceso, la ermita tenía un minúsculo atrio de piedra, apenas de un metro de alto. En beneficio del municipio, diré que ese atrio no lo tiraron ellos porque ya se había caído para la fecha de modernización de la calle.

Lo único rescatable de la acción fue que la fachada original se conservó, pero los elementos que contenía la ermita se arremolinaron en menos de la mitad de su espacio original, por eso se observa un interior algo amontonado. En el proceso de "retroceso", se perdió la artística peana del frente y seguramente la cruz.

Fotografía personal. El minúsculo altar.
Supongo que la cruz exterior original de la ermita se perdió en el recorte y la que en la actualidad se ve es más reciente, pero en su interior, igualmente sin datación, existe otra de las cruces arbóreas que se conservan en la ciudad. Contiene todos sus elementos, las ramas cortadas, los clavos de la pasión, el rótulo, solo falta saber su historia.

Como muy seguido me pasa, de muchos aspectos de la historia reciente de la ciudad, tengo información y capacidad para escribirla, pero me faltan elementos para  ilustrar lo narrado. Para esta entrada se dio la afortunada casualidad de que en el recientemente aparecido libro “San Juan del Río, 500 años” apareciera una fotografía de Don José Velázquez con la toma de la ermita y el entorno original  de la calle, incluida la cantera y el deslavado arroyo.
Pintura del altar interior. Estación del Viacrucis, imagen borrosa por estar cubierta con un plástico muy viejo


La arbórea del barrio de la Cruz

La arbórea de la Ermita
En el libro no está fechada y en la página de los vecinos, que fueron los primeros que la publicaron, tampoco dan fecha exacta, pero me dicen mis informantes que muy probablemente es de 1969, por ciertas construcciones que en los alrededores se observan, por el ya no tener el mini atrio y que en ese año se empedró la calle. (Décadas antes ya había tenido empedrado, pero la falta de mantenimiento y las lluvias lo habían deslavado casi todo en esa sección)

La fotografía además tiene otros dos elementos que sirven para sendas entradas, uno muy visible y otro completamente oculto, si los hallan me los dicen o esperen a su publicación.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Los memes de San Juan, la otra crónica

Los memes de San Juan, la otra crónica

Meme (Internet meme) es un término utilizado en el mundo de internet para describir una idea o un símbolo que se transmite de forma explosiva a través de los medios de Internet. (email, red social, blog, noticias y otros servicios) Meme viene de la palabra griega "mimema", que significa "algo imitado" y representa una forma de propagación cultural, un medio para que la gente transmita memorias sociales e ideas culturales entre sí. (http://aprenderinternet.about.com)

Los de San Juan (la página)

En lo personal los leí por primera vez hace un par de años, aunque su aparición en redes sociales data de 2012.
Se trata de una página de Facebook en la que, haciendo uso de los memes, esas repetitivas, simples y a veces burdas imágenes que a través de la magia de agregarles un texto simple se van adecuando para que los usuarios, colaboradores y lectores) expresen el sentir colectivo respecto de los eventos cotidianos, algunos puramente banales, otros definitivamente trascendentes, que merecen su atención.

Estas páginas mueven constantemente el sentido de su mensaje y contenido de acuerdo a la interacción de quienes contribuyen a ellas y sus  administradores. El colectivo que integra la página es casi exclusivo de jóvenes y por tanto la manera en que se expresan es a través de un lenguaje directo, a veces crudo y hasta grosero, afortunadamente no atado a convencionalismos. Si pudiera resumirse en una sola palabra, diría que simplemente es irreverente, no entendido esto con trasfondo negativo, sino como una sana cualidad, propia de los jóvenes, ante una realidad que les impone restricciones que ellos no entienden, en una sociedad que todavía no les da un modelo convincente a seguir.


Seguramente sin darse cuenta, han sufrido una natural y sana evolución, pasando de los temas puramente estudiantiles, (que afortunadamente aún no abandonan) incluidos chistes locales y de temporada, el aporreo a los profesores, la interminable disputa entre las otras instituciones de educación media superior, el CONALEP, la prepa UAQ, los Cobaqs y ni se diga de las particulares; a comentar de las colonias periféricas y en últimas fechas, es notoria, a ojos ajenos como los míos, la ampliación de su radio de acción a un territorio más amplio. Escondidos entre el chacoteo, “la caña” como ellos dicen, asoman indicios de describir la realidad del municipio que perciben y una crítica, si bien no perfectamente estructurada aún, a veces refleja un demoledor sentir, sobre problemas y acontecimientos locales. Esta evolución, refleja una concepción novedosa sobre nuestra ciudad, por muchos de otra edad denostada o idealizada, y que ellos  se encargan de refrescarnos, con un enfoque no viciado aún por los prejuicios y convencionalismos de los años.


Visto superficialmente, el fenómeno de los memes, parece una forma de expresión rudimentaria, solamente útil para el terreno humorístico aderezado con una imagen simple. Sin embargo su éxito radica precisamente en eso, la imagen emitida tras un acontecimiento, en un momento y espacio determinados, como la respuesta más efectiva a él, con un mensaje puro y llano, sin atavismos, ideología o política, es decir es la respuesta más directa y por tanto verdadera, a la realidad.

El origen de sus imágenes puede ser cualquiera:: fotografías reales, programas, películas y personajes reales o del género de ficción, a las que es fácil adaptar con un texto propio, creando un mensaje nuevo para compartir a través del hoy medio dominante, el Internet.

Hay quien dice que los memes son el grafiti de las redes, porque igual que a las paredes aquellos, estos inundan las páginas, con sus demoledores mensajes. La analogía es exacta si entendemos que los, para muchos, incomprensibles signos en las paredes, también son una expresión juvenil ante hechos concretos.

Es indudable que en la actualidad las formas de comunicación y los tradicionales canales en los que la información se movía, se han transformado. Insertos en ellos, los memes reflejan una evolución cultural, para muchos hasta hoy oculta por no trascender del espacio de las redes sociales a los círculos puramente académicos  y culturales. Sin embargo, no por nada, la página que nos ocupa,  es una de más leídas y populares de San Juan del Río, con una audiencia envidiable hasta para alguno que otro blog de historia local. Ello se debe a que los memes reflejan la tendencia de los jóvenes por difundir de manera sintética su mensaje y qué más simple que una imagen contextualizada a una situación que es significativa también para el receptor, entre ambos le dan sentido y completa la función del mensaje.

En este tenor, al abrir la página, encontramos una novedosa crónica del acontecer diario de la ciudad, en la que el amplio público que la lee y nutre, al conjuro de los poderes vivificantes del desmadre, (dijera Monsiváis)  o al simple deseo de fregar al condiscípulo, en un par de clics, transforman el contenido en la más amplia visión de una realidad, a la que pueden criticar de la manera más ácida, como reacción  natural y humana ante un sistema que por hoy les es ajeno y con el que no comparten casi nada y que sin embargo les da acceso a una nueva forma de difusión de mensajes e idiosincrasia. Además de lo ya comentado, es fácil encontrar en la páginas a los personajes y lugares de siempre en San Juan del Río, los casi míticos Don Memo, Don ángel, Lupe el policía, el puente de la Historia, el río, las gordas de doña Chingona, los puestos del jardín, los eloteros, las paradas de los camiones, los fruteros ambulantes, etc.

Y digo que estamos ante la aparición de un nuevo tipo de crónica, porque ya se han dado algunos casos en que sus contenidos han desbordado el ámbito de las redes sociales y se han constituido como parte de lo que yo llamo el imaginario colectivo, es decir la conciencia social de la ciudad.

La ventaja de tener una página de estas características en nuestra ciudad, es que esta hecha por jóvenes. Hace muchos años que la población mayoritaria de San Juan está en ese sector, los adultos de edad y creencias somos minoría.  Asiduo lector de ellos, a veces me desespera ver cuánto espacio ocupan para un tema que considero completamente intrascendente, luego me acuerdo en qué me entretenía cuando era joven y les doy la razón. Otras me asombra ver la capacidad de síntesis para un tema al que yo le tengo que rebuscar para conceptualizar y a veces no me sale, y me acuerdo cuando editaba un periódico: "El Avandarito" en la prepa San Juan, otras vece me espanto por la facilidad con la que usan el lenguaje florido, groserías, peladeces y maldiciones para adjetivar cualquier persona, objeto o situación pero  me recuerdo cuántas de esas y más digo cuando estoy en medio del tráfico cualquier sábado en las cercanías del mercado Juárez.

Sin embargo, no por relajientos, algunos temas abordados dejan de ser profundos y reflejar su concepción del mundo. Sanamente, cuando el tema desborda, y alguien se siente ofendido o aludido, el administrador aclara que es pura caña (relajo) y si no le gusta, pues… le llegue. ( O sea que no los lea, que cambie de página)

En atención a que su contenido obedece a un colectivo que a través de las opiniones y comentarios, a pesar de que desde su creación han tenido algunas cabezas visibles, no aludo nombres, respetando el sentido de una página en la que todos son igual de importantes.

Creo que a muchos no nos caería mal, darnos una refrescada de ideas y recordar un poco, aquellos ayeres, cuando los medios en que nos expresábamos eran muy distintos y muchas pautas culturales estaban muy acotadas, afortunadamente creo que la esperanza de un cambio logrado por la juventud no se ha perdido, puedan o no lograrlo, tienen derecho a intentarlo, a fin de cuentas, el mundo ya es de ellos. Dense una vuelta, total, si no les gusta, pues  “le llegan”.

Y en un intento de describirlos, a través de sus propias imágenes y palabras, presento a ustedes parte de lo aparecido en su página en pasados meses, cuando casi se juntaron dos hechos trascendentales para nuestra ciudad: la inundación de fines del mes de mayo y la tradicional feria, sin olvidar la vida cotidiana.  

A su modo ellos lo abordaron, al mío, lo reseño: (Todos los textos son míos, las imágenes de ellos, créditos a quien correspondan)

 Antes que nadie, los personajes del viejo San Juan avisaron lo que estaba por venir.
Una vez iniciada la tempestad, definieron poéticamente  lo que pasaba.


A pesar de la tempestad, no era cosa de alarmar a las redes, había que ser positivos: 


Además, es bien sabido que ninguna lluvia amedrenta a un sanjuanense:


Sin embargo,  después de la tormenta, había que regresar a casa y ante la realidad, se tuvo que improvisar:


Recalcando siempre que el transporte público no se detuvo por la calamidad:


Aunque, ante los evidentes estragos no estaba de más una oración:


Apenas unas horas después, ya  sabían perfectamente lo que había pasado:


Tampoco dejaron de estar en primera línea para conocer el sentir de los funcionarios:

Pero que mejor definición de estragos que ésta.


Una vez pasada la contingencia, e iniciado el mes de junio, no dejaron de estar pendientes de las obras gubernamentales en proceso.


Y ocuparse de los personajes de San Juan:



De la idiosincrasia local:


Del conflicto magisterial:
















Y porqué no, nunca está de más un consejo para las jóvenes:


A días de la inauguración de la feria, tuvieron la primicia de quién se presentaría en ella, desgraciadamente resultó falsa: 

 Y una vez iniciados los festejos, otro vistazo al transporte público.








Y a los sanjuanenses.









Para finalizar, creo que a últimas fechas les ha entrado la nostalgia, su imagen de portada es una fotografía del viejo San Juan.

Espero que esta reseña haya sido del agrado de los creadores de la página reseñada, si no...  lléguenle.

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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD (o viceversa)
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Les recuerdo que el próximo martes, será la presentación en Querétaro del libro SAN JUAN DEL RIO, ZONA DE MONUMENTOS, editado por el INAH, obra de alcance nacional referida a nuestro centro histórico y en la que participamos, cuatro sanjuanenses:  Marimar Santana, Adolfo Rojas, Francisco pájaro y un servidor. Para los que no asistieron el día 14 y deseen adquirir el libro, estará  a la venta ahí.


miércoles, 7 de septiembre de 2016

La zona de monumentos de San Juan del Río.

La zona de monumentos de San Juan del Río.

La Portada


Creo que ya había comentado hace tiempo que formaba parte de un proyecto editorial auspiciado por el INAH pero como no se veía claro si el libro en cuestión se iba a lograr, no di mayores detalles en ese momento, no fuera siendo que se malograra como tantos proyectos fallidos. Dado que hoy ya es una realidad, presento los pormenores del asunto.

 Algunos de ustedes que deambulan por el centro de San Juan del Río, habrán notado que desde la semana pasada, en las afueras del portal del Diezmo se encuentran pegados algunos carteles anunciando la presentación de un libro, llamado “San Juan del Río, Zona de Monumentos”. Es precisamente la materialización del proyecto mencionado.

Inició a través de una invitación realizada el pasado mes de febrero de 2015, por parte de la entonces directora de Cultura Municipal, la maestra Juana Ávila, convocando a los escritores locales a participar en una reunión con la Lic. Margarita Magaña del INAH Querétaro, para una reunión de trabajo.

El inicio del proyecto. Margarita Magaña del INAH Querétaro y La maestra Juana Ávila, de la Dirección de Cultura de San Juan del Río.
Se nos presentaron algunos ejemplares de una serie editada por el instituto, llamada “Monumentos” en la que diversas dependencias del mismo, dan a  conocer precisamente los monumentos de aquellas ciudades que por la riqueza de su patrimonio material, cuentan con  Declaratoria de Zona de Monumentos, y dado que el centro histórico de San Juan del Río es de esas, propusieron a los presentes participar con ensayos o artículos originales, con el único requisito que fueran referidos a los edificios de nuestra ciudad que se encuentran en la mencionada zona.

Ignoro cuántos trabajos de los escritores locales fueron inscritos, el caso es que al paso de los meses, se comunicó a algunos, entre los que se encontraba un servidor que nuestros trabajos habían sido elegidos y que el libro estaba en marcha.
Algunos de los asistentes al inicio del proyecto.

A partir de ahí, como sabrán quienes han editado bajo la tenaz vigilancia de un corrector de estilo, todo consistió en un estira y afloje, que si esta frase va aquí, que esta no,  que cámbiale el título, que te faltan referencias, que de dónde salió esto etc, etc etc.  En lo personal el trabajo que presenté solo tuvo ligeras modificaciones.

El paso que continuaba era la visita de un fotógrafo profesional, a tomar gráficas de los monumentos. Por esas cosas del destino, tuve la oportunidad de colarme entre el equipo que efectuaría las tomas, pero también por azares del mismo, problemas personales me impidieron hacerlo.
Asimismo, como parte fundamental de la serie, se realizaron al unísono, entrevistas con algunos personajes locales, que pudieran dar testimonio de lo que representa el contenido de la zona de Monumentos.

Finalmente solo fue cuestión de esperar, asuntos presupuestales, posposiciones, incluso hubo momentos en que parecía que el proyecto quedaría truncado.

Casi perdidas las esperanzas,  hace poco más de un mes se me comunicó que la obra ya estaba impresa y que  se presentaría tanto en San Juan como en Querétaro por algunos de los autores. Correspondiendo a mí el honor de hacer la presentación acompañando a la Maestra Guadalupe Zárate Miguel.
La presentación en  Querétaro.
 La presentación inicial será en San Juan del Río, correspondiendo aquí hacerla a otros de los autores, Francisco Pájaro y Tania Padilla.
La presentación en San Juan del Río.

Y finalmente, se presentará en México, dentro de la Feria del Libro de Antropología e Historia, supongo que los autores nacionales harán la presentación.

Cartel de la presentación en México
Por el nombre del libro y la serie de la que forma parte, podrán suponer que el tema fundamental es la descripción de algunos de los edificios de nuestro centro histórico, están en lo cierto, pero no les adelantaré más, para que no pierdan interés en asistir, el tema que yo trato, no es un edificio, incluso ni siquiera es un monumento, pero permitió la existencia de muchos de los que hoy vemos.

Aclaro que los tres eventos están bajo la dirección del INAH y son ellos quienes deciden como se efectuarán. En los tres la entrada es libre y al parecer habrá en ellos posibilidad de adquirir el libro. En cuanto tenga más información se las hago saber por este medio.

En lo personal, la obra, a pesar de su tardanza, constituye una oportunidad de dar a conocer parte del importante legado histórico de esta ciudad,  que es la intención del hasta ahora no constituido grupo local, que a través de diversas plataformas, se ha dedicado a difundirla. 

El grupo de escritores locales que participaron en esta obra son: Marimar Santana, Adolfo Rojas, Francisco Pájaro y un servidor. Con nuestras naturales limitaciones pero con mucho amor a nuestra historia, pudimos ser parte de ella, al cobijo de grandes autores a nivel estatal y nacional que  también participan.

El libro  “San Juan del Río Zona de Monumentos” históricos es el número siete de la serie editada por el CONACULTA-INAH.  Dicha serie se constituye como “una provocación”  para que el público se interese por acercarse a los edificios que constituyen la zona de monumentos de la ciudad  en cuestión. Provocación porque es imposible contemplarlos todos pero se pretende que atraiga a conocer otros.

En el caso de San Juan del Río, la zona de Monumentos, esencialmente parte del actual Centro Histórico de la ciudad abarca  48 manzanas, conteniendo un total de 334 elementos, entre casas, edificios y monumentos. La obra aborda algunos de los más emblemáticos.

Otra característica de la serie patrimonio, es su abundante material gráfico. Incluye fotografía profesional actual, fotografías antiguas muy conocidas y otras hasta hoy desconocidas de nuestro pasado, como se refleja en las obras ya publicadas de la serie, y cuyos nombres nos darán idea de la importancia que tiene, al ser equiparada con ellas, la Zona de Monumentos Históricos de San Juan del Río, declarada como tal en el año de 1986: Cuautla, Santa Clara del Cobre, Pátzcuaro, Real de Catorce, Taxco, Veracruz y… San Juan del Río.

No dejen de asistir, a muchos de mis lectores no los conozco y sería una buena oportunidad de encontrarnos, los de aquí y los de Querétaro capital. Nos vemos el 14 y sobre todo el 21
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LA COMUNIDAD AL SERVICIO DEL CHICHIMECA
No sean ingratos, no dejen de asistir el día 14 ni el 21, donde tendré la oportunidad de alternar con tres grandes autores, Guadalupe Zárate Miguel,  Jaime Nieto y Jaime Front, de quienes tengo bastantes libros en la biblioteca. Gracias a este blog, podré compartir ante ellos mis ideas sobre  los temas y anécdotas que encierran las viejas piedras, la gastada cantera y el crudo barro que unidos formaron esos edificios en cuyo interior y exterior transcurrió la historia de este pueblo, que dicen algunos fue fundado en nombre de Dios del cielo y de la Tierra…

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