lunes, 19 de abril de 2021

EL DIQUE DEL RÍO SAN JUAN

 EL DIQUE

Acostumbrados a las periódicas crecidas del río San Juan y las inundaciones y daños que provocan en la actualidad, se motiva a la reflexión de cómo las afrontó la ciudad en los tiempos antiguos.

 

EL PUEBLO

A pesar de que el hoy es el centro histórico de la ciudad, que fue el fundo original del poblado establecido desde el siglo XVI, tuvo siempre el paso del río por su interior, de inicio  no debió ser un problema dado que por entonces las zonas aledañas a él no estaban ocupadas por viviendas. A partir del siguiente siglo, el crecimiento urbano alcanzó al río que quedó como límite natural de los predios al sur y poniente.

Imagen de Google Earth 2021.El paso del río por la ciudad, indicando algunos puntos mencionados en el texto. La línea verde oscura señala los meandros principales del cauce.


El aumento constructivo hacia ese rumbo fue motivado en parte por el trazo en las cercanías del Camino Real, la actual Avenida Juárez, desde su esquina con la antigua calle de Manzanares (hoy San Luis Montañez) hacia el poniente. A partir de la acera, el terreno descendía en una suave pendiente hasta llegar al nivel del río. En la actualidad, por la urbanización, no se ve, pero lo tienen todas las casas colindantes al río en partes de Galeana, San Luis Montañez y la Avenida Juárez. Uno de los pocos lugares donde todavía puede observarse esa característica, es el Centro de Salud Urbano, que antes fue rastro y en época colonial mesón y cuya construcción actual data de la década de 1960 siguiendo los niveles originales del terreno ya que todo lo previo fue demolido. En mayor o menor grado, esa pendiente está o estuvo en todos los predios de las calles mencionadas y desde época temprana las casas y edificios debieron adaptarse a ella. Igual ocurre con la acera poniente del B. Hidalgo, anteriormente huertas, también en declive hasta el río.

Esa característica daría a la zona lo que en la actualidad llamaríamos plusvalía, qué mejor que tener, apenas a unos pasos, un suministro ilimitado de agua para riego y servicio doméstico, a cambio solo había un pequeño problema  pasajero… bueno… pasajero, pero no tan pequeño.

EL RIO

El río San Juan, contra lo que dicen algunos, nunca tuvo abundante corriente permanente, sí tenía todo el año, pero en volumen bajo, lo que permitía a vecinos y pueblo en general acceder a él exactamente en la zona relatada por ser la más cercana y tomar el agua para servicio: bañarse y lavar ropa y hasta nado lúdico. Incluso había veredas en sus orillas, apenas a centímetros sobre el nivel del río, para acceder por todas partes, una iba de la calle Galeana hasta el final de la huerta grande, otra el callejón del Tompiate, desde Galeana hasta el Pasoancho.

El  bucólico paisaje de los remansos poblados de mujeres lavando, niños jugando, aguadores llenando sus cántaros y las matas de jara blanqueadas por ropa secándose al sol  cambiaba diametralmente en temporada de lluvias y a veces ni siquiera era necesario que lloviera cerca. Entonces el caudal crecía considerablemente, incluso de manera intempestiva. Como hoy, se presentaban crecidas repentinas de tal fuerza que además de inundar sus alrededores, muchas veces socavaban el terreno, llevándose partes de él, esto especialmente donde el río hacía curva, la fuerza del frente de agua al sobrepasar el cauce normal no respetaba esos giros como lo hacen las aguas mansas, sino que iba de frente con los consiguientes daños y el cambio en el cauce, haciendo cada vez menores los terrenos afectados.


LOS MEANDROS

Las curvas pronunciadas en los cauces, técnicamente llamadas meandros, se forman en los ríos jóvenes de corriente abundante, al transcurrir el tiempo, la fuerza centrífuga de las crecidas hace que se desplace con más volumen y velocidad a la parte más honda y al lado contrario más lenta y débil, erosionando partes hasta unir el inicio y el final del meandro, desapareciendo las curvas grandes, quedando solo ondulaciones leves. Es un proceso natural que lleva siglos o milenios, en nuestro caso, ocurrió que en dos de los meandros del río San Juan se estableció la población quedando parte de ella a su suerte en el proceso. La corriente abundante se perdió en algún momento, solo quedaron los meandros, las periódicas avenidas y la lenta pero incesante erosión.

Esquema personal, cómo los meandros de un cauce, provocan la erosión de las orillas, la formación de islas y al final, la desaparición del antiguo cauce, por uno nuevo. Mientras haya corriente, siempre hay cambios.

El problema estaba dado por la amplitud de la cuenca del río desde el estado de México. En cualquier parte de los más de 100 kilómetros de trayecto, podía aparecer una lluvia repentina y si era abundante, generar una corriente descontrolada mayor al aumento previsible en época de lluvias y que tras  avanzar encajonada en las barrancas del sur del municipio, salía el frente de la corriente y la fuerza de su desplazamiento chocando directamente contra las curvas iniciales de los meandros, socavando el terreno, fuerza aumentada por infinidad de arroyos iniciando un recorrido de destrucción por el sur poniente del pueblo.


Modificado de Google 2021. Las línea azules marcan aproximadamente el mayor alcance del río. Las marcas rojas, son los puntos de impacto de la corriente y erosión del terreno. La línea amarilla es el trayecto del dique construido. 

LA GENTE

Indefensos ante el fenómeno, impotentes ante la naturaleza, los vecinos solo pudieron arrinconar las viviendas hacia el frente y dejar la parte trasera como huerta u hortaliza, esperando que los daños venideros fueran menores. Incluso algunos terrenos se dejaron como baldíos, es el caso de parte  de la zona detrás de Galeana y San Luis Montañez, solo urbanizados recientemente. Quizá hacían obras de contención menores, siempre inútiles o de carácter provisional. Sin forma de preverlas, las crecientes siguieron su acción destructiva, muchas veces, el nivel del agua alcanzó el camino Real, existe el dato de alguna vez haber alcanzado el interior del Beaterio en la acera de enfrente.

Aunque documentalmente solo hay evidencia desde finales del siglo XVIII de las quejas de los vecinos e intentos iniciales de alguna obra que contuviera al río, sobre todo desde la Huerta Grande. (cuyo final estaba cerca del actual puente de la autopista sobre el río) En la orilla contraria también se provocaban daños, pero al ser terrenos inhabitados o de cultivo los daños eran menores


Fotografía personal. Al fondo, el puente de la autopista, abajo, el río
 y aproximadamente a la izquierda, aunque no visible, comenzaba el dique, en el lindero de la Huerta Grande.

 La afectación iniciaba en la hoy parte trasera de la Central Camionera donde inicia el primer meandro y  terminaban cerca del actual Puente de la Historia, en especial a los predios de la ladera oriente del cauce, todos colindantes con el río, es decir las huertas y calles descritas donde era común ingresara el agua a las viviendas y erosionara sus partes traseras.  




Composición personal, Fotografía de 1970 e imagen actual de Google Earth, el punto rijo, marca el puente Cano, el azul el Sabino Quemado.

LOS LÍMITES

Por evidencias que ya no existen, pero eran visibles hace algunas décadas, podía conocerse sitios increíbles hasta donde llegaron corrientes en el pasado, quizá la más extrema, hasta el actual estacionamiento subterráneo del B. Hidalgo, cruzando la huerta del Molino llegó hasta la de la Viña dejando un depósito de arena y piedra bola acarreado por el río, haciendo improductiva esa parte, la única en la fértil huerta.

En el actual puente Cano, una creciente deshizo  todo su alrededor y socavó un área de más de 100 metros cuadrados detrás de él. 

En la actual zona de servicio del Parque de los Abuelos, estuvo una vivienda grande, que alguna vez fue arrasada, quedan actualmente parte de sus cimientos e inicio de los muros, de las paredes estuvieron ahí mismo muchos años amontonadas las rocas que la formaban. 

 

LA ISLA

Detrás del Centro de Salud, el río entraba a la parte más ancha de su cauce, disminuyendo la fuerza de la corriente. Ese lugar era el llamado Pasoancho, (así, junto) en la actual calle de igual nombre, aunque la original era recta, no tenía la desviación que hoy vemos) y se cruzaba sobre grandes piedras. Metros delante los sedimentos arrastrados se acumulaban lo que hizo que el río se dividiera en dos brazos, formando una isla que terminaba cerca del hoy puente de la Historia, compuesta por desechos de siglos.

 

EL PROYECTO

Vecinos y autoridades decidieron tomar cartas en el asunto. En el siglo XVIII, se propuso como medida desesperada un “tajo” o canal  para desviar el río desde abajo del Cerro de la Cruz, hasta el Puente de Piedra, librando la zona urbana. La idea era simple, pero implicaba para ese tiempo gran cantidad de trabajo, haciéndose inviable. Esta solución se hizo muchas veces desde entonces. Hasta hace poco era recurrente cada vez que había daños.

Lo que sí fue viable fue un muro o dique de piedra en las zonas afectadas. Un dique, a diferencia de las presas no buscan contener el agua y almacenarla para algún propósito. Técnicamente solo es un muro, en este caso de piedra para contener la fuerza de la corriente desviándola para evitar la erosión.

 

EL TRAYECTO

El río sale de las barrancas flanqueado por Lomo de Toro por un lado y el Cerro de la Cruz por otro, formando ahí el primer meandro en lo que hoy es la parte trasera de la central camionera, esa orilla, todavía de cantera, no se erosionaba. Metros adelante estaba la colindancia de la Huerta grande con el río y desde ahí inició el dique hasta cerca del puente de la Historia interrumpido solo por el puente Cano y el vado del Pasoancho, abarcando casi tres kilómetros. El sistema está prácticamente completo aún, en muchos casos cubierto por construcciones, en otras acumula tierra sobre él. Modificado o deteriorado, sigue ahí.

Seguramente no se completó en una sola acción, hay evidencia documental de  frecuentes solicitudes de las autoridades para “continuar las obras de contención” o reparar lo que la corriente destruía. Fue un trabajo de siglos. Al parecer el inicio del muro en la parte trasera de la Huerta Grande, por tener un entrelazado diferente en las hiladas de piedra fue el más antiguo o ya estaba y se integró al sistema. (es el más bajo  en altura, y más oculto, aunque no deshecho) Es un talud de lajas encimadas con altura de un metro a dos sobre el nivel del río, altura que va aumentando hasta ser más de cuatro metros al final de la huerta.  De ahí hasta el puente Cano el talud es más inclinado y diferente acomodo de piedra diferente, son grandes piedras bola de río, abundantes en el cauce y traídas por cada crecida. Al  menos en su parte visible, el muro no tenía cementante para unir las rocas, encimadas sin dejar espacio entre ellas, y con cada hilada formaban el talud, si tuvo, el agua lo había desechos desde muy pronto.  


Fotografía personal. Final de la Huerta Grande, cubierto por lodo y hojas, el talud del dique.

Cabe mencionar que el lecho del río hoy fijo está casi cubierto de árboles, todos son de la década de 1970 en adelante, cuando dejó de correr el agua, antes solo había matas de jara, piedras y arena arrastradas por las corrientes lo que evidenciaba la zona donde no se debía construir, a riesgo de perderlo todo. Los límites reales son los sabinos, único árbol capaz de soportar los embates del agua. El cauce en la actualidad ya no se mueve, pero anteriormente sus orillas eran muy cambiantes, dependiendo hasta donde había llegado la última crecida.


Fotografía personal, Zona de servicios del Parque de los abuelos. La línea amarilla, señala la estructura del dique, también aquí cubiertas sus piedras por lodo y hojas. Donde está el auto rojo alguna vez hubo una casa grande, arrasada por el río.  

Después del puente Cano y hasta el sabino Quemado estaba otra zona de impacto, quizá la más fuerte, ahí se  optó por un muro recto y  fue la parte más alta del dique, unos 6 metros sobre el nivel del río, sostenido detrás por un talud, también de piedra. En su parte superior, se hizo el nuevo camino a la huerta Grande, con una anchura de dos metros, limitado por la barda de la huerta del Molino, de la que solo quedan algunos tramos.   

A partir de ahí, continua en diversas formas el dique, a veces talud, a veces muro, indistintamente se ve el conjunto de piedras, o cubierto por tierra, pero se nota perfectamente donde está, hasta llegar al puente de la Historia.



Dique en la orilla Contraria, casi en el puente de la Historia. Al fondo, el cerro de la Venta.

En la orilla contraria, no hubo un dique continuo por ser zona de cultivo y menos afectada por la corriente, solo tramos aislados que protegían el rancho del Barreno y un tramo cerca del puente de la historia, que aún puede verse, es de construcción posterior y  manufactura diferente, pero con igual propósito; evitar la erosión de parte de la hacienda de la Venta. Igualmente, muchas veces los sobrepasa la corriente, era una de las zonas no utilizadas antiguamente por la incertidumbre y aunque muy amplia incluso hasta la actualidad no fue cultivada. Hoy se construye en ella un centro comercial.

EL RESULTADO

El sistema funcionó y el río dejo de horadar las huertas y patios de las zonas por donde pasaba, sin tanto sedimento, el río tomó un solo cauce y la isla se integró a la zona firme de la Av. Juárez, no hay evidencias de ella, porque desde entonces se agrandaron hacia atrás las construcciones y predios y se perdió del recuerdo de la gente. Su última mención fue en 1901, en un plano de la ciudad.

Nunca acabaron las crecientes de hacer daño, pero se limitaron a la simple inundación, muchas veces el nivel del río sobrepasó la altura del dique, pero no siguió horadando y se estableció el trazo del dique en esa orilla como límite del cauce que no se ha movido hasta la actualidad. Incluso los sedimentos que llegaban a sobrepasarlo, una vez secos comenzaron a nivelar el declive original rellenando las zonas más bajas. Es probable que, de no realizarse la obra en algún momento el cauce hubiera llegado hasta el camino Real y sobrepasado el actual Boulevard Hidalgo. Todavía en la década de 1970, tras un par de crecientes que inundaron el Centro de Salud, alguien propuso una novedosa - no sabía que tenía dos siglos que había sido desechada - idea de hacer un tajo al río, tampoco prosperó entonces, y ya no será opción para políticos modernos: ya no hay espacio para hacerla y la zona habitada llega hasta San Pedro Ahuacatlán.


Fotografía de 1977, tomada de Versión de Provincia. El Proyecto del tajo.  

 

EL PASEO DE LOS ABUELOS

Dibujo personal 2021, la zona del paseo de los abuelos, en medio a la izquierda, los restos de la casa arrasada, la bajada, hoy puente, el puente Cano original, el muro recto del dique y sobre el la barda de la huerta del Molino. La línea en negro señala el actual trayecto del B. Hidalgo y el edificio blanco es una escuela actual, coloqué la fotografía para ubicación 

Por la Orografía natural, el lugar más golpeado por la corriente era el actual paseo de los abuelos, ahí el dique de pared recta y su terraplén trasero medían unos 100 metros de longitud, tenía forma algo curva en los extremos a modo de disminuir la fuerza del choque con las crecientes, entre el Puente cano y el  Sabino Quemado. 

 

Mientras el río tuvo agua permanente hubo profundidad suficiente para practicar clavados desde lo alto del dique. A partir de 1960, por la construcción de presas, la profundidad disminuyó, aunque se podía nadar, ya no los clavados. Lugar favorito de nuestros padres y abuelos que mi generación ya no disfrutó. Su fin como área de paseo, nado y distracción se dio exactamente en 1970, cuando se trasladó el rastro al lado del Sabino Quemado (ya desde entonces  basurero clandestino) cuyo drenaje  vertía directamente al río, contaminando todo, incluso por las mismas fechas ya desfogaba, también directamente al río el del Semanario Javeriano, construido sobre la antigua Huerta Grande.

Fotografía de los sesentas, tomada de Versión de Provincia. El río había bajado ya su nivel por las presas. 
1.- Barda del Barreno.   2.- Parte trasera de las casas de Av. Juárez y trayecto del dique.
3.- Río.      4.-  El Sabino Quemado.  5.- Dique.     6.- Barda del Molino. 

Aunque hay quien dice que nadó todavía en los ochenta, en esa zona, no le crean, como digo, desde 1970 fue la zona más contaminada y maloliente por los desechos de los animales sacrificados. Después se construyó el colector del drenaje y se dejó de verter desechos al río, pero fue igual, ya no había agua corriente ni profundidad y aunque el rastro fue reubicado después, el olor persistió muchos años más.

Posteriormente, en la administración de Leopoldo Peralta, se desvió en este tramo el cauce natural del río, por un canal excavado hacia el centro y con los desechos se hizo un terraplén junto al dique, metros encima del nivel original y sobre él, un parque de juegos rústicos, con troncos, que en 1989 se sustituyó por juegos metálicos que no duraron mucho, eran poco visitados y por su soledad fueron presa del pillaje.


Fotografía tomada del informe de Jaime Nieto, 1989. El segundo parque, sobre el terraplén artificial, se habían quitado los juegos de troncos y se colocaron metálicos. La zona oscura es el río, a la izquierda estaría el dique.

Fotografía de 1969, tomada de Versión de Provincia. Casi la misma zona, durante una crecida. 
1.- El puente Cano.   2.-Barda del Molino.   3.- El Dique. 
4.-  El Río.  el otro 4 es el camino a la huerta grande, sobre el dique. (error de la R.)

Ya en este siglo, después se estableció otro parque aprovechando el terraplén. Una nueva barda de piedra cubrió el  antiguo dique ensanchando un metro el camino sobre él.  Esta barda sigue la línea del antiguo muro, desde el puente Cano hasta el Sabino quemado. En el terraplén está un espacio recreativo.

Fotografía personal, desde cerca del Sabino Quemado. Una de las últimas del dique original, el río ya se había desviado y lo que aquí se ve como suelo, era el terraplen artificial, unos tres metros encima del cauce original. 


Fotografías personales, casi la misma toma junto al puente Cano. Hace algunos años y en la actualidad.

El dique, al menos en extensión, fue la mayor obra alguna vez emprendida por los viejos sanjuanenses. Durante la Colonia se tenía el  trato de los indios aportar la mano de obra y los españoles materiales y comida, en obras comunes. Tras la independencia, se continuó así por muchos años, mientras hubo indios como cuerpo colectivo, después, las autoridades locales destinaban parte del presupuesto al arreglo  y reparación periódica del dique. Ya nunca fue igual. Quizá por ya estar completo, en  1911 se consigna el último arreglo a La obra iniciada al menos hace 250 años antes.

Como dije, el dique está completo, incluso el colector principal del drenaje de esta zona, que es un tubo metálico, está enterrado en un gran tramo dentro de él aprovechando su ubicación, la más baja posible de la ciudad.  Son los tubos  visibles en el puente Cano, que, por cierto, no es el original que sí era de cantera y tabique con arco real de medio punto, aunque creo que no era tan antiguo, seguramente muchas veces  fue  tirado  por crecidas y repuesto. Al no haber muro detrás de él era el punto débil del sistema, pero eso ya es otra historia que se tratará en la serie de entradas que se publicarán en seguida de ésta, no se las pierdan.

Fotografía personal. El puente Cano, modificado para el paso de las tuberías de drenaje por dentro de él, es decir, en el dique, se nota la diferencia entre lo antiguo y lo moderno.

__________________________________________________________________

EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

__________________________________________________________________

1.- La primera imagen de esta entrada es el llamado "Sabino Quemado" creo el único árbol del río con nombre propio, no es el más grande ni el más antiguo pero si lo suficientemente viejo para ser anterior a la construcción del dique, incluso, para no cortarlo se desvió el trayecto del muro para rodearlo. Se desconoce porqué fue respetado, seguramente hubo en esa parte varios más. Ya no tiene la parte quemada que le dio su nombre y sobrevivió a la contaminación del rastro a su lado y del basurero en su planta.

__________________________________________________________________  2.- Existe en la actualidad una zona peatonal, paralela al río, usada para practicar jogging en la zona de la huerta grande, está precisamente encima del dique. Y desde el Sabino Quemado hasta casi el puente de la Historia, pasa frente al muro, siguiendo la misma trayectoria.

_________________________________________________________________

3.- En tiempos anteriores, era posible acceder a todos lados, hoy, aunque hay más accesos a los vestigios, no  es tan recomendable por la situación de inseguridad y la natural desconfianza de los vecinos. Recuerdo que desde el río podía uno entrar al Centro de Salud, en esa parte sobre el dique tenía una barda de poco más de un metro, con igual facilidad entraba el río, hoy ya fue elevada esa barda.  

4.- Siempre prometo ser más constante, pero inicio con esta entrada una nueva serie que espero sea más continua.