lunes, 2 de septiembre de 2013

LOS MOTIVOS DEL LOBO

Antigua carta, dirigida a Don Manuel de la Torre, en San Juan del Río.

El día de hoy no haré ninguna disertación histórica, más bien trataré de ahondar en aquello que me motivó a intentar, a través de este blog, hacer más fácil, entretenida y accesible la historia de San Juan del Río, Qro. Pueblo que dicen los entendidos fue fundado en nombre de Dios del cielo y de la tierra, razón más que válida para no andar haciendo averiguatas y sin embargo, como ya han podido darse cuenta en entradas pasadas,  tiene muchos asegunes.

Nacido y criado en el viejo San Juan, aquel pequeño pueblo confinado entre el Puente de piedra, el de Fierro, la estación del tren, la vía y las Peñitas, un buen día me interesé en su pasado y tuve contacto con la monumental obra de don Rafael Ayala Echávarri que englobó por períodos todo lo habido y por haber en un solo libro de mediano volumen que nos dio de golpe y porrazo una identidad que pocos conocían.

Sin embargo, a partir de entonces, 1971, casi no se ha escrito ni investigado nada, todo pseudo-historiador, cronista y redactor sanjuanense o foráneo, ha recurrido a él, para hacer disertaciones dizque propias, o bien han recurrido al plagio total, copiando páginas completas de su obra, repitiéndolo una y otra vez. Y así, la historia de San juan del Río, salvo honrosas excepciones, (Nieto, Castillo y Wright) hasta hoy se puede catalogar solo Ayala, no hay un antes de él y todo lo posterior, también es de él.

Cansado de que cada vez que compraba un libro o folleto reciente de historia local, encontrara en él lo ya leído tantas veces, o peor aún, aumentado apenas con pequeñas variaciones agregadas o comentarios infundados y fuera de lugar del escritor o cronista en turno, un buen día  decidí ir a las fuentes originales y descubrí con gusto que sí existió historia antes de Ayala,  y habrá mucha después de él. Encontré que a pesar de que por alguna razón en el viejo pueblo y la moderna ciudad casi nunca hubo historiadores ni escritores, si hay infinidad de documentos y archivos sueltos que pueden en algo dar un aire de vitalidad a la historia local.

No tengo un perfil como historiador, pero sí como investigador, lo que me permite, a través de miles de libros leídos, estar en condiciones de poder ofrecer esos pequeños detalles que se les han escapado a los historiadores propiamente dichos. No intento hacer competencia a don Rafael Ayala, su obra es insuperable, pero sí aumentarla en aquellos puntos que pudieron habérsele escapado no por error sino porque no corresponden a la visión que él tenía al redactarla. Así que prepárense a leer aquí situaciones novedosas, contestatarias, entretenidas y hasta divertidas de nuestra historia. Aclaro que casi todo lo que compone las entradas como temas separados son extractos de una obra en prensa, producto de varios años de investigación documental y de campo, así que cada dato que dé, por extraño que parezca, estará fundado en algún documento, archivo, fotografía y sobre todo en las andanzas personales de un servidor por todos los rincones del viejo pueblo y sus alrededores, desde niño y en la actualidad.

Aquí no habrá repetición de lo ya escrito, todo lo redactado es original, con base en fuentes documentales pero no escribiré lo una y otra vez dicho. Todo historiador es falible por tener una visión única en un momento dado pero la visión puede cambiar y así, irreverentemente pero con razones de peso, diré el porqué está equivocado y asimismo, se hará un homenaje a todos aquellos que han escrito, hecho y vivido en San Juan del Río, que por una u otra razón están en el olvido y merecen que sus nombres sean mencionados al menos en esta modesta obra. Lo único que transcribirá tal cual son las reseñas de viajeros que pasaron por el pueblo durante todos los tiempos.

Además de los ejes ya mencionados al iniciar  este blog, me concentraré, tratando de tener alguna secuencia cronológica,  en varios temas que se han dado por hecho y no son ciertos o tienen sus variantes.

La casi falsedad de la leyenda de la fundación.

La falsedad de dar una fecha de fundación del pueblo.

La imposible lista de fundadores.

La falsa circunstancia de la fundación del pueblo.

La mítica e inexistente ciudad virreinal.

La toponimia perdida de nuestro pueblo y sus alrededores.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario