jueves, 20 de agosto de 2015

San Juan el más grande de los hombres. Los barrios 8 (final)


El Barrio de San Juan
Ante el hecho de que ha desaparecido gran parte de la documentación del periodo virreinal temprano referido a nuestra ciudad, debemos para ubicar datos de sus primeros años, apoyarnos en fuentes colaterales.



Fotografía Personal. El San Juan Bautista de Mariano Perrusquía, con el logo "este es el cordero de Dios".
Una de ellas, la Relación Geográfica de Querétaro, del año de 1584, describe el pueblo se  fundó un 24 de junio, día de San Juan Bautista, sin aclarar el año.  Descartado documentalmente que haya ocurrido en 1531 y sin mayores elementos, se calcula que dicha “fundación” ocurrió en la década de 1550.

Aunque la bonita leyenda de la fundación da una detallada imagen de lo que supuestamente sucedió, una teatral ceremonia, llena de barrocos elementos, en realidad todo indica que simplemente, al recibir los Indios de Jilotepec algunas mercedes de tierras para cultivo en la zona, por parte del Virrey,  a condición de que las trabajaran para abastecer a los viajeros del incipiente camino Real, se establecieron cerca del antiguo puesto defensivo de los aztecas llamado Iztacchichimeca, todo ello sin mayor ceremonia, simplemente llegaron, hicieron el acondicionamiento del lugar y empezó la vida del nuevo poblado.
Fotografía personal, el actual templo, en el mismo lugar de la primitiva capilla, el espacio de la plaza y el cementerio ahora ocupado por la calle del frente y el actual jardín.

Dado que las tierras otorgadas estaban ya rodeadas por propiedades españolas, solo les quedó un pequeño tramo en declive, desde lo que hoy es el cerro del Pedregoso, en una loma que hacia el poniente desciende hasta el río, establecieron lo que se supone fue el primigenio núcleo habitacional: el pueblo de Indios de San Juan del Río, en el único espacio plano de los alrededores, un “llanito” que abarca la zona de la hoy Plaza de los Fundadores.

Aunque en la actualidad no se conciba, por el declive mencionado, toda la zona era surcada por infinidad de arroyos, que el trazo urbano ha disimulado, incluso uno de los más grandes es la actual calle Rayón y del pequeño cuadrado partían otros, hoy ocultos por las calles de Abasolo y Matamoros. Entre ellos se establecieron algunas chozas dispersas,  rodeadas por sus milpas.

Con el aumento de la población en el fértil valle, al centro del espacio plano, se estableció una capilla para el culto católico que tras varias remodelaciones y ampliaciones resultó en el edificio que hoy llamamos templo de San Juan Bautista. Igualmente desde sus inicios, su entrada con vista al poniente tenía al frente un espacio irregular llamado Plazuela de San Juan Bautista, compartido con un cementerio exclusivo para los indios. (Los pocos españoles se sepultaban bajo el piso del templo). Esta plazuela, estuvo rodeada desde siempre por una barda atrial, de material sólido.

Por norma, en las aceras circundantes a esa plaza debieron estar las casas de gobierno de los indios, las viviendas de los principales y el edificio de la administración virreinal, aunque este, si estuvo aquí, cambio pronto al camino Real. No hay datos de ninguno, lo que si estuvo en la acera oeste, fue la casa cural, en un terreno que ocupaba toda la cuadra, fue un edificio con portal.

Cuando se tuvo necesidad de dividir la administración en barrios, a este por ser el original de la fundación, se llamó de San Juan, por ser el correspondiente a la fecha de la fundación, el 24 de Junio, día de San Juan Bautista.
 
El Profeta
Imagen de Internet. Bautismo de Jesús por su primo Juan.


Tradicionalmente, se festeja en la religión cristiana el 24 de Junio como el nacimiento de San Juan Bautista, exactamente 6 meses antes de navidad porque se menciona que su madre, Santa Isabel, tenía seis meses de embarazo cuando a la virgen María un ángel le anunció que sería madre del Mesías. Siendo ellas primas, también Jesús y Juan lo fueron aunque el último inició antes sus prédicas e instituyó entre sus seguidores la ceremonia que antecede al hoy sacramento católico del bautismo. Acostumbraba bañar a sus seguidores en los ríos. Por eso se le llamó Juan el Bautista. Se le considera Profeta, es decir, de los que precedieron la llegada del Salvador de la Humanidad, el Mesías.

Ya adultos, un día se encontraron cerca del Río Jordán, Juan lo reconoció como tal y anunció su destino con estas palabras “Ecce agnus dei” que significa “este es el cordero de Dios” (... que quita el pecado del mundo) augurando que un día sería ofrecido en sacrificio para salvar a la humanidad. En reciprocidad Jesús se refirió a él como el más grande de los hombres con estas palabras “De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él".
A partir de entonces. La historia de Jesús es conocida, Juan continúo su prédica errante hasta morir decapitado. Por su condición de vagabundo se le representa cubierto con una túnica de piel de camello y una vara de carrizo. En las imágenes se le agregan símbolos como un cordero, un libro y en diversos soportes sus  proféticas palabras.
Como vemos, elementos atractivos para los indígenas no faltan en la historia e iconografía de este santo, que les correspondió por patrono a este barrio y de ahí se extendió el culto, en la humilde enramada que fue la primera capilla, al monumental templo basilical que hoy preside, en el altar mayor y en el nicho del frente.
Ayala, basado en Martínez de Salazar  nos describe el barrio así:
“El Barrio de San Juan está al norte del de San Miguel, y al poniente del de San Marcos, calle de por medio, en el cual está situada la iglesia de los naturales y la casa cural. Al frente de la puerta principal de la iglesia de los naturales, hay una plazuela que tiene la figura de una escuadra, en la que haya otras buenas casas. Este barrio se compone de 14 manzanas bastante dilatadas, que aunque hay algunas cuantas entre ellas,  las más presentan figuras extrañas.”
También menciona que hay algunas calles retorcidas en este barrio, como la de Zaragoza, es un error doble: Esa calle no pertenece a este barrio y lo que el escrito en que se basó menciona, es que son las cuadras las que no son cuadrilongas sino que presentan figuras diversas, como podrán observar en el mapa que presento.
Los límites actuales del barrio estarían delimitados así: al norte con el Barrio de San Isidro, (su barda) al oeste, por el río, al sur con la calle Abasolo (antigua de la Salitrera) y al este con la calle de Rayón. (Antigua de Don Eusebio)


Fragmento del mapa de Ignacio Pérez, en rojo, el área del Barrio, nótese la forma retorcida de la mayoría de las cuadras que lo componían.

Con la pronta llegada de habitantes al centro del pueblo, los indios poco a poco perdieron sus propiedades ahí, lo que nunca permitieron fue que se apropiaran del templo, siempre perteneció a la republica de indios. Entrado el siglo XVIII, en la extraña dualidad que se dio en la zona, mayormente habitada por  mestizos y españoles, pero con el templo propiedad de los indios, se motivó la construcción de otro. No es como se dice por ahí, que de inicio hubo uno para indios y otro de españoles, para no mezclarse. El templo original era de uso común pero propiedad de los indios y el crecimiento de la población no indígena motivó lo que parece hoy una separación racial, que en los hechos ocurrió pero no fue intencional, los indios siguieron en su templo y los españoles se fueron al otro, pero ninguno con exclusividad real.
Fotografía personal. Interior del templo de San Juan Bautista, en el altar mayor, el Santo.

Existiendo ya los dos templos, la influencia de los indios por su gran número siguió, los sacerdotes tenían algunas deferencias para con ellos. La principal: que las misas, que en esas fechas eran en latín, a los indios les eran dichas en su idioma, el otomí y entre los requisitos que había para ser sacerdotes en este lugar estaba que hablaran dicho idioma o estuvieran prestos a aprenderlo.
Con el transcurso de los años, los habitantes no indios del barrio, tuvieron el gentilicio de “Sanjuaneros” que después se aplicó a todos los habitantes del pueblo, así eran conocidos en otros lugares, el actualmente utilizado “sanjuanenses” apareció ya bien entrado el siglo XX. Antes todos fueron sanjuaneros.
Sin documentos que avalen lo que parece evidente, que el templo siempre estuvo dedicado a San Juan Bautista, a finales del siglo XVIII, en la última remodelación mayor, se colocó en el altar principal la estatua de este santo, obra del máximo escultor sanjuanense, don Mariano Perusquía, de renombre en todo el virreinato.  

Pasaron los años y el edificio cambió varias veces de nombre: “el templo” “el de los naturales” “el de Sagrado Corazón”, en el cementerio se conservaba una cruz en un pequeño monumento, que se decía era de la fundación.

En el siglo XIX, la vieja plazuela de San Juan Bautista perdió la casa cural, transformada un tiempo en Casa municipal, luego se eliminó el cementerio y se transformó en jardín "para solaz y esparcimiento" con quiosco incluido y se cuadraron las calles de alrededor, ampliando el área pública.
Mapa de Guadalupe Perusquía , 1864, (casualmente hijo del escultor Mariano Perusquía)  el área nombrada aquí como "Plazuela", corresponde a la de San Juan Bautista, hacia la parte de abajo, el monumento de la fundación, a la derecha, la casa cural, con su portal. La acera norte fue modificada y el portal derrumbado.
 

Imagen de Google Earth, el área de la plaza, tras haber sido "cuadrada" a finales el siglo XIX.

El siglo XX contempló la caída de la barda atrial, para que frente a la portada del templo pasara una calle que condujera a la estación del Ferrocarril, llevándose de paso la cruz de la fundación y al jardín le apareció el nombre de Madero. Asimismo cayeron la Puerta de San José y la otra barda atrial que adornaban este templo en su lado sur.
 
En la actualidad, el único recuerdo de este barrio es el templo. En el jardín al frente, un monumento recuerda a los “fundadores” según la leyenda,  sustituyendo al que desapareció. ( aunque parece  que se equivocaron, el monumento original estaba en el lado de enfrente)  Un buen día se colocó en uno de los hasta entonces vacíos nichos de la portada una estatua “de intemperie” en cantera de san Juan Bautista. Desde arriba, el más grande de los hombres, contempla lo que fue su original barrio.

 
Fotografía personal. La nueva estatua, viendo a su barrio.

Con esto termino el recuento de los barrios antiguos. Vuelvo a aclarar que son los de la época virreinal, no los del siglo pasado, aclaro también que es una investigación personal con los pocos elementos disponibles hoy y puede tener correcciones, sobre todo en los límites de los barrios. Por la época que se detalla, los elementos de la religión cristiana se entremezclan con la historia y hubo necesidad de hacer algunas descripciones religiosas, sin que esto signifique alguna tendencia, recuerden que este blog es público, laico y gratuito. Para los que acceden por primera vez,  son 8 barrios los que se abordaron, pueden buscarlos en este espacio.

Un saludo al erudito “sanjuanero” Fernando Roque, esperando se restablezca pronto.

2 comentarios:

  1. José Luis,
    Creo que había olvidado felicitarte por tu primer libro. Es impresionante la amplitud de tu investigación; das vida a la acequia para que -a través tuyo- nos cuente la historia de San Juan.
    Tengo varias preguntas que posteriormente te haré (y otras que sin duda surgirán al avanzar en la lectura).
    En otro asunto, te comento algo que probablemente otros lectores ya te dijeron: el texto al final de la página 81 no parece continuar al inicio de la página 82. La primera termina: "Faltaría determinar verazmente si continuaba" y la siguiente comienza "bodegas, corrales y habitaciones hasta 1990".

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  2. Hola, gracias por el comentario, pero más por leerlo.
    Ya me habían dicho de algunos detalles, la mayoría confusión por el hecho de usar vocablos antiguos así marcados en los documentos revisados, pero nadie había detectado el faltante que tú señalas, creo que ese sí fue un error de la imprenta, porque en mi último borrador yo si lo tengo, es todo un renglón que dice:

    ... habitado a la llegada de los españoles. Varias cuevas estuvieron adaptadas como....

    y completaría correctamente el párrafo. Por favor escríbelo en tu ejemplar para que no quede incompleto, incluso, hasta el espacio quedó.
    Esperando que los nuevos tiempos que vienen sean favorables y haya un mayor apoyo al respecto, espero se pueda hacer una reedición de manera profesional del libro, para que más personas dispongan de él, y siendo muy optimistas, tengo un par de investigaciones más, casi listas para libro, uno en la misma tónica que el anterior y sobre tema diferente y el otro de historia antigua, Ambos de San Juan del Río.

    Como siempre, a tus ordenes para aclarar las dudas que pudieran surgir sobre el tema y que sigas disfrutando del libro. José Luis.

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