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miércoles, 7 de septiembre de 2016

La zona de monumentos de San Juan del Río.

La zona de monumentos de San Juan del Río.

La Portada


Creo que ya había comentado hace tiempo que formaba parte de un proyecto editorial auspiciado por el INAH pero como no se veía claro si el libro en cuestión se iba a lograr, no di mayores detalles en ese momento, no fuera siendo que se malograra como tantos proyectos fallidos. Dado que hoy ya es una realidad, presento los pormenores del asunto.

 Algunos de ustedes que deambulan por el centro de San Juan del Río, habrán notado que desde la semana pasada, en las afueras del portal del Diezmo se encuentran pegados algunos carteles anunciando la presentación de un libro, llamado “San Juan del Río, Zona de Monumentos”. Es precisamente la materialización del proyecto mencionado.

Inició a través de una invitación realizada el pasado mes de febrero de 2015, por parte de la entonces directora de Cultura Municipal, la maestra Juana Ávila, convocando a los escritores locales a participar en una reunión con la Lic. Margarita Magaña del INAH Querétaro, para una reunión de trabajo.

El inicio del proyecto. Margarita Magaña del INAH Querétaro y La maestra Juana Ávila, de la Dirección de Cultura de San Juan del Río.
Se nos presentaron algunos ejemplares de una serie editada por el instituto, llamada “Monumentos” en la que diversas dependencias del mismo, dan a  conocer precisamente los monumentos de aquellas ciudades que por la riqueza de su patrimonio material, cuentan con  Declaratoria de Zona de Monumentos, y dado que el centro histórico de San Juan del Río es de esas, propusieron a los presentes participar con ensayos o artículos originales, con el único requisito que fueran referidos a los edificios de nuestra ciudad que se encuentran en la mencionada zona.

Ignoro cuántos trabajos de los escritores locales fueron inscritos, el caso es que al paso de los meses, se comunicó a algunos, entre los que se encontraba un servidor que nuestros trabajos habían sido elegidos y que el libro estaba en marcha.
Algunos de los asistentes al inicio del proyecto.

A partir de ahí, como sabrán quienes han editado bajo la tenaz vigilancia de un corrector de estilo, todo consistió en un estira y afloje, que si esta frase va aquí, que esta no,  que cámbiale el título, que te faltan referencias, que de dónde salió esto etc, etc etc.  En lo personal el trabajo que presenté solo tuvo ligeras modificaciones.

El paso que continuaba era la visita de un fotógrafo profesional, a tomar gráficas de los monumentos. Por esas cosas del destino, tuve la oportunidad de colarme entre el equipo que efectuaría las tomas, pero también por azares del mismo, problemas personales me impidieron hacerlo.
Asimismo, como parte fundamental de la serie, se realizaron al unísono, entrevistas con algunos personajes locales, que pudieran dar testimonio de lo que representa el contenido de la zona de Monumentos.

Finalmente solo fue cuestión de esperar, asuntos presupuestales, posposiciones, incluso hubo momentos en que parecía que el proyecto quedaría truncado.

Casi perdidas las esperanzas,  hace poco más de un mes se me comunicó que la obra ya estaba impresa y que  se presentaría tanto en San Juan como en Querétaro por algunos de los autores. Correspondiendo a mí el honor de hacer la presentación acompañando a la Maestra Guadalupe Zárate Miguel.
La presentación en  Querétaro.
 La presentación inicial será en San Juan del Río, correspondiendo aquí hacerla a otros de los autores, Francisco Pájaro y Tania Padilla.
La presentación en San Juan del Río.

Y finalmente, se presentará en México, dentro de la Feria del Libro de Antropología e Historia, supongo que los autores nacionales harán la presentación.

Cartel de la presentación en México
Por el nombre del libro y la serie de la que forma parte, podrán suponer que el tema fundamental es la descripción de algunos de los edificios de nuestro centro histórico, están en lo cierto, pero no les adelantaré más, para que no pierdan interés en asistir, el tema que yo trato, no es un edificio, incluso ni siquiera es un monumento, pero permitió la existencia de muchos de los que hoy vemos.

Aclaro que los tres eventos están bajo la dirección del INAH y son ellos quienes deciden como se efectuarán. En los tres la entrada es libre y al parecer habrá en ellos posibilidad de adquirir el libro. En cuanto tenga más información se las hago saber por este medio.

En lo personal, la obra, a pesar de su tardanza, constituye una oportunidad de dar a conocer parte del importante legado histórico de esta ciudad,  que es la intención del hasta ahora no constituido grupo local, que a través de diversas plataformas, se ha dedicado a difundirla. 

El grupo de escritores locales que participaron en esta obra son: Marimar Santana, Adolfo Rojas, Francisco Pájaro y un servidor. Con nuestras naturales limitaciones pero con mucho amor a nuestra historia, pudimos ser parte de ella, al cobijo de grandes autores a nivel estatal y nacional que  también participan.

El libro  “San Juan del Río Zona de Monumentos” históricos es el número siete de la serie editada por el CONACULTA-INAH.  Dicha serie se constituye como “una provocación”  para que el público se interese por acercarse a los edificios que constituyen la zona de monumentos de la ciudad  en cuestión. Provocación porque es imposible contemplarlos todos pero se pretende que atraiga a conocer otros.

En el caso de San Juan del Río, la zona de Monumentos, esencialmente parte del actual Centro Histórico de la ciudad abarca  48 manzanas, conteniendo un total de 334 elementos, entre casas, edificios y monumentos. La obra aborda algunos de los más emblemáticos.

Otra característica de la serie patrimonio, es su abundante material gráfico. Incluye fotografía profesional actual, fotografías antiguas muy conocidas y otras hasta hoy desconocidas de nuestro pasado, como se refleja en las obras ya publicadas de la serie, y cuyos nombres nos darán idea de la importancia que tiene, al ser equiparada con ellas, la Zona de Monumentos Históricos de San Juan del Río, declarada como tal en el año de 1986: Cuautla, Santa Clara del Cobre, Pátzcuaro, Real de Catorce, Taxco, Veracruz y… San Juan del Río.

No dejen de asistir, a muchos de mis lectores no los conozco y sería una buena oportunidad de encontrarnos, los de aquí y los de Querétaro capital. Nos vemos el 14 y sobre todo el 21
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LA COMUNIDAD AL SERVICIO DEL CHICHIMECA
No sean ingratos, no dejen de asistir el día 14 ni el 21, donde tendré la oportunidad de alternar con tres grandes autores, Guadalupe Zárate Miguel,  Jaime Nieto y Jaime Front, de quienes tengo bastantes libros en la biblioteca. Gracias a este blog, podré compartir ante ellos mis ideas sobre  los temas y anécdotas que encierran las viejas piedras, la gastada cantera y el crudo barro que unidos formaron esos edificios en cuyo interior y exterior transcurrió la historia de este pueblo, que dicen algunos fue fundado en nombre de Dios del cielo y de la Tierra…

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domingo, 1 de marzo de 2015

Los calendarios


Siguiendo una añeja tradición, iniciada desde mediados del siglo pasado, aparece en los albores del tercer milenio, un nuevo tipo de publicación local, los calendarios de fotografías antiguas de San Juan del Río.

La colección de calendarios y algunos ejemplos de las postales aquí mencionadas.
Aunque hubo fotógrafos asentados de manera permanente en nuestra ciudad desde principios del siglo XX, que hicieron con diversas técnicas, fotografías de lugares y acontecimientos importantes de la localidad, creo que el primero que se dedicó de manera comercial a hacer tomas especialmente para su venta como tarjetas postales, fue don Jesús Layseca Bermudes, a quien debemos la mayor parte de las fotografías antiguas que de nuestra ciudad circulan. Dicen quienes lo conocieron que en su casa conservaba un cajón de madera con cientos de fotografías de la ciudad y de otras partes de la república, especialmente de la capital de Querétaro, donde había establecido un estudio comercial. Todavía en la década de 1970, la botica de Jesús (“Vanguardia de su salud y de su belleza en Hidalgo 24 norte de esta ciudad”) conservaba una estructura metálica especial para la exhibición y venta de ellas. 
Me dicen que en la botica “la Guadalupana" de la calle Guerrero también se vendían esas postales, aunque personalmente no lo recuerdo muy bien. Sí vendían postales, pero de temas religiosos, en blanco y negro con retoques de color, especialmente populares eran, no sé por qué  razón, las que mostraban a pecadores consumiéndose en las llamas del infierno y algunos diablos.
Años después, otro comerciante de apellido conocido, Ugalde, en su papelería “la Azteca", de 16 de Septiembre, vendía postales, mostrando sitios de la ciudad  de fechas cercanas a 1970. A diferencia de las anteriormente mencionadas, eran tarjetas postales comerciales en forma, en cartulina, completamente a color y cubierta protectora brillante. No eran especialmente solicitadas, hará unos diez años, antes de cerrar la papelería, todavía conservaba en una de las paredes un muestrario de ellas, ya completamente decolorado por el sol y el tiempo.
Continuando la tradición, desde la década de 1990, en la extinta “Foto Plaza” esquina con los dos jardines del centro, se vendían lo que en apariencia eran postales, pero en realidad eran fotografías según en blanco y negro, (más bien en blanco y gris) tomadas de muchas  de las anteriormente mencionadas y algunas otras de actualidad. Su calidad era pésima, por no provenir de originales,pero por lo accesible de sus precios, eran bastante vendidas.
Casi al mismo tiempo, don David La Madrid, en su local de “suvenires” en el portal de Reyes de la av. Juárez, puso a la venta “tarjetas postales”, mayormente fotografías de lugares de la ciudad, del fotógrafo Luis R. Luévanos. Creo que es el único que persiste en la venta de estas postales, además de alguno de los puestos de periódicos en la misma calle.
Sirva esto de antecedente a una serie de publicaciones, que ya en un tamaño mayor, dieron a los sanjuanenses la oportunidad de apreciar auténticas fotografías, tomadas de originales, de la evolución de la ciudad en casi 100 años: Los calendarios de la CANACO, que conjugaron la tradición de las tarjetas postales de la ciudad con otra, de ofrecer los comerciantes a sus clientes y amigos, en fechas decembrinas, un almanaque o calendario del año por venir.    
Específicamente estos nuevos calendarios tomaron la idea de otro, también comercial, llamado San Juan del Río, siglo, XXI  comercializado por la Editorial Claudia, de esta ciudad, que en un formato trimestral, presentaba en cada vuelta, una fotografía, entonces actual de edificios y monumentos locales. Al frente, tenía un collage y un espacio en blanco en el que se estampaban los datos del comercio que los patrocinaba. Lo novedoso de este calendario era que contenía un recuadro con datos históricos y al presente del monumento en cuestión, ignoro quien recopilaba tales datos. Su tamaño es mayor a los que cito a continuación.
Con motivo de su 70 aniversario, la Cámara Nacional de Comercio en San Juan del Río, en el año 2004,  edita su primer calendario de fotografías antiguas. Los costos fueron cubiertos por el mismo organismo, con objeto de venderlo a sus agremiados para regalo a sus clientes, su medida es tamaño carta, en formato mensual. En cada mes presenta una fotografía antigua y un recuadro de datos históricos. En el tamaño mencionado y por la calidad de las fotografías pudimos conocer detalles de muchas que ya conocíamos en calidad inferior y por primera vez observar otras no exhibidas desde hacía muchos años, constituyéndose en una invaluable fuente de historia visual de nuestra ciudad. Los primeros dos años, las fotografías y datos fueron proporcionados por José Velázquez.

El primero de la CANACO

A partir de 2006, las fotografías fueron proporcionadas por diversos ciudadanos y el Archivo Histórico Municipal. Contaron con la valiosa aportación en la redacción de los amenos comentarios del Lic. Francisco Pájaro, de los pocos escritores de historia documentados de la ciudad.
No tengo datos del de 2011, parece que no salió, (aunque algunos comerciantes aislados hicieron unos de una sola página, con formato anual e incluyeron solo una fotografía) pero desde 2006 hasta 2012, se publicaron estos calendarios, con algunas variantes, casi siempre con fotografías en blanco y negro y antiguas, pero algunos las tienen en tonos sepia y otros de color. Hay uno semi dedicado al Hotel Layseca. En los últimos decayó la calidad de las fotografías y se repitieron varias, aunque continúo la aportación histórica del Lic. Pájaro. Parece que su venta disminuyó. 

Hay otros dos calendarios del mismo formato, mensual, con fotografía por mes y datos, no son de la CANACO:
Uno editado por José Velázquez y el ayuntamiento en 2006, con fotografías poco conocidas, con el inconveniente de que siendo originalmente en blanco y negro, se colorearon y en algunas se le agregaron unos cielos photoshoperos, salvo eso, también contribuyen a la difusión de nuestro pasado. No sé cómo se comercializó, yo lo adquirí con don David.

Otro editado en 2008 por la Presidencia Municipal, se regaló a los trabajadores del Ayuntamiento, con algunas fotografías antiguas de José Velázquez y otras modernas, pero francamente artísticas de Pablo Velázquez. La intención seguramente era para difundir obras del gobierno en turno, pero por la inclusión de algunas fotografías antiguas, estaría en el mismo tenor de los de la Canaco.
En los últimos años, los calendarios de la CANACO ya no se vendían en los puestos de periódicos, había que comprarlos en sus oficinas de  Morelos equina con Mina, no han salido los últimos años, me dijeron ahí mismo que “se les habían quedado muchos de los últimos” pero prometieron que este 2015 sí sacarían… ¿será?  


El último... ¿Volverán?
Con la aparición hace un par de años de la página vecina: San Juan del Río en el Tiempo, han surgido, de colecciones particulares bastantes fotografías históricas de nuestra ciudad, supongo que muchos de sus dueños con gusto facilitarían el escaneado de algunas de ellas para su publicación en el calendario 2016 y darlas a conocer en formato grande al público y revivir lo que por casi 10 años se había constituido en nuestra memoria colectiva visual.  Yo compro tres.