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jueves, 21 de marzo de 2019

SAN JUAN DEL RÍO. LA FUNDACIÓN SEGÚN AYALA.


SAN JUAN DEL RÍO. LA FUNDACIÓN SEGÚN AYALA.

Rafael Ayala  Echávarri, máximo historiador sanjuanense .

Siendo uno de los propósitos de este blog el apoyo a los alumnos de los diferentes niveles en sus trabajos escolares, y como tiene tiempo que no aporto nada al respecto, esta vez pongo a su disposición el texto completo de la narración de la fundación de nuestra ciudad de Rafael Ayala Echávarri, plasmado en su obra “San Juan del Río. Geografía e Historia” de 1971.

Excepto algunas adecuaciones en la parte inicial, para hacer fluida la redacción como texto unitario, se tomó íntegro el apartado, de la edición 2006 de dicho libro, para que les sea útil en algún encargo de sus maestros. El escrito por sí solo es suficiente si se trata a nivel básico el tema de la fundación.

Ahora, si de lo que se trata es de cuestionar a los maestros o al vecino que siempre les repite la misma historia o bien de un ejercicio de análisis, al final expongo algunas consideraciones respecto del texto y el hecho histórico. Algunas ya plasmadas en otras entradas, espero no ser repetitivo, pero esta vez, hago las puntualizaciones directamente sobre la redacción de Ayala.


SAN JUAN DEL RÍO Y SU FUNDACIÓN

Los conquistadores indígenas, ya para el año de 1529, andaban por todas estas regiones pacificándolas y conquistándolas, en forma irregular y sin provecho alguno, por lo que seguramente les aconsejaron frailes o gente española, que reconsideraran estas conquistas con permisos y derechos legales, para que más tarde se les tomaran en cuenta, como en efecto se les tomó.

Cuando se instaló la Segunda Audiencia de México, formada por los Oidores licenciados Juan de Salmerón, Alonso de Maldonado, Francisco Ceynos y Vasco de Quiroga, bajo la presidencia de don Sebastián Ramírez y Fuenleal, obispo de la Española, se presentaron los conquistadores indígenas a ella, para obtener permisos legalizados y amplia libertad para hacer sus conquistas. Claro está que tras de estos conquistadores indígenas estaban los frailes y soldados españoles que los aconsejaban y guiaban, sujetándolos a la Corona de España.
La llegada de los Oidores a Veracruz fue en los primeros días de enero de 1531, sólo Ramírez de Fuenleal llegó hasta el 23 de septiembre del mismo año, es muy probable que trajeran amplias facultades para resolver y gobernar la Nueva España, ya que presentados los indígenas conquistadores ante ellos, les fueron concedidos los permisos para sus conquistas en las regiones chichimecas; por lo tanto, teniendo ya los despachos necesarios estos indígenas, se regresaron a Jilotepec para planear y hacer arreglos de sus conquistas.

Los pacificadores salieron de Jilotepec, con rumbo a San Juan del Río, de la manera siguiente:
Todo el batallón militar iba asesorado por un pequeño núcleo de soldados españoles, así como de uno o dos religiosos. Guiaban la expedición don Pedro de Cristo, llevando las armas reales, así mismo un estandarte que tenía estampadas las imágenes de Santiago Apóstol y la Santa Cruz; don Alonso de Granada y don Alfonso Guini, llevaban las estampas del Espíritu Santo y San Juan Bautista, respectivamente; don Miguel de Bocanegra traía la estampa de la Purísima Concepción, más atrás iba el capitán de guerra don Martín Arco y Flecha, apellidado también Moctezuma. Llevaba de vestidura un peto y en sus brazos y pies ostentaba unos brazaletes de bronce, cubriendo, su cuerpo enteramente con un cuero de venado. En la cabeza llevaba un casco de bronce, con una pluma blanca en señal de paz, cargado además con las armas de su gentilidad. San Luis Montañez iba montado señorialmente, en su hermosa cabalgadura blanca llamada La Valona.

En la Relación de Méritos de don Nicolás de San Luis Montañez, que he revisado, dice que acompañaba a esta expedición la Malinche. Por lo tanto, llegó a San Juan del Río esta famosa india que sirvió de intérprete a Hernán Cortés. Seguramente siguió con los pacificadores hasta Querétaro.

De esta manera llegaron al paraje que más tarde se llamaría San Juan del Río. Después de andar varias leguas llegaron a un lugar donde está un río caudaloso, rodeado de sabinos y unos ojos de agua. Asimismo, hay un cerro rodeado de peñas.  Allí se acomodaron los veinticinco mil trescientos veintinueve soldados. El Capitán quedó arriba de la peña con todos los principales que le acompañaban, para esperar el día de San Juan Bautista y ponerle ese nombre al pueblo que se iba a fundar y ese mismo día celebrar la misa por primera vez en él.

Ya se dijo que en este sitio, y a orillas del río, Juan Mexici había fundado ya este poblado. Por lo tanto, los pacificadores llegaron a un lugar habitado por gente de su mismo origen, y seguramente conocidos. No hubo derrame de sangre, ni siquiera se intentó hacer ninguna escaramuza, sino que llegaron y asentaron tranquilamente a sus soldados. Es de comprenderse que así fuera, porque los pacíficos habitantes de esa pequeña población nunca podrían rivalizar con veinticinco mil y tantos hombres de guerra. Juan Mexici aceptó de buena gana someterse a la corona de España.

Entraron a lo que ahora es el centro de la población el día 24 de junio de 1531, y ese mismo día se dijo misa y, después de celebrada, se congregaron todos y acto seguido se levantó el Fiscal Mayor, que posiblemente haya sido alguno de los indios principales acompañantes de San Luis Montañez y les dijo que tuvieran fuerzas para la empresa que habían empezado en nombre del Rey de España, que asimismo le pidieran a Dios fuerzas para seguir adelante. Dijo el Fiscal que era día de San Juan Bautista, y que en el paraje donde estaban, había unos ojos de agua, así que por lo tanto debía de ser allí fundado el pueblo, y que debería llamarse el pueblo de San Juan del Río, por el caudaloso río que pasa a sus orillas. Con este hecho, todos gritaron de contento. A las dos horas de la tarde, se ordenó hacer el paseo, trazándose las calles del pueblo que fueron cuatro, en el llanito donde se dijo la misa.

Las calles debían trazarse formando un cuadro, por lo que venían a resultar ocho calles. Se hizo el fundo del pueblo y en una enramada que también se fabricó, se hizo la primera capilla. Su fundo debía de tener dos mil quinientas varas cuadradas, y señalaron en cada una de las esquinas del fundo unas cruces de sabino verde. De esta manera quedó fundado el pueblo de San Juan del Río, el 24 de junio de 1531.

En ese momento ordenó el Capitán General don Nicolás de San Luis Montañez, que se repicaran las dos campanas que traían, que se tocaran los clarines y las cajas de guerra y que salieran a recorrer el fundo legal. El abanderado que traía la bandera blanca de paz, también acompañó a la comitiva que recorrió dicho fundo, saliendo los capitanes a caballo y a pie, acompañando también este recorrido el Capitán General y el Padre Fray Juan Bautista, al que se le dio el nombre de Conquistador.
Es de comprenderse que se trazaron calles y se levantaron troneras en un momento, gracias a que eran veinticinco mil trescientos y tantos solados, por lo que siendo mucha la gente, se pudo trazar y comenzar a alinear el pueblo.

Allí permaneció el ejército acaudillado por don Nicolás de San Luis Montañez mientras se hacían gestiones con el cacique de la comarca queretana.

Antes de partir, envió al Capitán don Martín Damián con doce soldados a pedir paz al Capitán General de los chichimecas, quien después de bautizado tomó el nombre de don Juan Bautista Criado. Este Capitán acompañó a San Luis Montañez a la fundación de Huimilpan, el año de 1529, así que ya era gente conocida por los pacificadores.
Inmediatamente se procedió a levantar la planta del presidio, que fue hecho de sabino con su techo. En cada una de las esquinas del fundo se fabricaron unas troneras, además de que en diferentes trechos se fabricaron otras troneras, que hacían un total de treinta y dos; todas ellas con bandera blanca de paz, con las armas de España. Fueron habitadas cada una de las troneras de las esquinas de este fundo, al Norte, por el principal llamado don Nicolás de la Mora; al Oriente, por don Juan Juárez; al Sur, por don Marcelo Chimal y, al Poniente, por don Alfonso de Guzmán; siendo nombrados estos señores alcaldes, fiscales, alguaciles mayores y doctrineros; quedándose con ellos cien indios católicos, que se acomodaron en las calles trazadas en el fundo legal del pueblo. Inmediatamente después de estas ceremonias, se pasó a firmar el acta de dicha fundación.

Después de recorrer las calles recién trazadas y estar todos reunidos, gritaron a viva voz: "¡PUEBLO DE SAN JUAN DEL RÍO, EN NOMBRE DE DIOS NUESTRO SEÑOR, DEL CIELO Y DE LA TIERRA, QUEDAS FUNDADO!".

Fue señalado el centro del fundo legal con una cruz de piedra labrada, que se encontraba en el cementerio que había hacia el Poniente de la iglesia de San Juan Bautista, entre la Plaza Principal y la Plazuela adjunta; esta cruz, a su vez, señalaba el centro de la población.
El ejército acasillado en San Juan del Río salió rumbo a Querétaro antes del 25 de julio; pues está señalado el día 25 de julio como el de la batalla y pacificación de dicha comarca, es decir, un mes después de pacificada la región sanjuanense.


El relato, palabras más, palabras menos es el que la mayoría, algunos desde niños, oímos de nuestros maestros y mayores, cabe aclarar que dicho texto tal como lo presenta Ayala, no existe en ningún otra parte, más bien es un documento “Cognado”, es decir compuesto tomando elementos de varios textos y acomodados a la medida para un propósito. Dicho proceso dio como resultado una magnifica pieza literaria, pero no es referencia histórica.

Los documentos base son:
-La relación Geográfica de Querétaro documento oficial del año de 1584. (RGQ)
-Una de las “Relaciones de San Nicolás de San Luis Montañez” de principios del siglo XVIII, pero copiado de uno anterior sin fecha conocida. (RSLM)
-Otra Relación franciscana del siglo XVII, basada, a su vez en otra de San Luis Montañez. (RF)

Menciona al inicio Ayala que los frailes instigaron a los indígenas a legalizar sus conquistas, para que les fueran reconocidas, lo que en realidad sucedió fue que muchos años después, los descendientes de los protagonistas escribieron las hazañas a modo, para tratar de obtener algún beneficio. Igualmente, nunca hubo ninguna expedición de conquista encabezada por indígenas y supervisada por españoles, siempre fueron solo carne de cañón, pasarían muchos años incluso, para que pudieran portar al menos un arma o montar a caballo.

El número de integrantes del supuesto ejército conquistador indígena, más de 25 mil es inverosímil, unos 50 años después se calculaban en ese total los tributarios de toda la provincia de Jilotepec, suponiendo que el ejército fue integrado por todos los hombres mayores, ¿quién les proveía de alimentos? Tomemos como referencia el reciente paso de migrantes centroamericanos, en el que se tuvo que otorgar al menos algún sustento a unos cuantos miles, implicó todo un esfuerzo gubernamental y privado de ciudades con muchísima más población de la que migraba.

El año de 1531 no es mencionado en los dos primeros documentos, lo tomó Ayala de la RF en el que, con algunas argucias, tampoco históricas, se determinó arbitrariamente el año. Incluso, la RSLM ubica los hechos en el imposible año de 1502.

A pesar de ser Ayala un sistemático investigador, no dejó de ser parte de una generación que, ante la falta de herramientas para formar un aparato crítico, y la abundancia de documentos, tomaban todos como válidos, aun cuando sus contenidos fueran opuestos y usaron los datos necesarios para redactar la historia que ellos pensaban era la verdadera, es decir, repetían el patrón de los descendientes indígenas de los supuestos protagonistas de la fundación. Duró aproximadamente un siglo la corriente, iniciada por Valentín F. Frías y terminó con J. Guadalupe Ramírez Álvarez. Dicha característica no los invalida como historiadores, gracias a ellos se rescataron innumerables documentos y datos, pero es necesario aclarar que sus relatos tienden más al sentido de las leyendas.

La redacción de Ayala de la fundación es impecable, basada más en la RSLM  y pareciera que solo copió de ella, pero quien la haya leído, sabrá que precisamente el documento original es de una redacción confusa en la que muy a fuerza se pueden sacar párrafos coherentes. Este documento ha sido estudiado y se ha demostrado que seguramente son varios relatos antiguos (pero no del siglo XVI) que se reescribieron una y otra vez, y al menos uno fue redactado por un europeo, lo que ha dado pie a que se le considere como apócrifo, es decir redactado a modo muchos años después para obtener algún beneficio.  La versión tomada por Ayala es apenas una de más de una veintena de relaciones apócrifas en las que al gusto se tomó a San Luis como conquistador de inmensos territorios, o esos mismos territorios conquistados por otro líder indígena, casualmente o quizá no, ninguno de esos lugares tuvo importancia alguna por sus riquezas o número de habitantes en esos tiempos e insisto en  que quiénes o qué recursos que apenas bastaban para unos cuantos habitantes pudieron sostener por más de 20 años al ejército conquistador.

Otro dato crucial es el hecho de que la RSLM atribuye todo el mérito de la conquista a Nicolás de San Luis Montañez sin mencionar a Fernando de Tapia y la RGQ enlista lo contario, Ayala sin ningún problema los ubica juntos.
Existen datos históricos de Montañez, pero son de 70 años después, como gobernador de los indios de Querétaro, son documentos oficiales, lo que nos indica que alguien quiso aprovechar su relativa importancia para, muchos años después de muerto incrustarlo en fundaciones aún más antiguas. Incluso está documentada una acción en la que su viuda, intento atribuirse con un documento falso, la propiedad de un terreno en Querétaro que pertenecía a la República de Indios. Obviamente no prosperó la acción por haber muchos contemporáneos que conocían la verdad, pero si hizo eso recién muerto, qué no se podría hacer un siglo después.

Fotografía de la dirección de Cultura, 2016. Mural  entre las calles de Allende e Hidalgo. Mexici y Nicolás de San Luis, los dos fundadores Indios según la leyenda.(Acompañados de Fray Juan Bautista, otro nebuloso personaje)
Entre lo tomado de la RGQ destaca el nombre de un fundador,  Juan Mexici,  del que no hay ninguna otra referencia, incluso lo traduce Ayala como voz otomí cuyo significado es “Poquito” cuando en realidad la palabra es completamente náhuatl y se escribía era Mexitzin, proveniente de mexi = Mexicano y la terminación Tzin, que tiene varios significados: señor, abundancia y paradójicamente “poquito”, es decir,  ante la falta de mayores datos:  “el señor mexicano”,  las otras acepciones remiten al idioma es decir “el que habla poquito mexicano”, o “el que habla mucho mexicano”, es decir un “Nahuatlato” o hablante de ese idioma. En tierra de otomíes y chichimecas, eran muy reconocidas las personas que lo hablaban ya que era el del pueblo dominante, los aztecas. De porqué solo se recuerda a él, puede ser porque era el único personaje con alguna característica importante que recordaron los informantes de Francisco de Cárdenas, cuando redactó la relación, 50 años después de los supuestos hechos, cuando quizá ya no vivía ninguno de los protagonistas originales. Hace unos 20 años salió a la luz un documento relativo a un juicio del año de 1536, en la que aparecen como declarantes algunos habitantes de Iztacchichimeca, entre ellos, uno llamado Juan, que precisamente habla náhuatl. Saque Usted sus conclusiones.

P.D. En las casi 200 páginas que detallan el juicio, incluidos españoles, otomíes y mexicanos, locales, de Michoacán, Jalisco y la capital de la Nueva España, aunque mencionan constantemente la zona de lo que hoy es nuestra ciudad, nunca  aparece el nombre que supuestamente se le había dado 5 años antes, (San Juan del Río) siempre es IZTACCHICHIMECA o múltiples variantes. Es decir: No existía en 1536 un lugar llamado San Juan del Río. Ahora sí, saque más conclusiones.

Igualmente se pueden refutar más datos: el asunto de los permisos, la presencia de la Malinche, los capitanes, la barda, la presencia un mes después fundando Querétaro, la utilidad de conquistar un sitio al que los más optimistas le calculan 100 habitantes para esa fecha, de porqué forman un presidio, si lo que se fundaba era un pueblo, y de cómo pudo pasar de la nada a categoría de pueblo, de porque hasta 1558 se le otorgó la categoría de pueblo  si lo habían fundado como tal 37 años antes,  etc., etc.


La sección en negrita es de Ayala, el resto mío.

CONCLUSIÓN.

Nos legó Ayala un bonito relato que es conveniente perdure como tal para interesar a los niños en nuestras raíces, ni siquiera es una leyenda porque él la redactó completa, pero la historia verdadera es más compleja y probablemente, si no aparecen más documentos verdaderamente de la época, jamás sabremos el año en que fue fundada nuestra ciudad, peor aún, si hubo una fundación. Solo puedo asegurar que hasta 1536 al menos, no existía San Juan del Río como tal, y es hasta la siguiente década cuando empieza a aparecer, intercalado el antiguo nombre, con el patronímico, es decir, San Juan Iztacchichimeca, precisamente de donde toma nombre este Blog.

En mi libro “la Acequia del pueblo” que pueden consultar en la biblioteca municipal, como parte del soporte histórico, hago un detallado análisis de casi todo lo aquí mencionado, con abundantes referencias bibliográficas del tema (San Luis Montañez, las fechas, las Relaciones los nombres, los habitantes etc.) por si alguien está interesado en ahondar u obtener algunos de los libros ahí mencionados. En el blog hay bastantes entradas al respecto.

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Fotografía personal,  Inicio de la Zona del puente de la Historia, acordonado con malla por su reciente intervención.

                                     SOLO PARA SANJUANENSES

Inició la remodelación del Puente de la Historia, uno de los emblemas de la ciudad. Por su antigüedad de más de 300 años, ha sufrido innumerables arreglos, así que es difícil saber que parte es la original. 

Todo esfuerzo al respecto es bienvenido, solamente algunas peticiones menores, dirán que soy exagerado y qué es obvio lo que pido pero la burra no era arisca, los palos la hicieron:

-      Que no vaya a resultar que va a ser de cantera rosa.

-        Que no vayan a entregar uno con ocho arcos.

-        Que no se vaya a tardar dos años, (el solo presentar el proyecto tardó 14 meses)

-Que el puente alterno no sea tan alto que le quite vista, de todos modos algún día el agua lo va a rebasar.

Y ya siendo muy optimista, que no vayan a desaparecer las piedras que contienen inscripciones, algunas apenas son perceptibles, pero son de las pocas originales, sería una lástima que solo las desechen por su deterioro.

miércoles, 29 de abril de 2015

San Juan del Río no fue fundado en 1531.


Ya otras veces he abordado el tema, hoy abundo y reafirmo.

Tradicionalmente se ha sabido que San Juan del Río fue fundado el día 24 de Junio de 1531, la fecha tal cual, en realidad no es cierta, ni tiene ningún sustento documental verdadero.

En el año de 1531 y hasta muchos años después, lo que existía en lo que es hoy  nuestra ciudad, era una pequeña aldea, poblada por otomíes y "chichimecos", que hasta antes de la conquista española había sido un puesto azteca de protección contra el avance del imperio tarasco. Posterior a la conquista, los pocos habitantes continuaron viviendo en el lugar, se llamaba Iztac Chichimeca (Chichimeco Blanco, en náhuatl) localizada en y cerca del actual barrio de la Cruz.

Cronistas, escritores y periodistas, repiten una y otra vez esa fecha, como de la verdadera fundación de San Juan del Río, como tal, por Nicolás de San Luis Montañez. Creo que es momento de que se haga la aclaración de que esa fecha es una especie de leyenda que por repetida se ha considerado como verdadera, pero se desconoce cuándo se fundó el pueblo como tal.

Por investigaciones personales, a mi entender, tras la conquista española, los indios, libres o encomendados a Juan Jaramillo, continuaron viviendo hasta muchos años después de esa fecha, en el ya mencionado lugar, por ser tan pocos, no necesitaban más que las tierras cercanas al río para su subsistencia, por lo que no creció dicho lugar y quedó aislado, por estar en la frontera chichimeca, zona poco atractiva para el avance colonizador español durante los primeros años del virreinato.

Al buscar los españoles un camino más directo a las minas de Zacatecas, a finales de la década de 1540, lo encontraron cerca del caserío, en la hoy Av. Juárez, donde se concentraron proveedores para los viajeros que tenían que detenerse, formando una hilera de chozas a lo largo de la calle (el extraño lugar, junto a las casas de los indios, al menos algún tiempo se llamó, no oficialmente, sino solo a nivel local “SAN JUAN IZTACCHICHIMECA” (de ahí el nombre de este blog).  En la década de 1550, el virrey otorgó  mercedes de tierras a los Indios de Jilotepec y el título de pueblo al anárquico asentamiento por ellos formado, incluyendo las nuevas tierras de labor. Es entonces cuando en lo que hoy es el centro histórico nace San Juan del Río. Debe entenderse que es un nuevo pueblo, no la continuación del antiguo Iztac Chichimeca. Este último lugar, quedó solo como un barrio del nuevo asentamiento, cuyas tierras abarcaban 2,500 varas a los cuatro vientos”,  con epicentro en la hoy plaza de los fundadores.


Escrito de donde se tomó la leyenda de la fundación
Primer foja del escrito, fechado en 1502
                                                                 Relación de San Luis Montañez,

                                     Archivo Franciscano de Roma 1717, Fray Joseph Díaz primera foja
Los detalles de la fundación real, probablemente nunca los sabremos, si no aparecen  los mencionados “ títulos” pero es casi seguro que no hay un acta de fundación como se nos ha hecho creer, solamente debió ser un documento oficial que formalizó el ya establecido pueblo, a la vera del camino y las tierras que otorgó para ello el Virrey, de 1551 a 1558.

 LA SUPUESTA LEYENDA
Dado que una leyenda es la transmisión oral a través de generaciones, de un hecho real, que al transcurso del tiempo pierde su validez histórica y se convierte en una realidad mítica, la fundación de San Juan del Río en 1531, ni siquiera llega a  eso. La memoria local no conservó datos de aquellos tiempos, los hechos y la fecha provienen de un escrito posterior, por lo que ni siquiera entra en la categoría de leyenda.
Hoy presento ante ustedes, solo un par de imágenes que comprueban la imposibilidad de que la fecha esté sustentada por un documento.

El escrito, llamado Relación de San Luis Montañez, de donde los cronistas de la época barroca supuestamente tomaron el relato de la fundación de Querétaro, perdido después y localizado por Eulalia Guzmán en Roma, fue publicado por primera vez por Ayala en 1948.
Desde su primer página no corresponde. Dice que los hechos que narra ocurrieron en ¡1502!  Jamás menciona el año de 1531, ni ninguno posterior, y no es un simple error de transcripción, todas las veces que se menciona el año en el citado documento es 1502. El escrito, en la época moderna ha sido copiado, modificado y aderezado hasta el cansancio, pero en realidad es muy escueto, y probablemente, al menos lo que se refiere a la fundación de Querétaro y San Juan del Río, fue escrito por un europeo.

Aparte de este, no hay ningún documento, de fecha anterior a él (1717)que mencione la fecha, el año y los hechos de la fundación. Todo fue un invento franciscano de la época barroca, para legitimar su supuesta intervención en la fundación de Querétaro y de paso San Juan del Río.
 (Para información de cómo surgió el año de 1531 ir al siguiente vínculo):
 Así que concluyo, San Juan del Río no fue fundado el 24 de junio de 1531, en ese año, lo único que existía eran las pocas chozas del sitio llamado Iztacchichimeca, en el luego  Barrio de la Cruz.  Años después, aparecen junto al camino a Zacatecas otras chozas, formando un caserío anárquico, que en la década de 1550 se formaliza como el  ahora sí pueblo de San Juan del Río.
Dado que los datos aquí planteados requieren de muchas citas, mejor les presento algunos de los libros más representativos que los contienen, base de las investigaciones que me han llevado a concluir lo aquí expuesto.
El de Lourdes Somohano, nos presenta testimonios de Indios nacidos años antes y  avecindados en Iztacchichimeca en 1536, donde no hay referencia a algún pueblo llamado San Juan del Río, supuestamente fundado 5  años antes.
El de Primeras Noticias..., es el documento legal completo, original y localizado en el archivo de Indias de España, de donde Somohano tomó los datos.
El de David Wright: En él se detallan los documentos de ese siglo, reales y falsos referentes a Querétaro, entre estos últimos el de 1717 y la fundamentación de porqué se determinan así.
 

martes, 28 de enero de 2014

LA LEYENDA NO

LA LEYENDA NO


Se ha demostrado por diversos autores que las versiones populares y doctas sobre las fundaciones de San Juan del Río y Querétaro incluyendo la leyenda de la celestial aparición en favor del bando español del apóstol Santiago en la última, derivan de la serie de escritos coloniales otomíes aislados pero de similar manufactura y contenido, referentes a los méritos como conquistador del cacique indígena Don  Nicolás de San Luis Montañez, específicamente uno  que en el siglo XVIII estaba en  el  convento de la Cruz en Querétaro, del que se desconoce procedencia, aunque probablemente pudo ser un original antiguo o su copia; pero el transcrito que de él se hizo, que inicialmente quedó en la biblioteca del convento, (del que hay datos claros y ubicación actual) aunque apenas data de ese siglo, se constituyó de golpe y porrazo en la fuente primigenia de nuestra historia, a pesar de su confusa redacción.

De tal documento, aunque en su contenido ni siquiera menciona el hoy muy conocido año 1531, sino que de entrada sitúa todos los hechos en la imposible fecha de 1502, se hicieron transcripciones posteriores, agregando o cambiando hechos, fechas y personas a conveniencias diversas, especialmente por los mismos frailes que aprovecharon el misticismo de los textos, y su involuntario barroquismo, lleno de elementos apropiados para acentuar los aspectos útiles para la difusión o consolidación de la fe cristiana. Convirtiéndose de esta manera en la historia religiosa “oficial”, una especie de referente ad – hoc  para una historia paralela.

A partir de ahí, tanto de él o de sus versiones de segunda y hasta tercera mano, lo copiaron   los   antiguos historiadores queretanos  y  foráneos. A fuerza  de  acomodos y agregados,  la repetición de mentiras llegó a constituirse en una especie de verdad mítica.  

Tal vez lo único cierto respecto a la participación de Nicolás de San Luis en los actos fundacionales pudiera ser su presencia física en el lugar o territorios cercanos, aunque no en el papel protagónico que se le pretende, o bien con intervención de cierta importancia pero en una época posterior, cuando esos pueblos, que eran prehispánicos, habían persistido a la conquista, continuaron al menos como caseríos indígenas, asentamientos anárquicos de españoles, o de población mixta, es decir al menos 20 años después de lo que dice la leyenda. De igual manera diserta Jaime Nieto, señalando la descripción de la fundación de San Juan del Río en 1531 que hace Ayala, más como una “representación  didáctica” es decir, no lo que pasó, sino como debía suceder, incluso menciona la existencia de un documento del Archivo Histórico Municipal de San Juan del Río relativo a un pleito de aguas, de fecha posterior, pero que señala como fecha de fundación al 9 de septiembre de 1526.
El mismo año, sin fecha es sostenido por la historiadora García Ugarte basada en el  llamado  “Códice otomí de Huichapan”  refiriéndose  a  la  fundación  otomí del  poblado por Juan  Mexici.  Aunque no  precisa qué dato del  códice  fundamenta la fecha y la relación con el citado personaje, parece ser que se trata de un texto ubicado en la parte historiográfica del mismo,  fechada con numerales calendáricos en 1526 y que dice aisladamente “Aendehe aen s[a]n iuan”  y significaría solamente San Juan del Río en otomí, no más. Al parecer, por estar escrito con tinta y grafías distintas, fue un agregado posterior, cuando los acontecimientos asociados a los glifos se escribieron en otomí, con el alfabeto castellano. Así, pudiera ser la corrección de un olvido o un útil acomodo, pero es importante aclarar que el códice no menciona al citado personaje.

La relación entre el hecho y la fecha pudieran tener algo de veraz, toda vez que al inicio del periodo colonial, la República de Indios única, incluía a los de la zona que después sería san Juan del Río, Huichapan y Jilotepec, las  últimas eran las poblaciones más importantes dentro de la encomienda, es decir, con una historia común y por tanto lógico que se inscribiera en sus anales dicha fundación o algún acontecimiento destacado.

Otro documento antiguo que retoma Ayala como apoyo para  el relato de la supuesta fundación en 1531 es el llamado, entre otros nombres “Códice Pedro Martín de Toro”, referente a  otro  personaje otomí  de  la  época, del que hace algunas suposiciones no tan  precisas, (20)  sobre  todo al  ubicarlo como  acompañante  de  San  Luis  Montañez durante la supuesta fundación de San Juan en 1531 y en no aclarar exactamente en qué ayuda el códice. Su análisis con ese propósito, deja más dudas de las que resuelve. El original, denominado  también “Códice Chapa de Mota” se encuentra en AGN, Tierras, Vol. 1783, exp. 1. Se acompaña de una especie de traducción parcial al español y láminas con dibujos de estilo indefinido, ya no son puramente indígenas como en los códices, aunque tampoco completamente europeos. La imprecisión de Ayala no es afirmar que Pedro Martín esté bajo las órdenes de Montañez, dato que fue cierto, como se verá adelante, sino en la fecha.

El texto se clasifica como códice, aunque técnicamente solo sería un escrito con dibujos, de elaboración muy posterior a los hechos que narra. Aunque incierto su origen, se presume genealógico, no territorial, detallando acontecimientos en los que se involucran dos poblaciones distintas con igual nombre; San Juan del Río, pero durante hechos ocurridos durante la llamada Guerra Chichimeca, (1550-1600) no en la etapa inmediata a la conquista. A continuación trato de dilucidar, qué pueda clarificarnos respecto a nuestra ciudad:
De manera general, describe el origen y proezas del famoso conquistador otomí don Pedro Martín de Toro quien participa al mando de tropas en la pacificación de la región chichimeca, para entonces todo territorio al norte de Querétaro. La esquiva mención respecto de San Juan del Río,  (Querétaro) es  de  un pueblo  establecido, no  uno que apenas van a conquistar, (como deja entrever Ayala) dado que las personas de apellido Bárcena que lo auxiliaron durante la campaña militar son traídas de ahí y dice claramente que ahí regresan al término de la guerra. Menciona pueblos de Guanajuato por su nombre pero que ni siquiera existirían en 1531 (También la Relación presentada por Ayala incluye, a los Bárcena, entre muchos otros conquistadores pero bajo mando de Nicolás de San Luis, tal como lo está Don Pedro Martín Toro)

En otra parte, el códice sí refiere un San Juan del Río en sentido de conquista, o al menos de enfrentamiento con chichimecas de guerra, pero es otro lugar así llamado, ubicado claramente “Adelante el  Río de Medina junto a Sonbrerete y Guadiana en la tierra adentro”,  (seguramente refiere al actual San Juan del Río, Durango, u otra población o paraje cercanos con ese nombre) como puede verse en el dibujo, subtítulo y descripción de la lámina  marcada con el no. 2  del escrito revisado.

Es ahí donde sí enfrentan y conquistan a chichimecas rebeldes, resultando muerto el caudillo “Mazadín”, quien debió ser importante, pues el hecho se festejó grandemente, al parecer en la plaza principal de Querétaro, (la del convento de San Francisco, ya establecida, lo que ubicaría la narración después de 1550) como se estilaba entonces, con un ceremonial  que  incluía corridas  de  toros.  (Tomando  como  referente otro de los dibujos de las láminas del códice, incluidas en su totalidad en la obra de David Wright)

lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Hubo una fundación?

Fotografía personal: Los tres antiguos asentamientos indígenas de la ciudad.

A continuación trataré de dilucidar porqué sostengo que es dudoso afirmar que haya habido una fundación "a la española" de San Juan del Río en 1531 o cualquier otro año posteriormente cercano. Las conclusiones son acordes con los documentos hasta hoy conocidos, aunque pudiera ser que alguno, hoy perdido, aparezca y nos dé una claridad completa.

Ya se ha dicho que por lo menos desde dos mil años antes había un poblado en este lugar, con altibajos en cuanto a población y desarrollo, siempre en la zona sur de la actual ciudad, entre las Peñas y las Peñitas. Hasta hace poco se podían distinguir tres pequeños asentamientos cercanos pero independientes, persistentes a los siglos: El Barrio y cerro de la Cruz, Guadalupe de las Peñas y Lomo de Toro, indudablemente en alguno de ellos se asentaba el lugar llamado "Iztacchichimeca" que era un puesto fronterizo de mínima importancia bajo dominio azteca, de ahí su nombre en náhuatl. Todo indica que seguían teniendo como centro ceremonial el de la cima del Cerro de La Cruz, pero sus viviendas  debieron  estar abajo de él o en los otros lugares mencionados.

Para 1521 la contracción de la frontera mesoamericana había dado lugar a que los centros ceremoniales monumentales de la región tuvieran siglos abandonados, pero la gente común seguía su vida a la orilla de río, la población era mínima. Según las condiciones de guerra lo permitieran había una mezcla de otomíes y chichimecos, que según las últimas investigaciones participaron incluso en la toma de Tenochtitlán en apoyo a los Españoles.

Cuando Juan Jaramillo el viejo, recibe la encomienda de Jilotepec hace un reconocimiento en las tierras de ella y expulsa a unas 8 familias de chichimecas, dejando solo algunos otomíes para el cultivo, esto en 1528. con un administrador de apellido Hernández.

Documentos de alrededor de 1536 hacen alusión al lugar, siempre con el nombre náhuatl, pero sin mencionar nunca ni a Nicolás de San Luis Montañez, Fernando de Tapia y menos a alguien llamado Mexici. Se menciona que en el lugar, que solo era una estancia agrícola, no un pueblo,  había un adoratorio y se identifican nombres de pobladores con más de 20 años en el lugar, jamás se menciona el que según la leyenda había sido fundado 5 años antes; San Juan del Río, es decir, no existía por lo menos en 1536 tal pueblo.

Así es que estamos hablando de un lugar anterior a la conquista, que sobrevivió a ella y por lo menos 15 años después seguía teniendo habitantes indígenas y si acaso un español, el administrador Alfonso Hernández, aunque al parecer este vivía en Jilotepec.

El nombre de Juan Mexici como fundador del pueblo, llegado de Jilotepec luego de la caída de Tenochtitlán no se sostiene en los documentos mencionados ya que los varios indios de nombre Juan que aparecen entre los documentos ninguno dice ser fundador, todo parece ser alguna confusión de los informantes de Hernando de Cárdenas que en 1582 reunió la información de los viejos habitantes para redactar la Relación de Querétaro, y alguno de ellos le mencionó a un juan Mexici, (el único filólogo que ha estudiado estos documentos dice que no es un apellido, sino que el escribiente no supo expresar lo que su informante indio le decía "mexi tzin"; en náhuatl, poquito mexicano, es decir alguien que hablaba náhuatl) como la única referencia que tenía de los viejos habitantes, lo único seguro es que se llamaba Juan y de los varios Juanes, al menos 3, que mencionan los documentos, ninguno se dice o habla de un fundador del lugar, si hubiera existido como tal, sería lo más lógico que lo mencionara, y le dieran esa calidad.

De este modo, aunque no se descarta la existencia de tal persona como fundador, si podemos decir que hasta por lo menos 1536 no hizo tal fundación porque el lugar ya existía desde al menos 20 años como un asentamiento multiétnico. Tal vez existió en alguna etapa posterior, pero ese ya es otro tema. 
Así es que podemos asegurar, a menos que el Archivo Histórico Municipal tenga algún documento que lo confirme, que las mamparas que están fuera del edificio del Centro Histórico y Cultural, en la Avenida Juárez, están equivocados, incluso mencionan un "cabildo indígena" en la cuarta década del siglo, no hay elementos para afirmarlo.  En otras entradas abundaremos sobre los años posteriores a 1536 para afirmar que no hubo fundación en ninguna época del virreinato.

Las fuentes para este artículo y su ampliación están en el libro ya mencionado, esta solo es una creación especial para este blog, con redacción libre.

jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Porque la leyenda no?





San Juan del Río en 1531, indicando los lugares mencionados en la llamada "Relación de San Luis Montañez"


  “NICOLÁS DE SAN LUIS MONTAÑEZ” 15?? 

” … el puesto onde estan el rrio grande estan rrodiado de savino, estan unos ojos de agua; en la orilla de dicho rrio estan un cerro rrodiado de peña, un rincón… “

Relación de San Luis Montañez en  Ayala, 1948. p. 121.


Decíamos ayer:

1.- La leyenda dice que Nicolás de San Luis Montañez fundó "a la española" San Juan del Río el 24 de Junio de 1531.

2.- Que la Relación de Querétaro de 1582 mencionaba que un indígena llamado "Mexici" era quien lo había fundado.

3.- Que Rafael Ayala en su "San Juan del Río, geografía e historia"  los hace coincidir para la fundación del pueblo.

A pie juntillas, neo historiadores, autoridades y público en general así lo han creído y afirmado, así lo registran nuestras costumbres, fiestas y folklor.

Pero no es tan fácil, ninguno de los tres datos puede demostrarse históricamente.

Iniciemos por la fecha:

En primer lugar, afirmo categóricamente que ningún documento antiguo menciona la fecha de 1531 en el día 24 de junio para la fundación de San Juan del Río.

¿Entonces de dónde salió?  La explicación es larga pero clara.

Parece que tal fundación a la usanza española jamás se llevó a cabo, el bonito relato de la fundación lo tomó Ayala de un manuscrito llamado "Relación de Nicolás de San Luis Montañez" que supuestamente es copia de un original que estaba en el convento de la Cruz a principios del siglo XVIII, donde se mencionan los pormenores en una confusa redacción pero en general  la parte de San Juan es como la dice Ayala, no se ha demostrado que ese manuscrito proceda de uno auténtico de la época de la fundación pero suponiendo que así lo fuera, dice que la fundación de San Juan del río ocurrió en la imposible fecha del 24 de junio de ¡ 1502 !  Sí se mencionan en el manuscrito datos relativos a San Juan que pudieran acomodarse a la época pero ahí no se menciona el año de 1531. (igual ocurre con la fecha de fundación de Querétaro el 25 de julio de 1531)

Pareciera que todo es claro, y que solo se equivocaron en la fecha, pero esa claridad se desvanece cuando descubrimos que  hay por lo menos un par de docenas de documentos parecidos mencionando fundaciones hechas por Montañez en todo el bajío, durante el siglo XVI y muchas otras fundaciones por otros protagonistas pero mencionando los mismos hechos, tal profusión ha hecho que se les de por falsas a todas.

Pero ¿Quién podría falsificar esos hechos en los documentos y porqué razón?

Desde finales del siglo XVI y durante todo el XVII algunos indios descendientes de los verdaderos conquistadores trataron de obtener privilegios del rey por ser descendientes de quienes ayudaron a  conquistar la Nueva España. Como forma de demostrarlo, acudían a redactar relaciones de méritos de sus supuestos o reales antepasados. Al no haber una historia escrita, todo se basaba en los relatos orales de los familiares más viejos, en recuerdos vagos, en la inclusión de personajes reales en hechos y lugares que no corresponden, y las más de las veces, en la  completa falsificación de los acontecimientos, de este modo aparecieron infinidad de relaciones de "Méritos". Por eso muchas son tan semejantes, por eso algunas contienen hechos reales y otras puras cuestiones fantásticas ( por eso aparece la Malinche en la fundación de San Juan ) Una de estas relaciones es la que narra la fundación de nuestra ciudad y al leerla, encontramos hechos reales, como la descripción de la zona, parece ser que eran los apuntes de campaña de alguien que estuvo aquí en alguna época (no en 1531)  y a partir de ellos se tejió lo demás, con el fin de demostrar que él había fundado tanto San Juan del Río como Querétaro en 1531.

A principios del siglo XVIII en Querétaro y en San Juan del Río nadie tenía idea de la fecha ni el año de la fundación, muertos los conquistadores y casi toda su descendencia, nadie tenia motivo alguno siquiera para falsificar una historia. Para entonces existían en Querétaro dos tradiciones orales, una atribuía la fundación a españoles con ayuda de los sacerdotes comunes y otra constaba que la ayuda había sido de los padres misioneros, franciscanos  específicamente.
Así, en un intento de legitimarse, los padres del Convento de la cruz, empezaron a recopilar todo documento antiguo a la mano, entre ellos varias de las relaciones ya mencionadas y comenzaron a sacar datos de ellas para hacer una "historia oficial" que incluía las fundaciones de Querétaro y San Juan del Río hechas con ayuda hasta celestial. Siendo entonces los conventos, el único lugar que producía textos, ellos mismos se encargaron de difundir esa historia a modo y es la que hemos conocido desde entonces. Uno de estos cronistas franciscanos fue el que le dio el toque final a la historia poniéndole un año: 1531.

¿De dónde salió el año 1531?

Entre los documentos encontrados por los franciscanos en el siglo XVIII hallaron uno, que si era verdadero y narraba los servicios realizados  por Fernando de Tapia (Conin) durante la conquista de  Querétaro, redactado por la autoridad vigente a petición de él mismo. Para ello se llamaron a varios testigos, uno de ellos dijo que Don Fernando había ayudado a poblar Querétaro más o menos cuarenta años antes.

El cronista Franciscano, que sabía contar, sumar, rezar y hasta restar hizo un sencillo calculo, el documento era de 1571, y 40 años antes eran los hechos de don Fernando: Resultado: 1531.
No importó que en los servicios de Don Fernando para nada se menciona a Montañez, y en los méritos de Montañez no se mencionan nunca a Tapia, es decir son dos versiones diferentes que se unieron para dar una fecha precisa.

A partir de entonces se enlazó la fundación de Querétaro y San Juan del Río en la fecha mencionada en la relación de San Luis Montañez; 25 de Julio y 24 de Junio, con el año calculado en los servicios de Fernando de Tapia 1531.

Así, mágicamente apareció que San Juan se fundó el 24 de Junio de 1531 y  un mes después Querétaro, sin ningún sustento real, lo que se demuestra en el hecho de que ningún documento anterior al siglo XVIII menciona esta fecha y todos los posteriores sí. El cronista Franciscano fue Fray Isidro Félix de Espinoza, en 1747 en su obra "Crónica de los colegios de propaganda fide".

De esta manera, concluyo que no es posible afirmar que San Juan del Río haya sido fundado el 24 de junio de 1531 porque ningún documento de la época lo sustenta, todo se basa en leyendas y acomodos de documentos posteriores siendo al menos uno de ellos apócrifo.

Este articulo es un extracto del ya mencionado libro en prensa de un servidor, en él se documentan los datos mencionados con las fuentes y referencias bibliográficas de rigor así como otros datos y autores que sustentan lo expresado, recurrí a redactarlo de corrido para no hacerlo tan cortante si hubiese hecho las referencias bibliográficas relativas.  Antes de que lo aquí expresado haga que las autoridades cambien la fecha de la feria, habrá de pasar mucha más historia real, no se la pierdan en este blog.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

La fundación según la Relación

Nicolás de San Luis Montañez, según un retrato del siglo XVIII en el Museo Regional de Querétaro

La Relación Geográfica de Querétaro

Sobre este documento, tal vez el primer informe oficial  sobre los pueblos entonces recién independizados de Jilotepec en una nueva alcaldía; Querétaro y San Juan del Río hay un magnifico estudioso,  David Wrigth (1), de él tomo el hilo para esta entrada, con redacción de un servidor:

Existe un grupo de documentos oficiales de fines del siglo XVI llamados genéricamente “Relaciones Geográficas” elaborados a manera de informe por la autoridad española de cada demarcación colonial, dando cuenta y orden al Rey de su geografía, historia y condiciones.
Entre ellas se inscribe la “Relación Geográfica de Querétaro”, presentada con ese propósito en 1582 por el escribano real de Jilotepec: Francisco Ramos de Cárdenas, en la que describe, además del pueblo principal, Querétaro, información del ya existente San Juan del Río, considerada como la más verídica, aunque escueta. Contiene algunas imprecisiones en la información, obtenida indudablemente de versiones de segunda mano por haber ya muerto quizá todos los actores principales. (Entre la supuesta fecha de fundación y la redacción de la Relación se presentaron rebeliones y ataques chichimecas, pero sobretodo hubo varias epidemias mortíferas de enfermedades traídas por los españoles que literalmente diezmaron a la población, que de por si era poca, así, los supervivientes en la zona  debieron ser  unos cuantos  y entre ellos, aún menos por edad, los posibles informantes directos, testigos o actores de hechos ocurridos cincuenta años antes) (2)

Se mencionan ahí los terrenos del pueblo de San Juan del Río, como perteneciente, tras la conquista, a la encomienda de “Gilotepec” en posesión de “Joan Xaramillo”, cerca de los prados del Cazadero, el nombre de Iztacchichimecapam para un cerrillo algo pelado, traducido como “tierra blanca de chichimecas”. Poblado, dice, iniciado por Juan Mexici tras la caída de Tenochtitlán, habitado por otomíes y chichimecos, junto a un río con muchos árboles llamados sabinos, de tierra blanca y dura etc. (3) Sin mencionar  para nada a  Montañez ni sus fundaciones aquí y en otras partes del estado o la región que pregonan sus relaciones. Cosa que hubiera sido difícil no incluir si hasta temas menores le ocupan, como el recuento de la famosa cacería efectuada  a la manera de los indios por un Virrey en los llanos al oriente del municipio y que les dio el nombre que aún conservan: “Cazadero”.
Cabe agregar que esta Relación Geográfica es el único documento cercano a la supuesta fecha de fundación que menciona a Juan Mexici, adicionando que este “buen yndio”, ya tenía muchos años de haber fallecido, y que es Ayala, compaginando esta información con otro documento, quien lo hace converger temporalmente con Nicolás de San Luis Montañez, dejando entrever que ambos, en razón de sus lazos étnicos, pactaron la fundación pacífica del pueblo el 24 de Junio de 1531. (4)


1) David Wright, investigador estadounidense. (Nacionalizado nhañu, vía matrimonio) Trashumante académico que ha regado su saber por casi toda la antigua tierra de sus antepasados políticos, es decir entre Querétaro, Hidalgo, Guanajuato y estado de México, quizá la persona viva que más ha escrito y conoce sobre esta cultura y la zona durante el periodo colonial. Fue el primero al que leí refutar con argumentación sólida la tradicional historia de la fundación de Querétaro, dejando por lo menos en apócrifa la serie de escritos llamados “Relación de Méritos de San Luis Montañez” y similares. (Luego supe que otros ya lo habían intentado, igualmente argumentados, trabajos que no han tenido la difusión que merecerían, siguen apareciendo con éxito escritos  y libros completos repitiendo una y otra vez la leyenda.

2) Somohano cita al menos dos de estas mortandades entre ambas fechas, una en 1543, que afectó a todos los indios de la Nueva España, reduciendo su población a por lo menos una quinta parte, otra en 1576 mató a la mitad de los indios. Ver Lourdes Somohamo Martínez, La movilidad poblacional en Tlachco/Querétaro, siglos XVI y principios del XVII, en revista Papeles de Población, julio-septiembre, No. 049. Toluca, México, 2006, Universidad Autónoma del Estado de México. pp.  244 a 250. La segunda epidemia es relatada también en la Relación de Querétaro, nombrándola “pestilencia que dava de muchas maneras”, ver Relación  Geográfica de Querétaro, en Wright, 1989, op. cit. p. 131.
3) Cfr. Ibid. pp. 127 a 130.


4) Aunque en honor a la verdad, parece que Ayala,  tras publicar en 1948 la relación completa de la fundación, para 1971 en que aparece su obra magna sobre Historia y Geografía de San Juan del Río, parece tener ya ciertas dudas sobre su autenticidad. Solo hace mención del contenido en general, sin citar la procedencia original, refiriéndola como la relación que “he revisado”, agregando empero transcripción de documentos completos con cita de origen relativos a un asunto secundario como la fundación de Tequisquiapan, lo que parece ilógico teniendo todo el espacio necesario para una transcripción completa y su fuente, de la fundación del lugar de su tema principal; San Juan del Río.


continuará: por lo pronto, se proponen varias interrogantes:
 
¿Porqué 24 de junio de 1531?

¿Existió en esas fechas un indio llamado Juan Mexici?

¿Porqué un fundador desaparece y solo es nombrado una sola vez en la historia antigua y miles en la "historia actual"?

¿Si hubo fundación?