SAN
JUAN DEL RÍO: IGLESIAS DEL CENTRO segunda parte
(DATOS
DUROS)
Continua la segunda y última parte de la historia del conjunto parroquial del centro
de la ciudad, incluyendo algo de las
plaza, aunque éstas serán relatadas en
una entrada especial. Inicio cuando
ya están construidos los dos templos
…Para
1743, continuaban esos espacios, pero con el aumento en el número de españoles,
la separación racial ya era total; el conjunto... “se
compone de una muy decente y bien
fabricada iglesia parroquial en que se administra a los españoles los santos
sacramentos, a cuyas expensas y especialmente de un bienhechor, pocos años ha
se dedicó e independiente de esta hay otra iglesia que sirve de parroquia para los naturales, administradas una y otra
por un cura colado por su majestad,
sacerdote seclar... “(201) y
tres auxiliares “…muy versados en el idioma Otomí… ” (202) que era el común hablado por la feligresía
Esta
iglesia en tiempos antiguos tenía, en la hoy plaza de los Fundadores, las casas habitación de
los curas, es decir el curato. Con la construcción de la parroquia, se trasladó
a la sección adjunta de la nueva iglesia, así que el antiguo pasó a ser “ el
curato viejo” dando nombre a la actual calle de 16 de septiembre ya que frente
a él iniciaba. No tengo datos de cuando se mudaron al nuevo recinto, debió ser
antes de 1820, ya que en un documento de ese año del AGN, el ayuntamiento
solicita se le den esas casas, identificadas, el curato viejo para sus juntas o
funciones, (203) cosa que efectivamente
ocurrió y algún tiempo se llamaron “casas municipales”, seguramente hasta el cambio a
la actual presidencia municipal.
Durante
el imperio de Maximiliano fueron cuartel, hasta enero de 1865, del ejército francés (204) mencionándose
también que ese año, por un asunto de denuncia de propiedades de la
iglesia para su adquisición, Joaquín
Espino Barros tomó posesión de “la casa
donde estaba el curato de San Juan del Río”, (205) que aclara haber tenido que reedificar por su
“total deterioro”. (206) Al término de
la breve etapa imperial; en 1869, se decidió derrumbar la parte antigua del
curato convertida ya en casa Municipal, dividir el terreno en lotes y venderlo,
proponiendo lo mismo para las rejas de sus
ventanas donadas por la señorita Díaz. (207) Aunque Ayala dice que se
derribaron estas casas en 1916, ya no aparecen en el plano de Ignacio Pérez,
debe referirse a sus ruinas.
El
espacio entre las dos iglesias, hoy Notaría Parroquial, el nuevo curato en la
parte trasera y la sección conocida como “La Academia” con entrada en Morelos, todas
interconectadas, son de hechura posterior, aunque sin referencia de año. Seguramente aprovecharon elementos de edificaciones anteriores, todavía es
posible adivinar en la pared de la Academia que da a Hidalgo, varios arcos
tapiados con barda dentro de los que se construyeron las ventanas neoclásicas
(serían de fines del siglo XIX o principios del XX) que hoy vemos. Es de
suponerse que los arcos daban acceso a alguna sección o dependencia de la
iglesia.
También
debe mencionarse que la plaza parece haber tenido una forma de trapecio, y
se modificó su antiguo lado norte para
cuadrarla. Desde la época colonial estaba rodeada por
una barda atrial
de la que no se tienen mayores datos, debió ser
casi desde los inicios del pueblo, dado que en su interior funcionó el
camposanto, que debió ser sumamente pequeño, pues la población también lo era,
y compartido con el acceso
a la iglesia, aunque también se podía enterrar al
interior de las iglesias. Por lo que se
puede distinguir en una
fotografía de inicio del siglo XX, desde el jardín Independencia, la barda
era sólida, con aplanado, es decir, sin
reja ni arcos invertidos en lo alto como muchas de ese
tipo. Hubo panteón además en el
espacio entre las dos iglesias, en el Calvario, (aún antes del de la Santa
Veracruz, hasta entonces exclusivo de los indios) en san Juan de Dios y en el
Beaterio. Al derrumbar parte del curato viejo en 1869, se cuadro la plaza y se pidió vender los lotes
resultantes. (208) El panteón junto
al río data de cerca de 1840 (de alguien fallecido en una fecha cercana aún se
conserva una tumba. Se prohibieron los enterramientos en la plaza y el interior
de las iglesias en 1823, (209) aunque hay constancia de entierros en fecha
posterior en el lugar. No hay dato exacto de cuando se detuvieron realmente
las inhumaciones ahí pero sería bien entrado el siglo XIX. Todavía fue
enterrado en el pequeño panteón existente en el espacio entre las dos iglesias
Don Juan Domínguez en 1847, (210) sus restos se trasladarían luego al de la
Santa Veracruz.
Suponemos
que la fecha en que se quitó definitivamente el camposanto es la de su
instalación como plaza pública, (211) es decir después de 1853 cuando inicia la
remodelación del panteón indio del Calvario que concluirían en el edificio del
hoy panteón de la Santa Veracruz, donde funciona el Museo de la Muerte. Parece
que durante cierto tiempo funcionó en ella el mercado municipal, que de siempre
se había instalado en la plaza principal. La placa del monumento en la plaza de
los fundadores indica que el panteón municipal estuvo ahí hasta 1854.
201)
Mina Ramírez Montes, Querétaro en 1743. Informe Presentado al Rey por el
corregidor Esteban Gómez de Acosta. México, Gobierno del Estado de Querétaro,
Archivo Histórico del Estado. 1997, p.
170. El bienhechor fue Marcos Mancilla, como reza la placa de cantera
que aún puede verse. Dice Ayala que costeó la terminación de la obra, que
iniciada desde 1693, había parado varias veces por falta de fondos.
202)
Llama la atención que pese a la división, el cura era solo uno, con auxiliares
encargados de administrar servicios a los indios en su idioma, algunos muy
diestros en el idioma otomí, según dice
el documento. Y lo eran, al grado que uno de ellos, Luis de Neve y
Molina, entonces bachiller, quien fue en fecha comprendida entre 1736 y 1753,
auxiliar del párroco de San Juan del río (Cfr.
Mendoza, 2006, op. cit. p. 28) años después, como Doctor y catedrático
en el arzobispado de México, con la experiencia ganada en el antiguo puesto,
publicó una de las primeras gramáticas de otomí, base de muchos estudios
posteriores sobre dicho idioma, incluido su amplio vocabulario. Ver Luis Neve y
Molina, Reglas de orthographia, diccionario y arte del idioma othomí, breve
instrucción para los principiantes,
México, Imprenta de la bibliotheca mexicana, 1767.
203)
AGN. Instituciones Coloniales, Regio Patronato Indiano, Bienes Nacionales, Vol.
715, Expediente 12.
204)
Marta Eugenia García Ugarte, Hacendados y Rancheros queretanos (1780 – 1920),
México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 1992, P. 224.
205)
Idem. En Ayala, 1981, op. cit. p. 192, se menciona como sindico del Ayuntamiento.
206)
Ibid. p. 225.
207) Cfr. Luz Amelia Armas B., Oliva Solís H. y Guadalupe Zárate
Miguel “ Región de los valles y zona sur” en Cano Romero Yolanda, Catalogo
Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles Estado de Querétaro, México. Gobierno
del Estado de Querétaro- INAH-CONACULTA, 2003.
Disco Compacto 2. Se Refiere a Rafaela Díaz. Datos tomados por las
Autoras de La Sombra de Arteaga.
Debieron ser muy suntuosas dichas puertas o ventanas ya que en números de 1867
a 1870 se hace constante recuento de sus
peripecias, desde que se quitaron, se confiscaron, se trasladaron y al
final se vendieron.
208)
Idem.209) Ayala, op. cit. p. 150.
210) Cano Sordo, 1999, op. cit.
les debo muchas fotos de las iglesias para mañana, de todos los tiempos.
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