La casa más emblemática del viejo, moderno y actual San Juan es sin duda
la conocida con los nombres de “la Guadalupana”, (por una joyería
así llamada que funcionó ahí muchos
años, cerrada ya, conserva en la fachada el letrero que la identificaba y hoy
lo hace, como plaza comercial ) “la casa de cantera” (por estar cubierta de
ese material) y antiguamente “la casa de don Esteban”, es el número 7 de la
vieja calle del Curato, actual 16 de Septiembre. El hoy fraccionamiento las
Fuentes, entre Aldama y 27 de septiembre era su parte trasera, conocida después
como la huerta de los Chirimoyos. En ella se dice, se alojaron Agustín de
Iturbide y el Emperador
Maximiliano, y también sin confirmación que fue cuartel de su ejército
imperial.
Fue construida desde sus cimientos en 1810 (1) por el Teniente
Coronel Esteban Díaz González de la Campa, español, uno de los habitantes más
acaudalados de todos los tiempos, Alcalde Primero y presidente del Ayuntamiento
de San Juan en la época anterior a la guerra de Independencia. Dueño de muchas haciendas
en la región. Casó con Doña Ramona Torres y Arroyo, hija
del importante militar y político español don José de Torres y del Campo. Propietario de la
hacienda de Santa Rosa quien desempeño altos puestos gubernamentales al final
de la época colonial en la región.
Mucho se ha escrito sobre don Esteban, (en realidad no tanto, algún día me
ocuparé de él) sin embargo, en sus últimos años, su importancia fue
opacada por un par de personajes, emparentados entre sí y con descendientes de
él, que vivieron en algunas de las
casonas de la acera de enfrente, por ser las familias más importantes y ser esa
calle la de mayor abolengo en tiempos antiguos.
Los hijos Díaz Torres destacaron en muchos ámbitos, Esteban, que fue jefe
político de la ciudad y Rafaela, gran benefactora local, tanto en vida como a
través de legados dejados a su fallecimiento. Después de la muerte de Don
Esteban, Ramona se casó con su antiguo administrador, Manuel Casabal. La
familia Díaz emparentó con otra de
no menos
caudales con residencia en el antiguo número 6 de la misma calle,(2) los Domínguez Quintanar, formada por Juan
Bernardo Domínguez y Gálvez e Ignacia Delgado Quintanar, sobrina y protegida del General José Luis Quintanar, en
cuya casona vivía en su etapa de soltera al cuidado de una tía.
Imagen tomada de Bisabuelos.com Juan Bernardo Domínguez y Galvez |
Mejor conocido como Juan Domínguez, cubano de nacimiento, hijo de padre
españoles, llegó a la
Nueva España poco antes de la guerra de Independencia, desempeñando altos cargos en el ejército realista gracias
a su parentesco con el Conde Bernardo de Gálvez, Virrey de la Nueva España. Entre
sus hazañas bélicas está haber derrotado
al mismísimo Antonio López de Santa Anna en batalla de la época independiente,
cuando este todavía era un General eficiente. En las estancias de Iturbide en
San Juan, a cuyo mando estuvo Domínguez, debió conocer a Ignacia, (3)
casándose años después y estableciéndose en la entonces Villa. Como madrina de la boda estuvo doña Ramona Torres.
JOSÉ LUIS QUINTANAR Y SOTO Y RUIZ (1772 -1836)
Este sanjuanense, hijo de hacendados, (entre sus propiedades estaba la
hacienda de la Venta) también tenía incipiente carrera militar en el ejército
realista, (4) combatiendo mucho tiempo a los ejércitos insurgentes, pero
al final se adhirió a la conjura de Iturbide, integrándose previamente al
triunfo, al mando militar del ejército trigarante.
Ambos se hicieron de las confianzas de Iturbide, apoyándolo en la
consumación de la independencia, José Luis llegó a ser, por su encargo jefe del
ejército Trigarante y en el primer momento del México independiente formó parte
del triunvirato que rigió al país previo a la elección de Iturbide.
Luego fue nombrado gobernador del naciente Departamento de
Jalisco.
Durante la caída del efímero imperio, ambos apoyaron a Iturbide hasta el
límite, solidaridad extendida aún hasta su posterior aprehensión y
fusilamiento. Desde el inicio de la posterior etapa republicana ocuparon casi
ininterrumpidamente importantes cargos en la administración pública estatal, nacional
y el ejército hasta su retiro.
LOS DOMÍNGUEZ QUINTANAR Y DIAZ
DOMÍNGUEZ
De la ya familia Domínguez Quintar, dos hijas (Mercedes y Soledad ) se
casaron con sendos de don Esteban (Rafael y Antonio) y sobresalieron Manuel y
Ángel como jefes políticos de la ciudad y Querétaro durante el imperio de Maximiliano y
hasta muchos años
después. Desempeñaron
además labores académicas y cívicas en la ciudad de México y su tierra
natal. (5) Ángel fue después diputado y co-redactor con su par Veítez,
del proyecto de lo que sería la tercera constitución queretana, miembro de
sociedades científicas a nivel nacional. Fundó un instituto para la enseñanza
primaria y secundaria en el pueblo y
publicó varios libros. (6)
Paz Domínguez, otra hija durante las estancias de Maximiliano, en una
velada en casa de don Esteban bailó con el emperador. Afirma Cano que el guante
que usó esa noche está aún en poder de su familia. (7) Ella se casaría
después con Cándido Madaleno, vasco, dueño de la hacienda de la Laja,
Tequisquiapan y vivirían en la casa de Cantera. De ellos desciende Víctor Cano
Sordo, autor de la Genealogía familiar aquí escrita de manera sucinta.
Soledad Domínguez, casada a su vez con Antonio Díaz Torres, fue madre de
Celestino Díaz Domínguez, último de la familia nacido en San Juan del Río, de
profesión abogado, fue además poeta, escritor, periodista y diputado por san
Juan, ministro y magistrado de justicia. Publicó la Guía del viajero en
Querétaro. Su hijo Felipe llegó a ser dueño de las Haciendas de Carrillo,
Tlacote y Mompaní. Padre de Felipe, María Eugenia, Guadalupe y
Fernando Díaz Ramírez, fundador y rector de la Universidad Autónoma de Querétaro y autor de la más
extensa historia gráfica del estado (8) y efímero gobernador de Querétaro.
Su séptima hija, Refugio, nacida en Querétaro, formó familia con Pedro
Argain, español y comerciante. Un hijo de esta familia sería Gobernador del
Estado de Querétaro, Salvador Argain Domínguez.
Dada su importancia en el siglo XIX, esta familia y sus integrantes
ocuparon varias casas de la misma calle del Curato, además de las dos
mencionadas y algunas de sus ramas en
otras de no menos importancia como la Nacional de Santo Domingo, Nacional del
Sacromonte (Av. Juárez) y la plazuela de San Juan Bautista, (hoy de los
Fundadores) los restos mortales de muchos de ellos yacen en el Panteón de la
Santa Veracruz como respetables observadores del lugar donde hicieron sus
vidas.
Fotografía personal, tumbas en el panteón de la Santa Veracruz de algunos de los personajes mencionados en el texto. |
Juan Domínguez, como todos los militares de su época se vio envuelto en los
frecuentes pronunciamientos que caracterizaron las primeras décadas de vida
independiente de nuestros país, a veces por iniciativa propia, muchas otras por
apoyar a su pariente político José Luis Quintanar, y por ende a su ideólogo Anastacio
Bustamante, otras únicamente por estar en uno u otro bando ideológico en pugna
por el nuevo México.
Para hablar de su importancia baste decir que tuvo infinidad de puestos
de gran importancia política y militar:
-Coronel del Batallón Activo de Oaxaca.
-Encargado de la Comandancia General de México hasta el 27 de diciembre
de 1829.
-Encargado de la Comandancia de Querétaro.
- Ayudante general e
inspector del Ejército del Norte, en San Luis Potosí.
-Coronel del Batallón Activo de Querétaro en 1839, su último puesto de
mando.
-Vocal secretario de la Junta Consultiva de Guerra y Marina en julio del 1840.
-Secretario de la Comandancia General de México hasta junio de 1842.
-El 1º de enero de 1842 comienza a trabajar en la Suprema Corte Marcial.
Desde diciembre de 1844 fue desligándose de responsabilidades militares hasta
que, acabó por retirarse definitivamente del
ejército.
Los vaivenes de sus nombramientos lo hicieron ir casi veinte años de
una a otra parte de la república, a veces solo, a veces acompañado de su
familia, razón por la cual, los lugares de nacimiento de sus hijos son
indistintos, pero tanto ellos, como el padre, cuando las desdichas políticas o
de salud los alcanzaba, volvían a la paz de la pequeña villa, al cobijo de la
familia de su esposa, los Quintanar, en la vieja calle del Curato, en el aún
más viejo barrio de San Miguel. Incluso alguna vez, en la rueda de la fortuna
de la política de aquellos tiempos, le tocó estar abajo, lo que significó su
destierro del Estado, al vecino Guanajuato de donde vuelve para –otra vez-
pronunciarse contra el gobierno, costándole esta vez el destierro a Cuba
Quizá como resabio del lejano enfrentamiento con Santana, nunca tuvo
una buena relación con él, (aunque fue quién lo nombró general en 1841) y de
manera indirectamente proporcional, entre más crecía la importancia política
del veracruzano, decrecía la importancia de los nombramientos de Juan. En la
cuarta década del siglo, las diferencias se recrudecieron, optando por el
retiro.
Viejo, enfermo, decepcionado de sí mismo y sus pares, decide, entre 1844 y
1845, volver a San Juan, el
lugar que había adoptado como patria, a pasar sus últimos años junto a su familia. Ahí recibe el
año de 1847 en el retiro. Sus fuerzas no alcanzaron más que para observar
la invasión norteamericana, dicen que murió de disentería, pero más seguro por la impotencia de no poder defender la tierra que lo había
recibido joven y que a sus sesenta y
tres años lo despedía el 24 de mayo de 1847.
Fue enterrado en el camposanto (el que estaba en medio de las dos
iglesias, al frente de la actual Notaría) al día siguiente, 25 de mayo. Años más
tarde sus restos fueron trasladados a un mausoleo en el Panteón de la Santa
Veracruz, y después junto con dos de sus
hijas a uno de los nichos de la pared. Este panteón fue proyectado por don
Guadalupe Perrusquía, vecino también de la calle del Curato, vivían
respectivamente en los números 16 y 18, con quien se casó Ignacia, la viuda del
General, formando una nueva familia con los hijos de los anteriores matrimonios
de ambos, entre los de Don Guadalupe se contaba el que sería padre del
Gobernador Ernesto Perrusquía. (9) ( Pero esa ya es otra historia)
Imagen tomada de Bisabuelos.com. El General Domínguez. |
El acta de sepultura de Juan Bernardo dice:
“En la Parroquia de San Juan del Río a veinte y cinco de Mayo de mil
ochocientos cuarenta y siete sepulté en el Cpo. Sto. de dicha Parroquia el
cadáver del Sr. Gral. de Brigada D. Juan Domínguez, casado que fue con Dª
Ignacia Quintanar, originario de la Havana y vecino de esta Cabecera en el
Barrio de San Miguel. Recibió los Santos Sacramentos de penitencia, Sagrado Viático
y extremaunción; disen murió de Dicentería, y lo firmé para que conste.”(3)
Hoy reposan los restos de este honrado general, según reza el nicho del
panteón de la Santa Veracruz que los contiene, junto a sus hijas; Consuelo y
Soledad.
Fotografía personal: Nicho en el Panteón de la Santa Veracruz |
1) Cfr. Ayala, 1981 op. cit. p. 124. Para dar idea de su importancia, baste
decir que él y Luis Romero Soto, ambos por la extensión e importancia de sus
archivos personales, son los únicos “sanjuanenses” con colección documental en
el AGN. (Archivos de particulares. Colecciones, Colección de Esteban Díaz
González. Archivos de particulares. Personas. Luis Romero Soto)
2) N. De la R. Al
parecer el antiguo numero 6 era uno con el actual 8, que es centro comercial.
Hasta hace unos años fue casa de la familia Valenzuela, con su patriarca Don
Gabriel, de grata memoria entre los practicantes de la charrería, deporte que
practicó pero sobre todo impulsó en todos sus frentes hasta los últimos años de
su vida. Es una casona amplísima, a fines del siglo XIX era la mejor casa de
huéspedes de la ciudad. Luego sufrió una remodelación a principio del siglo XX
pero conservó el plano anterior, con todas las comodidades y elementos de la
época como correspondía a la importancia
de don José Luis Quintanar.
3) La información de
estas familias las tomo, seleccionada, de Víctor Cano Sordo, De la Luisiana a
la Nueva España. La Historia de Juan Bernardo Domínguez y Gálvez (1783 – 1847), Versión electrónica en página Web Bisabuelos.
Página de Genealogía. Apellidos. Linaje.
1999. capítulos V, VII, X y apéndice VII, Quien se basa en Ayala para don José
Luis en cuanto a la estructura, pero no solo citándolo, sino confirmando,
documentando y complementándolo hasta la saciedad con libros, documentos
familiares, extractos de archivos
particulares, públicos y eclesiásticos. (Me atrevo a decir que no hay
nadie que haya escudriñado papel tras papel los archivos parroquial e histórico
municipal como él)
4) Cfr. Ayala, 1981
op. cit. p. 117- 121.
5) Ibid. P 172.
6) Ibid. P 180 y 181.
Destaca “Descripción de los principales ríos del mundo”. 1902, que Ayala tomó para su descripción del río
San Juan. En 1896 había sacado a la luz pública una especie de manifiesto
llamado “Las necesidades de la Geografía en México” dirigido al Presidente
Díaz.
9) Víctor Cano Sordo,
sacerdote católico, autor del libro “De
la Luisiana a la Nueva España” Incluido
en una vasta página Web de genealogía de sus antepasados. Iniciada a partir de
una anécdota familiar, nos lleva siglos atrás a España, México y San Juan del
Río. En el linaje ve importantes familias locales de todos los tiempos.
(Cervantes, Bocanegra, Silis, etc.) Tomo de él los datos de las familias
Domínguez, Quintanar y Díaz. Es difícil citar correctamente su página y libro,
casi cada frase la apoya en infinidad de documentos y bibliografía. Existe una
versión impresa, merecedora de reedición y difusión por el municipio, ya que
aunque no es su propósito, devela valiosos datos de historia local además de la
fascinante vida de sus antepasados. Estaría en la misma categoría de nuestros
mejores relatores: Dorantes de Carranza, Sánchez de la Barquera, Martínez de
Salazar, Jaime Nieto, Rafael Ayala, y J. Guadalupe Guerrero, etc.
8) Ver Fernando Díaz
Ramírez, Historia del estado de Querétaro. México, Gobierno del Estado de
Querétaro, 1979. Seis tomos.
9) Sin estar
completamente seguro, por los cambios de numeración, las casa de Don Guadalupe Perrusquía (18) y
la de Ignacia (20) que tampoco se sabe
si lo era desde que vivía el General Domínguez) serían la que hasta hace poco era la
Universidad Mesoamericana y la que estuvo donde hoy es una caja popular.
Hola, muchas gracias por su información. Tengo una duda: qué relación de parentesco tenía Jesús C. Domínguez, que fue prefecto de San Juan del Río?
ResponderBorrarHola, buenas tardes, gracias por tu visita. De acuerdo a los datos que tengo, no hay relacion directa del General con la persona que mencionas. Se conocen todos los nombres de sus hijos y nietos y no hay ningún Jesús entre entre sus hijos varones ni en los nietos igual varones. Revisé toda la genealogía y no encontré parentesco, en las dos generaciones después del general que es hasta cuando supongo que que pudiera alargarse. En el siglo XIX, desde antes de la llegada del General a San Juan habia además, otras familias Domínguez en San Juan, de las que no hay muchos datos y pudiera ser de ahí de donde viene y por eso no hay modo de saber . Lamento no poder darte más datos, si llega a salir algo en la revisión que a veces hago de documentos antiguos llegara a salir algo, te lo haré saber . No olvides compartir los contenidos.
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