Galán de galanes pero con aspiraciones actorales.
Durante un tiempo estuvo en los cuernos de la luna en su
carrera de actor, incluso llegó en 1993 a ser el protagonista de la novela
estrella de Televisa: “Corazón Salvaje” estelarizando a Juan del Diablo y compartiendo
créditos con Edith González en el horario nocturno, lo que le significó por
algún tiempo ser el galán de moda, el objetivo de todos los paparazzi, el
entrevistado estrella en programas o revistas y receptor de todos los
premios y homenajes que el género otorga. Hasta se dio el
lujo de grabar un disco de cierto éxito y doblar la voz de Tarzán en una
película de Disney.
Su nombre artístico era Eduardo Palomo: (el verdadero Eduardo Estrada Palomo) Cantante y polifacético actor, merced a ser uno de los primeros egresados de la escuela de talentos de televisa, su carrera se vio arropada desde el principio en las emisiones de dicha empresa, especialmente en las telenovelas, que vivían una de sus tantas épocas de oro.
Habiendo desde sus inicios incursionado también en el
teatro, desarrolló a la par de su carrera comercial, un gusto por la
participación en películas de tema, llegando a constituirse en uno de los
referentes del entonces llamado Nuevo Cine Mexicano. Bien sabía, por haber crecido en
las entrañas del monopolio televisivo, que la gloria que este otorgaba era efímera.
Actuó en muchas películas de ese tipo, las que por sus
temáticas jamás obtenían ganancias monetarias, aunque eran reconocidas por su dirección,
guión y calidad actoral. Seguramente en varias de ellas, si acaso cobró
algún sueldo u obtuvo alguna ganancia, fue ínfima en relación a lo que percibía
en su faceta comercial, sin embargo, así son los actores, deben vivir de algo y
vivir para algo, él lo hizo así: Vivió de la televisión y vivió para el cine.
De sus participación en películas del nuevo cine nacional, se
recuerda su participación en algunas emblemáticas como: Rojo Amanecer, (1990)
la Mujer de Benjamín, (1990) Mi Querido Tom Mix, (1991) Gertrudis Bocanegra
(1991) Crónica de un Desayuno, (1999) El
Misterio del Trinidad, (2003) y Un Día sin Mexicanos. (1993) es decir, casi en todo lo más importante que
la para entonces escuálida industria producía a nivel nacional.
Un buen día, ya casado con la igualmente actriz Carina Rico,
decidió incursionar en Estados Unidos, donde llegó a interpretar algunos
papeles menores. Nunca sabremos lo que pudo haber logrado en aquel país: la
muerte lo sorprendió joven en la ciudad de los Ángeles en el año 2003.
Una característica de su incursión en el cine no comercial, fue
que no interpretó únicamente roles de galán, seguramente por tener la facilidad de elegir papeles buscaba aquellos en los que fuera la
antítesis del conquistador. Le encantaba caracterizar al mexicano común, citadino, desmadroso y
dicharachero, pero con conciencia social. Uno de sus papeles más recordados y que
refleja la esencia de ese deseo, es el que interpretó en 1990 en la cinta El
Extensionista.
Hasta hace pocos años era un empleado público, promotor y
gestor del desarrollo rural, encargado de implantar técnicas novedosas y más
productivas en las comunidades agrícolas. En México, dicho puesto se otorgaba a
ingenieros agrónomos recién egresados de la carrera y se les enviaba a
localidades remotas, con diversos resultados, de acuerdo a las circunstancias particulares.
En la actualidad la tendencia a nivel gubernamental es contratar para tales
tareas a empresas particulares, subvencionadas con recursos públicos, por lo
que ha desaparecido la figura del "Extensionista” que retrata la película.
Imagen Tomada de Internet. Cartel de sala de la película. |
México, 1989. 35 mm (Rodaje)
Fecha de lanzamiento: 28 de febrero 1991
Dirección: Juan Fernando Pérez Gavilán
Producción: Arturo Pérez Gavilán, Fernando Pérez Gavilán
Guión: Víctor Ugalde, Juan Fernando Pérez Gavilán, Felipe Santander
Fotografía: Arturo de la Rosa
Edición: Rogelio Zúñiga
Música: Armando Manzanero
Reparto:
Eduardo Palomo : Cruz López, el Extensionista
José Carlos Ruiz : Benito Sánchez, el Gobernador indígena
Claudia Guzmán: Manuela, la Novia.
Manuel Ojeda: Severo, el Matón
Ernesto Gómez Cruz:
Nazario, el presidente Municipal
Leonardo Daniel: Mario, el colega corrupto
Eduardo López Rojas: Cuquillo, el ranchero
Alberto Pedret: Don Máximo, el cacique
Sergio Jiménez: Nacho, el loco del pueblo.
Como se puede adivinar desde la lectura del elenco, la película será un
drama agrario, que incluye todos los estereotipos que en el campo mexicano
fueron reales y hasta peores que como se retratan, lo que durante décadas
impidió el desarrollo de ese sector productivo y creó el llamado el
“problema del campo mexicano” que durante décadas cada presidente en turno
declaraba haber “resuelto” y que sin embargo en la realidad cada vez más
languidecía, hasta su virtual muerte con el Tratado de Libre Comercio en 1994.
En razón de casi ya no haber hoy agricultores “tradicionales” en
la mayor parte de México, incluido San Juan del Río, a las nuevas generaciones,
algunas partes del argumento les parecerán exageradas, pero en verdad así fue la política
gubernamental durante muchos años, que incluía una gran cantidad de recursos
presupuestales para el campo, pero que raras veces llegaban a los surcos, se
diluían en la maraña de burócratas, prestamistas, caciques y acaparadores.
SINOPSIS.
El argumento se basa en una exitosa obra de teatro de la
década de 1970, del autor Felipe Santander. Por ejemplificar perfectamente la
realidad de la producción campesina de aquel entonces, fue muy representada y
hasta en la actualidad es regularmente puesta en diversos teatros comerciales
y universitarios.
Cruz López es asignado como Extensionista a un pequeño poblado
indígena llamado Tenochtlén, a donde llega con la ilusión de apoyar a los lugareños para que
mejoren sus técnicas de cultivo y sus condiciones económicas.
Los pobladores, acostumbrados a recibir a uno y otro
funcionario que siempre les prometían y jamás cumplían, se muestran reacios
siquiera a escucharlo, mucho menos a aplicar sus técnicas. Tras muchos
esfuerzos, consigue la confianza de los lugareños y algo más de Manuela, la
hija del líder indígena Benito.
Ingenuo y crédulo, desarrolla un proyecto alternativo de cultivo de
algodón, consiguiendo créditos gubernamentales y hasta el apoyo del cacique del
lugar. Ingenuo porque cree que solo con su palabra los va a convencer, crédulo
por pensar que todo será como lo planeo.
Poco a poco durante la trama, la realidad que evadía lo rebasa sin que pueda hacer nada y en tropel caen sobre su proyecto todas las plagas biológicas y burocráticas posibles: El agua de riego no les es suministrada como lo requieren; el crédito no llega a manos de los campesinos; se le aconseja recurrir a prestamistas: el fertilizante que les suministran está adulterado; el cacique compra a los sembradores la semilla mejorada, y para colmo, del cielo no cae ni una gota de lluvia.
Poco a poco durante la trama, la realidad que evadía lo rebasa sin que pueda hacer nada y en tropel caen sobre su proyecto todas las plagas biológicas y burocráticas posibles: El agua de riego no les es suministrada como lo requieren; el crédito no llega a manos de los campesinos; se le aconseja recurrir a prestamistas: el fertilizante que les suministran está adulterado; el cacique compra a los sembradores la semilla mejorada, y para colmo, del cielo no cae ni una gota de lluvia.
Desesperado, reclama a todos ellos, tornándolos en enemigos a los que hay que contraatacar; En
conjunto con los pobladores idean una manera de recuperar la semilla robándola
de las bodegas del cacique. Descubiertos, son detenidos Benito y Cruz en la capilla del
lugar (dónde acaba de casarse con Manuela) y, llevados a un lugar solitario, se les aplica la ley
fuga. Enardecidos los pobladores con las muertes de sus incipientes redentores linchan
a las autoridades y cuelgan en los patios de su casa al cacique. En colofón, tras unas muy falsas llamas reflejadas en los vidrios de su finca, que enmarcan la oscilante figura del ahorcado, empieza a llover.
Una de las fachadas de la Hacienda de Santa Rosa Xajay. |
Como se ve, la película es la pura realidad, únicamente el
final casi nunca se dio. Muchos funcionarios se enriquecieron al unísono de los
caciques sin que les pasara nada. Esa trama de corrupción, siempre impidió una producción
agrícola eficiente, quedando las comunidades cundo mucho en la autosuficiencia. Una frase de la película retrata lo que pasaban los campesinos,
lo que sembraban y cosechaban en esas condiciones:
-
¿De quién son esos chilares que están
a la salida?
-
Son míos pero no son chilares, es
maíz y frijol.
-
Es que como los tienen sembrados van
a cosechar puro chile.
Por otro lado, el sentir de los campesinos se ejemplifica en
una frase de Benito, el líder indígena, tras escuchar las melosas palabras de
las autoridades.
“Benito ya se va. Y
ojalá que todos ustedes se vayan… pero a la chingada.”
Escena en la capilla de la Hacienda de Santa Rosa. Benito antes de soltar la frase. Parados Cruz y el Cacique. |
Palomo en las calles de Santa Rosa |
Uno de los patios de la Hacienda de Santa Rosa |
Escena en sembradíos, al fondo el cerro del Mirador. |
Corredor de la Hacienda de santa Rosa |
Acceso a la Hacienda |
Capilla de la Comunidad de Santa Rosa Xajay, antigua Troje de la Hacienda. |
La autoridades esperando al pueblo, en la capilla interior de la hacienda. |
Los campesinos robando la semilla en uno de los patios de la hacienda, se puede observar el torreón original en la esquina. |
Escena en la comunidad de la Estancia, se puede observar todavía la torre de la iglesia de la antigua hacienda, hoy derrumbada en la presa Constitución. |
Portón de la Hacienda de Santa Rosa |
Lo interesante para el tema de este blog es que la película
fue rodada mayoritariamente en la comunidad de Santa Rosa Xajay, incluyendo
locaciones en sus calles, las
instalaciones de la hacienda, el camino que la comunica con la carretera San Juan del Río -
Tequisquiapan, la comunidad de La Estancia. (En el Dvd original que tengo y la
versión televisada ya no sale una escena grabada en el antiguo banco Banrural
de San Juan del Río, que estaba en la Casa de las Diligencias de la Av. Juárez)
Parece que algunas de las escenas fueron rodadas en la
comunidad del Tejocote, Tequisquiapan, no he podido confirmarlo.
Otro elemento que enlaza a la película con nuestra ciudad, es
que su tema, “Corrido de Tenochtlán” es interpretado nada más y nada menos que por
los Hermanos Falcón, en la vida real artistas exclusivos del restaurant del Portal de Reyes, de San Juan del Río.
(Excepto cuando se van al mundial)
Créditos de la película, incluidos los Hermanos Falcón |
Presento a Ustedes los fotogramas,
obtenidos de la película original y el cartel, tomado de Internet.
EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD:
La película se proyecta todavía regularmente por Televisa y los canales de cable de películas mexicanas, aunque tiene muchos bips en las groserías, lo del puro chile sí sale, lo de que se vayan a la ... no. Así que si la ven ahí, lean los labios de Benito.
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Esta entrada la tenía desde hace algunos ayeres pero como los vecinos ya la habían publicado a su estilo, me tuve que esperar para no ser repetitivo en el tema. No tomé nada de ellos, solo aumente la extensión de la mía y no cupo en una entrada, espero poner la otra parte en estos días.
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Un saludo a todos los lectores de este blog, ya llegamos a 43 países, hoy llegó un visitante de Dinamarca.
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Lo de los hermanos Falcón y el mundial se refiere a que es costumbre en el restaurant del Portal de Reyes donde se presenta regularmente este dueto de cantantes, cuando hay torneos futboleros y la asistencia baja, colocan un letrero que dice así: "Los Hermanos Falcón se fueron al Mundial" para indicar que ese día no actuarán.