jueves, 16 de septiembre de 2021

LAS HUERTAS 1 ANTECEDENTES



Fotografía personal. Barda de la huerta grande, en la rivera del Río San Juan. Difícilmente sería la original de los tiempos narrados en la entrada ya que muchas veces fue derribada por el río y vuelta a levantar, pero es de los pocos vestigios de lo relatado.


Tuvo San Juan del Río, desde su fundación, cualesquiera que haya sido el año en que ocurrió, el estatus de pueblo de Indios, lo que significaba que todos los terrenos al interior del fundo estaban bajo la administración de su cuerpo de Gobierno: la República de Indios que durante el siglo XVI, era la establecida en Jilotepec. De ese lugar proceden la mayor parte de quienes establecieron el pueblo y desde ahí se tomaron las decisiones iniciales respecto al reparto y uso de terrenos de lo que hoy es la ciudad. Una de las características de los pueblos de Indios era que en ellos no podían establecerse españoles de manera permanente, ni tener propiedades, en el caso de hacerlo, era de manera provisional y siempre con el visto bueno de las autoridades indias, sobre todo su gobernador.


La legislación que establecía los pueblos de Indios era muy respetada y hubo algunos que jamás permitieron la entrada de españoles o mestizos, incluso hasta el siglo XIX. El otorgamiento inicial de parte de la autoridad virreinal eran tierras conjuntas y al interior se distribuían predios a los integrantes de la república. Algunos se asignaban a los individuos en una especie de comodato que no llegaba a propiedad y era rescindible en caso de contravenir algunos preceptos u obligaciones, otros quedaban como comunales y eran cultivados por todos, generalmente sin pago alguno y los productos obtenidos se destinaban a las festividades religiosas o para los gastos del cuerpo de gobierno, que era muy numeroso. Igualmente ocurría con los pocos edificios u obras de beneficio común, como la iglesia, la acequia y los caminos o veredas. Sin embargo, en san Juan del Río, a pesar de que desde la década de 1550 tenía ya una barda delimitando el territorio del pueblo, desde muy pronto tuvo españoles y mestizos al interior como propietarios de predios. No hay un respaldo documental de qué originó esta situación, pudiera decirse que fue a causa de que los tenedores originales de predios murieron durante las epidemias del siglo XVI y quedaron vacíos y por no haber más indios a quien otorgarlos, dado que la mortandad fue mayúscula, se recurrió a españoles o bien que por el hecho de pasar dentro del pueblo el camino real, se permitió el ingreso de los no indios.(documentos de finales de ese siglo mencionan una “parte pública” en la que deben restringirse los comerciantes, lo que indica que sí había alguna apertura) 


La corona española estableció varios procedimientos para sus colonias en casos similares, cuando se dio la reducción de habitantes indios debido a las epidemias, entre ellos uno llamado “congregación”: dado que existían lugares antiguamente habitados, incluso desde la época prehispánica, que se quedaron con un reducido número de habitantes, se les otorgaron tierras en el pueblo vecino más cercano, con la justificación de que al ser tan pocos, era difícil llevarles servicios, principalmente religiosos, la distancia media era donde ya no pudieran escuchar la llamada a misa de la campana templo más cercano, más lejos debían congregarse. Al parecer, a pesar de lo que se dice como tradición, no hubo una fundación de manera formal del pueblo de San Juan del Río, pero probablemente se estableció como tal en la década de 1550, como parte de la encomienda de Jilotepec, con habitantes venidos de allá y dependientes los Indios de la República establecida en ese lugar, sería hasta muchos años después cuando se establece cierta autonomía y una república de Indios local.

 Casi desde el principio se construyó una barda cuya utilidad era proteger los terrenos al interior de la intrusión del ganado de las estancias de españoles que ya se habían otorgado en los alrededores. Aunque se dice que era un muro defensivo, alto y con troneras, la verdad es que el único documento oficial que la describe la menciona de baja altura, únicamente como referencia de sus límites y con algunas entradas en ciertas partes, llamadas “portillos”. 

Fotografía del plano original de 1590 de San Juan del Río. Del Archivo General de la Nación.


                                         Reprografía tomada de Ayala, 1971 del mismo plano  


Aunque hay varios planos en los que puede observarse esa barda, siempre se toma como referencia el de 1590, por contener más detalles reconocibles. Igualmente, sin sustento documental, se dice que al pueblo original le fue otorgado desde su fundación un territorio consistente en 2500 varas a los cuatro vientos, a partir del centro, que también se ha establecido convencionalmente en la hoy Plaza de los Fundadores.



Tomando como base el plano mencionado, los supuestos del sitio de fundación y el territorio concedido: de entrada, no corresponden, ya que debería ser un cuadrado perfecto o un círculo. Si tomamos como base las varas a los cuatro puntos cardinales, tres lados más o menos coinciden a lo que se conoce históricamente, pero el del oriente, no correspondería. Aunque debe recordarse que los planos “pintura” de la época, solo eran figurativos, nunca exactos, haciendo un esfuerzo se puede sobreponer el área marcada por el plano de 1590 a una imagen satelital actual y es posible localizar todos sus elementos en un área que abarca el centro histórico y los antiguos barrios indios (que son posteriores, pero ayudan) de la periferia, aunque no con la forma conocida. 


Tomo como apoyo para la orientación las siguientes pistas. 

Imagen del mismo plano. Procede de una reproducción del mapa de 1592 que estaba en el difunto museo Iztacchichimecapam. Los números corresponden a las referencias mencionadas adelante y la zona marcada en rosa es la que se tratará al final del artículo.


1.- En el extremo norte, el pueblo terminaba en San Isidro. El vértice del pentágono irregular del plano termina aproximadamente ahí, con el río al centro y el fin de la acequia cercano. No puede ir más allá, porque ahí iniciaba otro pueblo: San Pedro Ahuacatlán, dependiente de San Juan pero con territorio propio aparte. 



Imagen tomada de Google 2021. Casi justo en San Isidro estaría la marca de 2500 varas al norte.  

2.- En la barda oriente se marca la “venta de lucas de lara” fuera de la barda. Esta venta prevaleció hasta el siglo XX como la venta/hacienda de San Cayetano. A su lado en el plano está la entrada del camino Real, básicamente lo que hoy es el inicio del Boulevard Juárez. Este límite es uno de los mejor establecidos, porque sí hay elementos que indican claramente que ahí estaba la cerca. El camino pasaba antes junto al bordo de la hacienda de San Cayetano, hoy la empresa Kimberly Clark, luego a frente a la finca, ya entrando al pueblo, metros adelante estaba la Garita de México, sobre el mencionado Boulevard actual. 


3.- Al sur, en una de las esquinas, terminaría detrás de lo que hoy es Guadalupe de las Peñas, que anteriormente se llamó Guadalupe del Rincón, precisamente por estar en una de las esquinas de la cerca, también con el río cruzando a su lado.

Imagen tomada de Google 2021. En Guadalupe de las Peñas,  antes "del Rincón" señalado por la línea amarilla estaría el limite sur de las 2500 varas. 


 4.- Al otro extremo, hasta hace pocos años persistía en la zona cercana a la Normal del Estado, un nombre antiguo para una pequeña colonia entre la escuela y las calles de Arteaga y Pino, llamada “Portillo” por haber estado ahí una de las puertas de la barda lo que nos indica más o menos su paso en esa parte. 

5.- En el lado poniente, el plano indica dentro algunos “cues”, es decir, el actual Barrio de la Cruz. 


6.- Hacia el sur, la barda no va más allá, porque tocaría la hacienda de San Jacinto que siempre fue propiedad de españoles. Al oriente, como ya mencioné estuvieron las haciendas de San Cayetano y el Pedregoso, también propiedad de españoles. 


7.-Al poniente, no puede ser más allá por ser terrenos de haciendas o estancias españolas. (La Estancia y la Llave) Por estos detalles, es que propongo como muy probable que esta sea la delimitación original del Pueblo de Indios, no hay ya evidencia física alguna de la barda. 

Imagen tomada de Google 2021. Allá adelante de Galerías, en la antigua pista de "Chinches Bravas  el limite poniente. 

Imagen tomada de Google 2021.  Unico límite que no corresponde a los datos conocidos, al oriente las 2500 varas terminarían en la colonia San Cayetano, cerca de la Secundaria Técnica.

Solo no incluyo al interior al cerro de la Venta ya que distorsionaría completamente el perímetro, al parecer se ponía en la esquina sureste como referencia, por ser lo más visible en los alrededores. La orientación no es completamente coincidente ente en los puntos cardinales porque de hacerlo, no corresponderían algunos lugares. Aunque la división por barrios fue posterior, de la manera propuesta, todo lo que conocemos de ellos quedaría adentro y correspondería.



Imagen tomada de Google 2021.  Esta sería la adaptación a la actualidad de los limites marcados a los cuatro puntos cardinales, sin tomar en cuenta  el del oriente. Los puntos rojos es la medida de las 2500 varas a los cuatro vientos, el punto blanco,  el lugar mítico de la fundación, la plaza de los     Fundadores.

Es este el pueblo de Indios de San Juan del Río, exclusivo al menos en teoría para los integrantes otomíes avecindados. Al parecer la exclusividad no duró mucho, y seguramente, además de lo ya mencionado, dinero de por medio, los gobernadores de la república india vendieron al mejor postor algunos de los terrenos comunales, aprovechando las mortandades que casi lo dejaban vacío en el siglo XVI. 

Otra figura jurídica implantada por la corona española fue la “Composición de tierras”, consistente en otorgar documentos de propiedad legal a quienes no los tuvieran mediante un pago económico, lo cual era aprovechado por los hacendados para adelantar sus límites, declarando que siempre habían sido suyos e incluidos en la composición, este sistema fue aprovechado por la de la Llave para generar una situación en el pueblo que se narrará al final de esta serie de entradas. Las composiciones fueron fuente de recursos abundante para la corona, de tal manera que las hacía periódicamente y en cada una los terrenos cambiaron, casi siempre en detrimento de los de los indios y favoreciendo los de españoles, quienes tenían el poder económico suficiente para pagar cada vez la legalización del ensanchamiento de sus cercas.

El caso es que al parecer sí había venta de predios o se buscaba alguna figura jurídica que justificara la cesión, como ocurriría en algunas zonas al sur en las que a través de los siglos quedaron algunas de las huertas emblemáticas del pueblo, que incluso sobrevivieron hasta el siglo XX de las que iré detallando en esta serie de entradas, pero que, por lo expuesto en esta, fue inicialmente propiedad de los Indios pero terminaron muy temprano, al menos parcialmente en manos españolas. 

EL PREDIO GRANDE 

El punto inicial del recorrido es un área que, al parecer por sus características fue siempre zona de cultivo de los diversos asentamientos prehispánicos, está intermedia a todos: El barrio de la cruz, desde el preclásico hasta la conquista, Lomo de Toro y las Peñitas. Para la fecha del establecimiento del pueblo de San Juan del Río, estaba dentro del perímetro, en su parte sur y continuó en uso agrícola. Por obvias razones, ser lugar plano y fértil, por ahí se trazó la acequia del pueblo, lo que aumentó su potencial. Más adelante fue el llamado Barrio de la Concepción. (no confundir con el actual, en otra zona que es muy posterior) Al centro del lugar, se localizó en el trayecto de la acequia y movido por ella, el molino de los indios, mencionado en la Relación Geográfica de Querétaro en 1582. Al llegar a la parte urbana del pueblo, se encontraba una zona de trabajos colaterales a la actividad agrícola. Por su importancia y la utilidad de los elementos que contenía, es indudable que los indios la consideraran valiosa y difícilmente se desprenderían de ella. Sin embargo, ya para el siglo XVII, al menos parte de la zona se encontraba en poder de la Hacienda de la Llave y casi hasta la época independiente fue motivo de disputa  con la la República de Indios.

Fotografía personal, la mención de la acequia el molino, propiedad de los Indios en la Relación Geográfica de Querétaro.


EL NIETO DE LA MALINCHE 

Para esto, entra en acción un personaje histórico, Pedro de Quezada, el nieto de la Malinche, que por el pleito que había hecho su madre, María Jaramillo obteniendo parte de la encomienda de  su padre (lo que luego sería la Hacienda de la Llave) y algunas mercedes de tierras otorgadas, era terrateniente de la zona. Al parecer nunca vivió en San Juan, pero en una época fue autoridad española en Jilotepec. En ese puesto, como autoridad, encomendero y concesionario, menciona Ayala que, por haber ayudado en la construcción de la presa de Huapango, lo que aumentó el nivel del río en San Juan, los indios le otorgaron la mitad del agua de la acequia.
La única propiedad plenamente reconocible entre las muchas que tuvo fue la después llamada Hacienda de la Guitarrilla, junto al después barrio de Indios de San Isidro. La operación no debió ser únicamente por agradecimiento, debió implicar también algo de monetario. En otro negocio, también documentado, los Indios de San Juan del Río le vendieron en 1585 el molino, no hay detalles de lo incluido en la compraventa, pero supongo que al menos fue el acceso al agua que lo movía, de otro modo era inútil, pero era difícil que incluyera las tierras cercanas por ser de las más apreciadas por los indios por ser todas de riego o la acequia. Años después, Quesada cambió su zona de influencia a Querétaro y al parecer, aunque inicialmente habían sido contrarios pero negocios son negocios, enajenó las propiedades a algunos integrantes de la familia Andrada- Lara-Gómez-Cervantes, ya para entonces tenedores del mayorazgo de la Llave, entre ellas, el citado molino y ciertos terrenos. Por lo que supongo del oscuro trato hecho, desde entonces la Hacienda mantuvo pleitos constantes con los Indios por la posesión del molino, pero suponiendo que incluía la acequia y los terrenos colindantes.

Imagen personal adaptada del plano de Ignacio Pérez de 1885, mostrando los barrios que formaban la ciudad. En morado, el antiguo Barrio de la Concepción y dentro de él, en blanco, el terreno  en litigio. El molino estaría en una zona cercana al  número XI.

En al algún momento debió haber un arreglo porque la posesión de la acequia nunca la perdieron los Indios pero, por evidencias que veremos posteriormente, hubo un reparto de terrenos del predio original en litigio, incluso, toda la zona fue parte de uno de los barrios Indios, que no hubieran establecido uno si no fuera de ellos, pero también estuvo la llamada Huerta Grande, propiedad indudable desde temprano de la hacienda de la Llave, aunque el nombre es muy posterior, enclavada en esta zona, fue al parecer un enorme terreno, que delimito en el mapa, y de ahí su nombre, pero que posteriormente fue dividido en secciones, de tal manera que lo que llegó al siglo XX con ese nombre ya era solo una parte de la original, siempre de españoles, ya nunca de los Indios. 

Imagen tomada de Google 2021.  delimitación de la zona en litigio, colindante con el barrio del Calvario y el de la Cruz, tuvo siempre propiedades indias y sobre todo dentro de él se localizaron las huertas de españoles que se detallarán en entradas posteriores.

Al norte, el terreno iniciaba en la Plazuela de los Trabajos, hoy Guadalupe Victoria, al oeste, la ceja del Calvario, la hoy Calle Reforma hasta llegar a Guadalupe de Las Peñas. Por el oeste, los limites eran las calles de Allende, Galeana y toda la margen del río hasta encontrarse Con el otro límite, en Guadalupe de las Peñas. En entradas posteriores detallaré como se fue dando el acomodo, de manera que, para época de la independencia, dentro del predio hay partes que fueron siempre de los Indios, de de la hacienda de la Llave, otros españoles y algunos que siempre estuvieron en litigio. Mientras tanto, los fértiles terrenos se fueron convirtiendo en productivas huertas, casi todas persistieron como tales hasta el siglo XX.

 Pocos vestigios quedan de ellas, algunas bardas o elementos, de otras nada. pero su recuerdo y los de nuestros antecesores las convirtieron en míticas. En lo personal, conocí todas, algunas ya no en producción, otras en decadencia, y solo por menciones orales, pero trataré de compaginar lo recuerdos, con la investigación histórica que los complementa, muchos de ellos inéditos, recopilados durante muchos años y jamás publicados.

No se pierdan las próximas entradas.
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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD
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Debido a problemas técnicos con la plataforma que publica este blog, estuve fuera de circulación un tiempo. Problemas de cuentas que tuvo que llegar a final satisfactorio para ambas partes y como dicen los abogados, es mejor un mal arreglo que un buen pleito. Así que reiniciamos. Incluso ya hasta el display donde se escribe tiene muchos cambios.

Inicio una serie de entradas sobre un tema del que casi no se ha escrito, así que como siempre, todo es original, basado en mis recuerdos, de mi familia y sustentados con una investigación histórica documental de muchos años, esto por si lo ven u oyen en otros lados, ya saben de donde lo sacan siempre.
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Antes le llamaban vagancia, hoy sería "senderismo" el hecho es que mucho de lo que escribiré en las entradas siguientes proviene de haber sido la zona, por la cercanía a donde viví de niño,  donde lo practicaba, muchos detalles los vi desde entonces, algunos no los entendí en su momento y muchos otros los pude ampliar con información oral de vecinos y familiares que finalmente pude entender y apoyar con la información documental, aunque quedan muchas lagunas por la falta de archivos tempranos, de los que solo saltan algunos de vez en cuando. Por ello recurro en muchos casos a lo que redacto como "supuestamente", "supongo", "debió" etc. con objeto de llenar en lo posible esas lagunas.   Como siempre digo, hay personas que saben más, mi única cualidad es que lo escribo. 
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SECCIÓN COMERCIAL

Aprovechando la coyuntura de que el centro de la mítica fundación es la antigua plaza de San Juan Bautista, desde donde se midieron las 2500 varas a los cuatro vientos, comparto esta fotografía de una farmacia instalada ahí a fines de los setentas. No es una construcción antigua. Muchos años estuvo baldío y con acceso por la plaza y la calle Hidalgo, solo había algunos árboles y un promontorio de escombros de algo que si era antiguo al centro, pertenecía si no mal recuerdo a un señor de apellido Uribe. Desde su construcción fue dedicada a Farmacia, creo que hoy es una zapatería.
Nótese que todavía mencionan el nombre del Jardín Madero, que fue el oficial, desde inicio del siglo XX hasta 1981 en que cambió al actual, Plaza de los Fundadores.  

lunes, 19 de abril de 2021

EL DIQUE DEL RÍO SAN JUAN

 EL DIQUE

Acostumbrados a las periódicas crecidas del río San Juan y las inundaciones y daños que provocan en la actualidad, se motiva a la reflexión de cómo las afrontó la ciudad en los tiempos antiguos.

 

EL PUEBLO

A pesar de que el hoy es el centro histórico de la ciudad, que fue el fundo original del poblado establecido desde el siglo XVI, tuvo siempre el paso del río por su interior, de inicio  no debió ser un problema dado que por entonces las zonas aledañas a él no estaban ocupadas por viviendas. A partir del siguiente siglo, el crecimiento urbano alcanzó al río que quedó como límite natural de los predios al sur y poniente.

Imagen de Google Earth 2021.El paso del río por la ciudad, indicando algunos puntos mencionados en el texto. La línea verde oscura señala los meandros principales del cauce.


El aumento constructivo hacia ese rumbo fue motivado en parte por el trazo en las cercanías del Camino Real, la actual Avenida Juárez, desde su esquina con la antigua calle de Manzanares (hoy San Luis Montañez) hacia el poniente. A partir de la acera, el terreno descendía en una suave pendiente hasta llegar al nivel del río. En la actualidad, por la urbanización, no se ve, pero lo tienen todas las casas colindantes al río en partes de Galeana, San Luis Montañez y la Avenida Juárez. Uno de los pocos lugares donde todavía puede observarse esa característica, es el Centro de Salud Urbano, que antes fue rastro y en época colonial mesón y cuya construcción actual data de la década de 1960 siguiendo los niveles originales del terreno ya que todo lo previo fue demolido. En mayor o menor grado, esa pendiente está o estuvo en todos los predios de las calles mencionadas y desde época temprana las casas y edificios debieron adaptarse a ella. Igual ocurre con la acera poniente del B. Hidalgo, anteriormente huertas, también en declive hasta el río.

Esa característica daría a la zona lo que en la actualidad llamaríamos plusvalía, qué mejor que tener, apenas a unos pasos, un suministro ilimitado de agua para riego y servicio doméstico, a cambio solo había un pequeño problema  pasajero… bueno… pasajero, pero no tan pequeño.

EL RIO

El río San Juan, contra lo que dicen algunos, nunca tuvo abundante corriente permanente, sí tenía todo el año, pero en volumen bajo, lo que permitía a vecinos y pueblo en general acceder a él exactamente en la zona relatada por ser la más cercana y tomar el agua para servicio: bañarse y lavar ropa y hasta nado lúdico. Incluso había veredas en sus orillas, apenas a centímetros sobre el nivel del río, para acceder por todas partes, una iba de la calle Galeana hasta el final de la huerta grande, otra el callejón del Tompiate, desde Galeana hasta el Pasoancho.

El  bucólico paisaje de los remansos poblados de mujeres lavando, niños jugando, aguadores llenando sus cántaros y las matas de jara blanqueadas por ropa secándose al sol  cambiaba diametralmente en temporada de lluvias y a veces ni siquiera era necesario que lloviera cerca. Entonces el caudal crecía considerablemente, incluso de manera intempestiva. Como hoy, se presentaban crecidas repentinas de tal fuerza que además de inundar sus alrededores, muchas veces socavaban el terreno, llevándose partes de él, esto especialmente donde el río hacía curva, la fuerza del frente de agua al sobrepasar el cauce normal no respetaba esos giros como lo hacen las aguas mansas, sino que iba de frente con los consiguientes daños y el cambio en el cauce, haciendo cada vez menores los terrenos afectados.


LOS MEANDROS

Las curvas pronunciadas en los cauces, técnicamente llamadas meandros, se forman en los ríos jóvenes de corriente abundante, al transcurrir el tiempo, la fuerza centrífuga de las crecidas hace que se desplace con más volumen y velocidad a la parte más honda y al lado contrario más lenta y débil, erosionando partes hasta unir el inicio y el final del meandro, desapareciendo las curvas grandes, quedando solo ondulaciones leves. Es un proceso natural que lleva siglos o milenios, en nuestro caso, ocurrió que en dos de los meandros del río San Juan se estableció la población quedando parte de ella a su suerte en el proceso. La corriente abundante se perdió en algún momento, solo quedaron los meandros, las periódicas avenidas y la lenta pero incesante erosión.

Esquema personal, cómo los meandros de un cauce, provocan la erosión de las orillas, la formación de islas y al final, la desaparición del antiguo cauce, por uno nuevo. Mientras haya corriente, siempre hay cambios.

El problema estaba dado por la amplitud de la cuenca del río desde el estado de México. En cualquier parte de los más de 100 kilómetros de trayecto, podía aparecer una lluvia repentina y si era abundante, generar una corriente descontrolada mayor al aumento previsible en época de lluvias y que tras  avanzar encajonada en las barrancas del sur del municipio, salía el frente de la corriente y la fuerza de su desplazamiento chocando directamente contra las curvas iniciales de los meandros, socavando el terreno, fuerza aumentada por infinidad de arroyos iniciando un recorrido de destrucción por el sur poniente del pueblo.


Modificado de Google 2021. Las línea azules marcan aproximadamente el mayor alcance del río. Las marcas rojas, son los puntos de impacto de la corriente y erosión del terreno. La línea amarilla es el trayecto del dique construido. 

LA GENTE

Indefensos ante el fenómeno, impotentes ante la naturaleza, los vecinos solo pudieron arrinconar las viviendas hacia el frente y dejar la parte trasera como huerta u hortaliza, esperando que los daños venideros fueran menores. Incluso algunos terrenos se dejaron como baldíos, es el caso de parte  de la zona detrás de Galeana y San Luis Montañez, solo urbanizados recientemente. Quizá hacían obras de contención menores, siempre inútiles o de carácter provisional. Sin forma de preverlas, las crecientes siguieron su acción destructiva, muchas veces, el nivel del agua alcanzó el camino Real, existe el dato de alguna vez haber alcanzado el interior del Beaterio en la acera de enfrente.

Aunque documentalmente solo hay evidencia desde finales del siglo XVIII de las quejas de los vecinos e intentos iniciales de alguna obra que contuviera al río, sobre todo desde la Huerta Grande. (cuyo final estaba cerca del actual puente de la autopista sobre el río) En la orilla contraria también se provocaban daños, pero al ser terrenos inhabitados o de cultivo los daños eran menores


Fotografía personal. Al fondo, el puente de la autopista, abajo, el río
 y aproximadamente a la izquierda, aunque no visible, comenzaba el dique, en el lindero de la Huerta Grande.

 La afectación iniciaba en la hoy parte trasera de la Central Camionera donde inicia el primer meandro y  terminaban cerca del actual Puente de la Historia, en especial a los predios de la ladera oriente del cauce, todos colindantes con el río, es decir las huertas y calles descritas donde era común ingresara el agua a las viviendas y erosionara sus partes traseras.  




Composición personal, Fotografía de 1970 e imagen actual de Google Earth, el punto rijo, marca el puente Cano, el azul el Sabino Quemado.

LOS LÍMITES

Por evidencias que ya no existen, pero eran visibles hace algunas décadas, podía conocerse sitios increíbles hasta donde llegaron corrientes en el pasado, quizá la más extrema, hasta el actual estacionamiento subterráneo del B. Hidalgo, cruzando la huerta del Molino llegó hasta la de la Viña dejando un depósito de arena y piedra bola acarreado por el río, haciendo improductiva esa parte, la única en la fértil huerta.

En el actual puente Cano, una creciente deshizo  todo su alrededor y socavó un área de más de 100 metros cuadrados detrás de él. 

En la actual zona de servicio del Parque de los Abuelos, estuvo una vivienda grande, que alguna vez fue arrasada, quedan actualmente parte de sus cimientos e inicio de los muros, de las paredes estuvieron ahí mismo muchos años amontonadas las rocas que la formaban. 

 

LA ISLA

Detrás del Centro de Salud, el río entraba a la parte más ancha de su cauce, disminuyendo la fuerza de la corriente. Ese lugar era el llamado Pasoancho, (así, junto) en la actual calle de igual nombre, aunque la original era recta, no tenía la desviación que hoy vemos) y se cruzaba sobre grandes piedras. Metros delante los sedimentos arrastrados se acumulaban lo que hizo que el río se dividiera en dos brazos, formando una isla que terminaba cerca del hoy puente de la Historia, compuesta por desechos de siglos.

 

EL PROYECTO

Vecinos y autoridades decidieron tomar cartas en el asunto. En el siglo XVIII, se propuso como medida desesperada un “tajo” o canal  para desviar el río desde abajo del Cerro de la Cruz, hasta el Puente de Piedra, librando la zona urbana. La idea era simple, pero implicaba para ese tiempo gran cantidad de trabajo, haciéndose inviable. Esta solución se hizo muchas veces desde entonces. Hasta hace poco era recurrente cada vez que había daños.

Lo que sí fue viable fue un muro o dique de piedra en las zonas afectadas. Un dique, a diferencia de las presas no buscan contener el agua y almacenarla para algún propósito. Técnicamente solo es un muro, en este caso de piedra para contener la fuerza de la corriente desviándola para evitar la erosión.

 

EL TRAYECTO

El río sale de las barrancas flanqueado por Lomo de Toro por un lado y el Cerro de la Cruz por otro, formando ahí el primer meandro en lo que hoy es la parte trasera de la central camionera, esa orilla, todavía de cantera, no se erosionaba. Metros adelante estaba la colindancia de la Huerta grande con el río y desde ahí inició el dique hasta cerca del puente de la Historia interrumpido solo por el puente Cano y el vado del Pasoancho, abarcando casi tres kilómetros. El sistema está prácticamente completo aún, en muchos casos cubierto por construcciones, en otras acumula tierra sobre él. Modificado o deteriorado, sigue ahí.

Seguramente no se completó en una sola acción, hay evidencia documental de  frecuentes solicitudes de las autoridades para “continuar las obras de contención” o reparar lo que la corriente destruía. Fue un trabajo de siglos. Al parecer el inicio del muro en la parte trasera de la Huerta Grande, por tener un entrelazado diferente en las hiladas de piedra fue el más antiguo o ya estaba y se integró al sistema. (es el más bajo  en altura, y más oculto, aunque no deshecho) Es un talud de lajas encimadas con altura de un metro a dos sobre el nivel del río, altura que va aumentando hasta ser más de cuatro metros al final de la huerta.  De ahí hasta el puente Cano el talud es más inclinado y diferente acomodo de piedra diferente, son grandes piedras bola de río, abundantes en el cauce y traídas por cada crecida. Al  menos en su parte visible, el muro no tenía cementante para unir las rocas, encimadas sin dejar espacio entre ellas, y con cada hilada formaban el talud, si tuvo, el agua lo había desechos desde muy pronto.  


Fotografía personal. Final de la Huerta Grande, cubierto por lodo y hojas, el talud del dique.

Cabe mencionar que el lecho del río hoy fijo está casi cubierto de árboles, todos son de la década de 1970 en adelante, cuando dejó de correr el agua, antes solo había matas de jara, piedras y arena arrastradas por las corrientes lo que evidenciaba la zona donde no se debía construir, a riesgo de perderlo todo. Los límites reales son los sabinos, único árbol capaz de soportar los embates del agua. El cauce en la actualidad ya no se mueve, pero anteriormente sus orillas eran muy cambiantes, dependiendo hasta donde había llegado la última crecida.


Fotografía personal, Zona de servicios del Parque de los abuelos. La línea amarilla, señala la estructura del dique, también aquí cubiertas sus piedras por lodo y hojas. Donde está el auto rojo alguna vez hubo una casa grande, arrasada por el río.  

Después del puente Cano y hasta el sabino Quemado estaba otra zona de impacto, quizá la más fuerte, ahí se  optó por un muro recto y  fue la parte más alta del dique, unos 6 metros sobre el nivel del río, sostenido detrás por un talud, también de piedra. En su parte superior, se hizo el nuevo camino a la huerta Grande, con una anchura de dos metros, limitado por la barda de la huerta del Molino, de la que solo quedan algunos tramos.   

A partir de ahí, continua en diversas formas el dique, a veces talud, a veces muro, indistintamente se ve el conjunto de piedras, o cubierto por tierra, pero se nota perfectamente donde está, hasta llegar al puente de la Historia.



Dique en la orilla Contraria, casi en el puente de la Historia. Al fondo, el cerro de la Venta.

En la orilla contraria, no hubo un dique continuo por ser zona de cultivo y menos afectada por la corriente, solo tramos aislados que protegían el rancho del Barreno y un tramo cerca del puente de la historia, que aún puede verse, es de construcción posterior y  manufactura diferente, pero con igual propósito; evitar la erosión de parte de la hacienda de la Venta. Igualmente, muchas veces los sobrepasa la corriente, era una de las zonas no utilizadas antiguamente por la incertidumbre y aunque muy amplia incluso hasta la actualidad no fue cultivada. Hoy se construye en ella un centro comercial.

EL RESULTADO

El sistema funcionó y el río dejo de horadar las huertas y patios de las zonas por donde pasaba, sin tanto sedimento, el río tomó un solo cauce y la isla se integró a la zona firme de la Av. Juárez, no hay evidencias de ella, porque desde entonces se agrandaron hacia atrás las construcciones y predios y se perdió del recuerdo de la gente. Su última mención fue en 1901, en un plano de la ciudad.

Nunca acabaron las crecientes de hacer daño, pero se limitaron a la simple inundación, muchas veces el nivel del río sobrepasó la altura del dique, pero no siguió horadando y se estableció el trazo del dique en esa orilla como límite del cauce que no se ha movido hasta la actualidad. Incluso los sedimentos que llegaban a sobrepasarlo, una vez secos comenzaron a nivelar el declive original rellenando las zonas más bajas. Es probable que, de no realizarse la obra en algún momento el cauce hubiera llegado hasta el camino Real y sobrepasado el actual Boulevard Hidalgo. Todavía en la década de 1970, tras un par de crecientes que inundaron el Centro de Salud, alguien propuso una novedosa - no sabía que tenía dos siglos que había sido desechada - idea de hacer un tajo al río, tampoco prosperó entonces, y ya no será opción para políticos modernos: ya no hay espacio para hacerla y la zona habitada llega hasta San Pedro Ahuacatlán.


Fotografía de 1977, tomada de Versión de Provincia. El Proyecto del tajo.  

 

EL PASEO DE LOS ABUELOS

Dibujo personal 2021, la zona del paseo de los abuelos, en medio a la izquierda, los restos de la casa arrasada, la bajada, hoy puente, el puente Cano original, el muro recto del dique y sobre el la barda de la huerta del Molino. La línea en negro señala el actual trayecto del B. Hidalgo y el edificio blanco es una escuela actual, coloqué la fotografía para ubicación 

Por la Orografía natural, el lugar más golpeado por la corriente era el actual paseo de los abuelos, ahí el dique de pared recta y su terraplén trasero medían unos 100 metros de longitud, tenía forma algo curva en los extremos a modo de disminuir la fuerza del choque con las crecientes, entre el Puente cano y el  Sabino Quemado. 

 

Mientras el río tuvo agua permanente hubo profundidad suficiente para practicar clavados desde lo alto del dique. A partir de 1960, por la construcción de presas, la profundidad disminuyó, aunque se podía nadar, ya no los clavados. Lugar favorito de nuestros padres y abuelos que mi generación ya no disfrutó. Su fin como área de paseo, nado y distracción se dio exactamente en 1970, cuando se trasladó el rastro al lado del Sabino Quemado (ya desde entonces  basurero clandestino) cuyo drenaje  vertía directamente al río, contaminando todo, incluso por las mismas fechas ya desfogaba, también directamente al río el del Semanario Javeriano, construido sobre la antigua Huerta Grande.

Fotografía de los sesentas, tomada de Versión de Provincia. El río había bajado ya su nivel por las presas. 
1.- Barda del Barreno.   2.- Parte trasera de las casas de Av. Juárez y trayecto del dique.
3.- Río.      4.-  El Sabino Quemado.  5.- Dique.     6.- Barda del Molino. 

Aunque hay quien dice que nadó todavía en los ochenta, en esa zona, no le crean, como digo, desde 1970 fue la zona más contaminada y maloliente por los desechos de los animales sacrificados. Después se construyó el colector del drenaje y se dejó de verter desechos al río, pero fue igual, ya no había agua corriente ni profundidad y aunque el rastro fue reubicado después, el olor persistió muchos años más.

Posteriormente, en la administración de Leopoldo Peralta, se desvió en este tramo el cauce natural del río, por un canal excavado hacia el centro y con los desechos se hizo un terraplén junto al dique, metros encima del nivel original y sobre él, un parque de juegos rústicos, con troncos, que en 1989 se sustituyó por juegos metálicos que no duraron mucho, eran poco visitados y por su soledad fueron presa del pillaje.


Fotografía tomada del informe de Jaime Nieto, 1989. El segundo parque, sobre el terraplén artificial, se habían quitado los juegos de troncos y se colocaron metálicos. La zona oscura es el río, a la izquierda estaría el dique.

Fotografía de 1969, tomada de Versión de Provincia. Casi la misma zona, durante una crecida. 
1.- El puente Cano.   2.-Barda del Molino.   3.- El Dique. 
4.-  El Río.  el otro 4 es el camino a la huerta grande, sobre el dique. (error de la R.)

Ya en este siglo, después se estableció otro parque aprovechando el terraplén. Una nueva barda de piedra cubrió el  antiguo dique ensanchando un metro el camino sobre él.  Esta barda sigue la línea del antiguo muro, desde el puente Cano hasta el Sabino quemado. En el terraplén está un espacio recreativo.

Fotografía personal, desde cerca del Sabino Quemado. Una de las últimas del dique original, el río ya se había desviado y lo que aquí se ve como suelo, era el terraplen artificial, unos tres metros encima del cauce original. 


Fotografías personales, casi la misma toma junto al puente Cano. Hace algunos años y en la actualidad.

El dique, al menos en extensión, fue la mayor obra alguna vez emprendida por los viejos sanjuanenses. Durante la Colonia se tenía el  trato de los indios aportar la mano de obra y los españoles materiales y comida, en obras comunes. Tras la independencia, se continuó así por muchos años, mientras hubo indios como cuerpo colectivo, después, las autoridades locales destinaban parte del presupuesto al arreglo  y reparación periódica del dique. Ya nunca fue igual. Quizá por ya estar completo, en  1911 se consigna el último arreglo a La obra iniciada al menos hace 250 años antes.

Como dije, el dique está completo, incluso el colector principal del drenaje de esta zona, que es un tubo metálico, está enterrado en un gran tramo dentro de él aprovechando su ubicación, la más baja posible de la ciudad.  Son los tubos  visibles en el puente Cano, que, por cierto, no es el original que sí era de cantera y tabique con arco real de medio punto, aunque creo que no era tan antiguo, seguramente muchas veces  fue  tirado  por crecidas y repuesto. Al no haber muro detrás de él era el punto débil del sistema, pero eso ya es otra historia que se tratará en la serie de entradas que se publicarán en seguida de ésta, no se las pierdan.

Fotografía personal. El puente Cano, modificado para el paso de las tuberías de drenaje por dentro de él, es decir, en el dique, se nota la diferencia entre lo antiguo y lo moderno.

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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

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1.- La primera imagen de esta entrada es el llamado "Sabino Quemado" creo el único árbol del río con nombre propio, no es el más grande ni el más antiguo pero si lo suficientemente viejo para ser anterior a la construcción del dique, incluso, para no cortarlo se desvió el trayecto del muro para rodearlo. Se desconoce porqué fue respetado, seguramente hubo en esa parte varios más. Ya no tiene la parte quemada que le dio su nombre y sobrevivió a la contaminación del rastro a su lado y del basurero en su planta.

__________________________________________________________________  2.- Existe en la actualidad una zona peatonal, paralela al río, usada para practicar jogging en la zona de la huerta grande, está precisamente encima del dique. Y desde el Sabino Quemado hasta casi el puente de la Historia, pasa frente al muro, siguiendo la misma trayectoria.

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3.- En tiempos anteriores, era posible acceder a todos lados, hoy, aunque hay más accesos a los vestigios, no  es tan recomendable por la situación de inseguridad y la natural desconfianza de los vecinos. Recuerdo que desde el río podía uno entrar al Centro de Salud, en esa parte sobre el dique tenía una barda de poco más de un metro, con igual facilidad entraba el río, hoy ya fue elevada esa barda.  

4.- Siempre prometo ser más constante, pero inicio con esta entrada una nueva serie que espero sea más continua.

jueves, 18 de febrero de 2021

Recuerdos de aquellos tiempos 4

Recuerdos de aquellos tiempos 4

 

Imagen tomada de Internet. Crédito a quien corresponda.


Continuo la recopilación de recuerdos, lugares, personajes y hechos de San Juan del Río en mi niñez. Por cuestión personal su ubicación es en las décadas de 1970 y 1980 y por evolución natural algunos ya no son tan infantiles, pero sí reconocibles para los sanjuanenses de aquellos tiempos y los pocos que llegaban entonces.

Aunque tienen sentido humorístico, forman parte de la historia que nadie escribe por parecer banal pero que fue importante en nuestras vidas, es solo un pequeño esfuerzo personal que ojalá les haga sonreír, pero sobre todo recordar, cada niño y joven de aquellos tiempos tiene más, que por sutiles se han olvidado y esperan algo que los haga salir de nuevo. Como regularmente los copian de aquí y andan circulando en las redes locales es común que se comente que me faltó tal o cual personaje o lugar, por ello aclaro que son los que recuerdo y caben aquí, seguramente hay quien tiene más, pero si no se escribe o comparte no valen, sugiero mandar algunos en la sección de comentarios.

 

Así que:

Sabrás que vas a estar entre los primeros vacunados si:

Ibas los sábados en la mañana a ver el basquet de la liga local en la cancha de la primaria Francisco Villa en la calle Zaragoza, mejor aún, te tocó presenciar los juegos del Unión del Pueblo, más mejor, si te tocó ver haciendo fantasías en juegos de a deveras a Oscar Aguillón, que después sería profesional.


En las ferias estuviste en la cancha improvisada de volibol, instalada en plena calle, frente a la parroquia, y viste a Gaspar exhibiendo su grandeza de estatura y juego.

En el mismo lugar, asististe a un ring igualmente improvisado con peleas entre sanjuanenses y “boxeadores de México”. En ese tiempo, el popular era "Cuco el panano". (ya no me tocó ver en activo, solo en exhibición, a cuatro legendarios, Apolinar Velázquez, “el caballito”, su hermano Felipe, Guillermo Núñez “la avispa” y Cuco Ávila)

Conociste a la señora que caminaba en reversa, no recuerdo su nombre, pero generalmente circulaba por Francisco Villa y la avenida Juárez.

Sufriste la novatada de la prepa San Juan, consistente en medio raparte y a veces hacerte circular por la calle, a veces sin camisa, a veces pintarrajeado, según la saña de las y los de semestres superiores.

Dejaste empeñado algún día un reloj en la Castellana de Morelos y Mina, con el Chicote.

Cuando doña Irma Villa para evitar la rapiña que los clientes hacían de sus vasos a la hora del cierre del local, les colocó impreso a todos el letrero “Me lo robé de la Escondida”, funcionó para unos, para otros eran trofeo.  

Conociste “la Chiva” el viejo camión de la Prepa San Juan, el original, que murió en las mismas instalaciones, no el moderno. Mejor aún si te tocó ir a rescatarlo del taller donde lo tenían allá por el entonces Tec de Monterrey. Sin encender y casi sin llantas, logró llegar a Corregidora.

 Conociste la ostionería Tampico en la esquina de Rayón y Morelos.

 

El "cinito" de don Ángel.  creo que este modelo era el que manejaba pero por entonces también había otras marcas, los originales eran de baquelita. Imagen tomada de Internet. Crédito a quien corresponda.

Alquilaste con don Ángel, por unos centavos, “el cinito” (los actuales view master) de discos con transparencia, tenía bastante surtido, sobre todo Disney.

Te tocó ir con tu familia en tiempo de lluvias  a recoger garambullos en el cerro de la Venta, generalmente ni juntabas los suficientes ni  te los comías, el asunto era ir. Si tenías suerte también te espinabas tratando de sacar los “chilitos” de las biznagas

Pudiste contemplar adornados los prados del jardín del Santuario, que hoy es de la familia, con piricantos cuyos frutos parecían pingüicas y al descubrirse que algunas especies eran venenosas, los quitaron.


Señalados en Rojo, los piricantos que estuvieron entre las décadas de los 70 y 80. Imagen tomada de los calendarios de la Canaco. Crédito a quien corresponda.

Estuviste en alguna fiesta amenizada con equipos de sonido en la ciudad, cuando iniciaron, los más populacheros eran el “Rolas” y el “Mota Sound”, ya cuando Arturo Luévanos llegó con el "Winners" el asunto se profesionalizó.

Alguna vez en tus incursiones al río, te tocó rozar una planta llamada “guau”. Peor, si ni la conociste, pero sí sus efectos, era bastante urticante.

Pudiste asistir en los setenta, la última vez que actuaron los títeres de Rosete Aranda en la Plazuela, ya no eran la familia original sino una compañía que adquirió los derechos, pero sí los mismos muñecos y libretos de un espectáculo único. Aunque era una carpa, la escenografía al apagar la luz era impresionante.

Recuerdas cuando los boletos para las corridas de toros y cualquier evento medio bueno se vendían en “la Bilbaína”, el restaurant de referencia en la avenida Juárez.

O al menos Cuando existía “la Bilbaína”.

Depredaste uvas en el viñedo del rancho el Barreno, que por entonces era privado y tenía una barda fácilmente saltable. Ahora que es público, siempre está cerrado y la barda es alta. Mejor aún, cuando, insistiendo en que era privado, podías atravesar libremente por en medio de las construcciones rumbo al barrio de la Cruz.

Conociste el mini zoológico del Hotel Jalisco, en su estacionamiento, mejor aún, cuando ahí mismo funcionaba una balconería, esto no es raro, pero fue la primera donde podías ver libremente como se hacían las puertas rejas y balcones, las otras siempre estaban cerradas.

Conociste a los famosos policías sanjuanenses: Cirilo y el Morsolote.

Tomabas un camión que tardaba horas en llegar para irte a bañar a Tequis en el balneario “el piojito” y tenía agua por montones en las albercas, los lavaderos, estanques y canales.

Dejabas todo lo que había que hacer en la tarde, incluyendo tareas para ver a René Casados en XETU, un programa vespertino de televisión y andabas repitiendo sus frases: “Siempre sonríe y la fuerza estará contigo”, “Que nadie decida tu destino”, “Prohibido prohibir”. Algunos lo veíamos solo por sus ayudantas. 


Los primeros chicle que en realidad hacían "bombitas"  presentados por "el villano reventón. Imagen tomada de Internet. Crédito a quien corresponda.

 

Comprabas chicles “canguro” y “motita” e intentabas hacer bombitas. No funcionaba, eso solo se logró cuando llegaron los futy gom. (el fin del villano reventón, decían los anuncios)

Jugaste en el campo de futbol que estaba donde hoy es la escuela Normal, y te acuerdas cuando pusieron ahí una escuela del Tecnológico de Monterrey.

Presenciaste asombrado la llegada de la Escuela Normal a San Juan: abrió y funcionaba en la hoy Casa de la Cultura en avenida Juárez.

También la llegada del Conalep a San Juan: abrió y funcionaba en la hoy Casa de la Cultura en avenida Juárez.

También la llegada de la Facultad de Contabilidad y Administración de la UAQ a  San Juan: abrió y funcionaba en la hoy Casa de la Cultura en avenida Juárez.

Te maravillaste cuando en una panadería en la calle Hidalgo  descubriste que no tenía horno gigante como las otras, solo un hornito eléctrico y que el pan lo hacía el dueño frente a ti, continuando la tradición familiar, su papá Othón, en Cóporo

Conociste la casita de teja en el Bulevar Juárez antes de que la arrinconaran el mercado Juárez y el edificio del otro lado y la cubriera un manto de CD y DVDs.

Estuviste cuando todos los comerciantes ambulantes del centro y del B. Hidalgo fueron concentrados en el mercado 5 de mayo y dijeron que habían acabado con el ambulantaje.}

Supiste que en lo que hoy es la comercial mexicana existía una academia de policía y tenía instalaciones  de entrenamiento que prestaban, menos el stand de tiro.

Viste cuando los primeros egresados del Conalep eran tan prestigiados y pocos que casi todos salían con trabajo asegurado.

Eras de los que en los intermedios del Cinelandia subían al estrado frente a la pantalla para jugar "luchitas", mejor aún si estabas ahí cuando encendían el proyector y podías hacer “sombritas” (antes de que el respetable te bajara a chiflidos)

Fuiste cliente cuando llegaron los primeros tacos al pastor en forma (Hubo antes en Hidalgo un local de tacos árabes, su antecedente) casi todos eran de “Manolo”.

Te tocó el año en que hubo 12 reinas de San Juan, una por mes, además de la de los charros, la de la Canaco y de los industriales.

Participaste organizando o cooperando en algún “kilómetro de…” Era una práctica común para recaudar algo, se supone que donabas por ejemplo un libro o monedas y se iban colocando alineados en el suelo hasta completar el kilómetro, se hacían para cuestiones benéficas.

Estuviste en la fila más grande que haya habido,  para entrar a una película, fue en los ochenta, en el “Sagitario”, para una de la India María, peor aún si ni te formaste porque fuiste a contar desde el inicio y ya no te iba a tocar.

Pudiste ver cuando el refresco "manzanita" le hacia la competencia a la coca y tenía camión propio, manejado por don Benjamín, y que por ello siempre fue conocido como el manzanero. Mantuvo el camión hasta iniciado el siglo XXI, era el mismo. Igual, si llegaste a ver el de las  "Chaparritas el Naranjo, Sangría Señorial y refrescos Trébol", ese lo manejaba y descargaba don Toño.

Cualquier síntoma medio griposo que tuvieras, tu mamá te lo curaba con un “mejoralito", y como sabían a dulce, algunos se hicieron medio adictos a ellos.

 Viste cuando quitaron los campos Fluminense y San juan y los mandaron a donde hoy es el CECUCO, peor aún, que cuando hicieron el CECUCO los mandaron a donde hoy es el San Juan Park.

Corrías cuando la XEVI anunciaba que iba a renovar su repertorio y  ponía a la venta discos usados, a precio baratísimos y a elegir entre cientos.

Te tocó estar en la primera academia de Karate formal, el “Mo du Kwan, centro supremo de la disciplina y el deporte” decía el anuncio en la XEVI, en el fraccionamiento “Los Naranjos”. O Ahí cerquita, la primera sala de Squash donde decían que “se las tronaban” con el gas que rellenaba las pelotitas, creo que no se hizo vicio, era caro.

 Una planilla para llenar, en esta al parecer el difícil iba a ser el 5, Zeus, no iba a salir. Imagen tomada de Internet. Crédito a quien corresponda.

Comprabas en la tienda sobres de estampitas y los pegabas en una “planilla” que al llenarse cambiabas ahí mismo por fabulosos premios. Bueno así se suponía que ocurriría, el caso es que casi siempre al final te faltaba una, “la difícil” que nunca salía y terminabas con un montón de repetidas. (Esta ya la había puesto, pero como encontré una imagen, repito)

Recuerdas cuando podías acostarte en cualquier lado del parque y podías contemplar a tus anchas todo el puente de la Historia... Perdón, creo que eso es muy reciente.


Si te gustaron puedes completar de leer la serie dando clic en los siguientes enlaces. Son tres más.

Recuerdos-de-aquellos-tiempos 1.html

Recuerdos de aquellos tiempos 2

Recuerdos de aquellos tiempos 3

 

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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

Me falto de colocar un recuerdo, pero aprovecho, que mi compañera de escuela y  contemporánea, Margarita, ayer cumplió años para agregarlo ya que la involucra.

Supiste cuando Honorio dejó de hacer las tortas en los "Cocoteros" al traspasarse el local de avenida Juárez y hasta algunos años después abrió otro nuevo en la esquina de Morelos e Hidalgo, frente a la Academia. Mejor, que el sabor de las tortas era el mismo ( aunque  naturalmente ya han cambiado algunos ingredientes, el sabor es muy parecido a las del local anterior, no se diga las aguas) y mejor aún, que alguna vez, pidiendo una de milanesa, te atendiera, como ocasionalmente lo hizo, tu compañera Margarita.

Como siempre, no es un anuncio, es para compensar un olvido, espero que lo lea pero sí me tocó estar en los "Cocoteros" cuando estuvo él, junto al portal del Diezmo,  perduró el sitio mucho tiempo como local de comida, pero ya no era el mismo sabor, migró con él.

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Como siempre un saludo a todos e invitarlos a escribir comentarios, críticas, adiciones, sustracciones y todo lo que se les ocurra,  en la sección correspondiente, donde está el lapicito, al termino del texto de cada entrada. No prometo escribir de todo lo que pidan, porque hay cosas que no sabe uno y mejor quedarse callado, pero se hará lo  que se pueda.