martes, 8 de enero de 2019

Recuerdos de aquellos tiempos 3


Recuerdos de aquellos tiempos 3


La siguiente es la tercera recopilación de recuerdos, lugares, personajes y hechos que había en San Juan del Río durante nuestra juventud, cuando solo era una pequeña ciudad. La mayoría solo será reconocible por los sanjuanenses de aquellos tiempos o los pocos que por entonces llegaban de fuera, sin embargo, no dejen de leerlo, se van a divertir.
Aunque redactados en sentido humorístico, en realidad esos detalles forman parte de nuestra historia reciente, esa que nadie escribe por parecer banal, pero ocurrió y en muchos casos fue importante en nuestra formación. Es solo es un pequeño esfuerzo personal para que no se olviden.
Ojalá les haga sonreír, pero sobre todo recordar. Los sobrevivientes de aquellos tiempos tenemos cientos de estos recuerdos, que por sutiles parece que se van olvidando, no es así, están en espera que algo los haga salir, cada uno de los aquí enumerados daría tema para una entrada por si solo. Así que:

Sabrás que ya no eres tan joven si...


fotografía tomada de revista de la época, crédito a quien corresponda

Cuando alguien te caía mal en la escuela decías que “se creía la muy muy”.

Te fumabas un cigarro Baronet, y si te preguntaban porqué, contestabas “porque me gustan”. Obviamente este diálogo no funcionaba con tu papá. Eran los con filtro más baratos, antes le habías entrado a los Faros, dulces pero efímeros; los Delicados, que se deshacían a la mitad, los Alas, super apestosos, imposibles de disimular, los “Carmencitas” con perfume y los !Tigres!, la mejor combinación en precio y calidad.

Comprabas en las tiendas estampitas para llenar un álbum, según para ganarte un fabuloso premio si lo llenabas, lo cual nunca ocurría porque terminaba faltándote “la difícil”, que casi nunca salía.

Llegaste a comprar en el primer “super” de San Juan “la Superferia” en la esquina de Ruíz Olloqui y 16 de septiembre. Sí era de autoservicio pero muy pequeña, no funcionó, dejó el concepto para el Super Layber, (Layseca- Bermudez) mucho más pequeño pero bien surtido.

fotografía tomada de revista de la época, crédito a quien corresponda

En la inauguración de la feria casi siempre traían el espectáculo de los “Caballos Domeq” y para desagraviar, otro de los eventos era la “carrera de burros”.

Si temblaste cuando te contaron del vampiro que viajaba en taxivan, desde la antigua central camionera del Boulevard Hidalgo a cometer sus tropelías al centro.

Perdiste hasta las chanclas en los futbolitos de don Joel (no eran tan inofensivos, había tahúres que vivían de ellos, siempre buscando incautos, cuando ya todos los conocían, desaparecían)

Te ibas por tus discos (de vinil) a la discoteca “La Gioconda” normalmente un sencillo, de 45 revoluciones y solo dos canciones, ya si eras pudiente comprabas el LP (Long Play) de 33 revoluciones y diez canciones, (luego te dabas cuenta que solo dos eran buenas)

Asistías con la "flota" a la cafetería "los Globos" a echarte un Club Sandwich y mirar al águila de la fuente, que apenas estaba emplumando, si no, te ibas al otro piso a “la Parroquia, ahí lo que rifaba era la “Ensalada de Atún”.

Ibas al río y buscabas piedras planas para lanzarlas sobre la superficie y hacer “patitos” ganaba el que hiciera más, si no había suerte, te ibas a ver “el remolino” que se hacía en una vuelta del mismo, ahí por detrás de FAMSA.


Te deleitabas asistiendo al restaurant el Patio, de la Av. Juárez, casi esquina con Allende, amenizando el mismísimo dueño, don Pino Torres.

Llegaste a ver al gordo Díaz manejando su moto en una sola rueda en pleno Jardín independencia

Te ibas nadar a la bombita, detrás de donde hoy es Comercial mexicana y don Pepe si ya estaba grande te decía ”tú ya eres de a diez”. (A los demás les cobraba 5)

Te correteo Quintín el zapatero de overol de mezclilla  en 2 de abril, por andar jugando precisamente en esa, su calle.

Tu rifle NERF de aquellos tiempos era uno que hacías con madera de cajas de jitomate y unas ligas, sus balas eran corcholatas de refrescos. Mejor aún si llegaste a fabricar una bazooka con latas de aluminio y cuyo combustible era alcohol del 96. (El proyectil era otra lata de aluminio).

Todavía te acuerdas del modo en que se te torcía la cara con las manzanas y membrillos agrios con chile en polvo que vendían en todos lados.

Cuando la zapatería que rifaba, antes de las grandes plazas era la “CANADA” frente a los puestos de cuentos de la avenida, te comprabas unos “Exorcist Shoes, (estaba de moda la película el Exorcista) o unos “Punk”,  (movimiento social que aquí se traducía en nombre de zapatos) si eras deportista, nada mejor que unos “Decatlón”, ya si estabas crecidito, unos “bostonianos”, Todos zapatos de magnifica calidad y durables pero que no pudieron con la competencia china.

Fotografía tomada de revista de la época, crédito a quien corresponda

Si eras el feliz propietario de una máquina de escribir y te fallaba tenías que ir al Servicio Escartín en las calles de mina y Morelos.

Fotografía tomada de internet,  crédito a quien corresponda

Te comprabas tus pantalones de Mezclilla “Jordache”, “Venado”, “Cimarrón o “Sergio Valente” en un local de la Casa de las Diligencias de Avenida Juárez” aunque si de Levis, Yale o Topeka se trataba, solo en “la Colmena” de la calle Hidalgo. Mucho después te enteraste de que se llamaban Jeans.

fotografía tomada de internet,  crédito a quien corresponda

Subiste a tu azotea cuando el oleoducto se incendió en Loma linda para ver desde ahí las llamas, fue porque un trascabo lo golpeo y todo el pueblo estuvo pendiente, no que ahora, a diario y sin trascabo.

Jugaste o espectaste en el “San Francisco” el último campo de futbol urbano, en la esquina de 27 de septiembre y Ayuntamiento.

Cuando te peleabas con algún amigo le pedías que “la cortaran”.

Llegaste a ver a Simón en el jardín independencia enfrentándose él solo al mismo tiempo a 25 ajedrecistas. (no era tan bueno, le ganaron 2 de ellos)

El mismo Simón, que tenía en la calle Mina su negocio anunciando que tapizaba, muebles, autos, aviones y … OVNIS.

Cuando en el Jardín independencia, te podías empadronar para votar y al mismo tiempo, en la misma mesa, los mismos funcionarios electorales te afiliaban al PRI.

Entraste alguna vez a estudiar a alguna de las academias volátiles de mecanografía, que te hacían la oferta de que con ellos podías ir ahorrando para adquirir tu propia máquina de escribir, obviamente desaparecían cuando ya habías juntado casi todo.

En la secundaria a la hora de elegir taller solo tenías la opción de Rutila, en mecanografía, temida pero solicitada, electricidad con Chapu, carpintería con Pillo, dibujo técnico con el borre o Corte y confección con Estefanía.

Llegaste a comprar revistas y libros usados en la tienda “el Lama de La calle Mina.


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Esta información es común a varias generaciones de sanjuanenses, pero aquí es el primer lugar donde se recopila, de manera escrita, ha aparecido en varios lugares y páginas, pero procede de este blog.
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EL CHICHIMECA AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD,

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1 comentario:

  1. Buena noche.
    Si estuve en el taller de electricidad con "el Chapu", conocí al "Pillo", la furia implacable de Rutila, al "Camarón" del taller de dibujo.
    Aspiré a un par de tenis punk de la canadá pero me tuve que conformar con unos "polimar" de esos que se ofrecían en cajas de jitomate.
    Conocí la discoteca "La Gioconda", así mismo la corté con algunos camaradas cuando salíamos mal por algo o hasta nos sacábamos "un trompo".
    En fín todavía alcancé tantitas de esas vivencias.
    Saludos.

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