Un homenaje
Antes de iniciar esta
entrada, aclaro que su tema es estrictamente personal y atañe directamente a mi
familia.
Creo que a más de siempre mencionar que debido a mi trabajo a veces no
tengo el tiempo que quisiera dedicar a
este espacio (aclarando que no es que reniegue de él, en realidad tenerlo me da
la posibilidad de desarrollar esta otra pasión: la difusión del enorme acervo
histórico de mi ciudad natal) o a veces decir que no pude asistir a tal o cual
evento, creo nunca haber externado aquí cuestiones personales, a no ser los recuerdos.
Gran parte de los datos
y hechos que narro, me fueron inculcados por las pláticas de mi padre, también
nacido en esta ciudad, en la mismísima Gran Avenida Juárez, como su
padre y su abuelo, lo que les permitió siempre estar cerca de la vida cotidiana
y extraordinaria de la ciudad durante gran parte del siglo XX, vivencias de
tres generaciones que de alguna manera convergen en mi persona, lo
que al menos me obliga a hacer que se conozcan.
Su inesperado
fallecimiento en esta misma fecha hace un año, además del dolor y el enorme
hueco que su ya no presencia dejó en el entorno familiar, cerró para siempre una
enorme fuente de información a la que ya no tendré acceso.
Persona extremadamente
sociable, capaz de sacar plática hasta a los mudos, acumuló durante todas sus
facetas, un gran conocimiento de la vida que en sus últimos años compartía con
todos los que de alguna manera se relacionaban con él.
Panadero de oficio, trabajó en todos los viejos establecimientos de la ciudad, acabó sus días
laborables atendiendo la miscelánea de su hermano Roberto, donde acumuló otro
sinfín de vivencias.
Habitante en su niñez
de su calle natal, también vivió en la actual Panamericana, cuando no existía
la carretera, en el Calvario, la Plazuela y la colonia Juárez.
A la par de su oficio,
practicó desde joven el futbol, en distintos equipos, siendo el más perdurable
de ellos el “Manzanita”, equipo populachero de aquellos tiempos. Tomado de
su mano, lo acompañe desde muy niño recorriendo los campos tierreros de la
ciudad, hoy todos desaparecidos: el del Seminario, junto al río San Juan, el
Fluminense y su casi gemelo el San Juan, el que estaba donde hoy es la Good Year de B.
Hidalgo, el que quedaba donde hoy está la escuela Normal y el más recordado por su
entorno, el de la Estación, al lado de las vías.
Cuando sus facultades
futbolísticas mermaron, a principio de la década de los setentas, no queriendo
dejar el ambiente, se convirtió durante los fines de semana, en árbitro del
popular deporte.
Para ello, tomó, junto
con un grupo de amigos, un camino entonces insólito, estudiaron para ello en
diversos lugares e instituciones, sobre todo en la capital del estado. Este
conjunto de árbitros “estudiados” hicieron época en el futbol local al
incursionar en los partidos de la entonces única liga existente “la Regional”
y regaron sus decisiones, o la regaron además en todos los municipios aledaños
y en los estados circunvecinos.
Por la misma razón el
grupo integrado de esa manera era quien cubría los eventos especiales, torneos
conmemorativos o cuando algún equipo profesional o de veteranos visitaba la
ciudad, llegando incluso a incursionar eventualmente a nivel profesional cuando
la ciudad tenía algún equipo en las divisiones menores.
Con Ambrosio, el "Aguacate, La Guajolota |
El grupo, integrado
como Colegio de Árbitros, incursionó además en academias de superación
profesional y traía a la ciudad a árbitros profesionales que les
impartieron sus conocimientos. Así, fue posible ver en el campo Fluminense al
árbitro mundialista, Arturo Yamasaki y al igualmente internacional mexicano Enrique Mendoza Guillén. Sostuvieron, además una escuela de arbitraje donde ellos mismos
preparaban teórica y prácticamente a nuevos prospectos. De este grupo, todos
tenían apodos, difícilmente fueron conocidos por sus nombres reales: Jesús
Hernández, Jesús Tovar, Tomás Lugo, Chucho Alegría, Ambrosio Vázquez, Galán,
Juan Hernández y Juan Estrella, extrañamente, además del amor al deporte,
tenían en común el haber sido trabajadores de panaderías, familiares entre sí o del entorno de la Plazuela Guadalupe Victoria.
El Colegio de Árbitros y sus pupilos. |
Su campo de acción,
ante la transformación de la ciudad, fueron nuevos campos, también ya extintos: el de tierra de la Unidad Deportiva, los que estaban donde hoy es San Juan Park, los del ahora CECUCO y, el mejor campo de la historia municipal, el Centenario, a orilla de la
autopista.
El Colegio de árbitros
en algún momento entró en conflicto con los dirigentes de la liga, lo que los
marginó durante algunos años de arbitrar en el municipio, dándose el singular caso de
una asociación de árbitros local que solo ejercían en las afueras, donde su calidad
los hacía ser llamados siempre.
Algunos años después, en plenos ochentas, la hegemonía de la Liga Regional fue rota con la
aparición de otras nuevas y pudieron volver, pero ya nunca fue lo mismo, la edad había
alcanzado a muchos de los integrantes originales y la filosofía del grupo
fundador se había ido diluyendo, igual que la presencia física de muchos. Mi
padre continúo hasta que la salud le fue adversa y debió abandonar la
actividad.
El licenciado Jorge Bustos, El "fuky" el "manzanero",? Layseca y ? |
Muchas veces fue
entrevistado por periódicos locales y foráneos cuando estuvo en activo y
después reconocido por muchas de las administraciones municipales, situaciones
que siempre recordaba con quienes platicaban con él y un sinfín de anécdotas afloraron en los últimos años de su vida.
Dentro del enorme
dolor de la ausencia, que solo se experimenta al perder a quien te enseño todo
en la vida, que de una manera buena o mala te educó, del que cada día descubres que
tienes algo. Solo quien lo ha experimentado sabe del enorme vacío e impotencia
que deja la perdida de lo más importante en tu vida. De voltear y ya no ver a quien
creías que te acompañaría siempre, como cuando siendo niño necesitaste una mano para
levantarte y apareció la suya. Entre los cientos de fotografías, diplomas y
trofeos que dejó, encontré una vieja libreta con un escrito suyo. Tengo la idea
de que fue una entrevista que le hicieron y no le gustó y la corrigió o quizá un encargo de alguno de sus amigos periodistas, que nunca se publicó, algo
me dijo alguna vez. No encuentro mejor homenaje, en este espacio que
reproducir aquí ese escrito, de su puño y letra y que ilustra en mucho lo
que pensaba, lo que anhelaba y lo que quería dar a conocer. (Digo que él la
hizo porque son varios borradores distintos que fue corrigiendo hasta lo que fue un escrito final creo
del año 2006) No le puso título.
Siempre se habla de buenos jugadores, destacan y sobresalen de los demás
por tener algo extra que los distingue, pero nunca se habla de los árbitros quienes
también juegan un papel importante ya que con una decisión suya se puede ganar
o perder un campeonato. Hoy vamos a hablar del Sr. Alejandro Hernández Chávez,
mejor conocido en el medio futbolístico como “el Conejo”. Lleva 40 años como
árbitro activo.
Ser árbitro no es cosa fácil, hay que conocer el reglamento y saber
aplicarlo para que sus decisiones no perjudiquen a ninguno de los equipos- Hay
que estar física y técnicamente bien preparados, asistir a cursos para
actualizarse. Toda persona que sea árbitro y no haga nada nada por prepararse
siempre tendrá problemas- nos cuenta nuestro entrevistado.
Yo también jugué futbol cuando San Juan del Río solo tenía el campo de la
Estación, con los equipos Toltecas y Zacatepec de nuestros rumbo que por aquel
entonces era “la Curva”, para terminar mis días de futbolista en el equipo
“Manzanita” del popular manzanero, pero el gusanito del futbol no me dejaba y
empecé a meterme de árbitro pero quería aprender más y un día me dijo un
árbitro muy bueno al que le decían “el mantecas” -Si quieres ser buen árbitro
tienes que aprender. Y para esto me fui a Querétaro al primer curso de
arbitraje realizado del 21 al 23 de marzo de 1975 por el instructor de la
Federación Mexicana de Futbol, el Sr. Genaro Castillo y logré ser abanderado en
el estadio Municipal, todavía no existía el Corregidora.
Ser árbitro no es cosa fácil, pero da muchas satisfacciones personales, yo
he tenido el honor de estar con grandes árbitros internacionales como el Sr.
Yamasaki ex presidente de los árbitros profesionales, también con Enrique
Mendoza Guillén, con el Sr. Jasso, con Arturo Brizio y con muchas
personalidades relacionadas con el futbol, tanto árbitros como jugadores.
Una anécdota, nomás piensen si uno no está preparado para dirigir cualquier
partido: Una vez, en la feria de Amealco, un señor Doctor me vino a contratar
para dos partidos -Uno de jóvenes, Industriales de San Juan del Río vs
Selección Amealco, el siguiente, quiero que usted lo pite porque es un partido
de veteranos.
Cuál sería mi sorpresa cuando llega al campo un autobús lleno de puras
Chivas del Guadalajara y poco después otro de americanistas. Un partido clásico
a nivel nacional, pero de veteranos. Todo salió bien, tanto árbitros como el
juego. Marcador final: 2 Chivas 2 América.
Por eso. Muchas gracias por haber tenido el honor de convivir 40 años con
los futbolistas y también muchas gracias a todos los aficionados y al público, que,
con sus recuerdos familiares, cuando salía en una mala tarde hacían que uno se
cayera por los suelos, pero el chiste no es caer sino tener carácter para
levantarse y yo lo logré por más de cuarenta años.
Muchas gracias.
Alejandro Hernández Chávez
“El Conejo”
“El Cone”
Pachis
|
17 de marzo de 1939- 14 de enero
de 2018.
Con Gustavo Pedro Echaniz, de las Cobras de Querétaro, en el "enyerbado" de la Unidad Deportiva de San Juan del Río. |
Con Alfredo Tena, ya en su etapa de entrenador., en la misma Unidad. |
De entre cientos, muestro a Ustedes algunas representativas, en ellas, solo nombro a quienes reconozco, perdón por las omisiones. Supongo que estarían mejor incluidas en alguna historia del futbol
sanjuanense de los últimos tiempos, que a fin de cuentas también lo es de la
ciudad.
Con Juan Hernández y Jesús Alegría. Uno sobrino, el otro su gran amigo. En el campo de la Estación, de la bodega ya casi no queda nada, del campo ni la tierra. |
Qué buena historia .....muchas felicidades ala familia...
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