El último
suspiro de la época de oro del cine nacional en San Juan del Río.
Corría
el año de 1964, al grito de ¡Otra más gallero! la ya para entonces
moribunda época dorada del cine nacional daba su última batalla. En locaciones mayormente del estado de
Querétaro se conjuntaron los últimos
genios de la industria para ofrecernos una soberbia cinta: “El Gallo de Oro”
Es
la historia del paupérrimo pregonero Dionisio Pinzón del meritito Bernal, Qro., quien
rescata de la muerte a un gallo, al que una vez
repuesto lleva a pelear a la feria de
San Juan del Río, ahí, el ya para entonces bautizado “Gallo de Oro" vence a otro emplumado del Sr. Lorenzo Benavides, (quien en la película inicia
y termina todo diálogo con la frase “otra más gallero”) el mero mero del
ambiente palenquero, quien lo apadrina y hace socio recorriendo toda la
república donde crece la fama del gallo al grado que la amante de Lorenzo,
llamada Bernarda, y apodada “la
caponera” termina por engañarlo con Dionisio. (En una magistral escena en la que
no se ve nada, pero por una pluma el espectador adivina lo que pasó) Como dice la reseña oficial, Dionisio se envuelve en el azar con los brazos
de Bernarda como talismán y en una bajada de la rueda de la fortuna, el gallo
de oro muere, a manos (o navajas, en este caso) de otro gallo de Lorenzo,
perdiendo todo lo que había ganado y regresa
al meritito Bernal, Qro., otra vez a pregonar, tan pobre como siempre, quedando
la sensación al espectador de que la ruleta de la vida completó su ciclo, pero
tal vez solo volvió al inicio de otra vuelta.
Como
dije al inicio, esta película, catalogada actualmente en el número 41 de las
mejores películas mexicanas de todos los tiempos, conjuntó tal vez lo mejor
disponible en la época. Vean lo que contienen 103 minutos de drama rural:
Se
basa en un cuento de JUAN RULFO pero la
adaptación la hicieron CARLOS FUENTES Y GABRIEL GARCÍA MARQUEZ, la fotografía
fue de GABRIEL FIGUEROA quien en esta cinta acabó con el mito de que las
escenas a color carecían de valor artístico. Fue dirigida por ROBERTO GAVALDÓN.
Producción CLASA FILMS.
Actores
principales:
Ignacio López Tarso como Dionisio Pinzón
Lucha
Villa : Bernarda Cutiño “La caponera”Ignacio López Tarso como Dionisio Pinzón
Narciso Busquets: Lorenzo Benavides
Carlos
Jordán como Esculapio Virgen (que tenía una hermana, llamada … Reglita Virgen )
Tiene
varias locaciones queretanas: Bernal, (Cuando todavía no era pueblo mágico pero
sí tenía magia y su peña solo era peña, no fuente de energía primaveral) Hacienda
de Chichimequillas y otras en el estado de Jalisco.
No
queriendo hacer la competencia a mi amigo de la Infancia, Fernando Roque, que
es el decano de los cinéfilos Sanjuanenses, paso a lo que atañe a nuestro tema:
Las locaciones de la película en San Juan del Río se hicieron en la mismísima
Plaza Independencia. A través de algunos fotogramas describiré los lugares que ahí se ven, a 50 años de distancia.
Me
dicen quienes sí lo vieron que los juegos mecánicos que se ven en la plaza,
fueron escenografía, solo se instalaron para la filmación. (o sea eran de verdad
y gratis, pero solo duraron un par de días, por eso se ven tan llenos) La plaza,
todavía estaba a ras del piso de la calle, con corredores empedrados y profusamente arbolada.
La
escena del restaurante, donde hacen trato
los galleros con apoyo de la Caponera, es la azotea de “la Casona” en la acera poniente de la plaza, el restaurante era de utilería pero en ese lugar, una enorme casa (de ahí su nombre) en realidad sí funcionaba un palenque (mucho antes había sido una tienda con portal, ya para entonces
derrumbado, que fue dividido en varios predios) abarcaba desde donde hoy
es la farmacia "Guadalajara", el edificio del café, los consultorios, estudio
fotográfico y hasta la Famacia "Juanito”. Mi recuerdo más antiguo es de fines de
los setentas del siglo pasado, como salón de fiestas y la discoteca de moda,
pero hasta 1990 todavía al interior de los locales se podía ver el ruedo que
fue la pista de la discoteca, (que supongo antes había sido el ruedo del
palenque) y hornos antiguos en la pared. Solo se conserva el marco
del vano de la puerta de la farmacia, en cantera morena.
Desde
la azotea mencionada, un paneo nos ofrece una vista magnífica de la entonces llamada “Parroquia”
con sus colores originales, cúpulas amarillas, y la pintura en gris y café
claro simulando sillares, se puede notar que la torre del campanario todavía no tenía
reloj.
Hacia
el otro lado se observa en la acera sur, el edificio que era de la
compañía de teléfonos y después fue Casa de la cultura, a un lado la casa original, del hoy moderno edificio comercial, donde muchos años estuvo la dulcería “la
Fuente” .
Otra
escena en el jardín nos muestra la puerta de San José, que era un arco blanco de
mampostería, en el enrejado que tenía el atrio de las dos iglesias con vista a la plaza, ya no existen el enrejado, quitado en 1972 (había durado 100 años) ni la puerta. (se desconoce su
antigüedad pero es posterior a 1731)
Una
vez con dinero, Dionisio Pinzón regresa
a san Juan a comprar un ataúd para su madre, en una tienda ubicada en la acera oriente del
jardín, que no me han podido decir si era en verdad funeraria o solo fue de
utilería, el local recuerdo fue el último del centro que hasta por 1990 todavía
vendía ayates, mecates, zacates, guangoches, metates etc. Hoy persiste como
local comercial en un giro "moderno".
En
1986 se hizo una nueva versión fílmica, “el Imperio de la Fortuna” ahora con Ernesto
Gómez Cruz y Blanca Guerra; igualita,
solo que ya no se filmó en San Juan y en la escena
de la pluma ahora se ve todo, menos la pluma.
José
Luis Hernández Peña.
Información
técnica y fotografías en blanco y negro tomadas de cinemexicano.mty.itesm.mx
Los fotogramas los capturé directamente desde la película.
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Nota
aclaratoria:
En
la anterior entrada promocioné una
conferencia de la historiadora Mina Ramírez Montes sobre historia de San Juan,
quienes hayan asistido se habrán dado cuenta que el tema fue otro: “ Lugares
patrimonio Histórico”; interesante pero
fue más que nada, una clase para los alumnos del colegio.
Creo
que ella no tiene la culpa, porque venía preparada para un tema y algunos
esperábamos otro, se desperdició a la ponente y al local, pues como advertía yo
iba a estar lleno de estudiantes.
Lo
único rescatable fue su anuncio de que está preparando una obra sobre el
Beaterio.
Platicando
con ella, al final de la conferencia, y plantear yo el malentendido prometió regresar
pronto ahora sí a abordar historia de San Juan del Río.
Y
para que no digan que yo fui el de la confusión, quien anunció en el radio la
conferencia de historia de San Juan fue la directora de Cultura del municipio,
la maestra Juanita , historia de la que “no está en los libros" se dijo”. La página web del municipio así la publicitó. He aquí la prueba. Ego me
absuelvo.
Muy interesante
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