Allá
por 1991 encontré en una librería/puesto de revistas que existía en uno de los
primeros locales de la calle Hidalgo norte, apenas pasando la Academia, un
extraño libro; extraño porque esbozaba en el título un término no conocido para
mí: “protohistoria”, más extraño,
escrito por alguien, si no sanjuanense,
al menos sí había vivido aquí y todavía
más extraño: era de un tema original, no una copia o extracto de Don Rafael
Ayala, como se estiló mucho tiempo.
El
libro era La Protohistoria en Querétaro,
del Lic. Alberto Carrillo Briones, hidrocálido de nacimiento, quien fue durante la década de 1970 Notario
Público y Juez de Primera instancia en nuestra ciudad.
Portada del libro, la "escultura de un simio" |
Se
recordará esa época por estar en boga los temas relacionados con las
civilizaciones ancestrales, alimentados sobre todo por las obras del Suizo
Erich Von Daniken y el peruano Daniel Ruzo, que se vendían como pan
caliente y básicamente trataban de demostrar que antes de la actual, hubo otras
humanidades cuyos restos son enormes esculturas hoy erosionadas.
Don
Alberto, como todo sanjuanense de la época,
gustaba en sus ratos libres de paseos y caminatas por el río San Juan,
en compañía de sus amigos, caminatas efectuadas de 1971 en adelante. En una de ellas relacionó unas rocas cerca de la
presa de San José (en realidad se llama
constitución de 1857) adelante de Lomo de Toro, con otras que un amigo suyo
había ubicado en la Peña de Bernal.
Fotografia personal, Cañada de San José, lado oriente, lugar de las "esculturas" |
Fotografía personal, Cañada de San José, lado poniente. |
A
partir de eso, desarrolla el libro. Trataré de resumir la teoría expuesta en él
de la mejor manera posible dado que todavía vive y no se vaya a enojar. Sobre
todo porque el interés de este blog es exponer lo que encontró en las orillas
del río San Juan, aclarando que esa teoría, como relata en el libro la va construyendo
de acuerdo a sus hallazgos y búsquedas.
Dice
que hace muchos años existió otra humanidad,
época sin clasificación formal, a la que se le ocurrió llamar la Protohistoria. Esa antigua humanidad desapareció pero dado
que se asentaba en lugares específicos, entre mágicos y magnéticos dejaron en
ellos grandes esculturas y monumentos en piedra, que los siglos han deteriorado. Dichos lugares estaban distribuidos geográficamente formando un hexágono, en cuyos vértices se pueden encontrar sus vestigios, uno de ellos era San Juan
del Río. Son los que aquí les voy a
presentar, aclarando que Don Alberto y sus amigos viajaron a todos los
lugares que lo completaban.
Siendo
una persona pública y comunicativa, platicaba a todo mundo sus hallazgos y la
prensa local y estatal de aquellos años tuvo mucho material para publicar
gracias a él, con amplios reportajes escritos y gráficos. Adquirió cierta fama e incluso uno de los
escritores mencionados al principio, Daniel Ruzo, estuvo con él en San Juan del
Río para ver sus descubrimientos.
Su
teoría, como las de Ruzo y Von Daniken
tienen mucho de discutible, pero es de admirar el que haya sustentado,
investigado y vivido tan exhaustivamente
como lo hizo durante tanto tiempo y haya compartido la aventura con sus
grandes amigos, quienes siempre lo acompañaron en sus correrías. Muchos
años después de sus vivencias, pudo
publicar su libro (1991) dejando para la
posteridad sus ideas. Sirva este artículo como un sentido reconocimiento a su
obra.
Hace
un par de meses, me enteré que todavía vive, casualmente en Bernal, Qro., que
también casualmente (¿o no?) es donde se
localiza otro de los vértices del hexágono y donde según él, también hay vestigios de la
Protohistoria. (¿Habrá descubierto algo y no lo publicó?) Tiene más de 90 años y todavía invita a leer
su obra.
Cabe
reconocerle, ser quién dio a conocer las muchas figuras
que forman las rocas y sombras de la peña de Bernal, muchos años antes de que
mágicamente ese pueblo fuera “mágico” y que ha motivado tantos artículos y
libros, sin darle el merecido reconocimiento.
Presento
a Ustedes algunas imágenes del libro, algunas actuales mías y comentarios
personales. Los títulos son los que él
les dio. Si tienen oportunidad de leerlo completo, tiene infinidad de
fotografías, de todas partes del estado y sus alrededores, algunas son muy
claras, otras requieren de mucha imaginación para reconocer alguna figura. La opinión más acertada es la de cada quien.
La
localización de todas las figuras sanjuanenses es en los acantilados de la cañada de San
José, entre la presas Lomo de Toro y Constitución. La mayoría
todavía pueden verse.
El
DOLMEN.
Fue
la primer “figura” que encontró,
básicamente una piedra horizontal sobre dos verticales, construida dice, por
la otra humanidad. Estaba en la ladera oriente del acantilado, unos 25 metros
sobre el río, sobre el camino que viene de la comunidad de Lomo de Toro, que al ampliarse,
cerca del año 2000 lo cubrió. Habiendo
entrado un servidor a dicha cueva de niño, me parece que era 100% natural. Solo
se podía ver desde la ladera de enfrente, o en el camino junto al canal casi
para llegar a la presa Constitución de 1957.
Fotografía en el libro, las tres rocas del "dolmen" y la cueva al centro |
Fotografía personal, la zona del "dolmen" en la actualidad |
Por
el camino de Lomo de Toro se llegaba a él bajando unos metros por el acantilado
(ya sé que me van a decir que qué hacía yo de niño bajando por acantilados;
íbamos a esa zona por musgo, doradillas y biznagas para adornar el nacimiento
en diciembre.)
PERFIL
CON BUSTO DE MUJER.
Este
se encuentra en el acantilado oeste, se puede ver actualmente en el camino que
va a dar a la Presa Constitución, junto al canal que viene de ella. En
realidad, no es una escultura que tenga esa forma, son varias rocas separadas,
que junto con las sombras dan esa forma. Solo se puede ver caminando de Norte a
Sur (es decir del barrio de la Cruz hacia la presa) y únicamente durante unos diez
metros, después ya se ven las rocas separadas.
Fotografía del libro |
Fotografía personal, la misma figura |
PERFIL
PRIMATE.
En
la misma ladera, a unos metros de la anterior,
con las mismas características, son varias rocas que en cierta perspectiva dan
la forma.
Está
a la orilla del canal mencionado pero se ve mejor desde la Presa de Lomo de
Toro unos metros abajo, junto al otro canal.
Fotografía del libro |
Fotografía personal, la misma figura |
PERFIL
DE LA DIOSA THUERIS EGIPCIA DE LA FERTILIDAD.
Esta
es mucho más difícil de localizar (y ver) está
exactamente al inicio del acantilado en Lomo de Toro, en el lado Este,
ya necesita de más imaginación para encontrarla y para identificarla.
Fotografía del libro |
Espero
les haya gustado, si tiene oportunidad puede ir y observarlas y quizá, con
suerte, hallar muchas de las otras que encontró don Alberto (no publicadas
aquí), personalmente he visto la mayoría, pero no todas. De las conocidas,
algunas son difíciles de distinguir. Por
respeto al autor no diré los puntos en los que no estoy de acuerdo, pero de lo
visto… ¿A poco no es fascinante?
Y por si no lo habían notado, la escultura del simio de la portada, en realidad, es una fotografía de la peña de Bernal.
Casi después de 10 años de la publicación, felicito al autor por esta reseña y por el respeto que demuestra al Lic Alberto Carrillo Briones
ResponderBorrarLe comento que murió hace pocos años
Hola, buenos días. Gracias por comentar y por su opinión. Precisamente en la fecha en que escribí el artículo, pasó que me enteré que Don Alberto vivía en Bernal y acababa de encontrar su libro porque el que había comprado hace muchos años lo había prestado y jamás volvió. Claro que lo leí de nuevo y saltaron recuerdos que hicieron posible la reseña. Una pena su deceso. Me comentaron después que estuvo aquí en san juan desde los sesentas. Gracias por la visita, espero haya más entradas de su interés. José Luis.
ResponderBorrarHola buena tarde!! Espero se encuentre muy bien, soy originario de San Juan del Río, Querétaro, me interesa leer el libro citado "LA PROTOHISTORIA DE QUERÉTARO, usted me puede dar información donde puedo encontrar copia o el libró, para poderlo leerlo por favor, de antemano muchas gracias, buena tarde.
ResponderBorrarHola, buenas tardes, gracias por escribir. Cabe la posibilidad de que lo tengan en la biblioteca que está en la oficina del archivo histórico, en el portal del diezmo. En la entrada del mismo portal está una biblioteca más grande, igual puede estar ahí, pero nunca me he fijado, no he visto recientemente pero a veces han salido algunos ejemplares en mercado libre, a precios variables, lo he visto desde 250 hasta 600 pesos, como es un libro de tamaño grande se exceden en el precio, si lo encuentras a un costo razonable valdría la pena adquirirlo porque tiene bastante texto y muchas fotografías de buena calidad, ojala tengas suerte- la otra posibilidad es buscarlo en las librerías de usado en querétaro, pero en esos lugares es difícil encontrar algún titulo en específico. Ojalá tengas suerte, saludos y date tus vueltas,
ResponderBorrarMuchas gracias,una pregunta,sabe usted si el dolmen todavía existe o ya lo destruyeron? Y referente a la cueva usted menciona que entro, es profunda?
ResponderBorrarHola, buenos días. De todo lo mencionado en el libro, ambos lugares son lo único que ya no existe. El dolmen fue derrumbado al hacer el primer camino en la ladera y la cueva fue tapada en una ampliación del mismo, seguramente todavía está debajo del tepetate. Era muy pequeña, más que una cueva parecía un túnel. se podía entrar pero en cuclillas, llegamos como a los siete metros ero seguía más adelante, pero era natural, no artificial, Unos 100 metros adelante, en la ladera arriba y a la orilla del camino había otra, esa sí artificial, pero solo de unos tres metros, cabian unas 10 personas, supongo que fue tallada en la arenisca por los pastores, nosotros la usabamos cuando nos agarraba la lluvia para no mojarnos,
ResponderBorrarEn el libro hay una puerta lítica grande al parecer labrada en la peña, usted sabe la ubicación de esta puerta?, gracias de antemano
ResponderBorrarHola, buenas tardes, Es cierto, se menciona también en el libro, Esa ya no la ví yo en pie porque fue de las primeras formaciones que se destruyó al hacer el camino en el lado poniente, para los tiempos en que anduve por ahí ya no existía y estaba ya el camino completo al lado de la compuerta,
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