Don Ignacio Reyes Rayón y el Portal de Reyes.
El
pasado mes de marzo de 2014, en uno de los salones del palacio de Gobierno de la ciudad
de Querétaro, fue develado por el gobernador del estado, un mural alusivo a la
Restauración de la República y el sitio de Querétaro, del artista Víctor
Cauduro. El hecho no tendría nada de particular para el tema de este blog a no
ser porque en la parte inferior de la obra pictórica, aparece la imagen de un
libro abierto, en su página derecha nos dice que es la constitución de 1857 y
en la izquierda un solitario nombre: IGNACIO REYES.
Mural de Cauduro. Detalle |
¿Quién
fue tal persona y qué relación tiene con esa Constitución que le hace merecedor
a tal honor?
Pocas
veces recordado, fue uno de los sanjuanenses más distinguidos del siglo XIX. He
aquí una compilación de los datos biográficos que pude conseguir:
Nació
en San Juan del Río, el 9 de marzo de 1804,
hijo de los señores Tomás Reyes y
Margarita Rayón.
Imagen tomada de Díaz.
|
De
él, nos dice F. Díaz Ramírez“ Era la persona
principal de San Juan del Río, no era la más rica, no era la más noble,
pero era un liberal convencido, en una ciudad donde no había otro y era además
político, sí, desde muy joven, su
capacidad y su dedicación lo fue la política”.
Hablando
de sus contemporáneos sanjuanenses, el más rico, y conservador, era don Esteban Díaz González, el dueño de la
casa de Cantera de la calle del Curato, hoy 16 de septiembre, el más noble
era José de Morán, Marqués de Vivanco, de la calle del Obraje, hoy Morelos
y de los liberales pues siendo Reyes el único en un pueblo eminentemente conservador,
destacó en varios aspectos.
En su edad adulta, siendo costumbre en las
conmemoraciones de la independencia dirigir al pueblo un mensaje alusivo por
parte de una personalidad distinguida (en esos tiempos no había presidente municipal
al que se le pudiera hacer sombra, el
Consejo o Ayuntamiento que gobernaba elegía al agraciado) le
correspondió el honor de pronunciar en dos
ocasiones el discurso patriótico; en 1831 y 1836, ambos en la plaza mayor de la “villa
de San Juan del Río”
Ocupó
diversos cargos de elección; Diputado al congreso de la unión varias veces y Senador
de la República.
En
1856 siendo Gobernador de Querétaro el Gral.
José María Arteaga, ante el histórico momento de redactar una nueva Constitución
Nacional, dio todo su apoyo para que dos diputados; el General José Justo Álvarez
y el Lic. José Ignacio Reyes Rayón nos representasen. Poco antes del gran
acontecimiento, Álvarez declinó para
ocupar un puesto militar y así, le correspondió a Reyes la gloria solitaria de
ser el único queretano en firmar la Magna Carta. Es por ello que en el mural
mencionado al inicio, se hace alusión a su nombre.
Vivió
durante muchos años en San Juan, su domicilio, no se sabe si desde antes, pero
por lo menos desde 1825 se tiene noticia de que se que construyó (por él o su familia) una casona en la calle Real
(Hoy Av. Juárez) ocupando una cuadra
completa, desde la calle de los Aguadores (hoy
Galeana, se llamaba así porque por ahí iban los aguadores iban al río
por el vital líquido) hasta el callejón de Chimoleras, (no se tiene certeza porque
se llamaba así, seguramente debió ser por lo culto de las personas que ahí se
reunían) que es la actual Hidalgo sur, desde Av. Juárez hasta el
estacionamiento del moderno hotel, donde una barda de piedra cegaba el paso,
haciéndolo callejón o cerrada. Para mayor realce, se le adornó al frente con un portal con arcos de cantera.
No
hay información si el terreno ya era de su familia y se levantó desde sus
cimientos, si fue él o sus ascendientes quienes lo construyeron, el caso es que
desde entonces, el portal lleva su
nombre y así es conocido en la actualidad: “El
portal de Reyes” Incluso así se llama el moderno Hotel que en la
actualidad ocupa lo que fue la casona familiar.
Formó
matrimonio con la Señora María Inés Petra Guadalupe Retana Alderete, originaria
de Michoacán formando la familia Reyes Retana. (Por la importancia de Don
Ignacio, sus descendientes tuvieron el apellido compuesto, todos quienes llevan
el apellido: Reyes - Retana, provienen
de ese matrimonio, incluso, en una de esas esa vueltas del destino, una
descendiente suya, se casó con uno de
Don Esteban Díaz, el Lic. Fernando Díaz Ramírez, formando un siglo después la familia Díaz Ramírez- Reyes Retana) Continuó viviendo en el pueblo al menos hasta
1853. En ese año, en uno de los mesones que había en la calle principal lo
encontró el ilustre poeta don Guillermo Prieto quien sufría el destierro de la ciudad de México por orden de Santana.
(se habían conocido en el Senado, Prieto detalla todo el encuentro y su
destierro en el libro “Viajes de orden suprema”) Después se fue a vivir a la
ciudad de México, donde murió el 10 de
noviembre de 1883.
Imagen tomada de Díaz, Firma de Ignacio Reyes en la Constitución de 1857. |
La
casa y el portal, al parecer fueron dejados en el abandono, ya que hay datos al respecto y además, por lo menos hasta
la década de 1860 se tenía dudas acerca de la propiedad, si no tanto de la
casa, sí del portal, que al menos un par de veces perdió su techo. En uno de esos años; 1869, el ayuntamiento le pide al dueño Jesús Basurto que lo teche. Lo cual tuvo que
cumplir.
Siendo
el espacio público techado más grande de la ya para entonces ciudad, su
vocación comercial estaba dada, incluso, en el siglo antepasado, fuera del
portal, sobre la calle se instaló muchas veces el mercado municipal completo
(cuando la plaza principal debía ocuparse para otros eventos) y casi siempre tuvo algunos puestos semifijos en el arroyo de la calle,
además de los comercios en las distintas accesorias con las que contaba.
Incluso, las primeras ferias organizadas a fines del siglo XIX celebraban al cobijo del portal algunos de sus
actos principales, incluso bailes y “jamaicas”. (Lo que después se llamarían “tardeadas”
o sea fiestas más temprano y sin bebidas etílicas)
Impreso de su discurso en 1831 |
Quienes
conocieron la casa dicen que era enorme, por tanto su mantenimiento debió
haber sido bastante caro, y se fue deteriorando poco a poco. En la parte de
atrás, tenía una huerta y lo que parecían
haber sido corrales o caballerizas. Al frente había varios locales, lo más que
recuerdo en lo personal, del exterior, (nunca entré a la casa, sí a la huerta)era el techo de vigas del portal, bastante maltratado,
casi todos los locales estaban ocupados, la esquina con Hidalgo era una lapidaria
de piedras preciosas, luego un puesto de artesanías, al centro un hotel, “el Parador”
al lado poniente los tacos “sudados” y el Bar Casino, todos siempre llenos de turistas,
de la cercana parada de Autobuses y visitantes. Al disminuir el tráfico por la
Av. Juárez que dejó de ser carretera Panamericana, cerraron algunos. El predio
o la mayor parte de él fueron adquiridos por el difunto Germán Patiño en la década de 1990 quien
reconstruyó el techo del portal y al interior construyó el moderno hotel que
hoy vemos. Del original quedan solo los pilares de los arcos, algunas
paredes y los marcos de los vanos de las puertas, todo lo demás es nuevo. El
hotel y sus instalaciones ocupan un poco más de lo que era la casa y el
estacionamiento lo que era la huerta
La zona lateral, actual Hidalgo sur, desde mucho antes estaba independizado de la casa y se ocupó por diversas viviendas y comercios independientes, no
se sí el anterior dueño de todo lo restante era Don
Félix González o solo de la parte donde
hoy se conservan algunos de los negocios por él iniciados o relacionados a su
familia: El Bar casino, los tacos “hoy vaporizados” y los souvenirs de Don
David.
Mención aparte merece el restaurant del hotel, que hoy es frecuentado por un nuevo tipo de turismo: el político, las más de las veces puramente local, constituyéndose en el más popular “desayunadero político” (como le dice el profesor Rosillo) de la ciudad.
Mención aparte merece el restaurant del hotel, que hoy es frecuentado por un nuevo tipo de turismo: el político, las más de las veces puramente local, constituyéndose en el más popular “desayunadero político” (como le dice el profesor Rosillo) de la ciudad.
No
se sabe qué tienen dichas mesa del exterior. (y no todas, sigo citando a
Rosillo) Quien se sienta en ellas imagina en un par de horas el génesis y el
apocalipsis de la política casera, en esos asientos, emergen de pronto o desaparecen
para siempre, personajes y siglas, se tejen y destejen alianzas, se juran y se perjuran ideales y al final de la mañana,
cada uno de ellos se levanta y se pierde en la ciudad, en busca de hacer
realidad todas las palabras, pensamientos, declaraciones y proclamas ahí surgidos. Afuera, solo cruzando
la nebulosa frontera de los viejos pilares está la realidad, no tan sencilla como la concebida
en torno a esas mesas; refugio momentáneo que no se quiere abandonar, pero hay
que hacerlo cuando la mañana terminó. Todos y cada uno emprenden su camino, muchos en grupo, otros en solitario diluyen su protagonismo hacia las calles aledañas. Tal vez alguno tendrá suerte y fructificará sus sueños en algo tangible, como Don José Ignacio Reyes Rayón, hace ya 157 años.
Fotografía personal: parte oriente; a la izquierda, el ex callejón de Chimoleras |
Fotografía personal. Parte central del Portal
|
Fotografia personal: El portal, extremo poniente |
Díaz
Ramírez Fernando, Album conmemorativo del sesquicentenario del estado
de Querétaro, 1974 (sí, es el descendiente de Don Esteban el conservador,
casado con la descendiente de don Ignacio, el liberal, ambos de San Juan del
Río) Este libro ya no está en venta, solo se puede consultar en las bibliotecas de
la capital del estado.
Santana
Calderón María del Mar, Sitios históricos y monumentos antiguos del municipio de San
Juan del Río. 2011, técnicamente no es un libro, sino un fichero con datos del
Archivo Municipal, igual es muy interesante y creo que todavía está a la venta
ahí, precio módico.
Ayala
Rafael, San Juan del Río, Geografía e Historia. Hay una edición reciente,
estaba hasta hace poco a la venta en la casa de la Cultura. Si no lo hallan, en la librería del Archivo
Histórico del Estado vale solo 50 pesitos,
es una verdadera biblia de la historia de nuestro municipio.
Llegué por accidente y me quedé casi dos horas. Gracias por todas las publicaciones. Att. Juan carlos zerecero.
ResponderBorrarUn honor tener en este humilde blog a tan distinguido visitante. (supongo que eres el ilustre narrador de leyendas) Qué bueno que te haya gustado y ojalá te puedas dar un tiempo más para leer el resto. Supongo que son el tipo de narraciones que te agradan. Me andaba dando la idea en estos días de hacer una semblanza medio híbrida entre tú y tu personaje, pero no te había visto desde la presentación del libro, hace ya un año. Gracias por visitar este espacio, no olvides recomendarlo y date tus vueltas.
BorrarMuchas gracias por sus palabras. Para mí también es un honor poder recibir su respuesta y leer sus escritos. Y claro que lo recomiendo, debería ser un espacio de visita obligada para todos los que tenemos la responsabilidad de presentarle la ciudad tanto a los que visitan, como a los que viven en san Juan. He de decirle que aprendo mucho con su blog y si puedo serle de utilidad para la semblanza híbrida, pues quedo a sus órdenes. Atte: Juan Carlos Zerecero.
ResponderBorrarHola Juan Carlos, de nueva cuenta agradeciendo tu comentario, y sí me interesaría que nos viéramos para que me des algunos datos tuyos. Me pongo en contacto contigo ahora que sean vacaciones para que nos podamos ver y platicar un rato, en un tiempo que no interfiera tus actividades. Gracias. José Luis.
BorrarMuy interesante la historia dei familia.
ResponderBorrarEsa es la intención del Blog, interesar en la pequeña historia de esta ciudad, todas entrelazadas, todas vigentes, a pesar de permanecer escondidas entre la modernidad. Gracias por tu visita y no te olvides recomendar, date una vuelta por todo el blog y seguramente encontrarás más temas de tu agrado. Esta entrada, con adecuaciones fue publicada como Biografía en el libro SAN JUAN DEL RÍO A TRAVÉS DE SUS PERSONAJES" que todavía está a la venta en el archivo histórico en el centro de San Juan del Río.
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