jueves, 22 de mayo de 2014

Del panteón al Danzón, la Plazuela de San Juan Bautista parte I


La plazuela de San Juan Bautista.
El día de hoy presento a Ustedes algunos datos históricos del espacio público más antiguo de nuestra ciudad, hoy llamado Plaza de los Fundadores.

 EL ORIGEN

Este lugar, donde la leyenda ubica la fundación de la ciudad, por nombre más antiguo tuvo el de plaza del Sol Divino, (también así se llamó un tiempo la otra plaza) luego plazuela de San Juan Bautista. A fines del siglo XIX se le decía simplemente “el jardín”, el siguiente siglo lo tornó a Jardín Madero hasta que durante el 450 aniversario de la fundación, en 1981, se convirtió al actual.
Por razón de rodear el supuesto centro de la fundación, debiera tener edificios más antiguos o suntuosos ya que era costumbre y obligación de los españoles, autoridades o fundadores, por las ordenanzas existentes, construir a un costado del centro de sus fundos, la iglesia y al otro las casas de gobierno. Los espacios sobrantes se destinaban a fundadores, principales o los reservaba el rey. De acuerdo esas ordenanzas, en la acera poniente estarían  las  casas  de los indios principales del pueblo, de su gobierno, o la administración virreinal. Aquí no ocurrió, seguramente porque nunca hubo una fundación “ a la española”.
Llama la atención que solo estuvo o persistió la iglesia. Sin  datos  al respecto, parece que nunca  hubo edificios públicos en el contorno de la plaza, (1) cuyo perímetro original era menor que la actual. Quizá por estar alejada de la arteria con mayor movimiento y actividades que requerían actos de autoridad, es decir del Camino Real, allá se situó el centro político - administrativo. (En y junto al hoy Centro Histórico y Cultural, antigua cárcel, desde el siglo XVI, descrita ya como muy miserable y ruinosa, pero que debió tener algún espacio o edificio anexo de administración virreinal) También pudo ser que la pequeñez de la plaza del entonces pueblo de indios no permitiera un edificio de regular dimensión como se requirió después. La arquitectura antigua que sobrevive da poca constancia de ello, solo quedan tres casas dignas de mención, una de ellas soberbia al interior, con arcadas de cantera morena donde hoy funciona una zapatería moderna, (actual número 6) y otra donde estuvo la zapatería “Zamora”. Muy modernizadas estas y más el resto, es imposible ver detalles originales. Por ser calles primigenias suponemos que tuvieron milpas en la parte trasera, que luego serían huertas.
Lo que si existió al lado poniente, ocupando toda esa acera fue el llamado “Curato” donde vivían los sacerdotes adscritos. No he podido determinar sus dimensiones exactas, debió ser pequeño en un terreno amplio, se le menciona desde el siglo XVII, entre las calles de “la Amargura”  (hoy Matamoros) y “la Salitrera”, (hoy Abasolo) ocupando también partes del actual jardín y la acera norte. Podría ser que ahí estuvieran las originales casas de gobierno.
El hecho de que pronto los terrenos del centro tuvieran poco espacio para sembradíos  parece ser la  causa de no ser apreciados  por  los  indios y  hubiera lotes vacíos, que aprovecharon los españoles para habitar, (2) o bien los indios  poseedores originales habían muerto en las epidemias, (3) lo que permitía al rey su reasignación. Aún sin atenernos a la leyenda, es un hecho que este lugar fue el inicio formal de la población, dando una gran veta de material historiográfico desde el siglo XVI hasta nuestros días.

 
Con la construcción de la Parroquia en el siglo XVIII, las casas de los curas, es decir “el Curato”  se trasladó a la sección adjunta de la nueva iglesia, así que el antiguo edificio pasó a ser “ el Curato Viejo” dando nombre a la actual calle de 16 de septiembre ya que frente a él iniciaba. No tengo datos de cuando se mudaron al nuevo recinto, debió ser antes de 1820, ya que en un documento de ese año del AGN, el ayuntamiento solicita se le den esas casas, identificadas ya como el "Curato Viejo" para sus juntas o funciones, (4) cosa que efectivamente ocurrió y algún tiempo se llamaron “Casas  Municipales”, seguramente hasta el cambio a la actual presidencia municipal.
Durante el imperio de Maximiliano fueron cuartel, hasta enero de 1865, del ejército francés (5) mencionándose también que ese año, por un asunto de denuncia de propiedades  de  la iglesia para su adquisición,  Joaquín Espino Barros  tomó posesión de “la casa donde estaba el curato de San Juan del Río”, (6) que aclara haber tenido que reedificar por su “total deterioro”. (7)  Al término de la breve etapa imperial; año de 1869, se decidió derrumbar la parte antigua del curato convertida ya en casa Municipal, dividir el terreno en lotes y venderlo. Aunque Ayala dice que se derribaron estas casas en 1916, ya no aparecen en el plano de Ignacio Pérez, debe referirse a ruinas sobrantes de ellas.

 
El espacio entre las dos iglesias, hoy notaría parroquial, con el nuevo curato en la parte trasera y la sección conocida como  “la Academia” con entrada en Morelos, todas interconectadas, son de hechura posterior, sin referencia de fecha, seguramente aprovecharon elementos de edificaciones anteriores, todavía es posible adivinar en la pared de la Academia que da a Plaza de los fundadores, varios arcos tapiados dentro de los que están las ventanas neoclásicas actuales, (serían de fines del siglo XIX o principios del XX) arcos que eran acceso a alguna sección o dependencia de la iglesia.

Debe mencionarse que la plaza parece haber tenido una forma de trapecio y se  modificó la calle en su costado norte para casi cuadrarla. Desde la época colonial estaba rodeada en tres lados por  una  barda  atrial  de  la  que no hay datos, debió ser casi desde el inicio del pueblo, dado que en su interior funcionó el camposanto, que era sumamente pequeño, pues la población también lo era y compartido con el acceso a la iglesia. Por lo  que se  puede distinguir  en  una  fotografía de inicio del siglo XX, la barda era sólida,  con aplanado, es decir, sin reja ni arcos invertidos. Se prohibieron los enterramientos en la plaza y el interior de las iglesias en 1823,(8) aunque hay constancia de entierros posteriores en el lugar. No hay datos exactos de cuando se detuvieron realmente las inhumaciones ahí pero sería bien entrado el siglo XIX.
Suponemos que la fecha en que se quitó definitivamente el camposanto es la de su instalación como plaza pública, (9) es decir después de 1853 cuando inicia la remodelación del cementerio indio del Calvario que concluiría en el edificio del panteón de la Santa Veracruz, donde funciona el Museo de la Muerte. Durante cierto tiempo funcionó en ella el mercado dominical, que de siempre se había instalado en la plaza Principal. La placa del monumento en la plaza de los fundadores indica que el panteón estuvo ahí hasta 1854.

Se ignora porqué siendo la plaza más antigua, se hizo otra en contra esquina, se supone que por ser pequeña y ocupada desde tiempo remoto por el Cementerio y el Curato, no fue posible agrandarla, pudiera ser que la nueva sea la “parte pública” que mencionan los documentos del siglo XVI, donde debían permanecer los mercaderes. Además al quedar después las fachadas de las dos iglesias al sur, se necesitó un espacio frontal. Ignoro si en ese momento éste terreno ya existía despejado, baldío o huerta o se hizo derrumbando casas de una manzana original completa. Igualmente se ignora porque en esta plaza tampoco hubo edificios de gobierno. Se menciona que a fines del siglo XVIII durante las fiestas de la jura de Carlos IV, hubo  “... corridas  de  toros  que se  llevaron  a  cabo  en  la  Plaza Principal…“ (10)   refiriéndose a la actual independencia, no a la del camposanto.
Para 1821 coexistiendo ambas, el 29 de noviembre se jura la independencia nacional en la Plazuela de San Juan Bautista, la otra, desde entonces llamada Principal o Mayor (11)  estaba ocupada temporalmente por una plaza de toros provisional construida para la celebración por lo que a la vieja barda atrial se le cortó una sección para permitir el paso entre ambas de la gran cantidad de gente que acudió al evento. (12)
En la nueva, al parecer en ese momento un simple y llano espacio abierto, se colocó en 1865 la columna que después sería de la independencia. (En un inusitado giro del destino, ya que originalmente se iba a dedicar a honrar a la Emperatriz Carlota, y en vez del águila estaría un busto de la regia majestad) En 1869 se ubicaron temporalmente los comerciantes que desde entonces la ocupaban, en la plaza de San Juan Bautista para construir un jardín público (13) que poco tardó en volver a ser ocupado por ellos desvirtuando su propósito inicial; jardín “que servirá de ornato público y de solaz a las familias así como un aumento  de la higiene”. (14)  Según  de la Torre, el jardín no fue terminado al menos hasta 1888. (15) Los locatarios solo serían movidos de nuevo hasta 1963 al construirse el flamante mercado Reforma.

Entre 1917 y 1919 se derrumbó de manera definitiva la barda atrial de San Juan Bautista para dejar acceso libre frente a la fachada de la iglesia trazando la actual Hidalgo Norte, (16) continuando la antigua calle de los Infantes hasta la estación del ferrocarril, que carecía de acceso directo al centro.

Cuenta Ayala que aquí se encontraba una “Cruz de la fundación”, destruida en esa  remodelación. De la torre confirma que en 1888 sí estaba esa cruz en la plaza. La que menciona Ayala seguramente no era la de la fundación, o era ya una ruina, hubiera sido difícil que los curas permitieran su destrucción. Debió ser alguna de tiempo posterior indicando algo al respecto y más bien creo que se la “han de haber robado” como ocurrió con la imagen de la virgen de Guadalupe en el pozo de agua de Allende o recientemente otra imagen en la autonombrada “Gruta de San Juan Bautista”, en el río San Juan.


 1) a Administración, Casas Municipales o Consistoriales, si existieron alguna vez en esta plaza serían  pequeñas o no las hubo. Lo que podríamos conocer efectivamente como Casas Consistoriales o de gobierno español, estuvieron ubicadas, desde el siglo XVI en el actual edificio del Centro Histórico y cultural, en la avenida Juárez. Lo que es más probable, al ser inicialmente pueblo de indios, sería que ahí estuviera su casa de gobierno, con pretensiones arquitectónicas menores y por tanto posible de estar en esta plaza.
2) Alonso Pérez de Bocanegra, Dueño de la hacienda de Galindo, en 1593 solicita merced de un solar cerca de la iglesia. AGN. Instituciones coloniales. Real Audiencia. Tierras. Vol. 2719. Exp. 28. 5 fojas. Leonor Mejía, descendiente suya presentaba después títulos de propiedad, probablemente del mismo y edificaba una casa. AGN. Instituciones coloniales. Real Audiencia. Indios. Vol. 24. Exp. 4. Septiembre 28 de 1661. Foja 3 R. La invocación a la figura de la merced que se hace indica que, por cualquier motivo, el terreno carecía de dueño.

3) Relación Geográfica de Querétaro,  en Wright, 1989, op. cit. p. 137.  Se menciona que la población acababa de ser diezmada por la “pestilencia”

4) AGN. Instituciones Coloniales, Regio Patronato Indiano, Bienes Nacionales, Vol. 715, Expediente 12. 
5) Marta Eugenia García Ugarte, 1992, P. 224.

6) En Ayala, 1981, op. cit.  p. 192, se menciona como síndico del Ayuntamiento.

7) Ibid. p. 225.
8) Ayala, op. cit. p. 150.

9) Cano Romero, 1991,
10) Ayala, 1981, op. cit. p. 115.  Por la redacción resultan dos fechas  distintas, 1781 y 1791. La correcta es la segunda. Carlos IV  subió al trono en 1788.

11) Existe un pequeño impreso respecto a un discurso del ya mencionado Lic. Ignacio Reyes pronunciado en esta plaza denominándola así. Ver Discurso patriótico pronunciado por el Lic. Don Ignacio Reyes en la plaza mayor de la Villa de San Juan del río, en el 16 de setiembre de 1831. Querétaro, Imprenta de R. Escandón. s/a 10 p.
12) Cfr. Ayala, 1981, op. cit. p. 149.

13) Cfr. Luz Amelia   Armas B., Oliva Solís H. y Guadalupe Zárate Miguel,  en Cano Romero, 2003, op. cit.  Se dice que se construyeron jardineras y se sembraron árboles, lo que indica que hasta entonces era un espacio abierto y amplio pero paupérrimo. Incluso hubo la propuesta de que el jardín se hiciera en la Plazuela de San Juan bautista. Sombra de Arteaga No. 125,  15 de Julio de 1869. p.32

14) Idem, Sombra de Arteaga.

15) De la Torre, 1888, op. cit p. 49.

16) Cfr. Ayala, 1981, op. cit. p. 35

3 comentarios:

  1. Quiero saber si los cuerpos del cementerio fueron trasladados a otro panteón o siguen debajo del bazar que ahora alberga a comerciantes

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    1. Buenos días, una disculpa por la tardanza. Solo unos cuantos difuntos fueron trasladados por iniciativa de sus familiares, primero al nuevo panteón junto al río y luego al de la Santa Veracruz. La gran mayoría quedó en el viejo camposanto. Considerando que aunque la población era pequeña, el camposanto estuvo en uso casi 300 años son muchos los que están ahí todavía, aunque hay que considerar que en cada remodelación de la plaza se han perdido algunos y que el riego de los prados debe haber desintegrado muchos. En 1981, en la ultima remodelación, todavía aparecieron restos óseos y algunas décadas después en la Academia, al cambiar algunos pisos aparecieron más (esa parte es más reciente y anteriormente fue parte del panteón.) Considero que si no se han desintegrado, aún hay restos ahí, sobre todo en las partes que no se han tocado en las remodelaciones, es decir al interior de los prados. En realidad nunca se ha levantado toda la superficie por completo, así que puede haber algo en esas partes.

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  2. Completo: hay otra entrada en este blog que se llama "Una de difuntos" que menciona algo relativo a los últimos años del camposanto y otra relativa al área que ocupaba originalmente y como se adaptó para jardín. Dale una buscada. Gracias por comentar, date tus vueltas y no te olvides de compartir.

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