Todos les habían avisado, pero llegado el día nadie estaba preparado.
Unos pocos lo escucharon apenas como un susurro que venía del rumbo de
Cazadero, minutos después, cuando asomó en la vuelta del cerro del Pedregoso,
todos pudieron escuchar de manera clara su horrible silbido y ver la
cauda de humo que dejaba a su paso. Era el año de 1881, a finales del mes de
noviembre cuando el llamado “caballo de hierro” se aposentó en la flamante
estación, construida en los terrenos que habían sido de los
ranchos la Guitarrilla y el Carrizo, después de avanzar 191 km desde la
ciudad de México.
Máquina y vagones del Central Mexicano, de los primeros que llegaron a San Juan del Río, tomada cerca del "Puente de Fierro" Fotografía de William Henry Jackson, circa 1886 (detalle) LOC U.S.A. |
Auspiciado desde los gobiernos de Ignacio Comonfort, pasando por los de Santa Anna,
Maximiliano y Benito Juárez,
correspondió al de Sebastián Lerdo de Tejada en 1873 la puesta en
marcha del primer sistema ferroviario completo y funcional del país. Compitiendo en
carga y pasajes con arrieros, carretoneros, diligencias y carruajes. Fácilmente
los dejó en calidad de antiguallas e inició un expansivo crecimiento que apenas
8 años después lo tenía a las afueras de San Juan del Río y por el lado
contrario, apenas traspasando el río, ya estaba tendido el camino de hierro
hasta la ciudad de Querétaro.
Originalmente la concesión había sido otorgada a inversionistas del
estado, pero al no poder cumplir los requerimientos, se les dio a los
propietarios del Ferrocarril Central, compañía que administró el tramo de
México a Querétaro.
No se crea que los transportistas en pequeño (y lento) desaparecieron de
inmediato, durante muchos años siguieron su actividad normal, si acaso, los
arrieros disminuyeron el tamaño de sus recua y los carruajes hicieron más
cortos sus viajes, la vida para ellos siguió igual, siguieron atravesando San
Juan del Río por el viejo camino Real, usando toda la infraestructura que los
habitantes habían creado durante más de tres siglos, en la hoy Avenida Juárez,
en su tramo desde Pino Suárez hasta la hacienda la Venta y continuaron usando
el viejo puente de Piedra, ¿para qué les servía a ellos el de Fierro?
Estación de pasajeros del Ferrocarril central Mexicano, a la derecha la estación de carga, en las dos se podía abordar el Tranvía Urbano. Fotografía antigua, crédito a quien corresponda. |
La Estación del ferrocarril, por esta en las afueras de la ciudad, no tenía para sí
esas ventajas, seguramente muchas de las viejas carretas y animales se usaron
inicialmente para transportar a personas y carga desde ella al centro, pero no tardó mucho en que a alguien se
le ocurriera buscar un sistema acorde con la modernidad: el Tren Urbano.
Recordemos que a pesar de que oficialmente San Juan del Río ya era ciudad, en la práctica seguía siendo un
pequeño pueblo, con una zona urbana aún más pequeña; detrás de la calle
Morelos, todo eran milpas, sus últimas casas estaban en lo que hoy es
la esquina de Rayón con 20 de noviembre. (la primera se llamaba Calle de “Don Eusebio”,
la otra ni siquiera nombre tenía) No había acceso directo al centro de la
ciudad (los jardines) porque todavía no existía lo que hoy es Hidalgo Norte en
su tramo de Plaza de los fundadores y este mismo jardín estaba rodeado por una
barda atrial.
Un año después algunos de los empresarios queretanos que habían perdido
la concesión del ferrocarril; Antonio
Gayón e Ignacio de la Peña, tuvieron como premio de consolación, el poder
explotar inicialmente los trenes urbanos. (en San Juan y Querétaro)
Este sistema consistía en pequeños vagones para pasajeros y plataformas
para carga que se desplazaban sobre una vía angosta de rieles delgados. A pesar de que ya había tecnología para hacerlos motorizados, la
concesión se otorgó con tracción a “Sangre”. (Es decir con mulas) Por ello se
conocían genéricamente como tren de mulitas, o tranvía urbano. En San Juan del
Río oficialmente se llamó Ferrocarril Urbano, pero ninguno de ellos fue con el
que los usuarios lo conocían, aquí su nombre fue siempre “el Circuito”. (Seguramente
su recorrido hacia una vuelta)
Para su funcionamiento, se regían por un reglamento gubernamental muy
específico que incluía tarifas, carga permitida en volumen, número de
pasajeros, etc. incluyendo lo relativo a presentación y modales de los
conductores. Según el número de pasajeros o de carga, se podían acoplar varios
vagones o plataformas, formando un pequeño tren.
La ruta:
El 12 de diciembre de 1882, inicia sus recorridos “el Circuito”
Tomando como punto de partida la estación de pasajeros y la de carga, se
dirigía por la actual calle 5 de Mayo, que era la única que llegaba hasta
ahí (insisto, no existía todavía Hidalgo
Norte, menos Pablo Cabrera) atravesando milpas que era lo único que había (creo
que era un camino entre milpas que fue ensanchado expresamente para servicio de
la Estación, se le llamó “la Calzada”)
hasta llegar a Morelos, antigua calle “del Obraje” donde iniciaba la
zona urbana.Esquina de la Calzada y la calle del Obraje. (Hoy Cinco de mayo y Morelos) |
Ahí, giraba a la derecha hasta llegar a la actual Plaza de los
fundadores, en ese entonces llamado Plazuela de San Juan Bautista, que tenía
que rodear, (recuérdese que era un jardín cerrado con barda) Al terminar este
giraba a la izquierda, frente a la calle
de “la Amargura”, hoy Matamoros y tomaba la calle del “Curato” (hoy 16 de
septiembre) para llegar a la actual Av. Juárez, donde daba vuelta a la
izquierda para llegar a la Plazuela del Sacromonte (hoy jardín de la Familia.
Centro de la ciudad, el tranvía daba vuelta al Jardín, para tomar rumbo a la calle de Don Esteban (actual 16 de septiembre) |
Actual Av. Juárez, la letra C indica el templo del Sacromonte, extremo final del "Circuito" al oriente. |
Aunque se dice que tenía varias rutas, en realidad solo era un recorrido,
en tres partes, supongo que aquí
terminaba la primera, se bajaban algunos y daba vuelta, ahora por toda la Av. Juárez hasta el puente de Piedra. Ayala dice
erróneamente que se detenía en la Garita de Querétaro, solo que para esas
fechas ya no existían las Garitas, a lo mejor se refería a las ruinas de ella,
que quedaban por ahí, en algún lugar cerca del puente)
Plano de Ignacio Pérez, Circa 1885, la línea roja indica la vía casi en el puente de la Historia, la letra W señala la estación del tranvía. |
Del actual puente de la Historia, regresaba al Jardín de la familia. Donde retomaba el trayecto de
regreso a la estación del ferrocarril.
Aunque se dice que tenía una estación afuera del actual Hotel Layseca en
Av. Juárez, en realidad solo era una de las muchas paradas que hacía. Supongo
que las fijas eran en los extremos, Plazuela del Sacromonte, el puente de Piedra y ciertos lugares específicos, a los que se llamaba “sitios”, que también supongo, solo eran respetados por
los foráneos, los locales seguramente pedían parada en cualquier lado, si era
afuera de su casa mejor.
Av. Juárez, junto al portal del Diezmo, fotografía tomada acerca de 1926, dos carros del tranvía de diferente modelo. Fotografía de Crisanto Álvarez. |
Cabe mencionar que el trayecto de la vía no estaba tendido por el centro
de las calles en que pasaba, se cargaba a una de las orillas, respetando las
banquetas de las que tenían.
Lo que sería su verdadera estación, (o sea donde se quedaban las máquinas
en las noches) talleres y corrales estaba
ubicada junto al llamado entonces portal de Cardoso (hoy de “la Covacha”) No
estoy seguro, pero creo que las tres casas que siguen después del portal, eran anteriormente
una sola, que todavía conserva(n) su amplio patio con arcos, donde pudieron
caber bastantes de los carros y plataformas del tranvía y las mulas que los
jalaban, la Estación estaría en lo que actualmente son los números 163 al 169
del poniente de la Av. Juárez.
Fotografía personal 2014: Av. Juárez Poniente, en alguna de las dos casas amarillas o la blanca estaría la Estación del tren de mulitas |
El final
En los últimos años, la concesión
de este medio de transporte estaba en manos de don Severino Ayala, (Padre del
historiador Rafael Ayala, en dos ocasiones Presidente Municipal de San Juan del
Río, dueño de la hacienda de Santa Rita) quien además tenía también
concesionado el servicio del Restaurant en la Estación del Ferrocarril.
No tengo noticias si con el derrumbe en 1918 de la barda atrial del Jardín y
la apertura de la flamante Calzada Jesús Carranza, (era su nombre oficial la gente solo le llamaba “la calzada”. Como
cinco de mayo también se llamaba igual, se le cambió a “Calzada vieja”) hoy Hidalgo norte, vía directa del centro a
la Estación del Ferrocarril, el trayecto del tranvía se modificó.
El que a hierro mata, a hierro muere; nunca mejor dicho, los tranvías de
hierro se sustituyeron por vehículos del mismo metal, en el año de 1926, las
autoridades municipales obligaron a Don Severino a quitar sus vías, acabando súbitamente
el servicio, seguramente ya existían muchos automóviles de alquiler y camiones
de carga que lo hacían obsoleto.
Paradójicamente, cincuenta años después, a finales de la década de 1970,
aparecieron en la ahora sí ciudad, los
primeros camiones de transporte urbano, se llamaban “Delfines de San Juan” pero
la gente mayor les decía “el Circuito”, como aquellos tranvías y también,
como un histórico karma, pedían parada en todos lados, y cuando era posible, a
la puerta de su casa, costumbre que no se ha perdido.
Casi enfrente de la anterior, esta es de 1925, sobre la vía del Tranvía, un carruaje, por la letra, el autor es el mismo. |
Av. Juárez, al fondo el santuario del Sacromonte, abajo a la izquierda, la vía del tranvía. Foto de cerca de 1910, crédito a quien corresponda. |
Ayala Echávarri Rafael, San Juan del Río, Geografía e Historia
Nieto Ramírez Jaime, Del Hacendado al Empresario
Pérez Ignacio, Plano de San Juan del Río.
González G. Hermanos, Transporte en Querétaro en el siglo XIX
Layseca José Manuel, La voz de México.
Calendarios de la CANACO, varios años
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