Fotografía personal. Detalle del Señor de la columna en la Parroquia de San Juan Bautista. |
Presento a Ustedes una especie de relación de dichos eventos
tomados de varios documentos y textos, de diversas fechas, ubicadas a
principios del siglo XIX, algunos años apenas antes de la independencia
nacional.
Cabe mencionar, que aunque en la actualidad los actos
principales se circunscriben al fin de semana mayor, anteriormente implicaban
muchos días anteriores.
Es difícil saber desde cuando se iniciaron los actos que a
continuación se detallan, pero al menos la representación de las tres caídas se
realizaba desde el siglo XVI, es de suponerse que iniciaba en la capilla primitiva, antecedente de la actual parroquia de San Juan Bautista (“el Templo”) igualmente el recorrido, por las actuales calles Guerrero, Mariano
Jiménez y dos de abril, para terminar en la capilla del Calvario. La procesión
solo implicaba a los indios, con la dirección de sacerdotes españoles y
criollos. Con la construcción de otros templos y conventos, las ceremonias los
implicaron. Asimismo, la filiación étnica de los habitantes fue cambiando, a los originarios se agregaron españoles y mestizos.
De tal manera, para inicios del siglo XIX, aún bajo la
dominación española, ya se tenía conformado un ceremonial que implicaba la
participación de todos los templos del pueblo.
La actividad iniciaba
la semana anterior al domingo de ramos cuando, no sé porque razón, se llevaba a
la capilla del Calvario una de las imágenes de Cristo, “subió mi amo al
Calvario” dicen la crónica.
Posteriormente, el viernes de Dolores, se adornaban los
altares de todas las iglesias, con un entramado al que se le llamaba
“Monumento” implicando colores y símbolos alusivos a la fecha. En nuestra ciudad, esta costumbre casi ha desaparecido, he conocido algunos
de esos “monumentos” en otras ciudades, consisten en cubrir el altar con largas
telas y adornarlos con cirios y figuras elaboradas con cera en pétalos. Aquí,
solo se conserva la costumbre en el altar lateral de Santo Domingo, aunque ya muy
estilizado.
Fotografía personal. Adorno especial en la capilla del Rosario de la iglesia de Santo Domingo. |
Con los mismos elementos, en muchas casas de la ciudad se
levantaban altares de Dolores, significando esos domicilios un lugar
de visita para familiares y amigos, implicando la participación en diversos
rezos. Estos altares ya han desaparecido en los domicilios de la
ciudad, algunos de los templos los conservan, los trigos amarillos igualmente,
solo algunas veces en el Beaterio los he visto, aunque de un color verde.
Sin prohibición para los actos religiosos públicos, a partir
del domingo de ramos, se iniciaban procesiones diarias, las más de las veces
presididas, por las autoridades civiles,
e implicaban la participación de los indios y “los de razón” es decir mestizos o
españoles, organizados por los mayordomos de las fiestas religiosas,
cargo por entonces muy honorario.
Para no revolver, las procesiones de indios iniciaban en la
Iglesia de “naturales” y las de los de “razón” en la otra.
Entre las procesiones de las "gentes de razón", estaban las
organizadas por las cofradías, que eran asociaciones de laicos, que
por alguna promesa u obligación participaban en trabajos y económicamente, para
organizar ciertos ceremoniales religiosos. Sus integrantes recibían algunas prebendas la
mayoría simbólicas. La afiliación era por afinidad, ya sea por culto a
algún santo, o a una fecha. En san Juan del Río hubo varías de esas cofradías,
incluso una de “naturales”, algunas manejaban fuertes recursos económicos que eran utilizados en sus fechas
conmemorativas o en la celebración de la semana Mayor. Aunque ya no es
exactamente una cofradía, la actual organización del “Santo entierro”, cuya
imagen y culto recorre algunos de los antiguos barrios de la ciudad, sería lo
más parecido.
Cuando los miembros de las cofradías disminuían, los
sobrevivientes así como su patrimonio se integraban a alguna otra, a su
elección, para la fecha que estamos relatando, las al menos ocho que hubo, ya
habían desaparecido. Solo existía la muy poderosa cofradía “de Ánimas” tan pudiente
que podía organizar procesiones durante varios días de la semana mayor.
No se crea que solo era ir caminando a algún templo y ya. Lo que se realizaba era lo que antiguamente se
llamaba “función” es decir una ceremonia especial, que implicaba la limpieza y
adorno de los templos en su interior y exterior, la provisión de cirios y
veladoras y su “iluminación”, es decir dotar de algún modo de
lámparas que dieran luz al templo, casi siempre eran de aceite.
Las procesiones de los indios eran más sencillas,
pero implicaban a muchos asistentes, todavía les eran permitidas sus danzas medio
paganas. Un dato que obtuve es que el domingo de ramos, tras la resurrección,
tenían su función de “pica y danza”.
En el templo de llegada o recepción de las procesiones se hacía
una misa solemne. Desde mediados del siglo XIX, la misma iglesia, prohibió a
los indios sus profanas danzas, las leyes de reforma desaparecieron las pocas
cofradías religiosas y al cambio de siglo el culto público se fue reduciendo,
de manera tal que ya casi no hay procesiones excepto en los días mayores.
El martes Santo, se llevaba a cabo un ceremonial llamado “el
Aposentillo”, consistente en el rezo del
rosario y ciertas ceremonias a una imagen de cristo, que se supone que para
este día ya se encontraba preso y se le brindan ciertas atenciones y actos. En
el documento revisado menciona el acto, no el ritual. Tomo en qué consiste del Lic.
Francisco pájaro, quien menciona haberlo visto escrito en un documento
de 1835, indicando que al menos desde esa fecha se lleva a cabo. Apoyo su
afirmación, aumentando su temporalidad por lo menos a unos 20 años antes. Este ceremonial se ha conservado en nuestra
ciudad y se efectúa en el Beaterio.
Fotografía personal. La visita de las siete casa, ritual del Jueves Santo. |
Fotografía personal. Una de las cruces que indican las estaciones del Viacrucis. |
-El Cristo Nazareno de las tres caídas. (el que hace el recorrido)
-El Señor de la columna. (Cuando es azotado)
Fotografía personal. El Cristo Nazareno de las tres caídas, en la Parroquia de San Juan Bautista. |
-El Señor de la columna. (Cuando es azotado)
Fotografía personal. El Señor de la columna en la Parroquia de San Juan Bautista. |
- El Señor del despojo. (cuando se despoja de su divinidad para morir en la cruz, esto se simboliza, despojándolo de la túnica)
Fotografía personal. El señor del despojo, en su ubicación permanente, en la parroquia de San Juan Bautista y ya transformado, en la capilla del Calvario..
-El Señor del Santo entierro. (cuando ha muerto y yace en su tumba)
Fotografía personal. El señor del Santo entierro en la Parroquia de San Juan Bautista. |
En la época antigua, no sé sí ahora, en todos los templos de la ciudad se realizaban, en los diversos momentos de la pasión, misas especiales, incluyendo un sermón alusivo.
Así, los sacerdotes de aquel tiempo preparaban:
El sermón del prendimiento.
El sermón de Soledad.
El sermón del descendimiento.
Fotografía personal. Imagen del Santo entierro, perteneciente a los antiguos barrios de San Juan del Río. |
El sábado de gloria,
se oficiaba otra misa solemne y se trasladaban las imágenes a su
ubicación general. Concluía con el
llamado “Repique de Gloria” que todavía se realiza.
En la historia reciente, estaba prohibido todo acto festivo
como ruido o música, el ayuno era muy practicado, hoy en muchos lugares se hace
todo lo contrario.
Igualmente, cuando era niño, el día sábado nos armábamos de
cubetas y globos y a cierta hora del día se nos permitía mojarnos en la calle. Posteriormente la familia salía de paseo al río. Hoy ya es imposible, casi no
hay ni agua ni río.
La semana Mayor terminaba y también lo hace hoy con la
llamada misa de resurrección el día domingo.
Fotografía personal. El altar de los símbolos de la pasión en la Parroquia de San Juan Bautista. |
Para mayor información sobre temas relacionados con estas fechas en nuestra ciudad dar click en los siguientes enlaces:
los-cristos-de-la-pasion
los-simbolos-de-la-pasion-en-san-juan
las-estaciones-del-viacrucis-en-san
De igual manera, aunque este es un blog laico, es casi imposible separar la historia virreinal de los aspectos religiosos. Abordo estos temas por su carga histórica.
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Anoto esta entrada como actualización ya que originalmente no había podido ilustrarla con las fotografías, lo que ya pude hacer.
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