100 años no es nada, perdón, 107 años no es nada, perdón, sí es mucho.
Oleo del Maestro armando Otero, Fragmento. Los árboles gigantes, afuera de la Viña. |
Antecedentes
Creo que es de todos conocida mi tendencia a la
descripción de la historia antigua y reciente del barrio del Calvario y en
especial de la Plazuela Guadalupe Victoria, en razón de que en la
parte alta de la peña vivían mis padres en la década de los sesentas y cuando
nací ya estaban en la Plazuela, en la parte baja.
Disfruté de mi niñez en la en la ancha calle y viví muchas
de sus transformaciones a partir de entonces. Por esa época se conservaban
tradiciones, relatos, construcciones y muchos detalles que obviamente o no
entendía o no me llamaban la atención. Años después, en el estudio de la
historia de San Juan del Río, me fui dando cuenta del gran significado cultural
que ese barrio y la calle tuvieron en todos los tiempos en la historia local.
Viene la anterior reflexión por el hecho de hará un
par de meses, don Javier Lara Bayón, bloguero mayor del vecino Aculco compartió
la información de algunas fotografías de San Juan del Río, aunque “son muy
recientes” me dijo.
Resultó que entre muchas fotografías ya conocidas,
aparecieron tres de gran valor histórico, tanto por su contenido como por su fecha, fueron tomadas en
1910 y retratan tres secciones del mencionado barrio. Quizá para muchos
estudiosos son conocidas pero en lo personal no sabía de la existencia de dos
muy significativas ya que me dan la imagen de lugares y tiempos de los que solo tenía referencias
orales
Haré una descripción de las tres, con su comparativa
en la actualidad y con ella se darán
cuenta de porqué el título: 107 años sí han cambiado enormemente para mal, un agradable
entorno urbano.
Se desconoce el autor de las fotografías, pertenecen a
la fototeca del Instituto Nacional de Antropología e historia. (INAH) Todas
fechadas en 1910 y rotuladas en palmer (manuscrito) “Sn Juan del Río, Qro. No hay imagen de sus anversos.
1.- La
Plazuela Guadalupe Victoria, antigua de los Trabajos.
A pesar de haber vivido ahí 18 años, me resultó
especialmente difícil reconocer esta fotografía. Al principio pensé que era la
calle de Mina. Observando detenidamente algunos detalles que todavía me tocó
ver, pude identificarla. Se tomó desde
la esquina de Guadalupe Victoria ( en su segunda cuadra, ) y 2 de Abril en la
acera sur, con vista hacia el poniente, donde la calle se ensancha.
1910 |
A la derecha se observa una vieja barda, ya no la vi completa.
Para 1970, que son mis primeros recuerdos, era la casa de Doña Lolita, (no
recuerdo su apellido) y estaba derrumbada en parte. En la fotografía se observa
oscura en su parte baja y clara en la
superior. La parte oscura es la cantera de la peña, que sobresalía de la calle
y sobre la que se levantaba el resto de la barda, por lo que no tenía
estabilidad. En algún momento entre 1910 y 1970, la barda debió derrumbarse y
ya no la levantaron, la vieja casa, estaba sobre la cantera, a más de un metro
sobre el nivel del arroyo. Por tal razón, cuando se demolió la casa y se
urbanizó la calle, quedó una banqueta tan alta como se ve actualmente.
El segundo detalle es a la izquierda, una casa forma
un pequeño recodo. Todavía me tocó verlo. La razón de él, es
que las casas se construyeron entre la parte baja y lateral de las Peñitas y
seguían originalmente los contornos de las rocas. Ya en mis tiempos, la casa se
modernizó y se alineó la fachada, hoy es, creo una casa de huéspedes y por la
razón anterior, no es perpendicular a la calle, sino que de la fachada avanza
en forma diagonal hacia el fondo.
La gran cantidad de árboles que la fotografía registra
eran un recuerdo reciente que tenían los habitantes en mi niñez. Los más jóvenes habían sido plantados en una
campaña realizada a finales de la década de 1870, aunque había anteriores. La
mayoría del arbolado que se observa en la fotografía sobrevivió hasta al menos
1965. Murieron o fueron cortados entre
ese año y 1969. Estos árboles tenían un sistema de riego a través de pequeños
canales de piedra de río, alimentados por un pozo que se encontraba metros
arriba, en la Cuesta y surtía a todos, incluso los de la parte baja. Personalmente
todavía vi partes de ese canal, que terminaba en la Acequia, afuera de la
huerta de la Viña. Fue tapado cuando se hicieron las banquetas modernas, a
fines de los setentas.
La mayoría de esos árboles eran fresnos, solo en la
esquina de Reforma había un par de eucaliptos. De los que se ven en la
fotografía, creo que si son los mismos, solo quedaba en mí infancia el cuarto de la fila derecha, iniciando de la
parte alta, una especie de fresno llamado "paraíso" del que su
fruto eran unas bolas del tamaño de una canica, e igual de duros, lo que los
hacía ideales como parque para resorteras. El pozo había dejado de surtir de
agua aproximadamente en 1955 y por eso los árboles no crecieron más. No
se secaron inmediatamente porque en tiempos de lluvia obtenían agua suficiente. Muchas veces jugué
arriba del ya para entonces solitario árbol, más grande de cómo se ve en
la fotografía. Fue talado, aún vivo en la década de 1980.
Otro detalle que hace reconocible la fotografía, es
que casi en el centro, al fondo de la calle se observa la fachada de la huerta
de la viña, cuya barda, de su altura normal ascendía a los pilares que
enmarcaban su reja con emplomados. Afuera de esa huerta, aunque no se observa
por la lejanía, pasaba al descubierto la acequia, que salía a la calle luego de
atravesar la parte trasera de las casas de Melchor Ocampo. La humedad de la
acequia permitía, afuera de la huerta, el sostenimiento de cuatro fresnos, estos
sí gigantescos. Quizá de varios siglos de antigüedad. Cuando yo era niño, cayó de viejo uno afuera del # 4 de la calle y aunque por entonces mucha gente
cocinaba con leña, tardaron años en acabarlo.
Aparte de los fresnos gigantes, en la fotografía se observa que toda la parte baja
tenía árboles. Para 1980, solo sobrevivía uno, afuera de la casa marcada con el
10 negro. (No es error, así decía su placa de numeración, que para mayor
confusión, era de color blanco) Este árbol sobrevivió hasta el año pasado,
2016, cuando ya seco, fue talado.
(VerLa muerte de un gigante)
(Ver
Entre las décadas de 1970 y 1980, los árboles gigantes afuera de
la Viña fueron muriendo por la falta de Humedad, la acequia había sido entubada
y clausurada. Según según mi bisabuela
sirvieron para colgar personas durante la revolución, es decir solo unos
cuantos años después de tomada la fotografía. Ya secos, frecuentemente dejaban caer ramas, por lo
que el municipio, siempre previsor, decidió talarlos. Tras la pérdida del arbolado, algunos
vecinos plantaron casuarinas y jacarandas que no sobrevivieron.
El suelo de la calle se observa aún de tierra, con
piedras sueltas al inicio de la cuesta. En 1969 se empedró la parte inclinada
y una década después la parte baja. El pavimento en ambas es de los ochentas.
Al fondo se ve una alta pared blanca, es la de la
huerta que estaba antes de la construcción del hotel Jalisco, en la calle de Allende,
a su lado derecho, una ventana. Tras 107 años de captada la imagen, piedra
tras piedra, tronco tras tronco, esa pequeña ventana es lo único que queda de la majestuosidad captada. La modernidad
tiene su precio.
2017 |
Fotografía
2.- La calle de Cóporo.
Una fotografía muy similar a otra ya conocida de la
década de 1920. Esta, de 1910 nos muestra que las casas son casi las mismas de la
actualidad, solo que entonces eran de techo de teja, de un agua y se han modernizado, otras se sustituyeron completamente
por modernas construcciones.
1910 |
El cambio más visible de la calle está en que entonces
tenía árboles en ambas aceras y se ve aquí el canal de riego construido con
piedra bola de río que describí en la Plazuela. Se ven recién plantados los
árboles, creo que ninguno prosperó, esta calle casi no tenía capa vegetal, la
cantera de las Peñitas está casi al ras y tiene rellenos de pedacería de la
misma. En mi niñez había algunas jacarandas y coníferas que tampoco existen ya. Al fondo destaca la
capilla del Calvario y las casas en el escalón de las Peñitas.
En la derecha de la fotografía se observa la
barda antigua de la casa que hace esquina con la Plazuela Guadalupe Victoria.
En ella vivía en mis tiempos la familia Flores. (Entre ellos el Periodista
Alfredo Flores). Se observa en el lado derecho una chimenea que estaba instalada
en la casa que antecedió a la que se conoce
como de “las Poquianchis”, tristemente célebre. Nadie recuerda de qué era la
chimenea, debió ser de un molino o bomba de agua. Como detalle curioso, un
vecino se asomó justo cuando se hacía la toma, en la bocacalle de la actual
Melchor Ocampo, viendo al sur.
2017 |
Fotografía
3. El Panteón de la Santa Veracruz.
Esta fotografía fue tomada desde la huerta de la Viña,
hacia las Peñitas, al oriente.
1910 |
Ignoro si para 1910 ya existía la barda que dividía esa
huerta y la del Molino o todavía eran una sola. Si fue lo primero, la toma
se hizo exactamente en esa barda.
Extrañamente, a pesar de que el Bulevar Hidalgo, trazado en medio de ambas
huertas hoy es una zona comercial con grandes edificios, todavía fue posible tomar una fotografía reciente en el
mismo sitio de la antigua. Ya no conocí toda la barda, había sido derrumbada
en 1969 para el trazo del Bulevard, pero sí los extremos que quedaron a sendos
lados, por eso puedo afirmarlo.
Describo la fotografía desde la parte inferior.
Inicia una parte plana en la que casi no se cultivaban
árboles (se ven algunos dispersos) por ser suelo arenoso, hoy es la calle
mencionada y exactamente al frente está un estacionamiento subterráneo. La
mayoría de frutales no aparecen en la toma, estarían al extremo izquierdo,
rodeando la fuente y la glorieta.
En la parte media estaba el límite de la huerta con
las casas de la calle de Cóporo. No había ahí barda, la acequia del pueblo, que
se puede distinguir como una doble línea blanca en la imagen, entre los carrizos y un
desnivel de dos metros dividía la huerta, en la parte baja y las casas, en lo
alto.
Se pueden distinguir algunas puertas traseras de esas
casas, convenientemente ubicadas para tomar agua de la acequia. Al centro y a la izquierda se observa una
edificación grande, es la casa antecedente de la de las Poquianchis que ya
mencioné, no se alcanza a ver la chimenea.
2017 |
La huerta de la viña, dividida en dos predios por el trazo
del B. Hidalgo en 1969 , sobrevivió una década más. Su entrada, en la Plazuela
Guadalupe Victoria, hoy es la Plaza comercial los Faroles.
El
chichimeca al servicio de la comunidad.
Sobre el barrio en particular, hay información aún más
detallada en mi libro “la Acequia del pueblo” por ser edición particular no está a la venta, pero pueden consultarlo en
la Biblioteca Pública, en el Portal del Diezmo o en el Archivo Histórico Municipal, en el mismo edificio.
Si desean leer más al respecto en el blog: pueden
consultar los siguientes enlaces, dando clic en temas relativos al Calvario, la Plazuela, la huerta, sus habitantes etc. :
Y sobre mi libro..
_______________________________________________________________________
La fotografía número dos aquí descrita, recientemente
fue dada a conocer por la página de los
vecinos de San Juan del Río en el tiempo, creo que no interfiero con ellos, y
ni modo de quitarla, ya que es parte fundamental de esta entrada por abarcar 3
de los extremos de mi barrio de la infancia.
______________________________________________________________
ACTUALIZACIÓN
Y hablando del barrio…
Ya sé que no me la van a creer, pero resulta que en
pasada entrada, relaté una anécdota de un habitante de la Calle Reforma,
don Marcos. No puse fotografía por carecer de ella. Resulta que en el libro San Juan del Río. 500 años, aparecido en
junio pasado, está una fotografía de José Velázquez, precisamente de esa calle
y aunque no puedo asegurarlo por completo, parece que los ahí retratados, son
don Marcos y Rubén, los protagonistas. Si no lo son, la ilustran
muy bien, incluso están precisamente afuera de donde tenía su frutería.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario