domingo, 26 de marzo de 2017

100 años no es nada, perdón, 107, años no es nada, perdón, sí es mucho.

100 años no es nada, perdón, 107 años no es nada, perdón, sí es mucho. 
Oleo del Maestro armando Otero, Fragmento. Los árboles gigantes, afuera de la Viña.

Antecedentes

Creo que es de todos conocida mi tendencia a la descripción de la historia antigua y reciente del barrio del Calvario y en especial de la Plazuela Guadalupe Victoria, en razón de que en la parte alta de la peña vivían mis padres en la década de los sesentas y cuando nací ya estaban en la Plazuela, en la parte baja.

Disfruté de mi niñez en la en la ancha calle y viví muchas de sus transformaciones a partir de entonces. Por esa época se conservaban tradiciones, relatos, construcciones y muchos detalles que obviamente o no entendía o no me llamaban la atención. Años después, en el estudio de la historia de San Juan del Río, me fui dando cuenta del gran significado cultural que ese barrio y la calle tuvieron en todos los tiempos en la historia local.

Viene la anterior reflexión por el hecho de hará un par de meses, don Javier Lara Bayón, bloguero mayor del vecino Aculco compartió la información de algunas fotografías de San Juan del Río, aunque “son muy recientes” me dijo.

Resultó que entre muchas fotografías ya conocidas, aparecieron tres de gran valor histórico, tanto por su contenido como por su fecha, fueron tomadas en 1910 y retratan tres secciones del mencionado barrio. Quizá para muchos estudiosos son conocidas pero en lo personal no sabía de la existencia de dos muy significativas ya que me dan la imagen de lugares  y tiempos de los que solo tenía referencias orales

Haré una descripción de las tres, con su comparativa en la actualidad y con ella  se darán cuenta de porqué el título: 107 años sí han cambiado enormemente para mal, un agradable entorno urbano.

Se desconoce el autor de las fotografías, pertenecen a la fototeca del Instituto Nacional de Antropología e historia. (INAH) Todas fechadas en 1910 y rotuladas en palmer (manuscrito) “Sn Juan del Río, Qro. No hay imagen de sus anversos.

1.- La Plazuela Guadalupe Victoria, antigua de los Trabajos.

A pesar de haber vivido ahí 18 años, me resultó especialmente difícil reconocer esta fotografía. Al principio pensé que era la calle de Mina. Observando detenidamente algunos detalles que todavía me tocó ver, pude identificarla. Se tomó desde la esquina de Guadalupe Victoria ( en su segunda cuadra, ) y 2 de Abril en la acera sur, con vista hacia el poniente, donde la calle se ensancha.
1910
A la derecha se observa una vieja barda, ya no la vi completa. Para 1970, que son mis primeros recuerdos, era la casa de Doña Lolita, (no recuerdo su apellido) y estaba derrumbada en parte. En la fotografía se observa oscura en su parte baja y  clara en la superior. La parte oscura es la cantera de la peña, que sobresalía de la calle y sobre la que se levantaba el resto de la barda, por lo que no tenía estabilidad. En algún momento entre 1910 y 1970, la barda debió derrumbarse y ya no la levantaron, la vieja casa, estaba sobre la cantera, a más de un metro sobre el nivel del arroyo. Por tal razón, cuando se demolió la casa y se urbanizó la calle, quedó una banqueta tan alta como se ve actualmente.

El segundo detalle es a la izquierda, una casa forma un pequeño recodo. Todavía me tocó verlo. La razón de él, es que las casas se construyeron entre la parte baja y lateral de las Peñitas y seguían originalmente los contornos de las rocas. Ya en mis tiempos, la casa se modernizó y se alineó la fachada, hoy es, creo una casa de huéspedes y por la razón anterior, no es perpendicular a la calle, sino que de la fachada avanza en forma diagonal hacia el fondo.

La gran cantidad de árboles que la fotografía registra eran un recuerdo reciente que tenían los habitantes en mi niñez. Los más jóvenes habían sido plantados en una campaña realizada a finales de la década de 1870, aunque había anteriores. La mayoría del arbolado que se observa en la fotografía sobrevivió hasta al menos 1965. Murieron o fueron cortados  entre ese año y 1969. Estos árboles tenían un sistema de riego a través de pequeños canales de piedra de río, alimentados por un pozo que se encontraba metros arriba, en la Cuesta y surtía a todos, incluso los de la parte baja. Personalmente todavía vi partes de ese canal, que terminaba en la Acequia, afuera de la huerta de la Viña. Fue tapado cuando se hicieron las banquetas modernas, a fines de los setentas.

La mayoría de esos árboles eran fresnos, solo en la esquina de Reforma había un par de eucaliptos. De los que se ven en la fotografía, creo que si son los mismos, solo quedaba en mí infancia el cuarto de la fila derecha, iniciando de la parte alta, una especie de fresno llamado "paraíso" del que su fruto eran unas bolas del tamaño de una canica, e igual de duros, lo que los hacía ideales como parque para resorteras. El pozo había dejado de surtir de agua aproximadamente en 1955 y por eso los árboles no crecieron más. No se secaron inmediatamente porque en tiempos de lluvia  obtenían agua suficiente. Muchas veces jugué arriba del ya para entonces solitario árbol, más grande de cómo se ve en la fotografía. Fue talado, aún vivo en la década de 1980.

Otro detalle que hace reconocible la fotografía, es que casi en el centro, al fondo de la calle se observa la fachada de la huerta de la viña, cuya barda, de su altura normal ascendía a los pilares que enmarcaban su reja con emplomados. Afuera de esa huerta, aunque no se observa por la lejanía, pasaba al descubierto la acequia, que salía a la calle luego de atravesar la parte trasera de las casas de Melchor Ocampo. La humedad de la acequia permitía, afuera de la huerta, el sostenimiento de cuatro fresnos, estos sí gigantescos. Quizá de varios siglos de antigüedad. Cuando yo era niño, cayó de viejo uno afuera del # 4 de la calle y aunque por entonces mucha gente cocinaba con leña, tardaron años en acabarlo.

Aparte de los fresnos gigantes, en la  fotografía se observa que toda la parte baja tenía árboles. Para 1980, solo sobrevivía uno, afuera de la casa marcada con el 10 negro. (No es error, así decía su placa de numeración, que para mayor confusión, era de color blanco) Este árbol sobrevivió hasta el año pasado, 2016, cuando ya seco, fue talado. 
(Ver La muerte de un gigante)

Entre las décadas de 1970 y 1980, los árboles gigantes afuera de la Viña fueron muriendo por la falta de Humedad, la acequia había sido entubada  y clausurada. Según según mi bisabuela sirvieron para colgar personas durante la revolución, es decir solo unos cuantos años después de tomada la fotografía. Ya secos, frecuentemente dejaban caer ramas, por lo que el municipio, siempre previsor, decidió talarlos. Tras la pérdida del arbolado, algunos vecinos plantaron casuarinas y jacarandas que no sobrevivieron.

El suelo de la calle se observa aún de tierra, con piedras sueltas al inicio de la cuesta. En 1969 se empedró la parte inclinada y  una década después la parte baja.  El pavimento en ambas es de los ochentas.

Al fondo se ve una alta pared blanca, es la de la huerta que estaba antes de la construcción del hotel Jalisco, en la calle de Allende, a su lado derecho, una ventana. Tras 107 años de captada la imagen, piedra tras piedra, tronco tras tronco, esa pequeña ventana es lo único que queda de la majestuosidad captada. La modernidad tiene su precio.
2017

Fotografía 2.- La calle de Cóporo.

Una fotografía muy similar a otra ya conocida de la década de 1920. Esta, de 1910 nos muestra que las  casas son casi las mismas de la actualidad,  solo que entonces eran de techo de teja, de un agua y se han modernizado, otras se sustituyeron completamente por modernas construcciones.

1910
El cambio más visible de la calle está en que entonces tenía árboles en ambas aceras y se ve aquí el canal de riego construido con piedra bola de río que describí en la Plazuela. Se ven recién plantados los árboles, creo que ninguno prosperó, esta calle casi no tenía capa vegetal, la cantera de las Peñitas está casi al ras y tiene rellenos de pedacería de la misma. En mi niñez había algunas jacarandas y coníferas  que tampoco existen ya. Al fondo destaca la capilla del Calvario y las casas en el escalón de las Peñitas.

En la derecha de la fotografía se observa la barda antigua de la casa que hace esquina con la Plazuela Guadalupe Victoria. En ella vivía en mis tiempos la familia Flores. (Entre ellos el Periodista Alfredo Flores). Se observa en el lado derecho una chimenea que estaba instalada en la casa que antecedió a la que se conoce como de “las Poquianchis”, tristemente célebre. Nadie recuerda de qué era la chimenea, debió ser de un molino o bomba de agua. Como detalle curioso, un vecino se asomó justo cuando se hacía la toma, en la bocacalle de la actual Melchor Ocampo, viendo al sur.
2017

Fotografía 3. El Panteón de la Santa Veracruz.

Esta fotografía fue tomada desde la huerta de la Viña, hacia las Peñitas, al oriente.

1910
Ignoro si para 1910 ya existía la barda que dividía esa huerta y la del Molino o todavía eran una sola. Si fue lo primero, la toma se hizo exactamente en esa  barda. Extrañamente, a pesar de que el Bulevar Hidalgo, trazado en medio de ambas huertas hoy es una zona comercial con grandes edificios, todavía fue posible tomar una fotografía reciente en el mismo sitio de la antigua. Ya no conocí toda la barda, había sido derrumbada en 1969 para el trazo del Bulevard, pero sí los extremos que quedaron a sendos lados, por eso puedo afirmarlo.

Describo la fotografía desde la parte inferior.
Inicia una parte plana en la que casi no se cultivaban árboles (se ven algunos dispersos) por ser suelo arenoso, hoy es la calle mencionada y exactamente al frente está un estacionamiento subterráneo. La mayoría de frutales no aparecen en la toma, estarían al extremo izquierdo, rodeando la fuente y la glorieta.

En la parte media estaba el límite de la huerta con las casas de la calle de Cóporo. No había ahí barda, la acequia del pueblo, que se puede distinguir como una doble línea blanca en la imagen, entre los carrizos y un desnivel de dos metros dividía la huerta, en la parte baja y las casas, en lo alto.

Se pueden distinguir algunas puertas traseras de esas casas, convenientemente ubicadas para tomar agua de la acequia. Al centro y a la izquierda se observa una edificación grande, es la casa antecedente de la de las Poquianchis que ya mencioné, no se alcanza a ver la chimenea.
2017
En la parte superior se observa el Panteón de la Santa Veracruz en su estado original. Sigue casi intacto, solo se le han agregado recientemente la parte que lo une a la Iglesia del Calvario donde se encuentra la sala del Museo de la Muerte y los servicios sanitarios del mismo.

Esquema personal, tomado del libro La acequia del Pueblo. Extensión de la huerta de la viña en 1968,  La línea punteada marca el trazo del Boulevard Hidalgo, el punto azul, el lugar donde se tomaron ambas fotografías.
La huerta de la viña, dividida en dos predios por el trazo del B. Hidalgo en 1969 , sobrevivió una década más. Su entrada, en la Plazuela Guadalupe Victoria, hoy es la Plaza comercial los Faroles.


El chichimeca al servicio de la comunidad.

Sobre el barrio en particular, hay información aún más detallada en mi libro “la Acequia del pueblo” por ser edición particular no está a la venta, pero pueden consultarlo en la Biblioteca Pública, en el Portal del Diezmo o en el Archivo Histórico Municipal, en el mismo edificio.

Si desean leer más al respecto en el blog: pueden consultar los siguientes enlaces, dando clic en temas relativos al Calvario, la Plazuela, la huerta, sus habitantes etc. :








Y sobre mi libro..


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La fotografía número dos aquí descrita, recientemente fue dada a conocer  por la página de los vecinos de San Juan del Río en el tiempo, creo que no interfiero con ellos, y ni modo de quitarla, ya que es parte fundamental de esta entrada por abarcar 3 de los extremos de mi barrio de la infancia.
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ACTUALIZACIÓN

Y hablando del barrio…

Ya sé que no me la van a creer, pero resulta que en pasada entrada, relaté una anécdota de un habitante de la Calle Reforma, don Marcos. No puse fotografía por carecer de ella. Resulta que en el libro San Juan del Río. 500 años, aparecido en junio pasado, está una fotografía de José Velázquez, precisamente de esa calle y aunque no puedo asegurarlo por completo, parece que los ahí retratados, son don Marcos y Rubén, los protagonistas. Si no lo son, la ilustran muy bien, incluso están precisamente afuera de donde tenía su frutería.

Ver en este Blog:   Ruben y el último duelo

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